Rueda de prensa del presidente del Gobierno tras el Consejo de Ministros

22.4.2025

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La Moncloa

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Buenos días y gracias a los medios de comunicación por asistir a esta comparecencia después del Consejo de Ministros.

Antes de comenzar, ayer lo hicimos a través de las redes sociales y de distintos medios de comunicación, sí me gustaría trasladar unas palabras de recuerdo por el Papa Francisco y también unas palabras de afecto. A lo largo de estos años he tenido la ocasión de poder conversar con él en varias ocasiones, y siempre supe que estaba ante un amigo de España y un referente moral y espiritual para millones de personas. Un líder que abogó por la lucha contra la pobreza, por una mirada humanista del fenómeno de la migración, por la mitigación y la adaptación al cambio climático o contra la intolerancia, cuando más falta hacía. Estoy convencido de que el mundo va a echar de menos su valor, su mensaje, y desde España honraremos su figura.

Dicho esto, quisiera comenzar esta comparecencia recordando a los medios de comunicación y también a los españoles y españolas que estén siguiendo esta comparecencia, que hace pocas semanas en el Congreso de los Diputados anuncié que el Gobierno estaba preparando un Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa de España y de Europa, y me comprometí a revelar sus detalles tan pronto como hubiesen sido concretados.

Pues bien, hoy comparezco ante los medios de comunicación y también ante la ciudadanía española para comunicarles que, tras semanas de intenso trabajo, el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa ha pasado hoy por el Consejo de Ministros. Y mañana mismo será remitido a Bruselas para que sus fundamentos técnicos y presupuestarios sean evaluados por la Unión Europea y por la OTAN. Y también haremos público en la web del Palacio de la Moncloa el informe concreto y completo para que pueda también ser objeto de análisis por parte de la ciudadanía que quiera acercarse y conocer el detalle del mismo.

Antes de comenzar la explicación, sí quisiera agradecer a todos los departamentos del Gobierno implicados en su elaboración y especialmente a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que me acompaña en esta comparecencia de prensa, y también al Estado Mayor de la Defensa por su brillante e intenso trabajo durante estas semanas.

A continuación, quiero exponer los objetivos en este Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa.

El primero de estos objetivos es garantizar la seguridad de nuestro país, por tanto de nuestros ciudadanos, de nuestro territorio, en un contexto geopolítico y tecnológico en plena ebullición, como saben ustedes y conocen perfectamente los ciudadanos.

Los enemigos de Europa, que los hay, no solamente usan misiles y tanques para agredirnos como está ocurriendo desgraciadamente desde hace tres años a esta parte en Ucrania, también emplean drones no tripulados, fuerzas paramilitares para sabotear cadenas de suministros, cortar gaseoductos, cables submarinos, recurren a las redes sociales para desinformar a la población, para polarizarla, para generar desafección hacia las instituciones democráticas, y usan los ciberataques articulados con inteligencia artificial y también ordenadores cuánticos para comprometer nuestras telecomunicaciones, nuestras redes de suministro, nuestros servicios públicos y por tanto, nuestra forma de vida.

El Gobierno de España, evidentemente, no puede ignorar estas amenazas. Se trata, por tanto de reforzar la seguridad europea. Debemos desarrollar las capacidades humanas y técnicas necesarias para defendernos de ellas. Y esa es nuestra obligación. Y este Plan que hemos aprobado hoy nos ayudará a cumplirlo en un tiempo récord.

Junto con este primer objetivo, el segundo de ellos es consolidar a España como un miembro central y fiable de la Unión Europea y de la Alianza Atlántica.

En un mundo dominado por la incertidumbre, Europa es la esperanza y es la certeza. Una certeza que debemos proteger fortaleciendo nuestro sistema de seguridad y de defensa, porque, visto lo visto, es evidente que solo Europa va a saber proteger a Europa, y España va a contribuir a proteger a Europa.

El neoimperialismo de Putin no solamente trata, lo he dicho en muchas ocasiones, de negar el derecho a existir de Ucrania como nación, también constituye una amenaza real para la seguridad europea.

Todos los Estados miembros, estemos más lejos o más cerca de esa línea de frente, formamos parte de la misma comunidad y por tanto la seguridad y la estabilidad de Ucrania del este europeo, de los países bálticos, de los países nórdicos, son también la seguridad y la estabilidad de España. Los habitantes de esos países saben que Putin va en serio, y ahí están no solamente las palabras, sino también los hechos. Por eso miran a Europa buscando protección y buscando algo importante que es la unidad, y España, evidentemente, no va a ser indiferente a esa demanda.

Ucrania resiste. Europa responde. Y España cumple.

Hay un consenso, yo diría transversal, en el conjunto de la Unión Europea, que trasciende a las familias políticas, también a las prioridades regionales que podamos tener distintos ámbitos dentro de la Unión Europea. Y es que estamos ante un cambio de era, y ese cambio de era nos obliga a tomar las riendas de nuestro propio destino y a construir esa unión de seguridad y de defensa que propusieron ya en el siglo XX los fundadores de la actual Unión Europea.

España, como potencia económica que es y como sociedad europeísta que es, no se va a quedar fuera de ese proceso, al contrario, estaremos en el centro, con la misma relevancia que otras grandes economías y otros grandes Estados miembros de la Unión Europea. Y para ello, resulta imprescindible que cumplamos con los objetivos de inversión que exigen nuestros socios y que España ya adquirió en el año 2014 bajo un gobierno conservador. Será, por tanto, este gobierno quien cumpla con lo que otros incumplieron.

Por eso les anuncio que con el Plan que hoy presentamos, España cumplirá este año 2025 con el 2% del Producto Interior Bruto de su presupuesto en seguridad y en defensa. Repito, España alcanzará el 2% del Producto Interior Bruto en seguridad y en defensa este año, en el año 2025.

Para ello, vamos a tener que llevar a cabo una inversión importante, un esfuerzo relevante de 10.471 millones de euros adicionales a los ya destinados a estas políticas de seguridad y de defensa.

Lo que nos va a permitir saltar del 1,4% del Producto Interior Bruto en inversión de seguridad y en defensa realizado en el año 2024 al 2% en el año 2025. 1,4 en el año 2024, 2% en el año 2025.

