Madrid
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Buenos días y muchas gracias a todos y a todas. La verdad es que ha sido muy interesante la conversación tanto de Aleix como Pau y por supuesto también de las empresas aquí presentes. Con todo lo que está pasando en el mundo, hablar de impacto social y hablar de la transformación del sector cultural la verdad es que es muy inspirador, así que enhorabuena a todos y a todas y enhorabuena a la Fundación COTEC, querida presidenta, por este informe. Así que, vicepresidenta, ministros, ministras, tenemos mucha tarea por delante.
Señoras y señores empezaré por lo obvio y es el placer que representa para mí poder participar en esta presentación de un informe con un valor no solamente social, sino económico, de los sectores culturales y creativos de nuestro país, que ha sido elaborado, como saben, por la Fundación COTEC, también con el apoyo de la Fundación Daniel y Nina Carasso, y es un placer mayor hacerlo en este marco del Museo del Traje en este año 2025, que para quien no lo sepa, celebra nada más y nada menos que 100 años de historia compartida con la ciudadanía. Así que enhorabuena también a la dirección del Museo del Traje y larga vida, por supuesto, al Museo del Traje.
Hace algo menos de cinco años, y se ha dicho también en algunas de las intervenciones, creo que todos nos hicimos una pregunta en aquel año 2020 de la pandemia y era si la cultura era o no un bien esencial para nuestra sociedad. Y entonces, pues yo creo que la industria cultural, los trabajadores y las trabajadoras, mucho más allá de darnos entretenimiento, no solamente sufrieron también las condiciones de los confinamientos y aquí también se ha relatado las virtudes y las bondades que tuvieron los ERTE para los trabajadores y trabajadoras del sector de la cultura, sino también para las propias empresas, en definitiva, la cultura, ayudó a habitar un presente difícil e incierto -todos caminábamos entre sombras- y a imaginar nuevos futuros posibles. La creación, el arte, la libertad de expresión, la generosidad del sector cultural: creo que a todos y a todas nos permitieron entender un mundo que se transformaba y que se está transformando de manera cada vez más veloz delante de nuestros ojos.
La cultura nos ayuda a combatir miedos, y creo que es muy importante en este tiempo que vivimos, a expresar emociones, a compartir sueños. Nos ayuda también a construir puentes entre sociedades. Creo que es muy importante, hoy más que nunca, reivindicar el diálogo entre sociedades, a proyectar aspiraciones comunes, a defender aquellos valores que quizá dábamos por hecho, pero que hoy se están poniendo en cuestión y que además tratan de normalizarse a golpe de noticias que vemos en los telediarios, pero que evidentemente nos sobrecogen a todos y a todas.
La cultura es, en definitiva, la forma más auténtica y libre que tenemos de expresar nuestras ideas y nuestros valores. Por eso creo que se equivocan quienes exigen un sector cultural anodino, mudo, equidistante. De hecho, lo estamos viendo al otro lado del Atlántico, cuando, de repente, nada más y nada menos que a brillantes cantantes se les exige el silencio. Y por eso pienso que tienen razón aquellos que usan la cultura para defender valores que se pueden estar poniendo en cuestión, como es la democracia, reivindicar unos servicios públicos de calidad, denunciar la reacción que provocan conductas machistas, exigir un compromiso con el medio ambiente, un compromiso mucho más firme en la adaptación y la mitigación de algo que es una evidencia científica, como es la emergencia climática o pedir también que cese la guerra, ya sea en Ucrania o también en Gaza, en Palestina.
El compromiso de España con la legalidad internacional y con los derechos humanos debe ser constante y debe ser coherente también desde Europa. Y por eso creo que nadie se llevó las manos a la cabeza cuando se inició hace tres años la invasión de Rusia a Ucrania y se le exigió la salida de nada más y nada menos competiciones internacionales y también no participar -por ejemplo, recientemente lo hemos visto este pasado fin de semana- en Eurovisión, y por tanto tampoco debería hacerlo Israel, porque lo que no podemos permitir son dobles estándares, tampoco en la cultura. Y desde aquí, en todo caso, un abrazo solidario para el pueblo de Ucrania y el pueblo de Palestina, que están viviendo la sinrazón de la guerra y del bombardeo.
