Entrevista al presidente del Gobierno en la cadena de televisión Al Jazeera

3.3.2011

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Doha

P.- Usted es el primer responsable occidental que visita Túnez y sigue lo que está sucediendo en los países del sur del Mediterráneo, todos sus vecinos. ¿Les han sorprendido las revueltas que han tenido lugar allí?

Presidente.- No estaba previsto tal y como está ocurriendo, en densidad y rapidez. Cambios profundos en Túnez y en Egipto, y quizás Libia. Estamos contentos, y los pueblos tunecino y egipcio merecen nuestro apoyo. Debemos escucharles y ayudarles.

P.- ¿Por qué se han demorado en declarar la postura española sobre esas revueltas ?

Presidente.- No, nosotros hemos reaccionado rápidamente. La cuestión no era fácil. Siempre debemos mantener el equilibrio y el respeto. No debemos intervenir o dictar a los otros. Los pueblos son los que realizan el cambio. La intervención anticipada podría ser entendida como equívoca y sospechosa. Los jóvenes, en Egipto y en Túnez, no necesitan lo que dicen los Gobiernos europeos.

P.- Pero hasta el último momento, y antes de la salida del ex presidente tunecino Bin Ali, España ha mantenido una postura no clara.

Presidente.- No. Nosotros estuvimos observando los cambios, escuchamos a las distintas partes y, cuando se realizó el cambio y el pueblo expresó claramente su voluntad, manifestamos nuestro apoyo. Siempre insisto en respetar a los pueblos y a los movimientos populares, y ahora en mostrar un compromiso efectivo en apoyo a la democracia y en apoyo a la economía de estos países. Este giro no ocurriría si estos jóvenes no estuviesen muy cerca de las realidades de sus países, si estos jóvenes no tuviesen un buen nivel de conciencia y formación.

P.- Los ministros de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Italia y Alemania han instado a Gaddafi a que se marche. ¿Cuál es la postura de España?

Presidente.- Nosotros adoptamos la misma postura que Gran Bretaña, Italia y Alemania. Hay que evitar el derramamiento de sangre. Gaddafi y su régimen deben dar pasos hacia una reforma pacífica. La continuidad de esta situación significaría más dolor. La Comunidad Internacional expresó su opinión consensuada para que Gaddafi cese lo que está haciendo.

P.- ¿Significa eso que usted le está diciendo que se marche?

Presidente.- Sí, y con toda claridad.

P.- Sus relaciones con los países del sur del Mediterráneo se basan en intereses mutuos. ¿No afecta esto a los derechos humanos y al apoyo a la democracia?

Presidente.- Pienso que la cuestión no es así. Nosotros también pagamos ahora precios altos del petróleo, esto por la democracia. La democracia y los derechos humanos tienen su precio. Lo que sí está claro es que los intereses de España con los países del norte de África son intereses de una amplia cooperación. Allí tenemos empresas de inversiones y también un número importante de ciudadanos del norte de África vive en España.

P.- ¿Se enfrentan las empresas españolas actualmente a tener que suspender sus actividades debido a los cambios en la región?

Presidente.- Este problema lo hemos visto en Libia. Empresas petroleras españolas se han visto obligadas a salir de Libia, pero estas empresas recuperarán sus actividades después de la vuelta a la normalidad. Todos los países tienen sus intereses y los intereses relacionados con la energía son muy importantes, pero también existen intereses más importantes relacionados con la democracia y los derechos humanos. No se puede imponer el cambio desde el extranjero, nace desde dentro del país.

P.- Ustedes están a favor de los pueblos y no de los regímenes; sin embargo, no nos hemos enterado aún de su postura con respecto a las revueltas de Yemen o Bahrein.

Presidente.- Nuestra postura es la misma. Nosotros apoyamos todos los cambios y giros hacia la democracia. Nosotros respetamos los derechos humanos y las libertades. Yo deseo a los otros países lo mismo que ocurre en mi país, pero no podemos actuar como policías e imponernos. Sabemos que hubo intervenciones fuera del marco de la legitimidad internacional, pero insisto en el respeto a la legitimidad internacional. Siempre hay que apoyar las reformas democráticas.

P.- Usted está de visita en Catar y está firmando contratos de suministro de gas. ¿Es eso debido a preocupaciones por lo que podría suceder en Argelia, el principal proveedor del gas a España?

Presidente.- Sí, nosotros importamos gas de Bahrein y de Qatar, pero no tenemos problemas ni riesgos para obtenerlo, porque tenemos diversas fuentes y de otros países. Es cierto que nosotros importamos el 80 por 100 de países productores de gas y petróleo.

P.- ¿Cómo valoran sus relaciones con Marruecos, a la luz de la continuidad de la disputa en torno a Ceuta y Melilla?

Presidente.- Con Marruecos tenemos buenas relaciones, respeto mutuo, amistad y vecindad. También tenemos intereses culturales y económicos comunes. Mantenemos mucho respeto, especialmente en los temas vitales y delicados. Ceuta y Melilla constituyen uno de estos temas vitales.

P.- Hace unos años España apoyó la propuesta marroquí sobre el conflicto del Sahara. ¿Cuáles son las soluciones más apropiadas para el conflicto?

Presidente.- La historia nos ha enseñado mucho, especialmente respeto al tema del Sahara. España apoya un acuerdo entre el pueblo saharaui y Marruecos, respetamos y apoyamos las negociaciones entre ambas partes. Asimismo, Naciones Unidas intenta y negocia. Esperemos que con las negociaciones lleguen a un acuerdo. Esto no es fácil, pero estamos dispuestos a ayudar. La estabilidad en esta zona es importante. Yo confío en la eficacia de negociación de Marruecos y del Polisario. Esperemos que los cambios actuales en el mundo árabe contribuyan a llegar a un acuerdo y a una convivencia pacífica. Nosotros nunca obstaculizaremos el acercamiento y el acuerdo entre las partes en crisis.

P.- Me hubiera gustado que esta entrevista hubiera sido realizada por el periodista Taisir Aluni, juzgado sin acusaciones reales. ¿Qué opina usted?

Presidente.- En mi país la Justicia es independiente y, por consiguiente, respetamos lo que decida la misma y no podemos valorar lo que decide.