Comparecencia del presidente del Gobierno clausura III edición Foro de La Toja Vínculo Atlántico

1.10.2021

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La Toja

Buenos días, querido Josep. En primer lugar, enhorabuena por la celebración de este tercer evento en circunstancias, como tú has dicho, absolutamente extraordinarias, con una pandemia como la que se sufrió el año pasado. Enhorabuena y por supuesto, tienes el compromiso, te recojo el guante, de la participación activa y entusiasta del Gobierno de España en tantas cuantas ediciones organicéis de este importante foro.
Alcalde de O Grove, un placer estar aquí en la Isla de A Toxa. Por supuesto, también al alcalde de Vigo que nos acompaña. El delegado del Gobierno, Amancio, enhorabuena también por tu compromiso, por tu visión también, que viste hace tres años, clara y sin duda alguna, también por la determinación y por la constancia en la que lo has hecho durante estos últimos años, la celebración de este importante foro que al final sitúa a Galicia en el escenario que merece, que es un escenario de reconocimiento y de visibilidad internacional.
Presidente de la Xunta de Galicia, muchísimas gracias también por la hospitalidad que siempre nos brindáis cuando venimos aquí a vuestra tierra, a nuestra tierra. Y también, muchas gracias, a Antonio, querido primer ministro portugués. Siempre se aprende de ti en todo lo que dices. Hasta incluso cuando hablas en portugués para nosotros es un poco más dificultoso, pero te hemos entendido y hemos aprendido sin duda alguna de tus palabras. Tengo que deciros, si me permitís, que os tutee, que Antonio Costa es un gran líder europeo. Es un gran líder europeo del que se aprende, que ha hecho cosas muy importantes por Europa. Hace muy poco, como ha reivindicado él, pues lideró la presidencia pro tempore de la Unión Europea. Tuvimos una reunión precisamente en Oporto, donde se revalidó ese compromiso de la Unión Europea y la integración de la construcción europea con el pilar social.
Y eso siempre son contribuciones que hace Antonio y algunas otras. Porque yo recuerdo en una de las de los Consejos Europeos hablar mucho de Rusia, Josep, hablábamos mucho de Turquía, hablábamos, en fin, levantó la voz el primer ministro portugués y dijo, está bien que hablemos de Rusia, es sin duda alguna importante que hablemos de Turquía, pero hay una región en el mundo que es precisamente la región iberoamericana que quiere y desea seguir estrechando los lazos con el continente europeo y con la Unión Europea. Y hacia ahí deberíamos también dirigir muchos de nuestros pensamientos, debates políticos y compromisos.
Yo creo que eso cambió, sin duda alguna, el tono del debate y resituó efectivamente, dónde están las líneas de actuación y de progreso que puede tener la Unión Europea en esa intervención que has hecho previamente respecto al Mercosur, a México, a Chile, que son acuerdos comerciales muy importantes.
Yo lo que puedo decir, en todo caso, querido Antonio, como vamos a tener la presidencia pro tempore de la Unión Europea en el último semestre del año 2023, que vamos a tratar entonces ya por fin de cerrar ese acuerdo tan importante de la Unión Europea con el Mercosur. Y eso, si lo logramos, va a ser sin duda alguna por el trabajo que has hecho durante este primer semestre en el año 2021.
Bueno, después de esta introducción, sí quisiera trasladarles que hace un año en este mismo foro, pues comencé mi discurso haciendo alusión a las lecciones que nos había dejado esta emergencia sanitaria tan traumática, tan dramática de la Covid 19.
Atravesábamos entonces un momento de incertidumbre, y agradezco mucho también a la presentadora que diga que la incertidumbre ha dejado de ser, digamos, el término más utilizado como por desgracia efectivamente lo fue el año pasado. Por lo tanto, entonces, en fin, la esperanza debía ir de la mano de la prudencia. Y hoy, por supuesto, también debe continuar yendo la esperanza de la mano de la prudencia.
Pero en todo caso hoy las circunstancias han cambiado a mejor. Lo ha dicho antes el presidente del Foro. Hemos avanzado, sin duda alguna, en la lucha contra el control, o mejor dicho, la propagación del virus y por tanto el aumento del control del virus, gracias a la ciencia, de nuevo. A la aportación de la vacuna en un tiempo récord. A la profesionalidad de nuestros servicios sanitarios y al compromiso cívico de nuestros compatriotas. Y aquí quiero también incorporar a nuestros amigos y hermanos portugueses, porque efectivamente, como bien se ha dicho Josep, es evidente que Portugal o España hemos dado un ejemplo de civismo, de patriotismo y de compromiso con la salud de todos y de todas, con unas estrategias de vacunación extraordinarias que nos permiten liderar precisamente el ejemplo en el mundo.