Especialmente en la cultura, porque la cultura, además de ser una de las principales palancas de desarrollo económico y moral de nuestro país, es esencial y consustancial al ser humano. Hoy, cinco años después de esa pregunta que nos hacíamos en el año 2020, creo que nos tenemos que hacer otra pregunta y es la siguiente: si la cultura no fuera solamente un bien esencial, sino también un activo estratégico para España.
Y esa es precisamente la respuesta que nos da un informe tan valioso como el que presenta hoy la Fundación COTEC. Porque efectivamente, la cultura no es solamente una fuente de identidades, de bienestar, de cohesión social, de cohesión territorial, sino también un motor económico imprescindible para nuestro país en este cambio de paradigma que estamos viviendo, no solamente con la transformación digital y ecológica -me ha gustado mucho esa aproximación, presidenta de COTEC-, sino también desde el punto de vista de esos flujos de conocimiento que se dan en el ámbito de la cultura.
Por tanto, un activo en toda regla, en especial para un país como el nuestro, para un país como España, un país que disfruta aquí, se ha dicho antes de un dinamismo económico en comparación con otros países, extraordinario. Hoy mismo la Comisión Europea, como saben, se une a otros muchos organismos, el Fondo Monetario Internacional y otros tantos que sitúan a España como una de las pocas, poquísimas, economías desarrolladas en este contexto de guerra comercial que va a crecer sólidamente los próximos años -un 2,6% en el año 2025, un 2% en el año 2026, según las últimas estimaciones- y proyecta también, yo creo que esto es lo importante, un crecimiento de empleo que va a situar en el año 2026 por debajo de los dos dígitos -es decir, por debajo del 10%- la tasa de paro en España. Y esto ya saben que es uno de los principales objetivos que tiene todo gobierno: rebajar, reducir al máximo la tasa de desempleo en nuestro país. Evidentemente los sectores culturales y creativos son un elemento esencial de ese dinamismo y vamos a trabajar para que lo sea aún más. Y, evidentemente, hemos escuchado aquí experiencias muy inspiradoras.
Por ejemplo, la de Aptent, que emplea tecnología para para que personas con discapacidad puedan disfrutar de espectáculos culturales. La verdad es que no tenía ese dato, pero que haya habido ya 18.000 personas que se hayan beneficiado del acceso a un servicio tan extraordinario como es el de poder acceder a la cultura y al teatro es francamente inspiradora. El Museo del Videojuego, que nos demuestra como un proyecto joven y dinámico, puede crecer rápidamente y atraer también miles de visitantes; 3Doubles -lo ha dicho antes la presidenta desde Tenerife- que apuesta por la innovación audiovisual con apoyo de los fondos europeos. Y la Fundación Industrias Creativas, que une música, impacto social e inversión.
Os escuchaba y te escuchaba precisamente a esta Fundación y entiendo que conocéis el que a través de los fondos Next hemos articulado, y lo sabe bien la ministra Emma, un fondo de impacto social de 400 millones de euros. Porque creemos que, en efecto, en este momento en el que estamos viendo cómo los discursos en contra de la diversidad, de la igualdad de género, de todo aquello que nos hace ser personas, que nos hace avanzar como sociedades, se está poniendo en cuestión. Creo que el que se mida ese impacto social, el que se comprometa el tejido productivo con el impacto social, es una de las tareas más importantes de nuestra economía y creo que del mundo empresarial en general. Y que sea la cultura de nuevo la vanguardia de ello me parece que dice mucho del sector cultural en nuestro país.
Bueno, estas son muchas de las caras, de los sectores culturales y creativos en nuestro país, sectores que suponen -aquí se ha dicho antes- el 2,3% del valor añadido bruto. Que dieron empleo nada más y nada menos que 770.000 personas en 2024, una cifra que es récord en la historia de España. Es verdad que muchos de estos números a veces pasan desapercibidos- y aquí se ha dicho por parte de Pau y de Aleix-, incluso, que reciben el escepticismo, porque durante muchos años se ha vivido con esta suerte de prejuicio de que hay algunos sectores que no pueden vivir de la iniciativa privada y que se instala esta narrativa injusta y equivocada, por cierto, y nada real sobre nuestra cultura, argumentando que es un sector subsidiado que no crea empleo. Por supuesto, no empleo de calidad, que no es rentable y que, por tanto, entre otras cosas, sufre la desprofesionalización.
