Intervención del presidente del Gobierno en el acto de inicio de la construcción de la gigafactoría de baterías del grupo Volkswagen, en Sagunto

17.3.2023

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Sagunto (Valencia)

COMPARECENCIA DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

Buenos días, majestad. Ministra de Industria, Comercio y Turismo, querida Reyes Maroto; protagonista, sin duda alguna también, de este día tan especial. Ministra de Ciencia e Innovación. Presidente de la Generalitat Valenciana, querido Ximo. Presidente de las Corts. Alcalde de Sagunto. Presidente del Consejo de Administración de SEAT, querido Thomas. CEO de SEAT, Wayne. Autoridades. Queridos amigos y amigas.

Voy a empezar también, como hizo el presidente de Puig, por una efeméride, porque es verdad que, hace cuatro años, la Academia de las Ciencias de Suecia concedía el Premio Nobel de Química a tres científicos considerados los padres de las baterías de litio, y que habían iniciado sus investigaciones mucho tiempo antes, en los años 70 y en los años 80 del siglo XX.

Poco tiempo después, esta ciudad, Sagunto, -aquí se ha dicho por parte del presidente, privilegiada por la herencia romana-, que tuvimos ocasión -precisamente alcalde- de visitar en uno de los trabajos previos al acuerdo definitivo entre las distintas partes que representamos este proyecto, que era un gran polo entonces siderúrgico de nuestro país, se enfrentó a una durísima reconversión industrial que dejó una profunda huella en esta tierra, causada, por cierto, por la combinación de crisis energética y también de un conflicto bélico. La historia, por tanto, se repite, bueno, no es que se repita, sino que muchas veces, como ocurre en esta ocasión, rima.

Y es evocador pensar que aquellos científicos estaban diseñando, sin saberlo, el futuro de una tierra, entonces abatida por el cierre de aquellos altos hornos y que hoy mira con esperanza a un futuro ligado con la innovación y con la sostenibilidad.

Esta primera piedra es mucho más que un acto simbólico y así tenemos que vivirlo. Así lo vivimos aquellos que hemos estado detrás de este proyecto desde hace ya unos cuantos años, porque responde a un proyecto de país e incluso más allá de nuestro país, responde a un proyecto de Europa, al cual antes el president Puig hacía referencia, y es el de la reindustrialización de nuestro continente, y a la voluntad de orientar decididamente, por tanto, el rumbo de nuestro país hacia un nuevo modelo productivo.

Creo que la fábrica que aquí se levantará ejemplifica la apuesta de muchos, también del Ejecutivo de España, por la innovación y por la movilidad sostenible. Es una señal de nuestro compromiso con la industria, pero también, con las características que definen a una nación que yo diría emprendedora en el mercado global y es el de la innovación, pero también el de la cohesión territorial y el de la colaboración público privada.

Algunas cifras creo que pueden ayudar a entender la magnitud y el significado del proyecto que hoy estamos respaldando. Esta giga factoría va a ayudar a garantizar el futuro de la industria de la automoción en España. Y esto no es cosa menor porque estamos hablando del 8% de nuestro Producto Interior Bruto, de mucho empleo -casi 2 millones de trabajadores y trabajadoras trabajan en el sector de la automoción en nuestro país-. Y junto a la electrificación de las instalaciones de producción de automóviles de Martorell y de Pamplona, Sagunto se va a convertir en un gran vértice para una de las mayores inversiones industriales, yo diría, de la historia de nuestro país, que va a alcanzar, como aquí antes se ha hecho referencia por parte de Thomas y de Wayne, un volumen de 10 mil millones de euros.

Aquí se van a crear 3000 puestos de trabajo directos, alrededor de 12.000 empleos indirectos, con un impacto real que va mucho más allá -querido alcalde de la Ciudad de Sagunto-, para abarcar al conjunto -president de la Comunitat Valenciana-.

Por tanto, el mensaje es aún, yo diría, más esperanzador cuando vinculamos la creación de empleo, riqueza, con otro auténtico objetivo de país, y es el de reducir las contribuciones de emisiones de CO2 en 2 millones de toneladas al año. Por tanto, estamos convirtiendo la transición ecológica en algo positivo, con una narrativa positiva que está vinculada con la nueva industria, con la reindustrialización de nuestro país. Y eso tiene, evidentemente, un impacto decisivo en un concepto clave que me gustaría compartir con todos ustedes del que hay que hablar, y mucho, en el futuro más inmediato, y es el de la autonomía estratégica, tanto de España como del conjunto de la Unión Europea.