Solamente unos datos para que seamos conscientes de lo que hemos avanzado durante estos doce meses desde la última intervención que tuve ante vosotros y vosotras. En septiembre de 2020 la incidencia acumulada era de 309, la incidencia acumulada a 14 días como bien saben ustedes. Ayer, el último día de septiembre de 2021 fue de 59. En España.
En septiembre de 2020 el total de ingresos hospitalarios por covid ascendía a un total de 30.904 y en septiembre de 2021 han sido 7.780. Es decir, cuatro veces menos en doce meses.
En septiembre de 2020 no contábamos con las vacunas. Hoy somos, como he dicho antes, líderes en vacunación con más del 77 % de la población vacunada con pauta completa. Hace un año los estadios permanecían vacíos. Hoy mismo estamos abriendo gracias al acuerdo que hemos logrado en el Consejo de Política Interterritorial los aforos autorizados a los eventos deportivos hasta el 100 % en exteriores y hasta un 80 % en interiores.
Hace un año había más de 800.000 trabajadores y trabajadoras en Ertes. Hoy hay 243.000 trabajadores y trabajadoras en Ertes. El número de afiliados a la Seguridad Social ha alcanzado la cifra de 19. 473.000 personas, situándonos ya en los niveles previos a la pandemia, y ya les adelanto que el próximo lunes que se darán a conocer los datos de paro, la evolución de la caída de paro sigue siendo muy importante. El paro, en todo caso, ha descendido en casi medio millón de personas en lo que llevamos de año.
Hace un año, querido Antonio, lo sabemos muy bien, los Fondos Europeos eran una abstracción. El plan de recuperación, transformación y resiliencia era un proyecto que debíamos construir conjuntamente con la Comisión Europea en nuestra conversación y hoy es una realidad. Una realidad que gestiona en nuestro país 9.000 millones de euros en el año 2021, de los casi 70 mil millones de euros que vamos a recibir en transferencias no reembolsables en los próximos años.
España es, a día de hoy, el segundo país del mundo con mejor situación de Covid, según un índice que elabora precisamente Bloomberg, donde miden los contagios, la mortalidad, la vacunación y también las restricciones.
Quiero compartir estos datos, no para caer en una falsa autocomplacencia, pero sí para trasladar el orgullo de ver cómo nuestro país avanza. Cómo supera cualquier trance, por doloroso que sea, como el que hemos sufrido durante estos últimos 20 meses, gracias al esfuerzo colectivo. Porque este es un esfuerzo colectivo, es un éxito colectivo del conjunto de España.
Es cierto que hay implicaciones económicas que seguro han sido tratadas aquí. Estamos viendo un aumento exponencial en la evolución de los precios energéticos y también de la inflación. Hoy acabamos de conocer también cuáles son los datos de la inflación a nivel europeo de la zona euro. Hay que monitorizarlo, tomar medidas a nivel nacional, como estamos haciendo, también a nivel europeo, para afrontar este alza que, según nos están diciendo los bancos centrales, va a ser transitorio. Y todo apunta a que efectivamente pueda ser así, porque la inflación subyacente, como saben ustedes en nuestro país, solamente ha registrado un incremento del 1 % interanual.
En todo caso, en todo caso, y frente efectivamente a este calentamiento de los precios de los cuales estamos siendo testigos, en todo caso, insisto, lo que es indudable es que durante este año y yendo además de menos a más, la economía española experimenta una fuerte recuperación económica y una robusta creación de empleo.
De hecho estamos ya a niveles de empleo similares a los previos a la pandemia. Cuando la crisis financiera de 2008 se tardaron cerca de 12 años en recuperar los niveles previos a la crisis financiera.
Por tanto, yo creo que los datos son claros. España va mejor y dentro de un año estoy convencido de que España irá mucho mejor.
Quisiera, en este contexto, compartir con ustedes algunas reflexiones que creo que pueden aportar algo de perspectiva también por mi parte al debate que ustedes han tenido a lo largo de estos últimos días.
Reflexiones como por ejemplo, la importancia, lo decía antes, cuando hacía referencia precisamente a los trabajadores esenciales, la importancia de contar con un estado social y democrático de derecho sólido y con un Estado del bienestar robusto. Porque España sufre graves problemas que no debemos ocultar y abordar por tanto, con decisión todos. Instituciones, empresas. El principal problema, a mi juicio, se llama desigualdad, falta de oportunidades. Lo que es evidente es que no va a haber progreso si no hay cohesión social y cohesión territorial. Y lo quiero decir además aquí en Galicia. Cohesión social y cohesión territorial. Y algunos datos demuestran la cruda realidad de la injusticia social que viven muchos territorios y compatriotas en nuestro país.
El 26 % de la población española está en riesgo de pobreza o de exclusión social. La tasa de pobreza infantil representa el 27,4%. La tasa de desempleo de las mujeres es un 18,9 %, es decir, cuatro puntos superior respecto al paro masculino. Y la diferencia salarial entre hombres y mujeres se acerca a los 5.000 euros a nivel anual.
