Asunción (Paraguay)
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Presidente Peña, querido Santiago. Autoridades, empresarios y empresarias, señoras y señores.
Quiero, en primer lugar, agradecer a la Secretaría de Estado de Comercio, a la CEOE, a la Cámara de Comercio de España, a las autoridades paraguayas, la organización de este Foro Empresarial. Un encuentro que yo creo que da testimonio de las excelentes relaciones económicas y comerciales entre nuestros países y de que, sin duda, tenemos que profundizarlas.
Su visita, presidente, a España en febrero del año pasado supuso un revulsivo y se ha traducido en un considerable incremento del interés de muchas empresas españolas por el Paraguay.
Muchas de esas empresas están hoy aquí acompañándonos en este foro empresarial y confío en que muchas otras se puedan sumar pronto a su apuesta por el Paraguay. Porque sabrán reconocer, como sabemos, reconocer también desde las autoridades españolas, la enorme oportunidad que ofrece el Paraguay: toda una economía sólida, con un gran potencial. Una economía por la que España ya apuesta decididamente.
Los datos así lo demuestran. Según el Banco Central de Paraguay, a finales del año 2023, las inversiones acumuladas de empresas españolas alcanzaban los 674 millones de dólares.
Más allá de la cifra, que, sin duda alguna, creo que tenemos que seguir mejorando, querido presidente, se trata de empresas que crean empleo, que contribuyen al desarrollo económico y local del país. Y por tanto son, en definitiva, aliados y aliadas en una visión compartida.
Porque, cuando hablamos de España y Paraguay, hablamos de que caminando juntos ganamos todos. Y por eso es clave que sigamos avanzando en tres objetivos comunes que me gustaría compartir con todos ustedes.
Primero, impulsar el desarrollo económico. Segundo, promocionar y defender a nuestras empresas. Y, finalmente, hacer frente al avance del proteccionismo, del ensimismamiento, favoreciendo la apertura comercial, como hace el Paraguay y como hace también España.
En primer lugar, por tanto, hay que impulsar el desarrollo económico.
Hoy tenemos aquí a empresas, lo hemos visto también en el vídeo, que han participado en algunos de los proyectos de mejora de las infraestructuras paraguayas de mayor envergadura, como el desdoblamiento de las rutas 2 y 7, que unen las principales ciudades del país.
Y estoy seguro de que van a participar también en otros proyectos como el desdoblamiento y mejora de las rutas Asunción-Encarnación, Encarnación-Ciudad del Este, o la autopista elevada Asunción-Luque.
También lo hacen en ambiciosos planes de desarrollo industrial en sectores clave como son las nuevas tecnologías, la agroindustria, que es tan importante para el Paraguay como lo es también para España, haciendo de la transformación energética un verdadero crecimiento económico.
España tiene mucho que aportar en este camino. Contamos con empresas líderes a nivel global en energías renovables que destacan por su capacidad de innovación y de talento. Nos avala lo ya hecho, la experiencia acumulada, sin duda alguna. Pero también estamos deseosos de poder contribuir al desarrollo del hidrógeno verde aquí en Paraguay.
El verdadero desarrollo económico, lo sabemos, no solo se debe medir en las grandes cifras, que sin duda alguna son importantes para un Gobierno, también para una empresa. Solo es efectivo también si se nota cuando llega a toda la sociedad.
Y me gusta el haber podido compartir con el presidente todo el compromiso que se está haciendo por mejorar el bienestar, la dimensión social y, por tanto, la complementariedad con la competitividad que está alcanzando el Paraguay durante estos últimos años.
La inclusión, la formación, la generación de oportunidades no son solamente objetivos sociales, sino que son las condiciones necesarias para una economía mucho más competitiva, mucho más productiva, resiliente y también cohesionada.
Nuestro segundo objetivo es defender a nuestras empresas. Porque a nadie se le escapa que, desgraciadamente, la actual coyuntura comercial, en la que parece quedar lejos la asignación de recursos a escala internacional en base a la eficiencia económica, se haya dado paso a otro tipo de criterios que nada tienen que ver con esta lógica de mercado.
Durante los últimos años, Europa ha generado instrumentos de defensa comercial para asegurar una competencia de igual a igual, desde el reglamento sobre subvenciones hasta un Instrumento de Anticoerción. Y desde España, que siempre hemos tenido una visión compartida y constructiva del orden multilateral y también de la apertura comercial, hemos también consolidado herramientas como el régimen de control de inversiones extranjeras en sectores estratégicos, que reforzamos precisamente durante el año de la pandemia, el año 2020, y que ha evaluado más de 200 operaciones con implicaciones críticas, como saben muy bien los empresarios y empresarias españoles.
Tenemos instrumentos también financieros para mitigar el impacto de las actuales tensiones internacionales, para defender también nuestros legítimos intereses empresariales, industriales. En definitiva, también los intereses de nuestros ciudadanos y ciudadanas.
Todos estos instrumentos son la base del Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial que aprobó el Gobierno de España para paliar precisamente los primeros efectos de la guerra comercial, del aumento de aranceles, que estamos viendo durante estos últimos meses.
Una respuesta rápida a las tensiones comerciales que moviliza nada más y nada menos que 7.400 millones de euros y que aprovecha 6.700 millones de euros de instrumentos ya existentes.
Porque evidentemente lo que tenemos que hacer es eso. Es proteger nuestros intereses empresariales. Es ofrecer oportunidades y horizonte a nuestras empresas.