Porque estamos ante la primera fábrica española de ensamblaje de baterías y de celdas a gran escala, que son elementos clave para la producción de los vehículos eléctricos. Un hito posible gracias al compromiso -querido Thomas- del grupo Volkswagen, de Seat y de Cupra -querido Wayne-, responsables de esta primera gran giga factoría a las que seguirán otras en otras partes de España.

Un proyecto de esta trascendencia sólo puede tener éxito desde la máxima complicidad a la cual antes ha hecho referencia también el presidente Puig. Y yo quiero también ponerlo en valor.

Quiero dar las gracias, lógicamente, a las administraciones involucradas, a la Comisión Europea, al Gobierno de España, al Gobierno de la Comunitat Valenciana y, por supuesto, también al alcalde de Sagunto.

Pero, sobre todo, creo que estamos ante un ejemplo de colaboración público-privada que, evidentemente, debe ser la lección que extraigamos de esta transición ecológica, de esta transición energética en la que estamos. Porque, miren, el proyecto estratégico, el PERTE del vehículo eléctrico y conectado, ya ha animado la creación de varios consorcios industriales que me gustaría también poner de relieve. De las empresas que participan en el proyecto, un 61% son pequeñas y medianas empresas, que es la columna vertebral del tejido empresarial español. Proceden, además, -antes se lo comentaba al president Puig- de 11 comunidades autónomas, lo que ilustra no solamente la capilaridad del sector industrial de la automoción en nuestro país, sino también del proyecto de cohesión territorial que representa, desde Sagunto, esta factoría para el conjunto del país.

Por eso creo que la colaboración público-privada es crucial en muchos otros ámbitos, pero si hay uno estratégico es algo a lo que ha hecho referencia precisamente Thomas en su intervención, y es el de la formación, el de crear un ecosistema que nos permita continuar escalando en el futuro -por qué no- este tipo de proyectos, especialmente cuando estamos hablando de la competitividad. Por eso vamos a cerrar la brecha entre la oferta formativa y las competencias que son necesarias para la transición ecológica, para la transformación digital, y tenemos, en consecuencia, que orientar todo nuestro sistema educativo a las demandas de las ocupaciones requeridas en el futuro; en un futuro, por cierto, que ya es presente.

En definitiva, esta inversión resume nuestra política industrial en torno a tres aspectos claves. El primero de ellos es el de caminar hacia un mundo libre de combustibles fósiles y, por tanto, un compromiso inaplazable para el conjunto de la sociedad española, y que debe serlo, y lo es, para el conjunto de las administraciones que representamos a esa sociedad. El objetivo es ambicioso -lo saben- alcanzar un parque de 5 millones de vehículos eléctricos, nada más y nada menos que pasado mañana, en el año 2030. Los resultados son visibles, evidentemente tenemos que mejorar y mucho, y lo vamos a hacer, pero demuestra el aumento en el año 2022 que vamos en la senda correcta: Un 65% del número de puntos de recarga de acceso público respecto al año 2021.

Lograr la descarbonización exige también igualmente una apuesta por la transformación del transporte de personas y de mercancías. Este sector supone nada más y nada menos que el 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país y casi el 44% de la energía final consumida.

Por tanto, estamos hablando de una prioridad que es absoluta para el Gobierno de España el plan de recuperación. Los fondos europeos Next dedica más de 13 mil millones de euros a la movilidad sostenible, con medidas para alcanzar esa descarbonización, para mejorar la movilidad y la calidad del aire dentro de las ciudades y, lógicamente también, para digitalizar las infraestructuras.

Tenemos programas que hemos puesto en marcha también de la mano con el sector de la automoción en nuestro país como es el programa MOVES, que apoyamos con decisión para la compra de vehículos eléctricos por parte de los ciudadanos y ciudadanas, de las empresas, de las administraciones; el despliegue de los puntos de recarga y la innovación en la movilidad eléctrica.