Recordemos que en el año 2018, cuando yo tuve el honor de ser elegido presidente del Gobierno de España por las Cortes Generales, el presupuesto en defensa era del 0,9%, 1,4 en 2024, 2% en el año 2025.

Es, como he dicho, un esfuerzo importante, pero es también proporcional al compromiso que hicimos en el año 2014 por una administración conservadora y también proporcional a los desafíos a lo que se está enfrentando tanto España como Europa en este contexto geopolítico y tecnológico tan cambiante.

Y además, y como ya les anuncié en su día, y también lo hice en las Cortes Generales, se va a hacer sin subir impuestos, sin tocar un céntimo de euro la inversión en el Estado del Bienestar y sin incurrir en un mayor déficit público.

Posteriormente les daré detalles al respecto, pero quisiera avanzar en los objetivos de este plan, porque el tercero de ellos es impulsar una nueva ola de innovación y de reindustrialización de empresa, por tanto, y de empleo, en todo el territorio español en torno a las tecnologías de doble propósito.

¿Todo ello qué nos va a permitir? Nos va a permitir consolidar el excelente estado de forma de la economía española y también acelerar la modernización de nuestro tejido productivo, que singularmente hemos comenzado a implementar gracias a los fondos europeos.

En estos siete años, el Gobierno de España ha tenido que enfrentarse a sucesivas crisis e importantes crisis y ustedes las han narrado en esta sala de prensa. Somos un gobierno, por tanto, con experiencia acreditada en la gestión de coyunturas difíciles, ya sea una pandemia, una crisis energética, una espiral inflacionaria o una guerra arancelaria como la que estamos viviendo en la actualidad.

Y a todas estas crisis hemos respondido de la misma forma: con eficiencia y con equidad. Ahí están los números en crecimiento económico y en creación de empleo y también en cohesión territorial y en cohesión social.

Estamos, por tanto, ¿Decididos a qué? Estamos decididos a hacer lo mismo con esta crisis securitaria: Aprovecharla para reindustrializar todos nuestros territorios, para crear cadena de valor en nuestro territorio, para seguir creando empleo, empresas punteras y, para lograr una mayor integración de nuestras pequeñas y medianas empresas, de la economía social y de las startups con las cadenas de suministro europeas. Para que Europa y España ganen en eso que hemos defendido desde España desde hace mucho tiempo, que es la autonomía estratégica.

En resumen, los objetivos del plan son reforzar nuestra seguridad y nuestra defensa, reindustrializar y dar un nuevo impulso tecnológico a nuestra economía, cumplir con nuestros compromisos como un socio fiable que somos y, también, consolidar a España como un actor central en la Unión Europea.

Para alcanzar estos objetivos, el Plan que hoy presentamos se articula en torno a cinco grandes pilares.

El primero de ellos va a concentrar el 35% de la inversión total ¿Y se va a destinar a qué? Se va a destinar a mejorar las condiciones laborales de la tropa y marinería, mejorar sus condiciones de preparación y, también, mejorar el equipamiento de las Fuerzas Armadas.

Acabamos, como saben, de aumentar las retribuciones de la tropa y marinería. Es una demanda hecha por parte de las Fuerzas Armadas desde hace muchos años. Este Gobierno ha cumplido con ese compromiso. Y también lo que vamos a hacer, junto con ese aumento de las retribuciones, es aumentar el número de efectivos de las Fuerzas Armadas. Vamos a actualizar sus equipamientos, como he dicho antes, vamos a modernizar sus sistemas de formación, que es fundamental, conjuntamente con esa modernización de sus equipamientos.

Se trata, en definitiva, no solamente de homologar las condiciones de los soldados españoles a los soldados europeos, sino también, se trata de dar respuesta a una demanda histórica de nuestros militares, también de sus familias y que, por fin hoy, estamos empezando a saldar, porque queremos mejorar aún más la seguridad de nuestras Fuerzas Armadas con más formación, con mejor equipamiento. Y también, por qué no decirlo, con el justo reconocimiento que muchos ciudadanos y ciudadanas, cuando hay, por ejemplo, una bandera de la ONU y también un casco azul español, o incluso en territorio español ante una emergencia climática, reconocen a nuestras Fuerzas Armadas.

Eso representa el 35% del grueso del Plan que hoy hemos aprobado en el Consejo de Ministros.

El segundo pilar va a suponer en torno a un 31% de la inversión. ¿Y a qué se va a dirigir? Se va a dirigir, a elaborar, fabricar y adquirir nuevas capacidades de telecomunicaciones y de ciberseguridad. Cada año, lo he dicho en alguna otra ocasión, pero es bueno que los españoles lo sepan, porque no aparece en los medios de comunicación, no es objeto de información por parte de los medios de comunicación, pero España es objeto cada año de más de mil ciberataques a servicios esenciales y a infraestructuras críticas. Ataques, como he dicho, que no aparecen en los medios de comunicación, pero que existen, que son reales, que afectan a la operatividad de nuestros hospitales, por poner un ejemplo, de nuestros aeropuertos, de nuestra red eléctrica, también de nuestras empresas. Hasta ahora nuestros sistemas han conseguido repeler, repeler los más graves y contener los impactos del resto, pero la amenaza, lejos de desaparecer, es evidente que cada día es mayor.

Por eso, vamos a invertir 3.260 millones de euros en modernizar los sistemas de telecomunicaciones cifradas de nuestras Fuerzas Armadas, en adquirir nuevos satélites, antenas, radares, y también en reforzar nuestros instrumentos de ciberseguridad, tanto de uso militar como de uso civil. Vamos también a invertir en capacidades de nube, en 5G, en inteligencia artificial y en computación cuántica. El objetivo, en definitiva, es crear un escudo digital para España, para que nuestra seguridad digital, para que nuestros derechos en el mundo digital estén protegidos frente a los hackers extranjeros.

El tercer pilar de este plan concentra en torno a un 19% y se va a destinar a la fabricación y compra de nuevos equipos de defensa y de disuasión. Nuestro objetivo es modernizar para que sean más eficaces, más eficientes y más seguros. Por tanto, lo hacemos no para atacar a nadie; España es un país pacifista, que cree en la diplomacia, que cree en las relaciones internacionales, que cree en el multilateralismo, lo haremos para disuadir a aquellos que puedan estar pensando en atacarnos o en atacar a Europa. Lo haremos para que, por ejemplo, cuando un soldado español en misión de paz se suba a un blindado en el Líbano o a una fragata en el Estrecho, se sienta aún más seguro y sepa que cuenta con tecnología puntera, con la tecnología más avanzada del mundo para hacer su trabajo y cumplir, por tanto, con su misión.

