Entrevista al Presidente del Gobierno en la segunda edición de Telediario de TVE-1

6.3.2008

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Madrid

Lorenzo Milá.- Señor Rodríguez Zapatero, buenas noches.

Presidente.- Buenas noches.

L. Milá.- El lema de campaña del PSOE es "Vota con todas tus fuerzas". ¿Qué mensaje quieren transmitir con esa frase?

Presidente.- El mensaje es que hay que votar con toda la convicción para una mayoría amplia y para esa mayoría amplia que pedimos hay que hacerlo con fuerza, con ganas.

L. Milá.- Esta campaña ha sido la de los cara a cara, la de los debates, aunque sólo sea porque hacía quince años que no los veíamos. ¿Cree que consiguió transmitir su proyecto?

Presidente.- Lo más importante de los debates es que se hayan celebrado. Después de quince años en los que el Partido Popular se había negado, hemos recuperado, cumpliendo un compromiso, que haya debates. La ciudadanía los ha seguido de una manera muy, muy, amplia y por tanto, yo creo que es un éxito para la democracia, para los ciudadanos.

A partir de ahí, una parte del discurso y del proyecto sí ha quedado presente en el debate; otra forma parte de todo lo que es la campaña, entrevistas o mítines, intentando multiplicar lo que es nuestro mensaje para que la gente nos dé el respaldo el día 9.

L. Milá.- En el cara a cara usted acusó al Partido Popular de hacer electoralismo con las víctimas del terrorismo, pero usted comparó en ese debate las cifras de muertos en ambas Legislaturas. Después de estos cuatro años y esta campaña electoral, ¿cree que en algún momento el PP y el PSOE pueden entenderse en lucha antiterrorista?

Presidente.- Yo hice una proclamación al inicio del segundo debate y es que, fuera cual fuera el resultado el día 9, el Partido Socialista se comprometía a apoyar al Gobierno en la lucha antiterrorista sin condiciones, cosa que no asumió, por su parte, el señor Rajoy. Yo no comparé una legislatura y otra; puse de manifiesto que, después de una legislatura con 236 muertos y en ésta con cuatro víctimas mortales, que es lo que más dolor me produce de todos estos cuatro años, a cargo de ETA, era muy injusto que toda la oposición y de qué manera: crispante, muy dura… se hubiera hecho sobre la política antiterrorista del Gobierno.

Eso es lo que quise trasladar y la prueba es que, cuando le pregunté al señor Rajoy qué legislatura le parecía, desde el punto de vista de la política antiterrorista, preferible, no contestó. No contestó porque es un dato muy objetivo para poner de manifiesto la injusticia, muy especialmente cuando en la Legislatura anterior, que fue, desgraciadamente para todos, mucho peor en cuanto a víctimas mortales de compatriotas, el Partido Socialista, siendo yo líder de la oposición, había dado todo su respaldo y todo su apoyo. Yo no hice ninguna pregunta a Aznar sobre terrorismo en cuatro años y el señor Rajoy me ha hecho veinte preguntas sobre terrorismo de un total de setenta.

Ésa es la diferencia que quería subrayar.

L. Milá.- Pongámonos en la hipótesis de que ETA abandona las armas, hace un abandono definitivo de las armas y Rodríguez Zapatero es Presidente del Gobierno. ¿Cuáles son sus primeros pasos?

Presidente.- Primero, es darle credibilidad, asegurarse de que eso fuera cierto. Es lo que, lógicamente, haría todo gobierno, igual que durante el proceso de diálogo lo que estuvimos comprobando era si la aparente intención de ETA de ir a un proceso de fin de la violencia era cierto o no, o lo que pretendía era otras cosas. Comprobado que pretendía otras cosas, evidentemente el Gobierno dijo que no y ETA rompió el alto el fuego.

Es muy curioso que se diga que se ha negociado políticamente. Es un poco absurdo porque, si hubiéramos entrado, hubiéramos dicho sí a la política, seguramente no se había roto el alto el fuego. Se rompió el alto el fuego porque dijimos "no, no; aquí sólo se habla de fin de la violencia y de paz; la política, a través de los cauces y los representantes políticos". Es decir, se ha jugado con mala fe en lo que ha sido la crítica tan exagerada y tan exacerbada que se ha hecho por parte del Partido Popular en la política antiterrorista.

L. Milá.- Hablemos de economía, siempre tan importante. En esta campaña ha habido datos comos los del paro y la inflación que pueden poner en aprietos al PSOE. ¿Son necesarias, señor Rodríguez Zapatero, medidas urgentes y depender menos del ladrillo?

