Intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el encuentro con representantes de la Sociedad Civil en Chile

21.7.2025

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Santiago de Chile

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Muchas gracias.

Voy a ser también muy breve como el presidente Yamandú.

En primer lugar, para agradecer a nuestro anfitrión, a Gabriel, la acogida, la hospitalidad de este acto, de este evento, de esta conferencia tan importante para todas las sociedades que representamos los cinco presidentes aquí presentes.

Yo querría hacer alguna reflexión al hilo de los intervinientes de la sociedad civil. Antes Violeta hacía una reflexión de que lo personal es político y hablaba de que no se puede vivir sin una causa. Y me recordaba porqué yo, ya hace mucho tiempo, me afilié al Partido Socialista Obrero Español en mi país.

Y es verdad que, si uno analiza su historia, su vida, y se pregunta el porqué se comprometió con una causa civil, con un movimiento vecinal, con un partido político, como es mi caso, evidentemente hay una herida que es lo que justifica que se de ese paso.

Yo os voy a hacer una confesión. La mía fue, hace ya como os decía, mucho tiempo, en la época de la transición democrática, después de la dictadura en España que duró cuarenta años y después de la Guerra Civil. Yo me di cuenta, siendo muy joven de que un derecho tan básico como era la educación, saber leer y escribir, se les había negado a generaciones enteras de mi país.

Mis abuelos y mis abuelas vivieron y murieron sin tener esa capacidad, esa educación básica, para poder leer y escribir. Y eso me revolvió y esa fue la herida que justificó el porqué me comprometí con la causa política, en mi caso del socialismo democrático.

Y ya como presidente del Gobierno, no solamente he reformado la ley de formación profesional, la ley de educación básica, he extendido la educación de cero a tres años, también he modificado la ley de universidades, sino que he garantizado la igualdad de oportunidades con becas, llegando a 2.500 millones de euros al año para que se garantice a los jóvenes de mi país una igualdad de oportunidades, que es lo que decía alguna de las intervinientes.

La segunda reflexión que quisiera compartir con vosotros y vosotras es, algo que se comentaba antes del amor, al que ha hecho referencia también el presidente de Colombia. En mi caso también, cuando hablamos de la Revolución Francesa, siempre pensamos en la igualdad, en la libertad, pero qué bonita es la palabra fraternidad. ¡Qué necesaria es la fraternidad entre los pueblos y las sociedades!

Yo crecí en una casa, en un hogar, con mi padre y con mi madre, escuchando a Víctor Jara, leyendo los discursos de Salvador Allende o las poesías de muchos de los poetas y poetisas chilenos y chilenas.

Y esa causa de Salvador Allende, la causa de la democracia, fue la que hizo a muchas generaciones de españoles y españolas abrazar a la política. Como también a muchísimos alemanes o ingleses la Guerra Civil española o la dictadura Franquista fue su causa para militar y poder afiliarse a partidos políticos de izquierdas o progresistas en Alemania o en Inglaterra durante los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado.

¿Por qué digo eso? Porque si hoy tuviéramos que levantar una bandera sería la bandera del respeto al derecho internacional, del respeto al derecho internacional humanitario, del derecho de los pueblos a existir sea en Ucrania o en Palestina.

La tercera reflexión que quisiera hacer con vosotros, la ha dicho antes el presidente Lula da Silva, es la de que en muchas ocasiones los progresistas pensamos que es más fácil estar en la oposición que en el gobierno. Más de reivindicar que de hacer. Pero lo paradójico es que vivimos en un momento en el que los progresistas cuando estamos en el gobierno demostramos que las cosas funcionan mejor, que tenemos otra forma de hacer política, de gobernar a nuestros pueblos, de acabar con muchos de los dogmas neoliberales que después de la crisis financiera condenaron a muchísimas generaciones en nuestras sociedades.

En España, por ejemplo, hemos demostrado que subir el salario mínimo interprofesional, nada más y anda menos que un 61% desde el año 2018 que tengo el honor de ser presidente del Gobierno, frente a lo que decía el dogma neoliberal, que subir el salario mínimo interprofesional destruía empleo y sobre todo empleo entre los jóvenes, no solamente hemos subido el salario mínimo interprofesional en un 61% sino que tenemos a 22 millones de personas trabajando y afiliados y afiliadas a la Seguridad Social, cobrando sus derechos. Con tasas de paro entre los jóvenes mínimas desde hace 15 años y con más de 10 millones de mujeres trabajando. Lo nunca visto en la historia de la Seguridad Social de nuestro país, de España.