El cuarto pilar se va a destinar a reforzar las capacidades duales de nuestras Fuerzas Armadas para que también puedan ayudar a la gestión de emergencias y desastres naturales como inundaciones o incendios en una península, la Península Ibérica, que como saben ustedes, está dramáticamente afectada por los efectos de la emergencia climática.

Esta partida va a suponer en torno a un 17% de la inversión total, va a rondar los 1.750 millones de euros. ¿Y con esos recursos que vamos a hacer?, vamos a ampliar, por ejemplo, nuestra flota de helicópteros de rescate, también de apoyo logístico. Vamos a adquirir nuevos vehículos, lanza puentes, aviones cisterna para la extinción, por ejemplo, de incendios o a fletar un nuevo buque hidro hidrográfico. Y, además, vamos a invertir en la adaptación y modernización de las infraestructuras del Ministerio de Defensa para que puedan responder de forma ágil a situaciones de emergencia que afectan a la seguridad nacional.

En definitiva, como he dicho antes, todos los ciudadanos y ciudadanas hemos podido comprobar recientemente de manera dramática el extraordinario papel del Ejército de las Fuerzas Armadas y singularmente de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que han llevado a cabo en los territorios afectados por la DANA. La mayoría sabemos también que la emergencia climática es una realidad que lejos de atenuarse, desgraciadamente se agrava año tras año. Por eso es importante que aumenten también las capacidades de nuestras Fuerzas Armadas para ayudarles a hacer frente.

El quinto y último pilar del plan se va a destinar a mejorar las condiciones de seguridad de los casi 3.000 efectivos que integran las 16 misiones de paz que actualmente España realiza en el exterior bajo la bandera de las Naciones Unidas, de la Unión Europea o también de la Alianza Atlántica. Estamos hablando de 3.000 militares, también guardias civiles que están arriesgando su vida para garantizar la estabilidad del Líbano, para proteger los barcos que cruzan el Índico, para combatir el terrorismo en Somalia. En definitiva, 3.000 profesionales que dan lo mejor de sí mismos, que merecen las mejores condiciones y equipamientos que podamos darles.

Por tanto, estas son las cinco partidas en las que se van a distribuir los 10.471 millones de euros del plan que vamos a enviar mañana a Bruselas. 10.471 millones de euros que se van a sumar a los que hemos invertido a lo largo de estos años previos hasta alcanzar una cifra total de 33.123 millones de euros en seguridad y en defensa, es decir, el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) de España.

Como he dicho antes, nuestro objetivo es modernizar las capacidades de seguridad y de defensa en España y en Europa con una perspectiva integral de 360 grados, apostando principalmente por tres cosas: Primero, la mejora de las condiciones de nuestras Fuerzas Armadas. Segundo, la modernización de nuestros equipos. Y tercero, el desarrollo de nuevas tecnologías con un enfoque prioritario en aquellas aplicaciones y dispositivos de doble uso que podrán servir tanto para el propósito militar como también para el propósito civil.

Tanto es así que, para que se hagan una idea, el 84% de los 31 nuevos programas especiales de modernización a los que se van a dedicar en torno a 3.800 millones de euros generarán desarrollos tecnológicos de doble uso, de doble propósito, tanto para el ámbito militar como para el ámbito civil.

Nosotros, evidentemente, no elegimos el mundo en el que en el que vivimos, pero evidentemente una cosa que sí quisiera decirles es que menos de una quinta parte del Plan se va a destinar a la compra de armamento en el sentido más tradicional del término, fundamentalmente a la modernización de sistemas de combate terrestre y marítimo, y se hará porque es necesario, porque aunque no nos guste, hay enemigos estatales y no estatales a los que solo se les disuade así.

Por eso he dicho antes que nosotros no elegimos el mundo en el que vivimos, no elegimos la beligerancia de Putin, la proliferación de grupos yihadistas en el Sahel, la presencia de mafias o de narcotraficantes en el Atlántico o la reconfiguración del vínculo Atlántico al que estamos asistiendo en estas últimas semanas. Nosotros no elegimos esta coyuntura internacional marcada por la inestabilidad, por la incertidumbre, como tampoco elegimos la pandemia, como tampoco elegimos la espiral inflacionista, la guerra comercial o ninguna de otras crisis que hemos vivido en estos últimos años.

No elegimos las crisis, pero sí elegimos cómo afrontar y responder a esas crisis. Elegimos hacerlo, si me lo permiten, con inteligencia estratégica, con justicia social, con lealtad, con la lealtad propia de un socio fiable y comprometido con Europa y con la determinación de que España salga de ella mejor de lo que entró. Así lo hemos hecho en cada una de las crisis a las que nos hemos enfrentado y así, evidentemente, lo vamos a volver a hacer ahora.

La inversión adicional que vamos a realizar en seguridad y en defensa va a estar a la altura del momento que vive el mundo y de las amenazas a las que se enfrenta ese proyecto al que nosotros también contribuimos de manera activa, como es la Unión Europea. Pero también va a estar a la altura de los intereses de España, de los valores del gobierno progresista.

Unos valores que se materializarán en cuatro compromisos que quiero adquirir hoy ante la ciudadanía.

El primero de ellos, es que vamos a financiar este Plan, como he dicho desde el primer minuto, sin tocar un céntimo de euro del Estado del bienestar, ni afectar al bolsillo de nuestros ciudadanos. El grueso de la financiación prevista para 2025 va a proceder de tres fuentes.

La primera, de la reorientación de algunas partidas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de los fondos Next Generation, como por ejemplo la destinada a la ciberseguridad, dotada con más de 1.300 millones de euros, como he dicho al principio de mi intervención.

En segundo lugar, de los ahorros generados por la gestión rigurosa que ha hecho este Gobierno y también el desempeño exitoso de la política económica de este Gobierno. Ahí están los datos de crecimiento económico y que en 2024 superaron las previsiones de todos los organismos internacionales y nacionales y también del Ejecutivo de España.

