Intervención del presidente del Gobierno en su visita a la planta desaladora de Torrevieja

14.2.2024

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Torrevieja, Alicante

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

Buenos días. Al presidente de Acuamed, a Francisco Baratech; por supuesto, también a los trabajadores que han estado acompañándonos en esta visita; también al Secretario de Estado de Medio Ambiente, a mi querido amigo Hugo Morán; a la directora General del Agua, María Dolores Pascual; al director de la planta, David Soriano; a las delegadas del Gobierno; autoridades, señoras y señores. Bueno, lo primero, buenos días, gracias también a los medios de comunicación por atender esta breve comparecencia.

Para mí es un auténtico placer el poder dirigirme a todos ustedes en la mayor planta desalinizadora de toda Europa. Y que además lo va a ser aún más cuando concluyan las obras de ampliación, cuya licitación hemos aprobado en uno de los primeros Consejos de Ministros de esta presente legislatura.

Y con ello, lo que quiero reafirmar es que el Gobierno concede la máxima prioridad, lo hemos hecho siempre, pero concedemos la máxima prioridad a las políticas de agua para combatir la sequía y, en consecuencia, para poder mitigar y adaptarnos a los efectos reales del cambio climático.

Con la ampliación de estas instalaciones, la planta de Torrevieja va a poder incrementar la capacidad de producir agua desalada en un 50%, es decir, de los 80 actuales hasta los 120 hectómetros cúbicos al año.

La implementación de la planta desaladora también va a abrir una puerta a la mejora de los acuíferos en las áreas de riego, donde se va a utilizar el agua desalinizada al permitir la sustitución de los recursos hídricos. Y yo creo que esto es una extraordinaria noticia también.

Y lo vamos a hacer posible apostando por aquello que España y esta tierra además poseen en una extraordinaria abundancia, que es el sol, con la puesta en marcha en esa ampliación de una de uno de los parques fotovoltaicos más importantes para hacer aún más sostenible la desaladora de Torrevieja .

El uso de la energía solar va a permitir, además, reducir el precio del agua desalada en alrededor de 4 céntimos por metro cúbico. Por tanto, mayor eficiencia.

Y todo ello, para garantizar las necesidades hídricas de abastecimiento, tanto desde el punto de vista humano, como también de regadío.

En fin, esta apuesta viene de largo, porque desde el año 2018 hemos invertido a través del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico más de 2.200 millones de euros, desde el año 2018, en diversas actuaciones en materia de agua a lo largo y ancho de nuestro país.

Y los datos son contundentes. Este Gobierno viene trabajando, va a seguir haciéndolo desde el punto de vista del compromiso social y territorial, para garantizar el abastecimiento de agua, tanto para el consumo humano, como también para el regadío de nuestro campo.

Y lo vamos a hacer, como he dicho antes, con compromiso social y territorial, con convicción, con determinación y sin escudarnos en excusas competenciales, colaborando en consecuencia con todos aquellos territorios, con todas aquellas administraciones que lo piden para garantizar el agua, ya sea en Cataluña o en Andalucía. En definitiva, allí donde sea necesario.

La ampliación de esta desaladora de Torrevieja es una, vamos a decir, la mejor evidencia de nuestro compromiso contra las consecuencias más devastadoras del cambio climático.

Unas consecuencias que niegan irresponsablemente los discursos negacionistas, contrarios a la Ciencia y, por tanto, al interés de la población en general y de los agricultores y ganaderos en particular.

Lamentablemente ya no se trata de conjurar una amenaza incierta, más o menos probable. Se trata de mitigar los efectos de adaptarnos a los efectos de algo que ya está aquí entre nosotros, en nuestras ciudades, en nuestro campo y es el cambio climático.

Los informes de las Naciones Unidas indican que la región mediterránea es el epicentro mundial de la sequía. Y aquí el único dogmatismo es el que procede de los discursos negacionistas y de los mercaderes de la duda climática.

El Gobierno, por contra, está haciendo todo lo que está en su mano para hacer frente a la sequía, utilizando tres principios claros que me gustaría desarrollar para terminar ya esta intervención.

El primero es el de la solidaridad. El segundo es el de la planificación. Y el tercero es el de la Ciencia.

Primero, solidaridad. Porque este no es un problema de una u otra comunidad autónoma, de uno u otro territorio, no es un problema de una u otra vertiente hidrográfica, no es el problema de una u otra cuenca. La sequía nos incumbe a todos, nos afecta a todos, porque si una parte de nuestro territorio, de nuestro país sufre las consecuencias, al final lo estamos sufriendo todas y todos.

Y si una parte ve con angustia cómo se secan los cauces y se vacían los embalses, todos, todas las administraciones tenemos la obligación de responder como el gran país que es España, y debemos hacerlo con solidaridad.