¿Por qué digo todo esto? Porque yo creo que, como ya dije en Uruguay, la respuesta, necesariamente, a todas estas tensiones comerciales tiene que ser europea. Nuestro objetivo es compartido. Es evitar una guerra comercial en la que nadie gana. Todos perdemos.
Pero, si inevitablemente se produce, Europa debe estar a la altura de lo que esperan nuestros empresarios y empresarias. Y es por ello por lo que creemos que los ingresos derivados de cualquier contramedida que se pudiera poner en marcha por parte de las autoridades europeas deben implementarse para destinarse a la creación de un nuevo fondo europeo de ayuda a los sectores más afectados precisamente por estas tensiones comerciales.
En este sentido, quiero hablar de ese tercer objetivo que es la apertura comercial, defender y reivindicar la apertura comercial frente al proteccionismo. Y solo podemos hacerlo asociándonos, trabajando codo con codo con nuestros socios estratégicos y confiables.
Y, en esta apuesta, la aprobación del acuerdo Unión Europea-Mercosur, su entrada en vigor a mí me resulta un objetivo, un hito, fundamental, ya no solamente desde el punto de vista económico y comercial, sino también un mensaje político que estamos trasladando a nuestras sociedades de entendimiento, de partenariado, de comunidad, de objetivos compartidos.
Necesitamos, más que nunca, defender el orden multilateral basado en reglas, reforzar la cooperación internacional, reforzar la cooperación regional.
Y quiero en este sentido reconocer el liderazgo y el buen hacer del presidente del Paraguay, precisamente para que podamos estar en las condiciones óptimas de lograr ese acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur.
Hablaba del multilateralismo. No es un principio abstracto, al contrario, es una herramienta fundamental para potencias medias, para países medios, como es el Paraguay o como es España, y es fundamental para afrontar los desafíos reales que tienen nuestras sociedades: desde el desarrollo sostenible hasta la respuesta a crisis económicas o comerciales, desastres naturales, pandemias, como hemos sufrido en el año 2020, o el avance de la desigualdad.
España lleva mucho tiempo comprometida con esta agenda. Lo hemos vuelto a demostrar en la IV Conferencia de Financiación al Desarrollo celebrada por Naciones Unidas en la ciudad española de Sevilla a principios de este mes.
¿Y allí que defendimos? Defendimos con firmeza una visión del mundo sin fracturas artificiales entre el norte y el sur. Una visión que reconoce plenamente el papel clave de los países de renta media, como es el caso del Paraguay, en la construcción de un desarrollo sostenible y justo.
La Cooperación Española lleva casi 40 años presente aquí en Paraguay. De hecho, contribuyó también a que este espacio, me lo recordaba el presidente del Paraguay, pudiera permanecer y ser un sitio tan emblemático como lo es para todos ustedes.
En fin, ha sido una aportación a lo largo de todos estos años de 200 millones de euros. Y el mes pasado dimos un paso más al acordar conjuntamente ambos Gobiernos las prioridades conjuntas compartidas para el periodo 2025-2028 a través del nuevo Marco de Asociación para el Desarrollo Sostenible entre España y Paraguay.
Y, además, contamos con una iniciativa importante a nivel comunitario como es el Global Gateway, la Agenda de Inversiones en América Latina y el Caribe, impulsada durante nuestra Presidencia del Consejo de la Unión Europea en el año 2023. Y que, nada más y nada menos, España es el principal aporte cuando hablamos de la América Latina y el Caribe, comprometiendo más de 8.000 millones de euros en inversiones concretas para el conjunto del continente.
Paraguay ya cuenta con tres proyectos: para el saneamiento de aguas de la ciudad de Asunción, de la capital, para la reforestación y la creación de empleo y para la renovación de la red eléctrica. Y me enorgullece que España sea partícipe en los dos primeros, contribuyendo, por tanto, al desarrollo económico de este gran país.
Concluyo, presidente, autoridades, empresarios y empresarias.
Paraguay es para España, créanme, un socio fiable y con una gran potencialidad, con grandes oportunidades. Así lo vivimos y así lo sentimos. Estamos en un muy buen momento de nuestra relación bilateral, presidente, pero nos sigue quedando muchísimo espacio para estrechar nuestros lazos, para impulsar desarrollo de negocios entre nuestros países.
Animo, por tanto, a las empresas españolas a que sigan explorando las oportunidades que ofrece Paraguay. Yo creo que el Acuerdo Unión Europea-Mercosur, la entrada en vigor del nuevo convenio para evitar la doble imposición, abre nuevas oportunidades.
Y, por supuesto, animo también a las empresas paraguayas con vocación de internacionalización a que miren a España y nos consideren su puente con Europa al otro lado del Atlántico.
Tenemos 160.000 paraguayos y paraguayas que contribuyen al desarrollo económico de mi país, de España. Y le puedo decir, presidente, que estamos muy agradecidos de esa contribución paraguaya al bienestar de España. Por tanto, animo también a las empresas paraguayas en esa vocación.
Y quiero terminar diciendo que estoy convencido de que a este Encuentro Empresarial le van a seguir muchos más, tanto públicos como privados, que nos van a ayudar a profundizar aún más el buen momento de nuestras relaciones bilaterales, que nos van a permitir seguir haciendo camino juntos.
Así que muchas gracias, presidente Peña, por tu hospitalidad. Y gracias a todos ustedes por creer en esta especial relación bilateral que tiene el Paraguay con España y que tiene también España con el Paraguay.
Gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)