Presidente.- La economía española es fuerte. Tenemos cuatro años de crecimiento que han sido muy buenos, tenemos superávit en las cuentas públicas, hemos reducido la deuda hasta 130.000 millones de euros, el país que más ha reducido la deuda de todos los desarrollados, y podemos afrontar este momento de desaceleración que tiene la economía mundial y que tiene la economía española. La inflación va a bajar. De aquí a final de año seguramente estaremos por debajo del 3 por 100, que es un dato que todas las previsiones lo indican. Vamos a tener un ajuste de pérdida de empleo en la construcción, pero la economía española tiene capacidad de relevo en otros sectores, porque, afortunadamente, en estos cuatro años hemos hecho una apuesta muy fuerte de incremento del gasto en investigación, en desarrollo y en innovación, y sectores industriales tecnológicamente avanzados, como son las energías renovables, como es la investigación biomédica o como es la investigación aeroespacial, donde España está destacando, van a tirar de un crecimiento más sólido, que ya lo tenemos, porque la productividad ha aumentado en este último año, que es la base para que tengamos una economía competitiva.

Internauta.- Si no me hubiera quitado los cuatrocientos euros de más, ahora no tendría que devolvérmelos. ¿Con qué dinero intentaría comprar mi voto, señor Rodríguez Zapatero?

Presidente.- No les hemos quitado de más. Es al revés, nosotros ya hicimos una rebaja del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas en el año 2007, que supuso una reducción para el 70 por 100 de los contribuyentes, y la obligación fiscal del año 2008 no se ha subido, al revés, se ha bajado también porque hemos deflactado la tarifa, es decir, descontado lo que representa la inflación.

La propuesta que hemos hecho es una propuesta de reducción fiscal, como en todas las campañas electorales siempre hay una propuesta fiscal. ¿Cuál es, digamos, la singularidad de la propuesta de los cuatrocientos euros? Que tiene una cuantificación fácil, directa, concreta y que afecta a todos los trabajadores asalariados, a los autónomos y a los pensionistas. En vez de decir que vamos a bajar el tipo del 43 al 40 o del 22 al 20, ésta es más sencilla, que en materia de impuestos siempre es aconsejable porque el contribuyente muchas veces, con lo que representa la complejidad de los impuestos, no tiene elementos suficientes para conocer como le afecta. Ésta es muy sencilla.

Es una deducción en la cuota de cuatrocientos euros a todos los que son trabajadores asalariados, pensionistas y autónomos. Es bien sencillo y supone una reducción de ingresos para el Estado, animar a la economía, porque da más capacidad de gasto, y apoyar a las familias. Es una propuesta bastante común en las economías occidentales.

Internauta.- Mi pregunta es en especial para el señor Rodríguez Zapatero y el señor Rajoy. ¿Qué harían ustedes cobrando mil euros, como la mayoría de la población española, y pagaran ochocientos o mil euros de hipoteca. ¿Qué harían?

Presidente.- Hay que acomodar lo que son los ingresos a la capacidad, lógicamente, de adquirir una vivienda y tener una hipoteca. Nosotros llevamos una propuesta en el programa electoral para ayudar aquellas circunstancias, aquellas personas o aquellas familias que puedan tener algún problema con la hipoteca por la subida de los tipos de interés, que es que el Estado sufraga, vamos a pagar, lo que puede ser la renovación de una hipoteca para prolongarla y reducir la cuota de pago eso viene a suponer en torno a ochocientos o novecientos euros para aquellas familias con un determinado nivel de renta, es decir, que la hipoteca le suponga en torno al 50 por 100 de la renta, y ayudarles.

Dicho esto, también todas las previsiones indican, y ya ha empezado a producirse, que el Euríbor, que es la referencia para las hipotecas, está bajando y en torno a partir ya del mes de junio las hipotecas que están a seis meses verán cómo se reduce su cuota mensual. También es bueno de vez en cuando dar alguna buena noticia, porque siempre se comentan sólo las subidas, pero no, como ahora ya, la tendencia a la baja del Euríbor.

Internauta.- Aunque yo soy de la opinión de que el pueblo llano nunca deberíamos de conocer ni lo que llevan las salchichas por dentro ni lo que ocurre realmente en los Tribunales, no me queda más remedio que preguntarles qué van hacer ustedes con la Justicia en España. Un ejemplo: yo llevo siete años con un juicio por culpa de unas goteras en mi casa. ¿Ustedes creen que a eso hay derecho?

Presidente.- Hay dos medidas que son fundamentales: una, seguir incrementando el número de plazas de jueces y fiscales, y lo hemos hecho en mil en esta Legislatura, y la segunda es descongestionar algunos tribunales haciendo un proceso de descentralización, que lo llevamos para reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial, porque hay tribunales como el Tribunal Supremo que están saturados y los tribunales autonómicos, los Tribunales Superiores de Justicia, tienen un número de competencias, de asuntos, mucho menor.