En tercer lugar, del margen que nos dan ciertas partidas que se incluyeron en los Presupuestos Generales del año 2023, pero que ya evidentemente no se necesitan.

Con todos estos mecanismos y remanentes, el Gobierno va a poder financiar el ejercicio de 2025 sin comprometer el gasto social o medioambiental, sin acometer subidas de impuestos y sin incurrir en un mayor déficit ni endeudamiento público.

A la espera, además, de que la Comisión concrete y ponga en marcha otros mecanismos de financiación adicionales que, como saben, estados miembros como España hemos pedido, vamos a apostar por esta vía porque pensamos que la defensa es un bien común, también europeo, que debe financiarse no solamente con recursos nacionales, sino también con recursos comunitarios.

En definitiva, vamos a mejorar y este es el compromiso que asumo con la ciudadanía española, vamos a mejorar nuestra seguridad mientras seguimos mejorando nuestro bienestar social, como hemos hecho, por cierto, desde que soy presidente del Gobierno. Le recuerdo que desde el año 2017 el Ejecutivo ha incrementado en alrededor de 12.000 millones de euros la inversión en seguridad y en defensa, al tiempo que hemos aumentado en 120.000 millones de euros las políticas sociales, los servicios públicos y en más de 30.000 millones de euros el apoyo a la transición ecológica.

Por tanto, una economía saneada y dinámica como la nuestra puede invertir en bienestar y en seguridad al mismo tiempo. Y lo hemos hecho en el pasado, lo vamos a seguir haciendo ahora. Y este es mi primer compromiso.

El segundo compromiso es que la mayor parte del dinero que vamos a movilizar se va a quedar en España. Estimamos que el 87% de la inversión del plan, en torno a unos 9.000 millones de euros, irá a parar a empresas, trabajadores y trabajadoras españoles y españolas de sectores muy diversos y en todas las comunidades autónomas del país.

Vamos a dirigir los fondos a los corredores industriales, de Seguridad y de Defensa que ya existen en el norte, en el sur, en el este y en el oeste de España. Y vamos a ampliar estos corredores a nuevos territorios para que las empresas allí instaladas puedan aumentar su actividad, puedan ampliar sus plantillas y modernizar sus sistemas productivos.

Y también, lo que vamos a hacer, es invertir en otros sectores como el de las tecnologías digitales, el de las telecomunicaciones o aquellos que podrían verse más afectados por los aranceles infligidos por la administración estadounidense.

Y vamos a exigir a las empresas tractoras de unos y otros sectores que involucren a su vez a pymes, a la economía social, a startups, de modo que éstas puedan aprovechar la oportunidad para integrarse en cadenas de suministro avanzadas, obtener financiación y crecer e internacionalizarse.

Y, para facilitar todo este proceso, vamos a llevar a cabo otras acciones sin adscripción presupuestaria al Plan, pero que van a ser importantes para la gobernanza de este Plan. Primero, se va a crear un Comité Nacional de Seguridad y Soberanía Tecnológica para garantizar la correcta ejecución de este plan. En segundo lugar, vamos a ampliar las oficinas de transferencia tecnológica. Y, finalmente, vamos a fortalecer nuestro ecosistema formativo con el desarrollo de nuevos programas de doctorado industrial, cátedras de universidad-empresa y el establecimiento -y aquí está la ministra, portavoz y ministra de Educación y Formación Profesional- de hubs de Formación Profesional, como hemos hecho también con los fondos europeos en otros ámbitos y que ha sido, por cierto, un éxito sobresaliente.

En última instancia, le quiero decir a los ciudadanos y ciudadanas que el objetivo es convertir esta crisis securitaria, en un nuevo estímulo económico para España, de reindustrialización para España, de formación para los ciudadanos españoles y el desarrollo de aquellas tecnologías de doble uso, que sirven al ámbito de la seguridad y de la defensa, pero también pueden servir para aplicaciones y oportunidades en sectores del ámbito civil en su conjunto.

La estimación que hace el Gobierno de España de este Plan es que va a contribuir a incrementar el Producto Interior Bruto de nuestro país entre un 0,4 y un 0,7 puntos porcentuales, que va a permitir aumentar la I+D casi en un 18% y que va a crear en torno a 100.000 empleos, 36.000 empleos directos y unos 60.000 empleos indirectos. La mayoría con niveles evidentemente de cualificación y salarios superiores a la media en nuestro país.

La principal meta del Gobierno de España siempre ha sido y siempre va a seguir siendo, hacer que los españoles y españolas viven mejor. Crear riqueza, repartir y redistribuir esa riqueza no solamente a nivel social, sino también a nivel territorial. De momento, creo que lo estamos logrando como pocos. Crecemos muy por encima de la media europea, batimos récord de empleo, reducimos la pobreza y la desigualdad, que sigue siendo el gran talón de Aquiles de la sociedad española. Y ahora vamos a aprovechar también este estímulo industrial para seguir haciéndolo.

He dicho que más del 80% de la inversión del plan va a ir a parar a España. El grueso de la inversión restante irá a parar a empresas europeas, porque el objetivo que tenemos todos los Estados miembros es el de fortalecer la base tecnológica y también la base industrial europea. Y lo haremos porque hay capacidades tecnológicas que están en nuestros países vecinos, en nuestros países europeos, y, por tanto, no necesitamos mirar más allá.

Y porque, además, como he dicho antes, queremos contribuir a la creación de una industria de seguridad y de defensa comunitaria, que nos permita economías de escala, que nos facilite las compras comunes, que mejore la interoperabilidad de las Fuerzas Armadas europeas y también la plena autonomía estratégica de la Unión Europea, que siempre ha defendido España.

En virtud de ese objetivo, menos del 5% de la inversión del Plan se destinará a la adquisición de piezas de repuesto o componentes imprescindibles que a día de hoy no se producen en Europa. Menos del 5%.

No obstante, también quiero informar a la ciudadanía y también a los medios de comunicación de que este Plan está diseñado para ayudar a que nuestras empresas puedan desarrollar esas capacidades productivas propias en el medio plazo y que Europa, por tanto, continúe fortaleciendo la idea de la autonomía estratégica.