Esta es la realidad. La exclusión social socava el crecimiento económico y la convivencia y por consecuencia tiene una traslación política porque debilita nuestra democracia y también socava la confianza en las instituciones democráticas.
Por tanto, eliminar desigualdades no solamente hace favorecer la convivencia, la confianza en nuestra democracia y también en las instituciones que nos da nuestra Constitución, sino que también impulsa el crecimiento económico. Solamente les voy a dar un dato. Reducir el abandono escolar en un 10 % podría incrementar nuestra productividad, que es uno de los principales talones de Aquiles de nuestra economía, como bien saben ustedes mucho mejor que yo, hasta en un 5%.
Este deber de combinar en definitiva crecimiento económico con cohesión para fortalecer la convivencia y la democracia tras una pandemia, que hemos sufrido todos sin distinción, pero sobre todo aquellos que menos tienen porque son más vulnerables, nos exige trabajar en favor de una recuperación lo más justa posible. Es decir, que llegue a todos los territorios y que llegue a todos los estratos sociales.
A mayor abundamiento, esta recuperación imperiosamente debe basarse en dos transiciones altamente disruptivas en términos sociales, como es la transición ecológica y la transición digital. Que para ser exitosas van a deber ser inclusivas, integradoras y por tanto van a tener que contar con el impulso y el compromiso y el concurso de todos. De instituciones, de gobiernos, de empresas, de trabajadores y de ciudadanía.
Creo que el debate que, por recoger el guante, que ha señalado antes Josep Piqué de la consolidación fiscal y el debate que tenemos que abrir en Europa sobre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, debe incorporar el que si queremos hacer realidad lo que comentaba antes Josep, de que somos la última generación que puede frenar el cambio climático, tenemos que ser conscientes de que vamos a tener que apalancar mucha inversión privada a través de inversión pública, que solamente se puede hacer a nivel europeo. Y ahí es donde vendrá también la reindustrialización del continente europeo, como bien antes hacía referencia el primer ministro portugués.
Por tanto una recuperación justa pasa por fortalecer nuestro Estado del bienestar. Por tanto, por mejorar nuestra cualificación del capital humano, el Gobierno de España acaba de presentar la nueva Ley de Formación Profesional. Por fortalecer los servicios de atención primaria, que han sido claves, fundamentales, lo sabe bien el presidente de la Xunta de Galicia, en la lucha contra la pandemia. Por crear redes de protección para reducir la pobreza infantil que afecta al 27,4% de nuestra población.
Fíjense, el ingreso mínimo vital que aprobó el Gobierno de España hace poco más de un año, ya protege a 800 mil personas, de las cuales prácticamente la mitad son niños y niñas en nuestro país.
Por tanto, el ingreso mínimo vital, que no deja de ser una reforma estructural que lo que hace es integrar muchas de las políticas que antes estaban en manos de las comunidades autónomas, es un nuevo pilar del Estado del bienestar y representa una innovación en las políticas sociales, como en muchas ocasiones el ex secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, ha hecho referencia, no solamente de palabra, sino en sus informes.
Necesitamos un Estado de bienestar fuerte para afrontar con éxito los problemas estructurales, y también para abordar unos nuevos. La crisis climática, las catástrofes naturales, de las cuales estamos siendo testigos, o también, lógicamente, potenciales pandemias, que vamos a tener, que vamos a sufrir porque vivimos en un mundo globalizado.
Un Estado democrático y de bienestar fuerte nos tiene que proteger, por ejemplo, con sanitarios de futuras pandemias. Militares de la Unidad de Emergencia Militar para socorrerlos, por ejemplo, en la isla de la Palma de un volcán en erupción, o de inundaciones, o de incendios, que por desgracia también esta tierra, y Portugal, toda España lo sabe bien, sufren. Maestros para educar a nuestros hijos y a nuestras hijas. Policías y guardias civiles, para garantizar nuestra seguridad, no solamente en el ámbito urbano, sino también en el ámbito rural.
También, el propiciar inversiones público privadas en nuevos sectores, miro, por ejemplo, a José Vicente de los Mozos, el presidente de Anfac, para la transformación del vehículo eléctrico, un importante sector económico de nuestro país.
Todo esto, a dónde quiero llegar, es que necesitamos recursos económicos, necesitamos una fiscalidad justa, suficiente y estable para poder sufragarlos.
Por tanto, mi reflexión, también en esto, es que quien diga que son posibles unos servicios públicos potentes e inversiones públicas para modernizar nuestra economía sin una fiscalidad justa, o miente, o es que tiene un propósito oculto de desmantelar los servicios públicos.
La segunda lección que quisiera compartir con todos ustedes es el valor de la unidad, de la unidad.
