Intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Encuentro Empresarial España-Uruguay

22.7.2025

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Montevideo

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Bueno. Muchas gracias y gracias al ministro, a la ministra, por su presencia, al resto de autoridades, tanto del Gobierno de España como del Gobierno de Uruguay, a los representantes empresariales de la Cámara de Comercio.

Señoras y señores, para mí también es un honor estar hoy aquí en Montevideo, en un encuentro que refleja, como se ha dicho antes, la estrecha y cálida relación que existe entre ambos países.

Una relación marcada por la riqueza de nuestro pasado compartido, aquí también se ha dicho, por el dinamismo de nuestro presente y las enormes oportunidades en un futuro al que miramos ambas sociedades con ambición.

Europa es, o mejor dicho, Uruguay es un país extraordinario. Su estabilidad política, lo ha dicho el ministro, la calidad democrática son excepcionales y no tienen parangón en el conjunto de la América Latina y el Caribe.

Se trata del país con mayor peso de la clase media, uno de los que representa la sociedad más cohesionada, como decía antes el ministro. Por tanto, con menor desigualdad en la distribución de la renta de toda la región. Y eso yo creo que es algo que siempre hay que celebrar muy por encima de los retos del día a día.

Esta buena gobernanza, esta buena salud democrática, esta estabilidad institucional, generan algo imprescindible a la hora de hacer negocios, de emprender una aventura empresarial, que es la confianza.

Una confianza que se ve reforzada en la altísima seguridad jurídica, que es una condición necesaria para atraer inversión extranjera. Y es algo que, por cierto, ministro, me han dicho los empresarios y empresarias españoles, con los cuales he tenido ocasión antes de poder reunirme, junto con el embajador y los representantes de la Oficina Comercial española aquí en Uruguay, incluidas, como decía antes, las empresas españolas que están aquí presentes.

Y este contexto tan favorable es lo que ha facilitado que apuesten por Uruguay, que se instalen aquí y que tengan intención también de permanecer. Así lo reflejan los datos. Antes lo ha hecho José Luis, el representante de la Cámara de Comercio española y también Antonio, el representante de la CEOE.

Hoy hay más de un centenar de empresas españolas que apuestan por el país. España es el primer inversor con un stock de 7.600 millones de euros acumulado, lo cual creo que es una cifra muy significativa de la apuesta y el compromiso que tiene la empresa española por el Uruguay.

Una inversión que se traduce en creación de miles de puestos de trabajo, pero también en la provisión de multitud de servicios, el desarrollo de infraestructuras y de transferencias de conocimiento, como bien antes ha dicho el representante empresario uruguayo.

Nuestros países tienen también una visión de futuro compartida respecto al camino que deben seguir nuestras economías: el de la cooperación, el de la apertura comercial, de la sostenibilidad. De hecho, vamos a firmar importantes acuerdos el presidente Orsi y yo mismo en el día de hoy.

Creemos en un mundo abierto, colaborativo, lo ha dicho antes el ministro, no cerrado, no confrontacional. No confundimos la competitividad de nuestras empresas con la competencia entre nuestros países. Y sabemos que cooperar es sinónimo de avanzar.

Por eso, para España, también, como para el Uruguay, estamos apoyando decididamente la entrada en vigor del acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur.

Yo creo que no tenemos otra opción. Tenemos ya, sí que sí, que poder llegar a un acuerdo entre ambos bloques comerciales, porque vamos a crear un área de prosperidad compartida, un área de libre comercio, la más grande del mundo, con más de 700 millones de habitantes, y que sin duda alguna lo que va a hacer es dinamizar nuestras economías, generar empleo, desarrollo, bienestar. Y también dar un mensaje positivo de entendimiento entre bloques comerciales, entre regiones y también entre países en un mundo que, efectivamente, desde el punto de vista geopolítico, como bien dice nuestro admirado Enrique Iglesias, es cada vez más complejo.

Este acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur es la mejor respuesta, por tanto, al actual contexto de incertidumbre internacional y la mejor manera de protegernos ante el creciente conflicto comercial.

Y cuando hablo de conflictos, evidentemente me estoy refiriendo al reciente anuncio de la Administración estadounidense sobre la imposición de aranceles, nada más y nada menos que del 30% a los productos europeos a partir del 1 de agosto de este año.