El tercer compromiso es que vamos a trabajar de forma transparente y participativa a lo largo de las últimas semanas. Además de la ronda de reuniones que hice con los grupos parlamentarios y de la comparecencia que tuve en el Congreso de los Diputados, hemos tenido muchas reuniones con expertos nacionales e internacionales y con empresas representativas de los sectores de la tecnología, de la seguridad, de la ciberseguridad y la defensa en nuestro país.

Y de aquí en adelante, vamos a seguir haciendo lo propio. Vamos a publicar, como he dicho antes, los detalles técnicos y los presupuestarios del plan. Y también lo que vamos a hacer es incrementar nuestra interlocución con los agentes sociales, con el tejido productivo, con las administraciones autonómicas y locales que se van a ver beneficiadas por parte del Gobierno de España con este Plan y lógicamente, la sociedad civil.

De hecho, les anuncio que hoy mismo pediré comparecer nuevamente en el Congreso de los Diputados para presentar ante los grupos parlamentarios el Plan. Soy consciente, el Gobierno lo es, de que en el arco parlamentario existen diferencias sobre este asunto. Las hay. Pero creo honestamente, creo firmemente que esta es una cuestión de país en la que todos debemos aportar nuestras contribuciones, arrimar el hombro, apartar nuestras diferencias, porque lo que está en juego es algo tan serio como la seguridad de Europa y, por tanto, la seguridad de España.

Porque nuestros socios europeos cuentan con nosotros, como nosotros también contamos con ellos cuando planteamos ese ejercicio de solidaridad en respuesta a la pandemia.

Y porque el sentido común que se refleja, por cierto, en diferentes estudios demoscópicos, reflejan que una amplia mayoría social de españoles y españolas están preocupados por el contexto internacional y quiere soluciones, no controversias estériles o interesadas.

Hay un cuarto y último compromiso que me gustaría transmitirles y es que, evidentemente, el mundo está cambiando, pero los principios y valores europeos no. Este Gobierno no va a dejar de creer en la diplomacia y en apoyar al sistema multilateral que hoy está en entredicho y se está debilitando por uno de los principales actores. Tenemos que defendernos de aquellos que quieren acabar con nuestra soberanía, con nuestra democracia y con nuestra forma de vivir. Pero también debemos trabajar para que quienes quieren tal cosa cambien de opinión. Y eso se hace hablando con ellos, con convicciones firmes, pero también con los ojos abiertos y con la mano tendida. Se hace negociando en la sede de Naciones Unidas. Se hace impulsando la educación, el empleo, la salud en todas las regiones del mundo, particularmente las más afectadas a través de las ONG del Tercer Sector, de la ayuda al desarrollo, del libre comercio, de la cooperación entre Estados.

Por eso, les digo que, de la misma manera que no vamos a tocar un céntimo del gasto social para financiar el fortalecimiento de nuestra seguridad, tampoco vamos a tocar ni un céntimo de inversión en diplomacia y en cooperación al desarrollo.

Y les anuncio, por cierto, que al mismo tiempo que el Gobierno ejecuta el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, estamos ya trabajando en otro Plan para fortalecer desde España con contribuciones el sistema multilateral que hoy se está debilitando.

Saben que hay una conferencia importante en la ciudad de Sevilla a finales de junio, principios de julio. La Conferencia para la Financiación al Desarrollo es un hito importante del sistema multilateral de las principales cumbres de Naciones Unidas, donde se van a reunir la mayoría de sus países miembros. No va a ser el único hito, pero va a ser muy importante.

Y hoy más que nunca hace falta que países como el nuestro, que son solidarios, que son pacifistas, rompan una lanza en favor de nuestro sistema de reglas de cooperación en intereses compartidos que tanta paz y prosperidad ha dado al mundo durante estos últimos 80 años. Yo creo que ha llegado la hora de tener una conversación honesta y también eficaz sobre el funcionamiento y la misión de los organismos multilaterales. Ha llegado la hora de mejorar su representatividad, transparencia y eficacia en el llamado Sur global, de actualizar los mecanismos de decisión y de financiación.

Si queremos, en definitiva, que instituciones como Naciones Unidas, como el Banco Mundial, como el Fondo Monetario Internacional, como la Organización Mundial del Comercio, que hoy está en entredicho como consecuencia de esta guerra comercial, sean eficaces, sigan arbitrando y facilitando las relaciones entre países, tendremos que dotarlas y adaptarlas a la realidad del siglo XXI, que nada tiene que ver con la realidad del siglo XX.

España quiere estar y va a estar a la vanguardia de ese proceso. Y lo vamos a hacer porque conocemos el pasado y tenemos esperanza en el porvenir, porque, aunque sabemos que la fuerza aún sigue condicionando el mundo, es posible construir un futuro en el que eso deje de ser así. Ese es el compromiso, la ambición y el propósito del Gobierno de España.

Concluyo, y agradezco además a los medios de comunicación y a los ciudadanos el que me hayan permitido extenderme en esta primera intervención. Concluyo con una reflexión personal y es que, con toda franqueza, si me hubieran preguntado hace años sobre las prioridades de inversión de mi Gobierno en seguridad y en defensa, es evidente que mi respuesta hubiera sido distinta a la que les acabo de detallar. Pero eso no es porque nuestros valores y nuestros objetivos hayan cambiado es porque el mundo lo ha hecho.

En 2018, Rusia aún moderaba sus agresiones a Europa, el Sahel contaba con algunas democracias fuertes y la presencia de tropas occidentales. Las amenazas híbridas estaban latentes, no eran tan evidentes y el vínculo transatlántico se mantenía inalterado y también incuestionado.

Pero ese mundo de ayer ya no existe. Hoy la realidad es muy distinta. Y nosotros, como Gobierno, debemos responder a ella por compromiso con nuestros socios europeos, que acudieron cuando les necesitamos en nuestra ayuda. Por responsabilidad para con nuestra ciudadanía, que espera que la protejamos y que garanticemos su forma de vida, su modelo social y democrático. Y por lealtad a nuestros principios.

Porque España no podrá ser una sociedad próspera, ni justa ni libre, si no es capaz de defender su espacio digital y también su territorio físico. Europa debe aprender a hacer aquello que hasta hace poco no era necesario o que hacían otros por ella desde después de la Segunda Guerra Mundial.

Y España tiene que contribuir a ese esfuerzo como lo que es y pretende ser: una de las mayores potencias económicas, científicas y secretarias de Europa.

