Desde el primer momento, el Gobierno de España ha mostrado su solidaridad y su disposición a ofrecer al Gobierno japonés la ayuda que precisara, ha realizado gestiones para atender a los residentes españoles en aquel país y ha recabado información técnica de lo sucedido en la central nuclear de Fukushima.
Sobre este último punto, el presidente se reunió en La Moncloa con la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear y, en el Congreso, anunció que el Ejecutivo pedirá informes sobre la seguridad de las centrales nucleares en España para "reforzar la convicción y las condiciones de la seguridad con informes aún mucho más exigentes". El presidente subrayó que de los acontecimientos en la central de Fukushima "debemos extraer conclusiones, pero conclusiones medidas, conclusiones científicamente avaladas".
Para seguir de cerca la evolución de los acontecimientos en aquel país y asistir al Gobierno en cuantas decisiones hubiera que tomar, el presidente decidió crear un grupo de seguimiento de la situación, cuya primera reunión se celebró el miércoles, día 16, en La Moncloa y en la que se confirmó que ningún español estaba en la zona de riesgo.
En su labor de información y atención, el Gobierno ha puesto en marcha un apartado específico de información en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores para la colonia española en Japón. A través del ministerio de Sanidad ha activado un protocolo de actuación para las personas procedentes de Japón y, además, ha difundido un cuestionario de utilidad pública sobre la crisis nuclear en Japón.
A estas actuaciones se han unido los trabajos del Gobierno para poner medios a disposición de los españoles residentes en Japón que desearan salir del país. Estos trabajos se anunciaron en la segunda reunión del grupo de seguimiento y han culminado con la salida de Japón de 157 personas, de las que una treintena son ciudadanos de otros países, fundamentalmente de la Unión Europea, y de nacionalidad brasileña.
En la sexta reunión del Grupo de Seguimiento de la crisis en Japón, el 22 de marzo, el Gobierno ha decidido incrementar los controles sobre los productos importados de aquel país, tras las últimas informaciones confirmadas por el Gobierno nipón relativas a la presencia de contaminación por radiación en varios productos, especialmente vegetales y leche.
De acuerdo con los datos procedentes del sistema de redes de vigilancia radiológica medioambiental, evaluados en el CSN, hasta el momento los valores medidos de radioactividad se mantienen dentro de la más estricta normalidad, y no representan, en ningún caso, riesgo para la salud ni para el medioambiente. Considerando la distancia existente desde la central nuclear de Fukushima, no se esperan alteraciones significativas en estas mediciones en el continente Europeo.