Es decir, demostramos que se puede crecer con derechos, que se puede crecer y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que se pueden revalorizar las pensiones confirme al coste de la vida y también hacer que los números de las cuentas públicas, de la Seguridad Social, y también del conjunto de la Administración General del Estado se consoliden. Esa es la gran virtud que tiene ahora mismo el progresismo respecto al neoliberalismo.

Por eso, sé que tenemos que ser autocríticos, sé que no está la tarea acabada, y para eso necesitamos determinación, compromiso y tiempo. Porque en muchas ocasiones los grandes cambios necesitan tiempo, años y no meses, o días o semanas. Pero también os digo una cosa, celebremos todos esos éxitos, celebremos todos esos avances, no los demos por hecho. No solamente porque tenemos la amenaza del neoliberalismo o de la ultraderecha, sino porque detrás de esas conquistas en libertades, en derechos, no solamente estamos consolidando un sistema democrático mucho más robusto en nuestros países, sino que además estamos rindiendo tributo a todas las generaciones que nos precedieron para hacer realidad esos derechos en educación, en igualad, en libertades, en nuestras sociedades.

Por tanto, tengamos una mirada positiva. Seamos, por supuesto, reivindicativos, nada complacientes, pero celebremos los éxitos de los gobiernos progresistas porque han costado generaciones el poder materializarlos.

Y finalmente, ¿qué hacemos aquí? ¿Qué hacemos aquí presidentes de gobierno progresistas, sí, pero de distintas familias políticas? Yo soy socialista, soy socialdemócrata, milito en el Partido Socialista Obrero Español. Una organización que tiene más de 140 años de historia en el sistema político español. Que ha sufrido el exilio, la persecución, la dictadura. Que ha liderado durante estos más de 40 años de democracia en España los mejores y mayores avances sociales y conquistas sociales que se hayan podido realizar en nuestro país. Primero con Felipe González, luego con José Luis Rodríguez Zapatero y ahora yo tengo el honor de presidir el Gobierno de España desde hace siete años a esta parte.

Porque, amigos y amigas, pertenecemos a familias distintas, pero somos conscientes de que tenemos que tener una mirada larga y una mirada mucho más amplia de la política. Ser conscientes de que tenemos que unirnos, que tenemos un desafío por delante que no son solamente esos avances que tenemos que seguir conquistando, haciendo avanzar a nuestras sociedades, sino también frenando a la ultraderecha que es uno de los mayores riesgos que tienen ahora nuestras sociedades en términos de involución democrática y en términos de involución social.

Por eso, amigos y amigas, a mí me gusta, de uno de los lemas de la Internacional Socialista, aquello que dice agrupémonos todos y todas. Creo que eso es lo que necesitamos hacer, unirnos todos y todas en torno a causas comunes.

Y con una última reflexión os dejo. La principal causa común que vamos a tener en el siglo XXI es que este siglo o será de las mujeres o no será.

¿Por qué os digo esto? Porque ahora, y nosotros en España, y me consta también que Gabriel en Chile durante estos años de gobierno ha hecho mucho en favor de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, nosotros en España hemos aprobado una ley de igualdad salarial que ha reducido la brecha salarial entre hombres y mujeres. Hemos aprobado un pacto de Estado contra la violencia machista para sacar la violencia de género de las cuatro paredes y hacerlo un problema social. Hemos aprobado, como os decía antes, una subida del salario mínimo interprofesional del 61% donde el 60% de los beneficiarios son beneficiarias, porque son las mujeres las que desgraciadamente todavía siguen sufriendo la desigualdad salarial.

Y quedan todavía muchas otras causas por poner en marcha. Por ejemplo, nosotros hemos también equiparado los permisos de paternidad y maternidad, porque esa es una de las principales causas del freno en la trayectoria laboral y profesional de las mujeres.

Pero os digo una cosa, y ya con esto termino. Cuando veáis que la ultraderecha o también una derecha cada vez más radicalizada pone al feminismo en la proa para decir que es un elemento divisivo que fragmenta y que confronta, lo que os quiero decir es que hay muchos hombres, la mayor parte de los hombres que estamos con la causa feminista de las mujeres.

Y por eso estamos aquí, todos los presidentes de estos cinco países. Y aspiramos a que en septiembre, y el próximo año en España, haciendo un acto semejante al que estamos haciendo ahora celebrando en Santiago de Chile, podamos ser más gobiernos, más partidos, más organizaciones civiles, más organizaciones sindicales, más think tanks, más academias, más universitarios los que nos unamos en torno a una causa progresista que es la causa que al final nos convoque aquí y que también un día, hace ya muchos años, a mí, me hizo dar un paso al frente en favor de la política.

Gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)