Por tanto, España va a estar a la altura de este momento histórico. Vamos a arrimar el hombro. Y lo vamos a hacer sin renunciar a nuestros valores y a nuestros intereses.

Por eso vamos a centrar los esfuerzos de este Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa de España y de Europa en mejorar las condiciones de nuestras Fuerzas Armadas, en adquirir y desarrollar los equipamientos y las tecnologías que nuestra industria sabe producir y en ayudar a las pequeñas y medianas empresas a los territorios que hay más allá de la capital a atraer nuevas empresas, crear empleos de calidad y también crear desarrollo local. En definitiva, también lo que queremos es reforzar las capacidades de nuestras Fuerzas Armadas, también de la UME, para gestionar las emergencias climáticas.

En resumen, vamos a usar el desafío securitario para seguir avanzando en nuestro propio camino, no en la dirección que dicten los enemigos, sino en la que nosotros como sociedad queremos para nosotros, para nuestros seres queridos y para nuestros hijos y nuestras hijas.

Una España, por tanto, con más industria, con más empleo, con más justicia social, con más cohesión territorial, con más innovación tecnológica y con más seguridad, si me permiten, en un sentido amplio, en el sentido amplio de la palabra. Ese es nuestro objetivo.

Y, a continuación, quedaría, secretaria, a disposición de los medios de comunicación para responder a sus preguntas.

PREGUNTAS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Daniel Basteiro (Bloomberg): Gracias, presidente, quería saber de qué manera encaja este plan en la estrategia europea, si ha habido algún tipo de coordinación previa sobre dónde invertir o qué capacidades reforzar. Entiendo que nada de este plan será financiado con esos 800.000 millones del Plan de la Comisión anunciado por la presidenta Von der Leyen. En segundo lugar, usted habla de ese compromiso del 2% adquirido en 2014, pero hay una nueva Cumbre de la OTAN en La Haya y se habla de superar bastante ese compromiso. ¿Cuál es el calendario a partir de 2025?, ¿cuánto invertirá España en seguridad y defensa en 2026? Y si me lo permite, ¿va a someter a la votación en el Congreso el plan en el conjunto o alguna de sus partes?

Respuesta: Bueno, muchas gracias Daniel, por sus preguntas sobre la contribución. La contribución en principio es a cargo del presupuesto nacional. Evidentemente, como saben ustedes y los medios de comunicación particularmente no los ciudadanos, llevamos muchos años trabajando, haciendo un diagnóstico tanto en Europa como la Alianza Atlántica sobre cuáles son los riesgos y las amenazas que sufre particularmente Europa. Ahí está la brújula estratégica., también el concepto de seguridad de Madrid aprobado en la OTAN, esa perspectiva de 360 grados. Por tanto, a partir de ese marco, lo que ha hecho España es trabajar evidentemente en reforzar sus necesidades y capacidades, tanto de seguridad como de defensa para afrontar esos desafíos. Sobre el instrumento SAFE, bueno, tenemos todavía que ver la concreción del mismo. Estamos a la espera de ver el resultado del trabajo de la Comisión Europea y a partir de ahí pues evidentemente decidiremos si vamos o no a ese a ese programa SAFE. En todo caso, estos 10.000 millones de euros adicionales son con cargo a presupuestos nacionales y, por tanto, quedamos a la espera de ver exactamente cuál es la concreción del programa SAFE de la Comisión Europea y a partir de ahí decidiremos si nos incorporamos a los programas europeos o no. Si me pregunta si la ambición, si la voluntad del Gobierno de España es participar, le digo que sí, porque, como he dicho antes, lo que queremos es contribuir también a aumentar la capacidad industrial y tecnológica de Europa. Pero tampoco podemos esperar y, por tanto, hemos dado este paso el día previo, porque mañana es cuando tenemos que enviar digamos la planificación presupuestaria tanto a Bruselas a la OTAN como a la Comisión Europea. Todas las partidas presupuestarias que se han incorporado en este Plan Industrial y tecnológico de la Seguridad y la Cefensa cuentan, o vamos a decirlo de otra manera, se inscriben en las métricas OTAN que se contabilizan como gasto en defensa. Y, en segundo lugar, sobre el compromiso del año 2014, la cumbre de 2025… Yo creo que vamos a esperar. Efectivamente hay distintos comentarios que se están haciendo, si un 5% y un 3,5%. Yo creo que el planteamiento que tiene que hacer los Estados miembros, particularmente de Europa, es vamos a reforzar el pilar europeo de la seguridad y la defensa. Esa es la mejor manera de contribuir al fortalecimiento de la relación transatlántica. En segundo lugar, vamos a hablar y vamos a pensar cómo no solamente invertir más, sino invertir juntos y mejor, porque es ahí donde está el debate que se está soslayando. Dónde está la capacidad que tiene Europa y la Alianza Atlántica de invertir juntos e invertir mejor para crear esas economías de escala y esa base industrial y tecnológica que necesita Europa. Y finalmente, sobre el Congreso de los Diputados, lo he dicho en algunas ocasiones, hoy quiero volver a especificarlo. El Gobierno de España, como en toda democracia consolidada como es la nuestra, obedece y funciona y ejerce sus competencias en base a la Constitución Española. Hay dos artículos de la Constitución española. En concreto, el artículo 97 y el artículo 134, donde se establecen con claridad cuáles son las decisiones que corresponden al ámbito ejecutivo y al ámbito legislativo de nuestro país. También hay un capítulo cuarto de la Ley General Presupuestaria que establece con nitidez qué puede y no puede hacer el Gobierno a la hora de reasignar y ejecutar partidas de gasto. Y este plan, por tanto, no requiere la aprobación de las Cortes Generales. Por supuesto, comparecer ante las Cortes Generales, como ya lo he hecho previamente, pero no requiere de la aprobación de las Cortes Generales. ¿Por qué? Porque no implica un mayor esfuerzo presupuestario y, por tanto, vía ingresos a través de los impuestos ni de los ciudadanos ni de las empresas de nuestro país. Las fuentes de financiación derivan del buen desempeño de la economía española y también de la reorientación de partidas presupuestarias de los Presupuestos Generales del Estado y de los fondos europeos. Por tanto, el Gobierno lo que está haciendo es su trabajo.