Y, aun así, tengo la certeza de que podemos ir mucho más lejos. Ayer mismo tuve la ocasión de poder reunirme con los representantes del sector de la automoción en nuestro país. Anunciamos algunas medidas y la ampliación también del MOVES. Vamos a seguir incentivando la demanda de vehículos eléctricos, querido Wayne, y para ello vamos también a agilizar algo importante y a facilitar aún más la instalación de puntos de recarga en la red de carreteras del Estado.

Junto con ello, el segundo elemento que me gustaría destacar en este evento es la firme apuesta por la industria como motor de la economía. Creo que en muchas ocasiones hemos echado en falta en el pasado una política industrial firme, una política industrial comprometida por parte de todas las administraciones públicas. Creo que esto ya es pasado. Sin duda alguna no es el presente, es todo lo contrario. Es una apuesta clara por la reindustrialización de España y, en consecuencia, por aumentar la reindustrialización de Europa.

Los proyectos estratégicos son un instrumento clave. Así se han desvelado para industrializar nuestro país, para potenciar la inversión y también aumentar esa autonomía estratégica abierta por la cual estamos apostando todos los gobiernos europeos.

En nuestro caso, ya son 12 los proyectos innovadores en los que se van a invertir, nada más y nada menos, que 35 mil millones de euros. Van a permitir muchas cosas, pero sí me gustaría subrayar varias de ellas. Primero, acelerar la transición ecológica y, por lo tanto, hacernos competitivos a partir de esa apuesta por la transición ecológica, la transformación digital y mejorar nuestra competitividad fomentando sectores de vanguardia.

Me refiero a las energías renovables, lógicamente, al almacenamiento, a la industria aeroespacial, a la industria naval -también muy importante en nuestro país-, a la descarbonización de la industria en su conjunto, o por qué no, a hacer de España un lugar donde se puedan fabricar microchips y semiconductores.

Los datos de inversión extranjera en España acreditan dos certezas que me gustaría compartir con todos ustedes. Primero, que vamos en la dirección correcta y, en segundo lugar, que España inspira confianza. Algunos datos claramente demuestran esta confianza de que vamos en la dirección correcta.

Fíjense, en 2022 España recibió inversiones en 860 nuevos proyectos por valor de 44.563 millones de euros de inversión. Y lo más importante es que se han creado más de 96.000 empleos. Por lo tanto, estas cifras suponen un récord de inversión en la serie histórica. Convierten a España en el 6.º receptor, no de Europa, sino del mundo, por delante de potencias tan importantes como China, como Francia o como Japón. Cuartos a nivel global cuando nos referimos al sector de la automoción.

Por tanto, la enorme confianza de los inversores en nuestro país se produce, además, en un contexto de extraordinaria complejidad a nivel global. En medio de una guerra en Europa, tras una intensa crisis energética, responsables de niveles de inflación sin precedentes en las últimas cuatro décadas en el continente. Una guerra que evidentemente nos sacudió cuando veíamos la luz al final del túnel del túnel tras la pandemia, que también evidentemente mostró las carencias de la industria europea en la fabricación de elementos esenciales para poder proteger la seguridad y la salud de nuestros conciudadanos.

A este panorama cabe añadir la generalización de subsidios en otras regiones del mundo que son muy potentes. Estados Unidos, por ejemplo, pero también China, India o Japón, que distorsionan la competencia y que amenazan con desviar fuera de Europa grandes inversiones de sostenibilidad y de digitalización.

Por tanto -lo sabe además la industria de la automoción- el Gobierno de España está pidiendo, exigiendo, demandando a la Comisión Europea que respondamos, respondamos a este enorme desafío industrial para el conjunto del continente europeo.

En todo caso, aunque los desafíos son grandes, creo que lo importante es subrayar en este momento la determinación firme de todos los sectores públicos vinculados. Liderar los debates en Europa en favor de la autonomía estratégica abierta, reforzar la competitividad de nuestra industria a nivel español y a nivel europeo.

Miren, España lidera cuando plantea la reducción, por ejemplo, de la burocracia, la mejora de las ayudas de Estado en sectores estratégicos. Esto es un objetivo crucial que compartimos lógicamente con el sector de la industria del automóvil para hacer frente a los desafíos que amenazan la competitividad de nuestra industria, sin debilitar, lógicamente, una de las principales piezas de la construcción europea que es el mercado interior. Y, por supuesto, tampoco las políticas de cohesión territorial, tan importantes también para nuestro país.