Lo sabemos muy bien. Este año que también me tocó ir a los Goya y lo hago encantado, pues lo que vimos fue como se saca a relucir en esos, en esas celebraciones, en esas conversaciones esos prejuicios sobre la cultura española y hacen alfombra roja a la ignorancia de esas personas que alientan esos prejuicios. Porque, además, nada más lejos de la realidad. Es una mentira fruto precisamente de la desinformación, del desconocimiento o a veces, evidentemente, de algún interés. Porque los datos, si uno los mira desde un punto de vista objetivo, negro sobre blanco, lo que hacen es desmontar ese mito. Por cada euro invertido en sectores culturales y creativos -y yo creo que esto es muy importante la gráfica que hemos visto- el retorno económico para la economía es nada más y nada menos que de 1,75 euros. E incluso si sumáramos los dos que están vinculados con la cultura, podrían estar hasta incluso ese efecto multiplicador por encima de la IT, de las tecnologías de la información, cosa que me ha sorprendido positivamente porque, en efecto, no lo pensaba,
Pero que ya el sector de la cultura tenga un efecto multiplicador, incluso superior al de la construcción o al del turismo, pues creo que es síntoma de la gran oportunidad que tiene nuestro país de seguir apostando por esta industria.
Quizás sí, algunos entiendan que la cultura no es un adorno, no es una frivolidad. No es lo que viene después de lo importante, como suele pasar con otras muchas cosas. Por ejemplo, cuando hablamos de la emergencia climática.
La cultura es también una fuente de desarrollo y un motor económico. Es una inversión, por tanto, rentable. Es una industria estratégica y, por tanto, lo que tenemos que hacer es dejar de mirar a estos sectores con paternalismo, con condescendencia y lo que tenemos que hacer es mirar a estos sectores culturales y creativos como lo que son realmente: una de las grandes oportunidades económicas de nuestro tiempo y principalmente para un país como el nuestro, que tenemos una cosa muy importante que se llama la lengua, el español, y por supuesto, también el resto de lenguas cooficiales.
Si hablamos de empleo, ahí están. Desde 2019 estos sectores han creado puestos de trabajo a un ritmo del 17%, lo cual, si lo ponemos en contexto, estamos hablando más del doble que el promedio del resto de la economía. Y estamos hablando fundamentalmente de empleo orientado a los jóvenes, a los innovadores, a los que buscan formas nuevas de crear y de trabajar.
Sectores culturales y creativos también son claves, por supuesto, para nuestra economía dependiente del exterior. Uno de cada cuatro visitantes extranjeros que vienen a España -sabéis que estamos mirando a esos 100 millones de visitantes para el año 2025- lo hace por motivaciones vinculadas con la cultura. Y no hay más que hablar, en mi caso cuando tengo ocasión de relacionarme con líderes extranjeros, de esa identificación inmediata que hacen del turismo y de la cultura en un amplio sentido. Y este no es un dato menor. Y tampoco lo es porque este perfil de turista cultural tiene además un gasto medio diario superior a otros muchos y que representa un 17% superior al del resto. Es decir, que estamos hablando también de unas cifras bastante potentes.
Y por eso desde el Gobierno lo que estamos haciendo es incidir en el refuerzo y el impulso de ese turismo cultural, que además beneficie de forma especial a muchas de las zonas de la España interior, mal llamada España vaciada, tan llena de patrimonio cultural, de patrimonio material y también de patrimonio inmaterial.
Si esto ocurre con los visitantes, pues también pasa por nuestras empresas. Los sectores culturales creativos son un semillero empresarial de primer orden. El número de empresas ha crecido un 12% -se ha dicho antes- un 12%, respecto a las cifras anteriores a la pandemia, alcanzando una cifra de 274.000 empresas. La productividad está ahí: 40% por encima del resto del sector del sector servicios…No quiero tampoco detenerme en datos que tienen ustedes a disposición en la página web y en el informe de la Fundación COTEC.
Lo que sí que quiero trasladarles, además del motivo de orgullo que representa -también para el Gobierno de España- estos datos del sector cultural y creativo, es la ambición que también hemos acompañado desde el Gobierno de España a través de los fondos Next. Por ejemplo, recuerdo hace ya bastantes meses, años, cuando lanzamos esa nueva etapa del 'Spain Audiovisual Hub'; al principio la gente no entendía muy bien el por qué el Gobierno de España se comprometía con los fondos Next en este sector, pero evidentemente vimos una oportunidad extraordinaria.