Segundo, planificación. Como he dicho antes, desde el año 2018 que tengo el honor de ser presidente del Gobierno, venimos impulsando distintas actuaciones vinculadas con el agua, pero me quiero remontar al año 2007, donde se pusieron entonces en marcha los primeros planes de sequía, planes con los que trabajamos desde el primer día, en nuestro caso desde el año 2018, volcando recursos, actualizando la normativa, porque tenemos que actualizarla en función también de los efectos del cambio climático.

Y la planificación también exige no solamente actualizar esa normativa, sino también volcar recursos económicos. Estamos hablando de promover nada más y nada menos que una inversión de 23.000 millones de euros para hacer frente a escenarios de sequía, articulada en un conjunto de más de 6.000 actuaciones para anticipar esta eventualidad.

Planificar es promover la inversión, histórica en regadíos, con 5.000 millones de euros entre el año 2022 y 2027 para modernizar hasta 700.000 hectáreas de cultivo, beneficiando en consecuencia a cerca de 20.000 agricultores.

Y planificación como la que nos llevó a aprobar a principios del año pasado los planes hidrológicos, que no deja de ser un gran acuerdo de país, partiendo de un objetivo ambicioso y es el de duplicar la capacidad de desalinización y de reutilización de agua en España.

Estamos apostando por la mejora de la eficiencia en el uso del agua en los regadíos. Aquí, por ejemplo, en Alicante ya hay tres proyectos en marcha que afectan nada más y nada menos que a 23.000 hectáreas de la Comunidad General de Riego de Levante, en la margen izquierda del Segura, con una inversión de 30 millones de euros que proviene de los fondos europeos, del Plan de Recuperación.

Y Planificación también a resultas de dedicar un PERTE específico, un proyecto estratégico específico a mejorar la gestión de un recurso escaso como es el agua, a través de la digitalización del ciclo del agua, con una movilización de más de 3.000 millones de euros, tanto de inversión pública, como también de inversión privada.

Solo aquí en la Comunitat Valenciana ya hay en marcha cuatro proyectos para la digitalización del ciclo urbano del agua, con cerca de 29 millones de euros, para ser exactos.

En definitiva, señoras y señores, los datos demuestran que estamos apostando por la innovación, por la eficiencia a la hora de administrar con inteligencia un recurso desgraciadamente cada vez más escaso y valioso como es el agua.

Por tanto, junto con la anticipación y con esa planificación y la solidaridad, hay un último elemento que me gustaría compartir con todos ustedes y es el de la Ciencia.

Yo creo que la Ciencia nos ha sacado de situaciones muy adversas, la emergencia sanitaria lo es, sin duda alguna, con el remedio de la vacuna y también en todo lo que representa el cómo utilizar este bien escaso que es el agua.

Ese es el camino que estamos recorriendo desde el año 2018 por parte del Gobierno de España. Y en él radican las certezas que merece la ciudadanía, también nuestras empresas y por supuesto, nuestro sector primario.

Es el camino de la Ciencia el que ha convertido ya a España, y esto, desgraciadamente hay muy poca gente que lo sepa a nivel nacional, pero yo quiero volver a reiterarlo, es el camino de la Ciencia el que ha hecho que nuestro país sea el líder europeo, el número uno en producción de agua desalada, el número uno y también el cuarto a nivel mundial en capacidad instalada, con una producción de agua tratada de cerca de 5 millones de metros cúbicos al día.

Y es el mismo camino que nos lleva a contemplar en los planes hidrológicos de tercer ciclo que van hasta el año 2027, inversiones por valor de 813 millones de euros en infraestructuras de desalación como esta en Alicante y otras que lógicamente se van a hacer en el Levante, en Murcia y en Almería.

En definitiva, termino: planificación, solidaridad y Ciencia.

Planificación, solidaridad y Ciencia frente al negacionismo para hacer frente a uno de los mayores retos que tenemos como país, también en el sector primario, como es la sequía, para mitigar y adaptarnos a los efectos del cambio climático.

Ese ha sido, va a ser y será nuestra respuesta, la que evidentemente está a la altura del tiempo en el que vivimos y de los desafíos que tenemos ante todos nosotros y nosotras.

Así que muchísimas gracias, gracias de nuevo a los trabajadores, también a la dirección de esta importante desaladora. Y bueno, nos queda la parte más importante, que es la de la ósmosis, de visitar.

Enhorabuena a todos y a todas. Y quiero en particular celebrar el buen hacer del secretario de Estado, de Hugo Morán, porque evidentemente está trabajando de manera yo creo que muy, muy positiva, tanto desde el punto de vista de la interlocución con las administraciones públicas, como también del diseño, la planificación y la solidaridad de este desafío tan extremo que tenemos, como es el de la gestión del agua.

Nada más y muchas gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)