Intervención del presidente del Gobierno en la clausura del Foro Empresarial España-Angola en Luanda

8.4.2021

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Luanda (Angola)

Ministro de Estado, autoridades también españolas, empresarios y empresarias de ambos países. Este país tiene un símbolo natural: el baobab. Un árbol admirado por todos los habitantes de Angola, pero también un árbol que admiramos todos aquellos que llegamos aquí. Y si hay algo que me llama particularmente la atención de esta maravilla de la naturaleza, no es sólo la altura que puede alcanzar, o el diámetro de su copa, que me han dicho que puede superar hasta incluso los once metros.

Son sobre todo los años que puede llegar a vivir. Ochocientos o mil años. Me impresiona su supervivencia frente al devenir del tiempo, su fortaleza en consecuencia cuando existen buenas condiciones climatológicas y, especialmente, su capacidad de resistencia frente a la sequía o la adversidad. Una resistencia que inspira, sobre todo en estos tiempos que vivimos.
No hay duda alguna de que atravesamos momentos de adversidad como consecuencia de la emergencia sanitaria, económica y social propiciada por el Covid.
Y en un momento así, agradezco enormemente como presidente del gobierno de España la asistencia de los invitados e invitadas a este acto, y también reconozco el esfuerzo que se está haciendo por parte de todos para superar esta difícil situación.

Siempre he defendido que para superar la coyuntura actual solamente había una fórmula: y era la unidad, en definitiva, la acción coordinada colaborativa y cooperativa a nivel internacional. Porque ante una emergencia global sólo cabe una respuesta global. Con la pandemia y ahora también con la vacunación, que tiene que Ningún país será capaz de superarla si actúa en solitario.
He dicho en muchas ocasiones en mi país que 2020 va a ser recordado, recordado en los libros de historia como el año de la pandemia y, en consecuencia, de la gran resistencia de nuestras sociedades. Por cierto, felicito a las autoridades angolanas y también a la sociedad angolana por la resistencia y los buenos datos que tienen en relación con el Covid-19 a lo largo del año 2020 y el año 2021. Por tanto, el año 2020 siempre va a ser recordado por el año de la pandemia y la gran resistencia de nuestras sociedades.

Y el año 2021 tiene que serlo, por el de la vacunación y la recuperación. La vacuna está siendo el puente hacia la recuperación global. Nos hallamos ya ante el principio del fin. La vacuna está siendo el puente hacia la recuperación global. Una vacuna, en consecuencia, que tiene que ser de acceso universal a todos y cada una de las sociedades del mundo.
Nos va a permitir, además esta vacuna superar todos los obstáculos que tenemos por delante este año y nos da un horizonte de salida, en consecuencia, para la recuperación económica global.
Para aprovechar este momento, mi país España lo tiene muy claro.

Estamos hoy aquí en Angola para fortalecer nuestras relaciones estratégicas, para proyectarnos unidos con la recuperación económica.
Unidos, unidas.

De hecho, la progresiva internacionalización de las economías va a ser la que contribuya a la recuperación y el crecimiento económico y la creación de empleo en nuestros países. Las empresas, ya sean las públicas o las privadas, están llamadas a jugar un papel clave y crucial como motores de la recuperación y, en consecuencia, de la transformación que tenemos que abordar por delante.

Aquí se ha hecho referencia, por ejemplo, al desarrollo y al impulso de la transformación digital, tan disruptiva en nuestras sociedades, pero que, en consecuencia, también tiene y representa enormes potencialidades y oportunidades.

En este nuevo e inesperado contexto, señoras y señores, que nos ha tocado vivir como consecuencia de la pandemia, me gustaría destacar que el ejecutivo español ha adoptado numerosas medidas a lo largo de estos meses largos de pandemia, de apoyo a los ciudadanos más afectados y a nuestro tejido productivo.

Nuestra máxima siempre ha sido la misma: proteger y avanzar, salvar vidas, salvar empleos y salvar empresas.