Tenemos ejemplos muy recientes, como es, por ejemplo, la gestión de la emergencia derivada de la erupción del volcán en la isla de La Palma. Quiero agradecer la solidaridad de todos los presidentes autonómicos, de todos los alcaldes, también el primer ministro portugués que me envió un mensaje al instante, ese domingo de hace ya unas cuantas, unas cuantas semanas, más de una semana.
Allí estamos trabajando en cooperación con todas las administraciones, con eficacia, con total sintonía, con lealtad, gobiernos de distintos símbolos, signo político.
Allí hemos comprobado cómo somos capaces de entendernos para dar una respuesta que va directamente a lo importante, y es aliviar el sufrimiento de la población palmera. Darles certidumbre, seguridad y acelerar, en consecuencia, el futuro con una vuelta a la normalidad que tiene que implicar, lógicamente, una tarea de reconstrucción por parte de todas las administraciones.
También lo hemos comprobado, el valor de esa unidad, durante la pandemia. Quiero recordar que en este periodo, jamás se había hecho durante la etapa democrática, hemos celebrado 18 conferencias de presidentes y presidentas autonómicos, con la presencia también de la Federación Española de Municipios y Provincias. Y que la co-gobernanza, con todas las dificultades, porque es una cultura que estamos desarrollando, ha sido un éxito de gestión indudable, como lo ponen en valor, precisamente, las cifras de la estrategia de vacunación. Y que refleja el modelo territorial y el estado compuesto que tiene nuestro país, descentralizado en muchas de las competencias que afectaban directamente la lucha contra la pandemia.
Por eso, a donde quiero llegar es que es muy importante avanzar en nuestra cohesión territorial, en garantizar oportunidades y bienestar y seguridades a todos los ciudadanos, vivan donde vivan.
Así lo hicimos, por ejemplo, en la última Conferencia de Presidentes celebrada en Salamanca con la aprobación de la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico, con la presentación de un plan de 130 medidas para abordar el reto demográfico y con un presupuesto de 10.000 millones de euros a desplegar durante los próximos años.
Y a esto responde también nuestra disposición como Gobierno de España para abrir un debate leal, pero sano y necesario, sobre la ubicación de instituciones del Estado en todo el país, y no solo en la capital de España.
Y en ese sentido, quiero recordar también a los gallegos y gallegas, que muy pronto Galicia quedará conectada por alta velocidad al resto del país. En diciembre vamos a poner en servicio el tramo Pedralba-Ourense. El AVE a Galicia va a ser una realidad, con un ahorro de casi una hora y media en el trayecto Madrid-Ourense.
Y quiero decirles también que, en un nuevo ejercicio de co-gobernanza, se va a aprobar una nueva transferencia a las comunidades autónomas, en este próximo Consejo de Ministros, de 345 millones de euros para incrementar las capacidades digitales de nuestros conciudadanos y reducir, en consecuencia, la brecha digital.
Unidad que también quisiera reivindicar en el ámbito del diálogo social.
Hemos llegado, en los poco más de 18 meses que llevamos de legislatura, a 12 acuerdos con los agentes sociales. Hemos firmado 6 acuerdos en defensa del empleo a través de los mecanismos de los ERTEs. y también de la extensión de la protección a los trabajadores y trabajadoras autónomos. El último, la extensión hasta el próximo 28 de febrero. Esto es muy importante, porque mientras la caída del PIB ha sido de dos dígitos, en el año 2020, la tasa de paro ha permanecido prácticamente igual, y el 93% de los trabajadores que se acogieron a los ERTEs, en los momentos más difíciles del confinamiento, hoy, afortunadamente, siguen empleados y siguen trabajando.
Vamos a incorporar, además, entre ayudas y medidas inmediatas de reconstrucción y recuperación tras la erupción del volcán, unos ERTEs específicos para la isla de La Palma, y también para el conjunto del archipiélago canario.
En el Consejo de Ministros de la pasada semana, perdón, o de esta semana, el pasado martes, aprobamos el incremento del salario mínimo interprofesional.
También hemos firmado un acuerdo que fija la revalorización de las pensiones anualmente conforme a la evolución de los precios. Esto sustituye al actual factor de sostenibilidad, del año 2013, por un nuevo mecanismo de equidad intergeneracional que vamos a dialogar con los agentes sociales.
El pasado mes de julio acordamos un pacto de reactivación económica y empleo. Aprobamos una ley del trabajo a distancia y de igualdad de trato. Aprobamos la ley, llamada coloquialmente de los riders, y también llegamos a un acuerdo con las comunidades autónomas, y también con los agentes sociales, en el ámbito de las políticas de dependencia.
En definitiva, 12 acuerdos con los agentes sociales. La etapa más fértil de nuestra historia de la democracia.
Quisiera decir que la tercera reflexión que quisiera compartir con ustedes es que esa unidad se tiene que extender, como bien ha dicho antes el primer ministro portugués, más allá de nuestras fronteras.