Miguel González (El País): Muchas gracias, presidente. Miguel González, de El País. Le quería preguntar. En primer lugar, ¿estamos hablando de esos 10.471 millonesa los que se ha referido de transferencias al presupuesto de Defensa o incluye también líneas de crédito del Ministerio de Industria o de otros? Es decir, ¿estamos hablando siempre de gasto, hablamos también de crédito? Luego, bueno, creo que ha dicho usted en la respuesta a mi compañero que entienden que todos estos programas que se incluyen en este plan encajan en la definición que actualmente hace la OTAN sobre lo que es el gasto de defensa. Una definición que sin embargo España quiere flexibilizar según le hemos escuchado. Y luego, bueno, está hablando usted en todo momento de llegar al 2% en el año 25, no sé si realmente hay capacidad de ejecutar todo este plan en lo que queda de año o si nos iríamos probablemente ya a ejercicios futuros. Gracias.

Respuesta: Pues evidentemente, respecto a la primera de las preguntas, hay líneas de crédito que se sustancian y que por tanto serán gasto cuando se ejecuten. Y la pregunta tiene una fácil respuesta: el Gobierno de España, por supuesto, confía en ejecutar toda esta partida presupuestaria inscrita en el Plan Industrial y Tecnológico de la Seguridad y de la Defensa.

José Enrique Monrosi (elDiario.es): Buenos días, presidente. Muchas gracias. Usted ha contado de dónde van a proceder fundamentalmente esos casi 10.500 millones de euros. Ha dicho que algunos de ellos van a proceder de la reorientación de algunos fondos europeos en concreto. Y ha puesto como ejemplo algunas partidas que irían destinadas a ciberseguridad. Yo quería preguntarle si nos podría poner algún ejemplo más de dónde va a proceder ese dinero porque, aunque usted ha insistido hoy y ya insistió en su día en que no se va a producir ningún tipo de recorte ni de desvíos en inversión social, el dinero con el que cuenta el gobierno es finito y supongo que hasta que ha ocurrido esta situación global que usted describe y que requiere un cambio de rumbo en los planes de su gobierno, ese dinero estaría destinado a otras cosas o previsto para gastarse en otras cosas. ¿En qué se va a dejar de gastar el dinero el gobierno para poder disponer de hasta 10.500 millones de euros para gasto en defensa? Ya ha contado usted que en principio no requiere desde un punto de vista legal ser aprobado por las Cortes Generales este plan. Yo quería preguntarle si desde un punto de vista político usted creería bueno, al menos aconsejable, contar con un respaldo del Parlamento o incluso de sus socios de gobierno para sacar adelante una inversión y un cambio de política en fin tan relevante durante este mandato. Y, por último, quería preguntarle si su socio de coalición Sumar ha mostrado algún tipo de inconveniente a este gasto durante la reunión del Consejo de Ministros. Muchas gracias.

Respuesta: ¿Pueden poner la diapositiva para para dar respuesta a las preguntas que me ha hecho el periodista? Bueno, aquí ven el grueso de las partidas en cuanto al gasto, un 35%, sobre todo en condiciones laborales, preparación y equipamiento de las Fuerzas Armadas; a nuevas tecnologías de telecomunicación y ciberseguridad, donde he comentado antes que, en efecto, estarían orientadas algunas de las partidas vinculadas con la ciberseguridad de los fondos europeos; apoyo a emergencias y desastres naturales, por tanto, apoyo a las capacidades operativas de la UME, Misiones en el exterior. Bueno, ¿de dónde sacamos estos recursos económicos? Y dar algunos ejemplos más. He dicho antes Monrosi, si me permite, que la orientación de algunas de las partidas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En concreto, Ciberseguridad 1.300 millones de euros que ya estaba prevista por cierto y aprobada por parte de la Comisión Europea. En segundo, ahorros generados por la rigurosa gestión económica que está haciendo este Gobierno y también por la exitosa política económica de este Gobierno que nos está llevando a tener unos datos económicos tan sobresalientes como los que está viviendo España en un contexto europeo mucho más complejo y también desde el punto de vista internacional. Recordemos que España el año pasado fue la mejor economía del mundo en términos de desempeño económico. ¿Eso que ha implicado? ha implicado, por ejemplo, que se hayan generado ahorros que en el año 2024 llegaron a representar en torno a 3.000 millones de euros, por ejemplo, en reducción del pago en intereses de la deuda. Ese es otro ejemplo que les pongo. O también el margen que nos dan. ciertas partidas que se incluyeron en los Presupuestos Generales del Estado en el año 2023, todavía con la resaca de la pandemia, pero que ya no se necesitan. Por ejemplo, les pongo un caso concreto, 1.700 millones de euros que estaban en las cuentas del ejercicio del año 2023 y que se destinaban a compensar a las entidades territoriales por la caída de ingresos fiscales durante el parón económico provocado por la pandemia. Eso, evidentemente, hoy no tiene ningún, ninguna lógica, ningún sentido y, por tanto, lo que estamos haciendo también es reasignarlo a este compromiso de los 10.400 millones de euros. Sobre el apoyo parlamentario, no apoyo parlamentario. Lo he dicho antes de mi primera intervención. Sé que este es un debate complejo, con opiniones distintas en el Congreso de los Diputados. Es verdad que es un compromiso asumido por una administración anterior, la administración conservadora del Partido Popular en el año 2014, que dejó el presupuesto en defensa del 0,9%, es decir, más lejos del 2%. Nosotros lo que hemos hecho ha sido durante todo este tiempo aumentar, como he dicho antes, en 12.000 millones de euros el presupuesto en defensa. Y eso no ha sido óbice para que hayamos aumentado en 120.000 millones de euros las partidas vinculadas con los servicios públicos y las políticas sociales . O también en 30.000 millones de euros, la transición ecológica. Por tanto, esto no es un juego de suma cero. Creo que el buen desempeño de la economía en España nos permite el poder abordar estos compromisos y anticiparlos como estamos haciendo en el año 2025. Y en ese sentido, sí que pediría y lo he hecho antes, pero lo vuelvo a hacer hoy, a que, dado que estamos hablando de la seguridad y de la defensa de Europa y por tanto de España, creo que los ciudadanos españoles además están mostrando una cierta preocupación por el contexto internacional que estamos viviendo, por la revisión del vínculo transatlántico, por la necesidad de que Europa dé un paso al frente también en tomar las riendas de su propia seguridad y de defensa. Y también la gran oportunidad que puede representar en el ámbito tecnológico todo este plan. Yo creo que sería conveniente que todas las fuerzas políticas, singularmente aquellas que han tenido ocasión de gobernar este país y que asumieron esos compromisos y no cumplieron, que desde luego dejen a un lado las cuestiones más partidistas y piensen en el país y piensen en Europa. Desde luego, desde el punto de vista material y legal no es necesario pasar esta reasignación presupuestaria por las Cortes Generales. Así lo establece precisamente la Ley General Presupuestaria, porque no exige ningún esfuerzo adicional vía impuestos a los ciudadanos o a las empresas. Y lo que estamos haciendo es utilizar los remanentes, utilizar también los ahorros generados por este buen desempeño económico para anticipar un compromiso que, insisto, adquirieron otros y no precisamente este gobierno, pero que es necesario para garantizar la seguridad y defensa en Europa. Y finalmente, sobre Sumar, yo diría que evidentemente el socio de la coalición de gobierno ha planteado observaciones en relación al plan destinado a la fabricación y a la adquisición de instrumentos de defensa y de disuasión. Tenemos una discrepancia en este punto, pero hemos gestionado esa discrepancia yo creo que desde el respeto y desde el diálogo, que creo que es importante también subrayarlo, como hemos hecho también en otras ocasiones, no somos partidos iguales, tenemos cada uno nuestras diferencias, pero lo hemos hecho siempre desde el respeto y del diálogo. Y además existe un consenso entre ambos socios, y esto me gustaría también ponerlo en valor en la mayoría de los puntos del plan, así como también en el objetivo fundamental y es el de mejorar la vida de los españoles, proteger su bienestar, sus valores y por tanto, su modo de vida, en definitiva. Yo creo que el europeísmo une al gobierno de coalición y el gobierno de coalición está unido detrás de este plan que hoy presentamos con evidentemente algunos matices como el que antes he referido en relación con las observaciones al plan destinado a la fabricación o adquisición de instrumentos de defensa y de disuasión.