Proteger y avanzar unidos para que nadie quede atrás.

Porque a mi juicio es imprescindible apoyar a las empresas que eran viables antes de la pandemia y que están sufriendo duramente los embates de la crisis. Pero también ayudar a impulsar a aquellos proyectos nuevos que apuesten por la transformación del tejido productivo y la innovación en esos dos grandes vectores que son la transición ecológica y la transformación digital.

He de decir que la historia económica de mi país, España, ha demostrado a mis compatriotas que el comercio y la inversión son instrumentos incuestionables para superar situaciones de ralentización o incluso de recesión económica, como se está atravesando.

Y si algo han confirmado las empresas españolas en la anterior crisis -en la crisis financiera de 2008- es que fue precisamente la recuperación de la demanda internacional, la recuperación y la reactivación internacional las que contribuyeron a superar las adversidades económicas en mi país. Por ello, animamos y apoyamos a todas nuestras empresas a continuar y a reforzar esta esa actividad internacional y por lo tanto es un orgullo ver aquí a empresas españolas comprometidas con Angola y comprometidas también con esa esa internacionalización de la economía española.

En este sentido, quiero decirle al ministro de Estado y también a los ministros y ministras del Gobierno de Angola, que España, al contrario, lejos de olvidarse de África, quiere mirar cada vez más a África.

He de subrayar la reciente aprobación por parte de nuestro país de El Foco África 2023, que tuve la ocasión de presentar en el Palacio de la Moncloa la sede de la Presidencia del Gobierno de España, con la presencia del presidente de Ghana, pero también de todos los embajadores y embajadoras de África en España.

Un programa, el de Foco áfrica 2023, que es coherente con el III Plan África que renueva nuestra apuesta por el continente africano y articula en torno a 7 grandes prioridades de asociación, nuestra relación estratégica con el continente africano. Aquí se ha hecho referencia a algunos de ellos, la paz y la seguridad son importantísimos, fundamentales en el desarrollo económico, la lucha contra el cambio climático, la gestión de las migraciones, la acción humanitaria o la igualdad de género, entre otros objetivos.

En el ámbito económico y comercial, el Foco África 2023 que diseñó y aprobó el Gobierno de España, lo que busca es apoyar las medidas impulsadas por las autoridades africanas para mejorar las condiciones de establecimiento de la inversión privada, y en especial, las inversiones en las que las empresas españolas pueden aportar un valor añadido respecto a otros países. Me refiero a la inversión en sectores e infraestructuras, en energías renovables, en el sector manufacturero y también en la agroindustria, como aquí se ha referido por parte de distintos intervinientes.

Y vamos a mantener un compromiso firme en favor de la implementación de la Zona de Libre Comercio Continental Africana y de la integración económica regional.

España es un firme defensor del proceso de integración europea y, en consecuencia y por coherencia, lo somos también en los procesos de integración regional que se den en el continente africano.

Angola, como bien ha dicho el ministro de Estado, es un mercado muy importante para España.

Las relaciones entre ambos países siempre, ha dicho la ministra de Industria, Comercio y Turismo, han sido excelentes, tanto a nivel institucional como a nivel empresarial, aquí ha quedado referencia de ello.
Para el Gobierno de España, Angola es un país amigo con el que colaboramos y en el que nos apoyamos. Por eso confiamos en que el Gobierno de Angola pueda impulsar el crecimiento económico que necesita. Puede contar, en consecuencia desde luego, con el buen hacer de las empresas españolas y con el apoyo del Gobierno de España.

Las empresas españolas han estado presentes en Angola desde su independencia y aquí hemos tenido, digamos, el testimonio de algunas de esas empresas apoyando el desarrollo, la construcción de las infraestructuras en todo el país. Y siempre hemos creído además, que para nuestras empresas, las empresas españolas, Angola ha sido y continúa siendo un país de grandes oportunidades, de grandes oportunidades también para las empresas españolas.