España, Portugal, Europa, entendimos la lección. Nos dimos cuenta de que no iba a resolverse esta crisis si cada uno se encerraba en sus límites nacionales, cuando nos estábamos enfrentando a una pandemia global.
Unidos los países europeos, las instituciones comunitarias, todos y cada uno de los Estados miembros afrontamos la compra conjunta de vacunas contra la COVID-19.
Yo quiero recordar que, a principios de este año, se criticaba, y mucho, a Europa por la lentitud en la estrategia de vacunación y también, posteriormente, por la donación que se pudiera hacer, o no, por parte de Europa, a terceros países.
Europa hoy lidera la vacunación. Europa hoy lidera, también, la donación de esa vacunación. Y, fundamentalmente, Portugal y España lo que estamos haciendo es volcarnos mucho, además en la solidaridad y la donación de vacunas, precisamente al continente iberoamericano.
Unidos aprobamos, como bien decía antes el primer ministro portugués, los fondos Next Generation EU, que han venido para quedarse, si queremos realmente hacer efectiva esa transición ecológica y esa transformación digital de manera justa. El mayor paquete de estímulo económico aprobado nunca por la Unión Europea y que España vertebra a través de, como saben ustedes, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Un salto decisivo, en cuanto a las inversiones públicas, en cuanto al apalancamiento de inversión privada y, también, las reformas que tenemos que hacer.
Europa también entendió que era necesaria una autonomía estratégica. Antes lo comentábamos con el presidente del Foro. Una autonomía estratégica de producción de bienes esenciales para permitir el desarrollo tecnológico industrial de sectores cruciales para nuestra economía, como es, por ejemplo, el sector de la automoción, por reiterar el ejemplo anterior.
Y en este sentido, si quisiera decir que el Gobierno de España, y gracias también al apoyo del Gobierno portugués, hemos presentado propuestas a la Comisión Europea para dar respuesta común a la subida de los precios mayoristas de la energía.
Y una de las propuestas que hemos puesto en pie ha sido decirles a la Comisión Europea, y a todos los Estados miembros, si funcionó la compra conjunta de vacunas, ¿por qué no aumentamos nuestro poder de negociación haciendo una compra conjunta y una reserva estratégica de gas en Europa?
Son modos de entender la construcción europea y de responder de manera conjunta a problemas que no están afectando solamente a España y a Portugal, y tiene toda la razón el primer ministro por ser islas energéticas, sino que está afectando, efectivamente, al conjunto de la Unión Europea.
La cuarta lección que quisiera compartir con ustedes es, efectivamente, que tenemos que reforzar, y mucho, lo decía antes el presidente del foro, el multilateralismo. Y ahí tenemos un gran aliado en un portugués, Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Si tenemos problemas comunes, lo que tenemos que hacer es encontrar soluciones compartidas. Las amenazas globales no pueden ser enfrentadas desde el aislamiento. Lo decía antes Josep, perdona que te refiera tantas veces. Pero es verdad que China, tenemos muchas discrepancias, muchas distancias en temas esenciales, pero sin China, sin Rusia, sin Turquía, sin las grandes potencias, también globales, es difícil frenar el calentamiento global del planeta.
Así lo manifesté en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Impulsar, por ejemplo, en el ámbito de las pandemias, un tratado internacional de pandemias. Garantizar el acceso universal a las vacunas, porque no vamos a salir de estas hasta que la humanidad en su conjunto se vacune. Y también en Naciones Unidas apelé a la defensa de la democracia, de los derechos humanos, de la cooperación internacional, del multilateralismo, como únicas vías para dar soluciones reales a los desafíos que afronta el mundo: desde el cambio climático a la vacunación, como he dicho antes, y la recuperación económica.
Y en este sentido, quiero decir, también a Enrique y a Ángel, que nos han apoyado, y mucho, sobre todo Ángel, por sus anteriores tareas, que una de las políticas que estamos poniendo en marcha desde España ha sido trasladar a las instituciones financieras internacionales que es necesario que los países de renta media, que por lo general quedan excluidos del circuito de financiación internacional del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, no podemos olvidarnos.
Tenemos también que centralizar, o focalizar, mejor dicho, muchas de esas ayudas en el continente iberoamericano, la comunidad iberoamericana, precisamente para que puedan recuperar con brío, no solamente su crecimiento, sino también, pues, abordar la tarea de mitigar y de adaptarse al cambio climático en zonas muy castigadas por el cambio climático, como sabe bien Ángel, como es el caso de Centroamérica. Un acuerdo que creo que podemos lograr durante los próximos meses.
Y déjenme que les mencioné un ámbito donde hemos visto recientemente avances muy importantes. Me refiero al pasado mes de julio, cuando los ministros de finanzas del G20 llegaron a un acuerdo sin precedentes, inimaginable. Y yo creo que también tiene mucho que ver con el cambio de administración en Estados Unidos. Que las grandes empresas multinacionales paguen impuestos en los países donde opera, y que también establece un impuesto de sociedades de, al menos, el 15%.