Fernando Garea (El Español): Buenos días, Presidente. Usted ha explicado que la reasignación de presupuestos no tiene que pasar por el Parlamento, lo que sí tendría que pasar por el Parlamento son los Presupuestos donde podría estar oficializado todo esto. Ya se ha incumplido la Constitución al no presentarlos en el Congreso. Usted se comprometió, si no recuerdo mal, a presentarlos en el Congreso en el primer trimestre que acaba de pasar y no lo ha hecho. Aún no han oficializado y no sé si lo puede hacer hoy, el que ya no va a haber presupuestos en 2025, y quería saber si se puede comprometer a que cumplirá la Constitución y que habrá proyecto de Presupuestos antes de final de año para el año 26. Gracias.

Respuesta: Bueno, en fin, la lectura sobre la Constitución y su aplicación. En fin, puede, puede tener algunos matices, pero en todo caso el Gobierno de España, lo he dicho en muchas ocasiones, está comprometido en la presentación de los Presupuestos. Estamos trabajando discretamente con los grupos parlamentarios para poder presentarlo. Pero en todo caso, si queremos cumplir en el año 2025 con el compromiso del 2% del presupuesto en seguridad y en defensa, es evidente que tenemos que hacerlo cuanto antes. Ha habido un colega suyo que ha preguntado precisamente si vamos a ser capaces o no de ejecutar estos recursos económicos en el año 2025. Por supuesto que lo vamos a hacer, por supuesto que somos capaces, pero es evidente que si queremos cumplir el 2% en el año 2025 tenemos que hacerlo reasignando esas partidas presupuestarias. Afortunadamente, España cuenta con un crecimiento económico muy sólido, fuerte, donde, además, con este plan podemos aumentar el crecimiento entre 4 y 7 décimas del Producto Interior Bruto, crear más de 100.000 puestos de trabajo de manera directa o indirecta y, sobre todo, redistribuir estas oportunidades en todo el territorio nacional. Yo creo que a partir de ahí evidentemente hablaremos con los grupos parlamentarios para cumplir lógicamente con ese propósito de los Presupuestos Generales del Estado, pero, insisto, con estos Presupuestos cumplimos con ese 2% y además estamos creciendo seguro como la principal economía en Europa representa el 50% del crecimiento económico o el 40% del crecimiento económico de la zona euro y más del 30% de la creación de empleo. Por lo tanto, bueno, los presupuestos son un instrumento y ese instrumento sirve para crecer, crear empleo y redistribuir esa riqueza y esas oportunidades en todo, en todos los territorios y a todos los ciudadanos, principalmente aquellos que más lo necesitan. Y es lo que estamos haciendo. Ese es el compromiso del Gobierno de España. Creo que con esta presentación del plan España cumple con un único punto de los tres de los compromisos legales asumidos por la administración conservadora de Mariano Rajoy, allá por el año 2014, que nos quedaba por cumplir. Saben que eran tres. Uno es el 2% del presupuesto en defensa. El segundo es que el 20% de esa inversión se destina a nuevo equipamiento. Nosotros estamos por encima de esos porcentajes. Y el tercero es la participación de las Fuerzas Armadas españolas en distintas misiones internacionales en el exterior, y eso es algo que, como ustedes bien saben, España cumple con creces. Yo creo que esto es un paso en la buena dirección, sobre todo en la reindustrialización de nuevo de nuestro país. En verde y en digital. Antes alguien, algún compañero de los medios de comunicación preguntaba si había un cambio de rumbo en lo que representa este plan. Desde luego, no niego la mayor. Este Gobierno, como he dicho antes, durante estos últimos siete años, ha aumentado en 12.000 millones de euros el presupuesto en defensa, 120.000 millones de euros, el presupuesto en servicios sociales y en servicios públicos y 30.000 millones de euros más en transición ecológica. Y eso al final es también lo que estamos haciendo. Continuar con esa línea, cumplir con nuestros compromisos, hacer de España lo que es, un socio central, fiable, de Europa y de la Alianza Atlántica y contribuir entre todos a garantizar y mejorar la seguridad y la defensa de nuestro país y de Europa. Muchísimas gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)