Tras los buenos resultados de la primera fase -me refería a ellos-, el Gobierno acaba de diseñar una segunda fase del Plan que va a poner en velocidad de crucero, nada más y nada menos que 1.700 millones de euros de inversión pública provenientes de los fondos Next. Esto evidentemente es un esfuerzo que, no solamente nos diferencia del resto de países europeos que tienen fondos Next y que no lo están destinando a la cultura, a diferencia de lo que está haciendo España, sino que lo que hace es situar desde el punto de vista de la política económica a vuestro sector como un sector estratégico del país, con un tratamiento específico en el futuro Comité de Inversiones Estratégicas que acabamos de lanzar, sobre todo para atraer o continuar atrayendo inversión extranjera directa.
Los datos del informe COTEC son una llamada también -yo creo que esto es importante subrayarlo- a la acción. Nos muestran con claridad que tenemos un enorme potencial aún por aprovechar. Y ahí quería yo entrar, porque la presidenta de la Fundación lo ha dejado, digamos, sobre la mesa y me parece que es importante ahora que hablamos del hard power y el soft power. Bueno, pues España es la 4ª potencia cultural del mundo según el Global Soft Power Index -y yo creo que esto es muy importante- y, además, estamos por detrás únicamente de países como Estados Unidos, como Francia y como Italia; y estamos por delante en cultura, en patrimonio, de otras potencias mundiales, como pueda ser por ejemplo Alemania, China o Japón. Por tanto, tenemos una enorme oportunidad de proyectar eso que decía antes la presidenta de la Fundación en su presentación de reputación de marca. En definitiva, de todo aquello que nos puede hacer contribuir a ganar influencia y peso específico en el mundo y, por cierto, contribuir a que el mundo vaya por la senda que merece ir, que es el del progreso y el avance, y no precisamente el del regreso a tiempos oscuros.
Por tanto, yo creo que España tiene una gran oportunidad; que hemos ido desplegando poco a poco ese músculo en materia de internacionalización cultural, pero que tenemos que seguir haciéndolo. Hoy hay muchísimos datos que corroboran esto que estoy diciendo. Nuestras exportaciones de bienes culturales han crecido más de un 5% desde el año 2019, en plena pandemia también, y la de los servicios lo han hecho en un 52%.
Por eso quiero entrar a anunciar algunas y compartir con todos vosotros y vosotras algunas de las cosas que vamos a continuar haciendo o algunas nuevas; también una serie de medidas estratégicas para reforzar la internacionalización de nuestra cultura.
En primer lugar, vamos a actualizar el convenio que rige el Plan de Acción Cultural Exterior, el Convenio PACE entre el Ministerio de Exteriores y el Ministerio de Cultura. Lo vamos a hacer atendiendo al nuevo contexto geopolítico, dotándolo de mayor capacidad de coordinación entre organismos -que siempre es algo recurrente que nos dicen desde el sector privado-, recursos también y objetivos compartidos. Y todo ello para buscar una acción aún más coordinada, aún más eficiente y efectiva de toda nuestra acción, de toda nuestra promoción cultural en el exterior.
Vamos a activar un Consejo de Acción Cultural Exterior que se va a reunir anualmente con la participación de los titulares de los ministerios implicados, pero que también va a contar con la presencia de los responsables de todos los organismos implicados: Estamos hablando del Instituto Cervantes, pasando por el ICEX, de la Agencia de la AECID o, también, de la propia Corporación pública Radiotelevisión Española. Yo creo que esta reunión estará en el corazón del renovado sistema de gobernanza de nuestro de nuestra proyección cultural en el exterior.
En tercer lugar, necesitamos un asesoramiento externo, una suerte de órgano consultivo con participación del sector cultural, para que nos ayude, para que nos asesore, para que evalúe la estrategia de internacionalización que estemos poniendo en marcha. Yo creo que es importante incorporar de manera mucho más activa y verdadera a los actores, a las actrices, a los agentes protagonistas de la presencia cultural y creativa de España en el exterior.
Y, por último, tras el verano, lo que haremos será presentar el Plan Nacional de Acción Cultural en el Exterior 2025-2028. Este plan, estamos ya trabajando desde hace tiempo en él distintos departamentos, organismos competentes, quiero, aunque sea, resumirlo en cinco ejes claves para que lo tengáis en conocimiento y presente.