Además de eso, la Administración de Justicia necesita una modernización tecnológica muy evidente.

Pero las cosas hay que reconocerlas. Yo creo que esta pregunta es de las que pone el dedo en la llaga porque, si hemos dado un gran cambio a todo el funcionamiento de los servicios públicos en España en estos veinticinco años, sin duda la Administración de Justicia es una de las Administraciones que más cuesta ponerla al día, que funcione ágilmente, que dé respuesta y, sin duda alguna, la Justicia debe ser rápida.

L. Milá.- Otro de los temas importantes, no sólo de esta campaña, también de toda la Legislatura, la inmigración. En este caso hablamos de la integración de los inmigrantes, que ha ocupado muchas horas. ¿Qué les diría usted a los ciudadanos que puedan pensar que los inmigrantes tienen más facilidades para encontrar escuelas y más facilidades en los hospitales? ¿Qué hay? Ese tipo de ciudadanos existe.

Presidente.- La verdad es que los ciudadanos pueden tener la percepción del gran cambio que hemos tenido, sobre todo en algunas ciudades, en muy poco tiempo, porque el fenómeno migratorio español se ha caracterizado porque en muy poco tiempo se ha incorporado a nuestra sociedad, a nuestra economía un número muy amplio de inmigrantes como consecuencia de nuestro desarrollo, como consecuencia de que hay empleo aquí y como consecuencia de nuestra riqueza. Eso no puede afectar a los servicios públicos.

De hecho, nada más llegar al Gobierno, en la primera Conferencia de Presidentes que celebramos… Consciente de que el aumento demográfico en España hacía presión sobre la Sanidad y sobre la Educación, yo convoqué una Conferencia de Presidentes y pusimos encima de la mesa cinco mil millones de euros más a las Comunidades Autónomas para la gestión de la Sanidad. Mi intención es hacerlo también con la Educación.

La respuesta a la inmigración, a la convivencia con la inmigración, es la integración. No es quitar derechos a nadie, es aumentar las políticas sociales; aumentar las becas, como hemos hecho en estos cuatro años en los que hemos aumentado un 80 por 100 el Presupuesto en becas; aumentar las ayudas a la vivienda; aumentar la financiación de la Sanidad y aumentar, por supuesto, lo que son las ayudas para los centros educativos. Eso es un programa socialista, un programa de defensa del Estado del Bienestar.

El Partido Popular dice que va a reducir el gasto público por debajo del crecimiento nominal de la economía y, por tanto, no se podrían incrementar políticas sociales que son fundamentales para la convivencia y la integración en nuestro país.

L. Milá.- Violencia de género, violencia machista. Hace pocos días en los telediarios abrimos con una noticia tremenda: cuatro mujeres muertas en un mismo día, y hoy mismo se ha producido otro homicidio. Hay una ley, señor Rodríguez Zapatero, pero ¿por qué siguen muriendo mujeres?

Presidente.- La Ley es útil porque ha establecido ayudas para las mujeres que sufren malos tratos. Cuando estamos hablando de violencia de género, no sólo estamos hablando del supuesto más dramático, más grave, que es un homicidio o un asesinato, sino que hay un número elevadísimo de miles de mujeres que tienen orden de protección y que están siendo apoyadas por la Policía y también por los Juzgados, y muchas de ellas han tenido ayudas sociales para su incorporación al trabajo y para la recuperación de su vida después de haber sufrido malos tratos.

Es una lacra indignante para nuestra sociedad y, desde luego, el Gobierno no va a regatear ningún esfuerzo, sabiendo, como yo creo que todos los ciudadanos saben, que es muy difícil llegar a cada situación de convivencia en donde un energúmeno ejerce el machismo criminal y poder evitarlo en ese momento. Tenemos que extender toda la protección, todas las garantías y, sobre todo, tiene que haber la mayor complicidad social. Ante cualquier indicio de una situación de violencia de género, toda la sociedad (familiares, vecinos, amigos…) tiene que reaccionar para que los poderes públicos puedan llegar a tiempo.

L. Milá.- Hablemos del futuro. Si el PSOE tiene más votos que el PP, pero el PP más escaños, ¿quién debe formar Gobierno: Rajoy o usted?

Presidente.- Sé que es una pregunta que tiene un interés político, incluso cabalístico, pero no se va a dar. No se ha dado nunca. Es decir, lo normal es que quien gane en votos gane en escaños y mi pronóstico es que así va a ser.

L. Milá.- Si no gana con mayoría suficiente, señor Rodríguez Zapatero, ¿con quién hablará primero? ¿Con CiU o con Izquierda Unida?

