Pedro Sánchez clausura la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas

3.7.2025

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Sevilla (España)

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, Ministros y Ministras.

Excelencias.

Hemos llegado al último tema de nuestro programa, el tema 12, titulado Clausura de la Conferencia, en relación con la cual escucharemos las declaraciones de clausura.

Y para mí es un honor darle la palabra a Amina Mohammed, vicesecretaria general de Naciones Unidas, para pronunciar el discurso de clausura.

[Intercalación del discurso de clausura de la vicesecretaria general de Naciones Unidas]

Intervención del presidente del Gobierno:

Muchas gracias a la vicesecretaria general de Naciones Unidas por su declaración y permítame ahora pronunciar unas palabras de clausura.

Excelencias, distinguidos y distinguidas delegadas y delegados:

Hace apenas cuatro días, abrimos esta Conferencia con una convicción clara. Y era la de que este era el momento de actuar. Hoy cerramos esta cita con algo aún más valioso, y son los resultados.

Resultados fruto del trabajo colectivo, de la escucha mutua, del compromiso compartido con el objetivo común de renovar la financiación internacional para el desarrollo y dar un nuevo impulso a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Había que actuar y desde Sevilla hemos actuado. Durante estos días, la capital de Andalucía, Sevilla, ha sido más que la sede de esta Conferencia. Ha sido un espacio de encuentro, un laboratorio de ideas, un motor de acuerdos. Así que, se ha hablado alto y claro y se ha señalado también lo que no funciona. Y se ha trazado el camino para que las soluciones lleguen a quienes más lo necesitan. Y se ha apostado por el multilateralismo. Y, al mismo tiempo, queremos y se ha apostado por ser el motor de su mejora y su reforma.

En las seis mesas redondas, hemos abordado con profundidad las principales áreas de acción: desde la fiscalidad y la deuda hasta la cooperación para el desarrollo, pasando por el comercio, la financiación privada, también la ciencia, la innovación tecnológica. También, sin duda alguna, la reforma, la necesaria reforma, de la arquitectura financiera internacional.

Hemos tenido debates, yo diría, transformadores en los que casi con los 400 eventos paralelos hemos compartido ideas no solamente con el sector privado sino también con la sociedad civil, a la cual también desde el Gobierno de España siempre hemos dado una importancia muy relevante y que son todos actores fundamentales, sin los cuales no podemos llegar a esos avances que necesitamos y deseamos.

Ese fue el compromiso de España al asumir este reto organizativo: garantizar un proceso inclusivo, participativo. Dar espacio a todas las voces y también, con toda la fuerza moral, a la sociedad civil.

Excelencias, en un mundo dividido, desde Sevilla hemos trasladado un mensaje de unidad.

Por eso, el Compromiso de Sevilla aquí alcanzado es crucial. Hemos logrado un acuerdo que moviliza recursos para canalizar más financiación y aumentar la capacidad fiscal de los países en desarrollo. Un acuerdo que mejora la sostenibilidad de la deuda y refuerza los mecanismos de rendición de cuentas.

Y, además, este compromiso trae consigo más de 130 acciones concretas a través de la Plataforma de Sevilla para la Acción.

Nada de esto hubiera sido posible sin el espíritu constructivo, la voluntad de acuerdo, el trabajo incansable de todas las delegaciones y participantes, tanto del sector privado como de la sociedad civil, además, lógicamente, de los Gobiernos. Así que gracias a todos y a todas por vuestro compromiso.

También quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todas las personas que han hecho posible esta Conferencia. A los voluntarios y voluntarias por su entusiasmo y eficaz ayuda. A los patrocinadores, por sus generosas aportaciones. A los equipos de la Organización de Naciones Unidas, también de España. A las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españolas, a las Administraciones Públicas, por garantizar todos y todas que todo transcurriera en orden, con seguridad y con eficacia.

A quienes han trabajado incansablemente entre bastidores, desde las personas que se han encargado de la limpieza, el catering, el mantenimiento, hasta los intérpretes, técnicos y asistentes. Gracias por su profesionalidad y por su compromiso.

Y, por supuesto, también a los periodistas por dar proyección a un evento tan importante como este.

Y, por supuesto, me van a permitir, a la ciudad de Sevilla, Andalucía, a su gente, por acogernos con tanta hospitalidad.

Excelencias, termino.

Hoy no solo cerramos una Conferencia, hoy abrimos un camino, y lo hacemos dejando constancia de algo infinitamente más poderoso que los discursos de odio y de confrontación que otros pregonan. Y es que el mundo sigue siendo capaz de unirse para defender lo que de verdad importa. Nuestra voz es más fuerte porque la avala la razón, la razón de estar del lado correcto de la historia.

Miren, cuando pasen los años y miremos atrás, todos los que estamos aquí recordaremos este día y este momento con orgullo, con el orgullo de haber estado haciendo lo correcto cuando más necesario era, defendiendo el valor de la palabra frente a la fuerza y convirtiendo esa palabra en acción.

Porque en Sevilla no nos hemos limitado a debatir. También hemos acordado y hemos actuado, y lo hemos hecho desde la convicción de que el desarrollo no es un privilegio de unos pocos afortunados bendecidos por la suerte de haber nacido en un lugar propicio. El desarrollo es un derecho. Es un derecho de todos, de todas, por la mera condición de pertenecer a esa patria más grande que cualquier otra a la que llamamos humanidad.

No hay un destino manifiesto que condene a un ser humano a una vida de miseria nada más venir al mundo solo por haber nacido en una latitud o en un hemisferio concreto del planeta. Y la solidaridad y la empatía hacia esa miseria tampoco deben venir dictadas por el país en el que nacemos. Todos somos responsables de todos y del planeta que compartimos.

Y en esta Conferencia yo creo que hemos mantenido viva la llama de la cooperación al desarrollo, aun cuando muchos quieren apagarla. La hemos protegido y la hemos protegido contra el cinismo, contra el egoísmo, contra el olvido, porque tiene detrás el respaldo del compromiso colectivo, concreto y valiente.

El Compromiso de Sevilla es una decisión firme de avanzar, una señal clara de que la comunidad internacional no va a rendirse ante el desgaste ni a ceder terreno al desencanto.

Por eso, el verdadero valor de esta Conferencia no solo está en lo que hemos dicho, sino en lo que estamos dispuestos a hacer a partir de ahora.

Y, desde aquí, desde Sevilla, desde Andalucía, desde España, le decimos al mundo que sí, claro que sí. Otro camino es posible. Y lo vamos a recorrer como debe hacerse: juntos y juntas.

Nada más y muchas gracias.

Y ahora doy por clausurada la IV Conferencia Internacional sobre Financiación al Desarrollo.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)