Esto es un acuerdo que espero que pueda ser ratificado en el próximo, la próxima cumbre del G-20, para que la arquitectura fiscal internacional sea más estable y sea más justa. Y erradiquemos, de una vez y para siempre, los paraísos fiscales.
Y por último, como bien comentaba antes Antonio, creo que es el momento de actualizar la Alianza Atlántica. España va a trabajar para que la próxima cumbre de la OTAN en Madrid sea un éxito y, efectivamente, podamos redefinir cuáles son las líneas estratégicas de esta Alianza Atlántica. Y antes, previamente, bajo la presidencia europea, como bien comentaba antes el presidente, el primer ministro portugués, tendremos una conferencia sobre la Europa de la Defensa, y la línea en la que también va a trabajar España es la que ha marcado el primer ministro portugués. Lo que entendemos es una complementariedad entre Europa y la OTAN, y así debe continuar siendo.
La quinta reflexión que quisiera compartir con todos ustedes es que hablamos de cambios profundos, altamente disruptivos, que van a exigir, de una agenda que va a trascender la acción de un gobierno, o de un partido político, porque va a afectar a distintas generaciones. Afecta, también, e involucra, también, a múltiples instituciones desde el punto de vista local, provincial, autonómico, nacional, europeo o multilateral.
Y, por tanto, hay desafíos que deben convertirse en políticas de Estado, y que necesitan acuerdos de Estado.
Hablar de políticas de Estado requiere de tres condiciones básicas, a mi juicio. En primer lugar, contar con el concurso de todos. En segundo lugar, movilizar recursos necesarios para lograr nuestros objetivos. Y en tercer lugar, actuar pensando en el medio y en el largo plazo.
Hacer, como aquí se ha referido, de nuestro mercado laboral, un mercado que dé oportunidades, estable, competitivo, garantizar un sistema de pensiones que sea justo pero a la vez sostenible, revertir el despoblamiento rural o proporcionar una educación y una formación puntera a nuestros jóvenes son reformas ineludibles, que solamente se van a poder completar con éxito si los asumimos como proyectos de país.
Y eso es, precisamente, en el proceso en el que nos encontramos. Porque tenemos los recursos, gracias a la extraordinaria respuesta conjunta que hemos dado todos los Estados miembros a través de la Unión Europea. Tenemos la hoja de ruta en España trazada por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Así como la estrategia de 2050, que a través de los diálogos nacionales, estamos impulsando en todo el territorio de España.
Yo creo que la transición ecológica, la digitalización de la economía, el cambio del modelo energético, también la actualización de nuestro sistema educativo en sus diferentes niveles, exigen, requiere, sería necesario un acuerdo nacional.
La sexta reflexión que quisiera hacer en este foro empresarial es la extraordinaria potencialidad de la colaboración público privada, que creo que entre todos hemos logrado forjar a lo largo de estos largos meses de pandemia, porque no solamente estamos hablando de unidad en términos políticos, creo que también es muy importante el engranaje de éxito que nace de la colaboración entre las administraciones públicas y las administraciones, o mejor dicho, las instituciones privadas.
El plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, como saben ustedes, contempla una movilización de inversión pública por valor de 140 mil millones de euros hasta el año 2026 y nuestro objetivo es apalancar inversión privada por 500 mil millones de euros durante ese período, es decir, medio billón de euros.
Y no estamos hablando sólo de grandes empresas. Es evidente que cuando hablamos de la transformación de nuestro sector de la automoción o del impulso a las energías renovables como antes hacía referencia el primer ministro, vamos a necesitar del concurso de las grandes empresas. Pero el objetivo también es que los fondos europeos lleguen a la economía social, a las pequeñas y medianas empresas, a los trabajadores autónomos, activando por tanto el enorme despliegue de inversión durante los próximos años y repercutiendo directamente en la vida y las oportunidades de nuestros compatriotas.
Les pongo dos ejemplos concretos que creo que pueden ilustrar fácilmente a lo que me estoy refiriendo. A través del programa Kit Digital vamos a apoyar con hasta
12.000 euros por empresa, más de un millón de pymes para abordar mejoras en sus capacidades digitales, que es uno de los talones de Aquiles que tenemos en nuestro país y en el ámbito de la transición ecológica vamos a apoyar a las empresas con hasta 5.000 euros por vehículo para la renovación de flotas y además, en este contexto de la doble transformación de la economía digital y ecológica, que en muchas ocasiones acaba interrelacionándose, estamos haciendo una apuesta decidida por el desarrollo de las capacidades digitales de nuestros compatriotas, por lo que vamos a fortalecer las competencias digitales de más de 1.450.000 personas empleadas y también desempleadas, especialmente los jóvenes, para mejorar sus oportunidades laborales.