Presidente.- Lo primero, voy a intentar ganar con mayoría suficiente. Una mayoría suficiente para el Partido Socialista que, a tenor de todos los sondeos de opinión va por delante, va ganando, sería muy buena para España, para la fortaleza del Gobierno y para la solidez del Gobierno; buena para la gestión de la desaceleración económica y buena para llevar un programa adelante en cuatro años sin complicaciones, con la máxima autonomía. Por eso estoy pidiendo esa mayoría amplia a los ciudadanos, que creo que sería positiva para los próximos cuatro años.

L. Milá.- Pongámonos a las diez de la noche del domingo, el PSOE ha ganado las elecciones, ¿cuál es su primera medida?

Presidente.- Primero, tengo que ser investido Presidente del Gobierno y, por tanto, esperar un tiempo. Seguiré como Presidente en funciones hasta que el Parlamento…

L. Milá.- Pero pongámonos allá.

Presidente.- La primera medida ya la he anunciado y es llamar a empresarios y sindicatos para hacer un acuerdo de concertación social para los cuatro años y para medidas inmediatas para incentivar la economía y atender con empleos alternativos al colectivo de personas que están perdiendo el empleo en el sector de la construcción. Esto hay que hacerlo con un gran acuerdo social. Ésa será la primera iniciativa política. No estamos en Iraq, no hay tropas que retirar.

L. Milá.- Y pongámonos otra vez en esa noche del domingo. ¿Alguna llamada personal?

Presidente .- Sí, haré una llamada a mi padre, que estará muy pendiente, lógicamente, del resultado como ha estado pendiente de la campaña. No he podido hablar mucho con él y ésa es la primera llamada que haré.

L. Milá.- ¿Y si pierde?

Presidente.- Toda la aceptación democrática. Hay que ser un demócrata antes que nada. Todo el mundo quiere ganar pero, si eres un demócrata, lo primero que tienes que saber aceptar una derrota.

L. Milá.- ¿Qué haría en ese caso? ¿Dimitiría usted como Secretario General socialista? ¿Seguiría como líder de la oposición?

Presidente.- Nunca me han gustado las decisiones precipitadas y siempre me gusta tomar las decisiones compartidas. En todo caso, mi impresión es que ése no va a ser el escenario; pero la democracia es la democracia y hay que tenerlo todo pensado.

L. Milá.- Si usted gobierna, ¿van a cambiar las relaciones con la Iglesia, sobre todo ahora que hay nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, el Cardenal Rouco Varela?

Presidente.- Vamos a intentar que las relaciones sean unas relaciones correctas, que cada uno ocupe el espacio que le corresponde. Pero, desde luego, el Gobierno siempre mantendrá un principio elemental que es el de la superioridad de la legislación que emana del Parlamento y de la extensión de los derechos individuales a todo el mundo.

En una democracia nadie puede imponer sus creencias o su moral. Todas son respetables, todas las creencias, todas las confesiones, ésa es la libertad religiosa; pero nadie puede imponer. Sería deseable que el diálogo público que, a veces, mantenemos, con algunas consideraciones que se han producido por algunos cardenales y por algunos obispos, se mantuviera en el límite del natural respeto entre quien representa a un Gobierno de un Estado, como es el Gobierno de España, y entre quien representa a un Estado, que es el Estado de El Vaticano, con el que tenemos esa relación.

L. Milá.- ¿Por qué cree que le van a votar el domingo, señor Rodríguez Zapatero?

Presidente.- Porque este país tiene confianza en sí mismo; tiene ganas de futuro, no de volver hacia atrás; tiene ganas de convivencia, no de crispación, y tiene ganas de más políticas sociales, que es lo que fundamentalmente hemos hecho en estos cuatro años.

L. Milá.- Les vemos mucho discutir y enfrentarse, incluso, a veces; pero ¿qué opina personalmente del señor Rajoy?

Presidente.- Me verán mucho discutir, pero a mí casi nunca me verán descalificar y nunca insultar. En toda mi trayectoria política he sido, creo, muy disciplinado con esto por respeto a la ciudadanía, a los que votan a mis adversarios y porque creo que es bueno que los representantes políticos mantengamos las formas si es que queremos que el país, en su conjunto, mantenga un buen estilo con la máxima discreción.

L. Milá.- ¿Y su opinión sobre el señor Rajoy?

Presidente.- Yo le tengo respeto personal, le he tenido siempre, le conozco hace tiempo y personalmente no tengo ningún problema. Hablo con él con normalidad y relajadamente.

L. Milá.- Señor Rodríguez Zapatero, muchísimas gracias, muy buenas noches.

Presidente.- Muchas gracias.