Primero: Evidentemente lo que tenemos que hacer es potenciar las industrias culturales y también las creativas, con una proyección internacional, como por ejemplo el audiovisual, el libro, la música, la danza o el videojuego, lo que hemos visto como sectores empresariales aquí representados.
En segundo lugar, es importante que utilicemos la cultura en el mejor sentido de la palabra, como una herramienta para la diplomacia y para la cooperación. Creo que es muy significativo, Aleix y Pau, la diapositiva que habéis puesto sobre las prioridades en el gasto público que tiene la ciudadanía. Hay evidentemente una evolución, porque hay una constatación de un riesgo de seguridad, pero ahí están las cifras, ahí están las prioridades, que por cierto son de puro sentido común, yo creo que eso es muy importante también subrayarlo.
Tercero: mejorar, a mí no me gusta mucho esto de la marca de la cultura española, a nivel internacional, pero no encuentro otra manera de decirlo, reforzando la comunicación de nuestra cultura en el exterior.
Cuarto, reforzar el rol del idioma español y también el resto de lenguas cooficiales como un activo único a nivel mundial. Y ahí tenemos la red de embajadas, Instituto Cervantes, Colegios Internacionales, Cámaras de Comercio. Hay algo que, presidenta, entiendo que sabes, y es ese modelo de lenguaje fundacional que ha lanzado el Gobierno de España con la colaboración de otros muchos sectores, y es esa herramienta de inteligencia artificial, de español, catalán, vasco y gallego que es ALIA. Yo creo que es importante también que el sector de la cultura tire de él para dotarlo de contenido y podamos tener esta herramienta de inteligencia artificial.
Y, finalmente, modernizar y adaptar, yo creo que esto es algo muy importante y que nos han dicho desde distintos ámbitos del sector de la cultura, la estructura de acción cultural española a los nuevos requerimientos del contexto internacional. En eso estamos también a nivel del Ministerio de Asuntos Exteriores, también, lógicamente, del Ministerio de Cultura cuando hablamos del Instituto Cervantes y creo que tenemos que hacer lo mismo en cuanto a la estructura de acción cultural española.
Bueno, termino. Yo creo que desde el año 2020, aún más si nos cabe, creo que, si hacemos el ejercicio de imaginar por un momento un país sin música, sin libros, sin teatros, sin museos, como por ejemplo este Museo del Traje que cumple 100 años, pues imaginemos no sé, nuestras calles sin arquitectura, sin diseño, sin fiestas populares, sin festivales, sin ningún tipo de expresión artística. En fin, yo creo que no podríamos entender España así, ni podríamos tampoco explicarla fuera. Porque la cultura no es un adorno, es el alma de lo que somos.
La cultura, por tanto, no es un lujo, es una necesidad, es un bien público, ahora que estamos hablando mucho de bienes públicos. La cultura es un bien público y además diría global.
Por tanto, la cultura no es un gasto. La cultura es una inversión probablemente de las mejores inversiones, junto con la educación, la formación, la innovación, es decir, inversión en futuro. Una inversión que, como hemos visto, devuelve con creces lo aportado, al igual que lo hace la ciencia.
Y es, además, y creo que es importante en este momento en el que se están cuestionando los derechos humanos, es además un derecho humano. Es el derecho a crear, a imaginar y a emocionarnos juntos.
Por tanto, tenemos que aprovechar la enorme fuerza de toda nuestra industria cultural, la enorme potencia económica, su poder de persuasión, para seguir construyendo diálogo y nuevas posibilidades y oportunidades económicas.
A todos y a todas los que hacéis posible esta realidad, creadores, creadoras, gestores, gestoras, emprendedores, emprendedoras, trabajadores y trabajadoras culturales, quiero, además, hacer ese distingo específico de género, porque ahí también tenemos una tarea importante de igualdad de género, y me alegra, además, que se haya dicho que ahora hay más jugadoras que jugadores, pero creo que hay mucha tarea también en el ámbito de la cultura en favor de la igualdad entre hombres y mujeres.
Lo que quiero deciros es: gracias. Y este gobierno, en la medida de sus posibilidades, pues lógicamente va a estar con vosotros y con vosotras, no solo con palabras, sino también con hechos.
Así que agradezco a la Fundación, una vez más, la oportunidad de poder dirigirme a todos vosotros y vosotras y, lo dicho, adelante, porque lo que está por venir es mucho mejor de lo que ya se ha logrado, que es sin duda alguna, extraordinario.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)