Es, evidentemente, una medida perjudicial para todos. Nadie gana en las guerras comerciales. Todos perdemos: las empresas, los trabajadores y los consumidores. También las empresas, los trabajadores y los consumidores de Estados Unidos. Todos perdemos, por tanto, porque la apertura económica y el comercio internacional han sido motores de prosperidad durante décadas.

Es verdad que hemos tenido que ir adaptándolo a criterios de desarrollo económico, de transformación energética, de respuesta a la emergencia climática.

En todo caso, las decisiones proteccionistas, injustificadas e injustas como son estas, van en la dirección opuesta, porque lo que hacen es generar tensiones, generar incertidumbre, y con ello lo que se hace es destruir oportunidades.

Desde nuestro país, desde España, continuamos apoyando desde el primer momento con la misma actitud a la Comisión Europea. Saben que la política comercial está en manos de Bruselas, de la Comisión Europea y lo que queremos es alcanzar una solución negociada. Pero si no la alcanzamos, evidentemente tendremos que responder con la proporcionalidad debida y con la firmeza debida en aras de defender los intereses económicos legítimos de Europa.

En todo caso, lo que sí que es una certeza es que nos vamos a mantener unidos, que los europeos representamos a día de hoy el mayor bloque comercial del mundo y, por eso, debemos hacer valer esa fortaleza en términos positivos para defender nuestros intereses, para lograr un acuerdo justo y para defender también un modelo de relaciones económicas entre países respetuoso.

También debemos mantenernos unidos con países como Uruguay, que comparten esa misma visión del mundo. Y en ese escenario, el camino hacia una mayor diversificación comercial, hacia una mayor apertura comercial, como defiende Uruguay y como defiende España, creo que es muy importante que sigamos fraguando juntos aquellos socios que somos, en fin, tan próximos como es Uruguay y como es España.

Un socio fiable con el que compartimos, además, y aquí se ha dicho por parte de representantes empresariales, no solamente la historia, valores objetivos, sino también la lengua.

Y para las compañías españolas hacer negocios, por tanto, con los uruguayos y con las uruguayas es hacer negocios entre países hermanos.

Creo que este sentimiento es recíproco, por lo que he escuchado de la comunidad empresarial uruguaya, y también creo que hoy en día esta afinidad y esta empatía cobra una especial relevancia.

De hecho, esta mañana, antes de iniciarse este encuentro, he tenido, como he dicho antes, la oportunidad de conversar con empresas españolas que llevan mucho tiempo trabajando en Uruguay, invirtiendo, creando prosperidad en su país. Me han hablado de sus proyectos, de sus perspectivas de futuro, lógicamente, también de sus inquietudes. Todo esto se lo voy a trasladar al presidente de la República, el presidente Orsi.

Pero sí me gustaría compartir aquí algo que me ha quedado patente en la conversación previa que he tenido con la comunidad empresarial española aquí presente en Uruguay. Todas las empresas, si me han transmitido algo, ministro, es su total compromiso con este país y su vocación de establecerse en el medio y en el largo plazo.

Nuestras empresas, las empresas españolas, están ya presentes en muchos sectores, no los voy a mencionar, en ámbitos de la economía, también de la sociedad uruguaya, operan en bancos, seguros, empresas, en fin, un largo etcétera.

Tuvieron también un papel clave en la primera transición energética del país, lo que ha permitido que hoy Uruguay sea un referente mundial en cuanto a generación eléctrica, con más de un 90% proveniente de fuentes renovables.

Y también estarán muy presentes en esta segunda transición energética, la de la descarbonización en el conjunto de la economía uruguaya, potenciando el hidrógeno verde, donde España, afortunadamente también por la apuesta común que hemos hecho las empresas, y también desde el Estado, nos hemos convertido en un referente mundial del hidrógeno verde y de su desarrollo.

Creo que esto es muy importante, esta transformación energética, que lo hagamos también con una perspectiva de justicia social. Las transiciones tienen que ser transiciones justas, y yo creo que también ahí España puede aportar su granito de arena de conocimiento, porque, efectivamente, llevamos tiempo trabajando en la justicia de esta transformación energética cuando hablamos, en el caso de España, de la España interior.