Y de estos, más de un millón de trabajadores y trabajadoras se van a beneficiar de actuaciones de formación modular digital en el marco de nuestra apuesta decidida por el fortalecimiento y la dignificación, como decía antes Josep Piqué de nuestra formación profesional.
Hoy, y me permitirán que haga una reivindicación ibérica, nos acompaña, como he dicho antes, el primer ministro portugués, Antonio Costa, al que quiero felicitar por sus extraordinarios resultados en las elecciones municipales. Y por eso quiero también destacar un caso de cooperación público privada que a la vez, pues es una de las muchas colaboraciones que tenemos por delante con nuestros vecinos portugueses.
El pasado 13 de julio, como saben ustedes, España aprobó el primer proyecto estratégico sobre el vehículo eléctrico y conectado, un proyecto donde hemos identificado específicamente la necesidad de crear sinergias con nuestros vecinos y hermanos portugueses que beneficien a la movilidad sostenible de toda la Península Ibérica y en consecuencia, de Europa.
Esto abrirá espacios de cooperación en la cadena de valor del vehículo eléctrico para, por ejemplo, el desarrollo de las baterías, fundamental que se instalen aquí en la Península Ibérica, donde tiene una especial incidencia, como ha dicho antes el primer ministro portugués, la extracción del litio, que es un recurso que compartimos ambos países. Y por tanto, como bien decía antes el primer ministro portugués, el próximo 28 de octubre vamos a celebrar una cumbre bilateral hispano-portuguesa en la que identificaremos algunos proyectos concretos para desarrollar conjuntamente en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia vinculados con el vehículo eléctrico y conectado con el hidrógeno, como hacía antes referencia Antonio con la digitalización o con el sector aeroespacial.
Me gustaría aprovechar esta intervención también, dado que estamos en un foro con un vínculo muy específico Atlántico y en especial con la comunidad latinoamericana.
Anunciarles también la propuesta que vamos a hacer dentro de muy pocas semanas en el Consejo de Ministros, de poner en marcha un nuevo proyecto estratégico, un nuevo proyecto estratégico que se va a llamar en Español-Valle de la Lengua. Una iniciativa transversal de alto valor estratégico que promoverá el aprendizaje, la transformación digital, el turismo, las industrias culturales, la ciencia y la empresa, teniendo como base a nuestro idioma común que es el español. Se trata, en consecuencia, de generar oportunidades de negocio en torno a la lengua española y acordes con los principales avances innovadores y tecnológicos en el ámbito de la robótica, de la inteligencia artificial, etc..
Se suele hablar señoras y señores, de la riqueza de nuestras lenguas. Y ¿Qué puedo decir yo aquí en Galicia? Por supuesto que sí. De las cuatro lenguas cooficiales reconocidas en nuestra Constitución. Y eso es un acierto porque, en fin, atesoramos cuatro lenguas que hacen de nuestro país un país único, grande y rico.
Pero es que además, todas esas lenguas encierran un valor económico y en particular el español, el castellano que es conocida fuera de nuestras fronteras, con 600 millones de seres humanos que forman parte de la comunidad hispanohablante y que tienen, por tanto, un potencial enorme, potencial de generación de empleo cualificado, potencial de creación de valor y también de desarrollo industrial en toda la transformación digital que estamos abordando el conjunto de la humanidad. Es el momento en consecuencia de invertir en todo ese potencial que tiene nuestra lengua común, que es el español.
La séptima reflexión que quisiera compartir con ustedes es, antes lo ha dicho o ha sido objeto también de nuestra, de debates que han tenido, por cierto, también expresidentes del Gobierno, la necesidad de reforzar nuestra democracia, de cumplir con nuestra Constitución. Nuestra Constitución, es el marco fundamental para las decisiones políticas y para que la ciudadanía esté amparada por la seguridad jurídica que otorga nuestro Estado de Derecho. Debilitar, denigrar instituciones, lo que trae como consecuencia inmediata es rebajar drásticamente la capacidad del Estado para afrontar situaciones de adversidad. Mina la legitimidad democrática del Estado. A mayor crispación, menor eficacia de las administraciones y más deterioro de la convivencia.
Tenemos muchos asuntos pendientes, urgentes que solo vamos a poder resolver desde el acuerdo y uno de ellos es la renovación de los órganos constitucionales, cuyo mandato ha caducado, en todo o en parte, llevamos más de mil días con las instituciones constitucionales bloqueadas en su renovación.
El órgano de los jueces de Gobierno, el Tribunal de Cuentas, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, estos órganos fundamentales son parte de nuestra arquitectura democrática y no puede continuar bloqueada. Así que pido de nuevo a la oposición responsabilidad, sentido de Estado y compromiso constitucional.