España lidera cuando promueve, por ejemplo, la articulación de una solución ibérica para contener los precios de la electricidad y que nos ha hecho muy competitivos también en el plano de la energía, además de la apuesta que estamos haciendo por las renovables y, por tanto, por las energías limpias mucho más competitivas desde el punto de vista del precio.

Y España lidera en Europa cuando defiende una reforma estructural, como estamos defendiendo del mercado eléctrico que garantice una energía limpia, segura, a precios asequibles, estables para nuestros hogares y, sobre todo, para la industria que quiere quedarse en Europa, que quiere desplegarse en Europa y que necesita, lógicamente, precios energéticos competitivos, sobre todo cuando estamos hablando de nuestros rivales -en el mejor sentido de la palabra- comerciales.

Bueno, vamos a hacer de la mejora de la competitividad de la industria europea y española una de las grandes prioridades de la presidencia española de la Unión Europea.

Y finalmente, y con esto concluyo, majestad. En tercer lugar, creo que la apuesta por la innovación en el ADN de nuestro tejido productivo. Hablamos, por ello de inteligencia artificial en la conducción autónoma, de las infraestructuras digitales de las redes de cinco o seis que se van a comunicar con nuestros automóviles.

Esta apuesta decidida por la innovación se visualiza, si me permiten poner un ejemplo con claridad, en los Presupuestos Generales del Estado que destinan para el año 2023, nada más y nada menos que 16.328 millones de euros, es decir, un 23% más que el año anterior.

También aquí vamos de la mano con el sector privado, que va a estar lógicamente apoyado por el sistema público de ciencia y de innovación, querida ministra. Tenemos el compromiso de alcanzar una financiación pública en demasía del 1,25% del Producto Interior Bruto en el año 2030 y aspiramos a llegar al 3% con el sector privado.

En fin, para ello, el Ministerio de Ciencia e Innovación, cuya ministra nos acompaña, querida Diana, cuenta en 2.023 con un presupuesto que duplica la inversión realizada en el año 2020. Y a esto se añade, además, algo muy importante y es la oferta pública de empleo para el sector de investigación, la más importante de estos últimos 15 años.

En definitiva, hoy comparto con el resto de intervinientes una ilusión, una alegría. Y es que arranca un proyecto que representa mucho más que una factoría de alta tecnología a escala mundial. Hoy Sagunto, querido alcalde, hoy la Comunidad Valenciana, querido presidente, hoy España, queridos amigos y amigas, estrechan la mano al futuro y lo hacen a través de una iniciativa integral sin precedentes. Un proyecto que fusiona la actividad profesional con la actividad económica, con la creación de empleo y con el impulso, las energías renovables y la movilidad sostenible y la mejora formativa de cientos de jóvenes que van a encontrar un empleo aquí en Sagunto, en la Comunitat Valenciana, vinculado con el futuro.

Hace algunos años, y con esto ya termino esta anécdota personal, cuando comenzamos a hablar de los vehículos eléctricos y conectados y a seguir la senda de las energías renovables, sabíamos que nos dirigíamos al destino correcto y creo que el tiempo y el progreso nos han vuelto a dar la razón.

Vamos a seguir esa senda impulsando el desarrollo económico de nuestro país, modernizando nuestro tejido productivo, aprovechando el salto tecnológico para crecer con más respeto al medio ambiente, que es la tarea que tiene por delante, pendiente la humanidad, con más justicia social y, sobre todo y ante todo, con algo fundamental para nuestro país y es la cohesión territorial. Porque la igualdad de oportunidades de los españoles y españoles, allí donde vivan, también se garantiza con oportunidades de crecimiento económico en todos y cada uno de sus territorios.

Eso, nada más y nada menos, es lo que estamos hoy haciendo posible aquí en Sagunto, en la Comunitat Valenciana. Y yo solamente puedo terminar agradeciendo lógicamente el compromiso institucional de la Corona. Señor, desde el primer minuto se lo agradezco en nombre del Gobierno de España, también lógicamente del grupo Volkswagen, Seat y Cupra; de los ministerios implicados, también de las consejerías implicadas, del Ayuntamiento y de este éxito colectivo, tanto desde el punto de vista institucional como privado.

Hoy estamos haciendo algo muy grande para España y para Europa y lo necesitamos.

Gracias.

(Transcripción editada por la Secretaria de Estado de Comunicación)