Intervención del presidente del Gobierno en el acto de la puesta en servicio del tramo Pedralba de la Pradería-Ourense que completa la Línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia

20.12.2021

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Ourense

"Su Majestad, presidente de la Xunta, ministra, autoridades de las instituciones gallegas y de Castilla y León que también nos acompañan en este acto,

Hoy como decía el presidente de la Xunta, nos reunimos en Ourense para celebrar una ocasión que, merecidamente, todos coincidimos en calificar como histórica.

Lo decía la ministra Raquel Sánchez. Lo es, en primer lugar, porque culmina el largo proceso que se inició en 2007 con la puesta en servicio del túnel ferroviario de Guadarrama. Catorce años de proyectos y de obras que ahora, por fin, alcanzan su objetivo: la llegada del AVE a Galicia. Por eso, quiero que mis primeras palabras sean para las mujeres y los hombres que, con su trabajo y su determinación y constancia, han hecho posible este momento.

No ha sido un recorrido fácil. A los retos técnicos propios de una infraestructura de esta envergadura, hubo otros que añadir las complicaciones coyunturales derivadas de la anterior crisis financiera.

Desde el Gobierno de España, siempre hemos tenido claro que el AVE a Galicia era una prioridad absoluta. Por eso, pese a la conmoción de la pandemia, a la cual antes ha hecho referencia el presidente Feijoo, en octubre de 2020 conseguimos poner en servicio el tramo de 110 kilómetros entre Zamora y Pedralba de la Pradería, que supuso ya el mayor ahorro de tiempo en el viaje en tren entre Galicia y Madrid desde 2007.

Ahora, un año después, completamos la primera línea de Alta Velocidad entre Galicia y la meseta central con la inauguración del tramo Pedralba-Ourense. Un recorrido de casi 120 kilómetros con un paisaje ciertamente espectacular, con treinta y un túneles y treinta y dos viaductos que dan buena idea de la enorme complejidad que ha entrañado su construcción durante estos años.

Estoy seguro de que todos compartimos también la convicción de que el esfuerzo ha merecido la pena. El dato habla por sí solo: si antes de 2018 el trayecto por tren entre Ourense y Madrid duraba casi cuatro horas y media, hemos reducido ese tiempo a tan solo dos horas y cuarto.

Y no solo eso. Al convertir a Ourense en un centro yo diría clave de distribución de Alta Velocidad, recortamos igualmente de forma proporcional los tiempos de viaje entre Madrid y el resto de las grandes ciudades gallegas: aproximadamente una hora menos para llegar a A Coruña, Santiago, Vigo, Lugo y Pontevedra, alcaldes y alcaldesas, y casi hora y media menos para hacerlo a Ferrol.

Además, esta reducción de tiempos viene acompañada de un aumento muy significativo del número de servicios, que llega incluso a doblarse en algunos casos. En definitiva, se trata de un verdadero vuelco en la conectividad de Galicia con el centro peninsular, que por supuesto no va a terminar aquí.

Como saben, la próxima llegada de los nuevos trenes de Talgo conocidos como Avril hará posible recortar estos tiempos en veinte minutos, gracias a su mayor velocidad comercial máxima. Y el hecho de disponer de ancho de vía variable les permitirá alcanzar todas las capitales gallegas.

Y en esta segunda fase, vamos a realizar el resto de las intervenciones contempladas para completar lo que -como bien nos recuerda siempre la ministra- es ya la próxima gran línea de alta velocidad en España: que es la que va a arrancar de la línea Madrid-Valladolid y finaliza en Santiago de Compostela, donde enlaza con el Eje Atlántico gallego que va de Ferrol a Vigo y hasta la frontera con Portugal.

En definitiva, una infraestructura con una inversión, aquí se ha referido por parte de la ministra, por parte de la Administración General del Estado de 10.950 millones de euros, es decir, muchísimo dinero, de los que llevamos ya ejecutados más de 10.060 millones (casi el 92% del total previsto).

Hoy, pues, celebramos la consecución de un hito histórico. Pero si este hito histórico resulta decisivo para el conjunto de la población gallega, como decía al principio, no lo es solo por culminar un largo camino, sino sobre todo por la forma en que nos proyecta al futuro, tanto a Galicia como a España.