La última lección que quisiera compartir con todos ustedes, es la siguiente. Miren, en muchas naciones del mundo las sociedades están hablando y lo hacen en una dirección clara. A mi juicio, lo es, con un lenguaje esencial de la democracia, que es el poder del voto. Lo hemos visto en Estados Unidos, donde la nueva administración está implementando una agenda progresista en el ámbito socioeconómico, también multilateral, con un enorme alcance. Lo acabamos de ver hace muy poco en Noruega, que ha culminado el retorno de todos los países escandinavos hacia la socialdemocracia y lo acabamos de ver en Alemania con el triunfo del SPD. ¿Qué quiero decir con esto? Que yo creo que la ciudadanía está eligiendo la forma en la que quieren superar las crisis o emergencias sanitarias como las que estamos atravesando del Covid19.
También emergencias tan trascendentales como la emergencia climática o la transformación energética de nuestro continente.
Existe un rechazo hacia el modelo de recuperación que tuvimos en la crisis financiera anterior, que fue lento y muy injusto en términos sociales y territoriales, y que se impuso precisamente con los recortes y que provocó el debilitamiento de los servicios públicos esenciales y unas cotas injustificables de desigualdad. Por tanto, la ciudadanía lo que nos está diciendo es que tenemos que apostar por un modelo contrario. Tenemos que apostar por una recuperación que tiene que ser justa, que tiene que combinar crecimiento con cohesión social y territorial, una recuperación sostenida por estados robustos y emprendedores capaces de acometer conjuntamente con el sector privado, las transformaciones a las que necesitamos responder si queremos realmente hacer verdad aquello que decía el presidente del Comité, y es que nuestros hijos y nuestras hijas, nuestros nietos y nuestros nietos puedan habitar en un mundo saludable.
Un modelo que hace de la cohesión su principal objetivo. Y no solo lo hace por justicia, insisto, sino que lo hace también porque así mejoramos y mucho la capacidad de generación de riqueza, de crecimiento, de desarrollo y de innovación.
Y debemos entender qué nos pide la ciudadanía española. Nos piden una educación de calidad que abra oportunidades en el mundo laboral del siglo XXI a muchos jóvenes de nuestro país que tienen dificultades para poder encontrar trabajo, crear su empresa o también emanciparse. Nos piden una formación profesional permanente que permita a nuestro capital humano ser más competitivo a lo largo de la vida. Nos pide apoyó las startups, a las empresas emergentes, a la economía social y a las que deseen abrirse internacionalmente para conquistar otros mercados. Nos pide, pues igualdad entre hombres y mujeres, dentro de las empresas y de todas las organizaciones. En algunos sectores como el del capital riesgo, por darles solamente un dato, las mujeres solamente ocupan el 30% de los puestos de trabajo. Y esta brecha no es admisible desde el punto de vista ético, desde el punto de vista social, pero también desde el punto de vista económico.
Nos pide una sanidad pública fuerte. Los últimos datos del Centro de Investigación Sociológicas lo dicen, el 75% de la población española piensa que se dedican pocos recursos a la sanidad pública.
Nos piden un sistema de becas fuerte, nos piden servicios de protección ante incendios, anti-catástrofes, como estamos comprobando la isla de La Palma o hace poco también en la Sierra de Málaga. Es decir, nos piden un estado social y democrático fuerte, con recursos, con capacidad de dar respuesta a todas sus demandas.
Cuanto más fuertes sean las alianzas con países que nos acompañan en esta senda, como es Portugal, España, los países escandinavos, Estados Unidos o Alemania, más profundas, yo creo que van a hacer las reformas que podamos emprender.
Y cuanta mayor sea la unidad entre nosotros, entre nuestros territorios, entre los actores económicos y sociales, más sólido y duradero será nuestro éxito como país, que es, en definitiva, la meta que compartimos todos, con independencia de a quién votemos en los procesos electorales.
Concluyo. Y me van a permitir que lo haga haciendo una referencia a una efeméride. Hoy se cumplen 90 años desde que las mujeres accedieron al derecho al voto en España. Y cuando volvemos la vista atrás y observamos las imágenes oficiales, las públicas de hace 20, 30, 40 años, pues hay muchas cosas que nos chocan, nos choca por ejemplo, la indumentaria. Nos choca, por ejemplo, la presencia del tabaco en los espacios públicos, pero lo más chocante en las fotos oficiales de esa época es que solo apareciera el 50 % de la realidad de España, porque estaban fuera las mujeres. Las mujeres estaban en las fotos familiares, en las imágenes de la vida privada. Pero las mujeres no existían en la vida pública. Por eso, querido Josep, os agradezco de corazón una vez más vuestra invitación a este importante foro en el que siempre he estado presente y al que siempre acudiré cada vez que me llaméis.
Y por eso me permito compartir una sugerencia. Puesto que aquí se está hablando de futuro, yo creo que vale la pena que aumente la presencia femenina, porque no hay futuro sin mujeres, porque la verdadera diferencia entre el pasado y el futuro es la ausencia y la presencia de las mujeres.
Muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)

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