Las empresas españolas también están teniendo un papel clave en las infraestructuras que han marcado el desarrollo económico del país, y lo hemos visto en los vídeos. El Ferrocarril Central es un proyecto emblemático que va a cambiar la forma en la que Uruguay entiende su sistema de transporte.

Esto es importante y va a contribuir también, lógicamente, a la descarbonización de la economía y al desarrollo ferroviario aún mayor, con el consecuente impacto positivo sobre la industria, pero también sobre la población uruguaya.

Yo creo que este es uno de los motivos de verdadero orgullo: el saber que un gran número de empresas españolas han participado en este proyecto, como también lo es el que lo hagan en otros sectores tan importantes como ha relatado el ministro de Economía y Finanzas, como es, por ejemplo, la gestión del agua o la digitalización, donde España también puede aportar su conocimiento y su inteligencia.

Yo creo que es importante también remarcar un aspecto relevante de la inversión española en Uruguay, y es que las empresas españolas, en la inmensa mayoría de los casos, y aquí antes se ha comentado, van de la mano de las empresas locales. Nuestras compañías no vienen a desplazar, no vienen sino a complementar, a aliarse con el talento uruguayo, generando empleo y prosperidad a ambos lados del Atlántico.

Y en este camino yo creo que, hacia ese futuro compartido, creo que no estamos solos. Caminamos junto a nuestros socios europeos en una ambiciosa agenda de inversiones para América Latina y el Caribe, donde el Gobierno de España, durante la Presidencia española de la Unión Europea en el año 2023 tuvo mucho que ver reactivando ese foro entre la Unión Europea y la CELAC, que no se celebraba desde el año 2015. Y también enmarcando esa estrategia del Global Gateway de la Unión Europea que tiene, como me han dicho muchos representantes de la comunidad empresarial española en Uruguay, tiene que definitivamente materializarse para ganar esa confianza y esa credibilidad que necesita imperiosamente también la Unión Europea.

Yo creo que esa Cumbre Unión Europea-CELAC, que se va a celebrar este año en Colombia, será, de nuevo, un paso más hacia una relación más estrecha entre la América Latina y Caribe y la Unión Europea.

Y creo también que Uruguay, en ese contexto, será una pieza central de ese avance y ese acercamiento. Por ejemplo, cuando hablamos de estos proyectos de inversión, con proyectos para mejorar la gestión del agua, clave para un país donde el sector agropecuario concentra casi el 87% del uso del agua, o en un sector de futuro como es el del hidrógeno verde.

En definitiva, señoras y señores, ministros y autoridades, concluyo. Evidentemente, no son tiempos fáciles. No lo son cuando hablamos de comercio. Y, sin embargo, es precisamente en estos momentos cuando debemos redoblar nuestro compromiso.

Y creo que para lograrlo necesitamos mercados abiertos, reglas claras, predecibles y, sobre todo, mecanismos multilaterales eficaces que nos permitan resolver las legítimas diferencias con diálogo y cooperación.

Este entorno de comercio libre, justo, ha sido y va a ser clave en el desarrollo de nuestras sociedades. Hoy más que nunca, creo que debemos perseverar en esa mirada multilateral que, por cierto, tuvimos el presidente y yo mismo ayer en Santiago de Chile ocasión de compartir con el presidente Lula da Silva y también con el presidente de Chile y de Colombia.

Y tenemos que perseverar apoyándonos en socios que comparten nuestros valores y nuestra visión. Países amigos, prósperos y confiables, como es en el caso de España, el país que nos acoge hoy, que es Uruguay.

Yo estoy convencido de que este encuentro empresarial no solo va a consolidar aún más nuestra excelente y estrecha relación bilateral, sino que va a abrir nuevas vías de colaboración y de prosperidad, prosperidad para nuestras empresas, prosperidad para nuestras economías y, por tanto, prosperidad para nuestra gente.

Así que, para mí, ministros, es un gran honor el poder estar aquí con la comunidad empresarial española, a la cual siempre agradezco su presencia, su apuesta, su apertura, su mirada larga y, por supuesto, me permitirán que también barra un poco para casa y agradezca a nuestros extraordinarios servicios diplomáticos, el embajador, todo su equipo y, por supuesto, de la Oficina Comercial que no ha estado representada en su secretaria de Estado de Comercio, pero sí que ha estado magníficamente representada por sus trabajadores y trabajadoras en este país.

Nada más y muchas gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)