Economía, Empleo y Seguridad Social

31.12.2017

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Política Económica

El punto de partida del diseño de la política económica debe ser la identificación y análisis de los problemas a los que se enfrenta la economía española. Durante la etapa de crecimiento económico y en los primeros años de la crisis se generaron importantes desequilibrios macroeconómicos: alto endeudamiento privado favorecido por tipos de interés reales negativos, abultada y creciente deuda externa, pérdida de competitividad y elevado déficit público.

Superar una crisis de la magnitud de la que hemos enfrentado requiere adoptar una estrategia de política económica completa, coherente y ambiciosa. Entre las prioridades en materia de política económica está la consolidación fiscal. Además, una vez concluido el proceso de saneamiento financiero, son esenciales las reformas estructurales que afectan al funcionamiento de los mercados de factores, de bienes y de servicios.

En los últimos años el Gobierno ha llevado a cabo un ambicioso programa de reformas que ha permitido recuperar buena parte de la competitividad perdida desde el ingreso en el euro. Es preciso, sin embargo, continuar esta línea reformista para dotar a la economía de una estructura más eficiente y flexible, que impulse el crecimiento duradero y la creación de empleo.

Adicionalmente a las actuaciones llevadas a cabo en el sector financiero, se ha dado continuidad también a las reformas estructurales transversales con el objetivo de mejorar el clima de negocios y apoyar a las PYMEs, contribuyendo a la mejora de la competitividad de la economía española.

En este sentido, es fundamental destacar la Ley de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. De entre sus disposiciones destaca el ejercicio de revisión y mejora del clima de negocios que ha de llevarse a cabo anualmente bajo la coordinación del Ministerio de Economía y Competitividad.

Investigación, Desarrollo e Innovación

Existe un amplio consenso sobre la importancia de la ciencia, la tecnología y la innovación en el desarrollo económico. En España, la política científica y tecnológica y de innovación tiene su origen en la Ley de Fomento y Coordinación General de la Investigación Científica y Técnica, ya derogada. El Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación lo integran un conjunto de instituciones que la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación clasifica desde el punto de vista funcional en tres áreas: coordinación y definición de políticas, fomento de la I+D+i y ejecución.

El mercado de trabajo en España

Desde la transición a la democracia, la situación del mercado de trabajo español se ha caracterizado por mantener una elevada tasa de desempleo estructural que se ha visto incrementada fuertemente en periodos de crisis como el actual. En tiempos de bonanza económica, la tasa de paro no ha bajado nunca del 8% hasta alcanzar niveles que rondan el 26% en periodos de crisis económica.

A esta alta tasa de desempleo se ha unido una excesiva segmentación del mercado de trabajo entre los trabajadores con contratos indefinidos y aquellos con contratos temporales. Esta dualidad ha provocado que entre un 40% y un 50% de la población asalariada haya alternado periodos de desempleo con empleos temporales. Esta situación ha afectado en mayor medida a los jóvenes y a los trabajadores con menor formación, los segmentos de la población más afectados por las altas tasas de desempleo que ha experimentado España en tiempos de crisis económica.

La composición sectorial de la población activa ha evolucionado enormemente en los últimos años a favor del sector servicios. En 1982 el porcentaje de trabajadores de la agricultura representaba el 17,8% del total, el sector industrial empleaba al 26,92% de los trabajadores, el de la construcción al 8,10% y el sector servicios únicamente al 47,4%. Hoy, el 76,3%, trabaja en el sector servicios, el porcentaje de trabajadores de la industria es del 13,7%, el de la construcción el 6,0% y el de la agricultura el 4,0%.

El número de parados bajó en 340.700 personas en el segundo trimestre del año, cifra que supone un récord histórico desde que se publica la Encuesta de Población Activa (EPA). El número total de parados se sitúa por debajo de los cuatro millones por primera vez desde finales de 2008. La tasa de paro se reduce al 17,2%, la más baja desde el primer trimestre de 2009 y casi diez puntos menos desde el máximo.

La Seguridad Social

La Seguridad Social es una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos. Su acción protectora, basada en la búsqueda constante de un modelo de gestión eficiente y modernizado, es el resultado de un esfuerzo colectivo originado en 1883.

Con datos de agosto de 2017, la nómina mensual de pensiones contributivas de la Seguridad Social alcanzó los 8.790,6 millones de euros situándose el incremento interanual en el 3%.

La pensión media de jubilación asciende a 1.065,5 euros, lo que representa un aumento del 1,97% respecto al año pasado. En cuanto a la pensión media del Sistema, que comprende las distintas clases (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares), es de 922,17 euros, lo que supone un aumento interanual del 1,86%.

El conjunto del Sistema público ha alcanzado los 9.532.495 de pensiones contributivas (9.532.495), un 1,11% más respecto al año pasado. Más de la mitad, 5.838.229 concretamente, son por Jubilación; 2.361.830 corresponden a Viudedad; 949.302 a Incapacidad Permanente; 342.219 a Orfandad y 40.915 a Favor de Familiares.