Y yo tengo la certeza de que así lo siente toda la sociedad gallega. Miren, en estos últimos días, generalmente recibimos muchas comunicaciones, estoy convencido, tanto los presidentes autonómicos como el Presidente de la Administración General del Estado, el presidente del Gobierno, decía que en estos últimos días hemos recibido muchísimas comunicaciones en relación con esta inauguración.

Personas como Ana, una gijonesa que lleva aquí 25 años, y cuyo hijo trabaja ahora mismo en Madrid. Ella misma me decía en su carta que, para Galicia, el AVE es mucho más que un tren entre ciudades: representa el corazón de la histórica demanda de infraestructuras que esta tierra lleva realizando durante muchísimo tiempo a la Administración General del Estado.

La conectividad es clave para romper la sensación de aislamiento que Galicia ha conocido demasiado bien durante demasiados años. En este sentido, la fuerza transformadora de la línea de Alta Velocidad gallega resulta indudable.

Porque detrás de cada una de esas reducciones en tiempos de viaje que antes mencionaba hay una formidable ventana de posibilidades para modernizar la realidad económica y social de Galicia:

Va a facilitar la movilidad entre grandes ciudades, propiciando el surgimiento de nuevas oportunidades de negocio, la transmisión directa de conocimiento e innovaciones, y la ampliación de las sinergias y las colaboraciones entre particulares y empresas entre distintos territorios.

Y junto a ello, supondrá un impulso incuestionable a la industria turística de una tierra con un maravilloso patrimonio natural, cultural, monumental y gastronómico, haciendo crecer una demanda que le va a permitir explotar aún más su enorme potencial.

Y una cuestión que no es menor, y a mi juicio es de máxima importancia, porque tenemos ante nosotros la ocasión de demostrar que una gran línea de Alta Velocidad como es esta, que une el centro peninsular con el Eje Atlántico, puede y debe actuar como un sólido factor de cohesión territorial, y por tanto de cohesión nacional, conectando de forma efectiva con la red de carreteras y también los servicios de cercanías y los accesos portuarios.

Por eso, en los Presupuestos Generales del Estado del año 2022, solo las partidas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana van a contemplar un aumento del 33,7% en inversión general para Galicia, con un énfasis muy especial en las distintas infraestructuras. Porque únicamente mejorando la intermovilidad vamos a conseguir combatir de forma más efectiva ese reto que supone el reto demográfico, el reto vinculado con la despoblación en nuestro país.

Y quisiera terminar con una reflexión.

En esa misma carta a la cual antes hacía referencia, esa ciudadana de Ourense me pedía algo con lo que estoy completamente de acuerdo: no digamos simplemente que traer el AVE a Galicia es una cuestión de justicia con esta tierra, que lo es, porque no solo beneficia a miles de personas como Ana o su hijo Tomás. Es un enorme beneficio para el conjunto del país, para España. O dicho de otra manera: España necesitaba este AVE tanto o más que lo necesitaba Galicia.

Porque, en la nueva realidad económica en la que estamos entrando, Galicia está llamada a jugar un papel protagonista. En transición energética. En desarrollo sostenible. En combatir eficazmente el reto demográfico, creando alternativas en las zonas rurales gracias a la digitalización y a la mejora de las infraestructuras. Necesitamos la mejor versión de Galicia para contribuir de forma decisiva a la transformación y a la modernización de España. Y no me cabe duda de que la línea de Alta Velocidad que hoy inauguramos es un paso decisivo en esa dirección.

Este acto, señoras y señores, Majestad, congrega a representantes de todos los niveles de la Administración General del Estado, de las CCAA, diputaciones provinciales, órganos legislativos y sin duda alguna, municipios. Y lo digo porque en esta celebración común, que sin duda alguna representa la mejor expresión de lo que significa esta obra en sí, sí quisiera, como ha hecho antes el presidente Feijóo, reconocer en todos y cada uno de los presidentes del Gobierno de España, en todos y cada uno de los presidentes de la Xunta de Galicia ese impulso, determinación y voluntad común del conjunto de la sociedad gallega.

Porque la Alta Velocidad lo que hace es unir ciudades, unir empresas, unir comunidades políticas. Pero sobre todo lo que hace es unir personas. Y ese camino de la unidad es el que nos permite alcanzar los objetivos más ambiciosos. , como el que hoy estamos celebrando.

Así que muchísimas gracias, y enhorabuena al pueblo gallego."

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)

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