Los abundantes y variados recursos naturales, y sus enormes potencialidades, aquí ha hecho referencia al ministro antes en su intervención, sus enormes potencialidades en la mayoría de los sectores, comenzando por el primario, con la agricultura, con la ganadería. Pasando por las diferentes ramas industriales, las infraestructuras públicas y los servicios -de hecho vamos a firmar el Presidente y yo mismo algunos memorándums de entendimiento en estas políticas sectoriales- configuran, a mi juicio, un entorno extraordinariamente interesante para las corporaciones españolas, para las corporaciones, que con su expertise tecnológico y con su gran experiencia internacional, estoy convencido, pueden contribuir al desarrollo económico y social de este país, generando pleno empleo y prosperidad y efectivamente luchando por esa justicia social a la que hacía antes referencia el ministro.
Los datos de nuestros intercambios comerciales muestran la importancia de las relaciones entre ambos países.

Así, la media de las exportaciones españolas en los siete años previos a 2015 fue de 336 millones de euros, alcanzando en algún año cifras cercanas a los 500 millones de euros. Por su parte, durante esos años, Angola exportó a España una media de 1.352 millones de euros anuales, llegando a superar los 2.700 millones de euros en 2014.

Actualmente, la situación en Angola es un poco más compleja en términos económicos, ha hecho referencia a ello el ministro. Yo creo que ello ha tenido su impacto también en las cifras de intercambios comerciales entre ambos países que, aunque ahora son más bajas, siguen siendo reseñables. Con todo, Angola es nuestro tercer proveedor de África Subsahariana y España, a su vez, es el primer destino de las exportaciones de Angola en un mercado tan importante como es el mercado de la Unión Europea.

Somos muy conscientes desde España que el grueso de las importaciones españolas de Angola son productos energéticos, esencialmente petróleo. No obstante, celebramos la apuesta, yo creo que sabia, del gobierno de Angola por diversificar su economía, reduciendo la dependencia del petróleo.

Me gustaría subrayar en este sentido la voluntad y la capacidad de las empresas españolas por ayudar en el esfuerzo del gobierno de Angola a favor de la diversificación.
El objetivo que tenemos ahora es recuperar el dinamismo de nuestros intercambios bilaterales para estimular y fortalecer el ritmo de nuestras respectivas economías.
El Gobierno de España ha apoyado a Angola en todo momento.

Y lo hemos hecho además con decisión en tiempos complicados: y ahora, en esta compleja coyuntura marcada por la pandemia también vamos a hacerlo.
Reitero que, en mitad de este parón económico, que conlleva evidentemente un inevitable endeudamiento, queremos seguir colaborando para perseguir un objetivo común: el crecimiento económico, la prosperidad de nuestras sociedades y la creación de empleo, sobre todo entre los más jóvenes y también entre las mujeres como ha hecho referencia la empresaria a la que hemos tenido ocasión de poder escuchar. Y, para lograrlo, vamos a alentar a las empresas españolas a que apuestan por su internacionalización en el mercado de Angola.
En los casi 35 años que España lleva apoyando a Angola con financiación bilateral, las empresas españolas han participado en el desarrollo del país en aquellos sectores en los que destacan precisamente las compañías españolas por ser referentes internacionales: la construcción y la obra civil, la electrificación, la sanidad, la pesca, la educación, las tecnologías de la información o también el sector financiero, el sector bancario.

No obstante, siguen existiendo desafíos que me gustaría compartir con todos ustedes. España reconoce el enorme esfuerzo que Angola está haciendo en esta nueva etapa dirigida por el presidente João Lourenço, que ha optado por una política económica orientada al equilibrio de las cuentas públicas y por la transparencia y el buen gobierno en medio de una crisis muy importante. Esos son, a mi juicio y sin duda, caminos de éxito.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el respaldo de la comunidad internacional, incluida España, no se han hecho esperar. Y estoy convencido de que dicho esfuerzo redundará en un mejor acceso a la financiación y a una mayor atracción de inversores por parte de Angola.
Y es que la financiación, sin duda alguna, es vital para Angola. Para que triunfe en su estrategia a la cual antes he hecho referencia. Por ello, España va a continuar aportando su parte en forma de apoyo financiero con diferentes instrumentos públicos a nuestro alcance. Recogiendo el guante del empresario español al que antes hemos tenido ocasión de escuchar, me complace anunciarles que el gobierno de España va a ampliar en 200 millones de euros la cobertura del seguro oficial de exportación a Angola. Yo creo que con esto también mostramos un claro compromiso del gobierno de España con el desarrollo económico y con la internacionalización y la reactivación económica en este país. Un apoyo gestionado por Reyes Maroto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo que me acompaña en esta visita oficial.

Sin embargo, si me gustaría también compartir con ustedes que para que la financiación sea fructífera, es necesario que Angola impulse el crecimiento económico desde la actividad pública, lo cual también redundará en contratos y subcontratas que beneficiarán al mismo tiempo al sector privado angolano.
En España y en Europa hemos comprobado en carne propia que la austeridad por sí misma no es un camino que resuelva satisfactoriamente las crisis, ni siente las bases del crecimiento, sobre todo cuando necesitamos impulsar transformaciones tan importantes para mejorar los índices de competitividad de nuestras economías.
Es decir, tras un periodo de restricción presupuestaria, necesario para la estabilización macroeconómica del país, ha llegado probablemente también el momento de poner en marcha políticas orientadas al crecimiento que empujen la economía nacional en momentos de mayores dificultades. Deben, creo que expandirse las inversiones públicas en infraestructuras, así estamos haciendo en España, y proyectos de transformación y diversificación productiva, que son esenciales en estos momentos para ambos países.
Y las empresas españolas, yo creo que también, sabrán dar lo mejor para contribuir a tanto crecimiento económico necesario en Angola y también para el crecimiento y la creación de empleo en este país.

Me gustaría concluir diciendo algo que comenté al principio. Recordemos todos en estos tiempos tan complejos la resistencia de uno de los símbolos de este país, el baobab. Recuerden también su capacidad de adaptación y de supervivencia en función de las condiciones naturales.
Hoy, más que nunca, es imprescindible, fundamental, resaltar el valor del acuerdo y del diálogo para enfrentarnos, juntos, a los desafíos que tenemos por delante que son, sin duda alguna, globales.

Habrá sin duda alguna, recuperación sólida y sostenible en el tiempo si seguimos impulsando la cooperación económica y la activación internacional.
El impacto sanitario, económico y social de la COVID-19 es todavía incalculable. Este virus, lo hemos dicho en muchas ocasiones, no entiende de fronteras, aquí estamos todos con mascarilla, pero sí entiende perfectamente de desigualdades estructurales si no trabajamos unidos. Por ello, yo creo que la actitud con la que enfrentemos al futuro será determinante en el desarrollo de los acontecimientos de ambas sociedades.

Me han contado que existe un concepto africano tradicional basado en el ejercicio de la comunidad: "Ubuntu". Si la traducimos al español, tiene varios significados, uno de ellos es que "si todos ganan, ganas tú", Y esto no es otra que cosa que humildad, un ejercicio infinito de empatía y de reivindicación del espacio público y del bien común.
Mi país, España, apuesta por la unidad y por la cooperación. España apuesta por la recuperación, la transformación y la modernización.

Ante un contexto internacional que empuja a algunos al proteccionismo como estamos viendo, ahora es el momento de abrirnos a las alianzas comerciales, a la exportación y a las inversiones extranjeras que permitan el crecimiento de nuestras naciones, la creación de empleo y en consecuencia, el bienestar social.
Por eso, querido ministro, queridos ministros del gobierno de Angola, estamos aquí, está el gobierno de España y muchísimas empresas que han tenido la consideración de acompañarnos. Estamos aquí para seguir sumando y para seguir recorriendo juntos ese camino.

Muchísimas gracias ministro.


(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)

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