Comparecencia del presidente del Gobierno en el acto homenaje a los deportistas olímpicos y paralímpicos de los JJ.OO

9.9.2021

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Madrid

Querido Miguel, Presidente del Comité Paralímpico. Querido Alejandro, presidente del Comité Olímpico Español.
Queridos presidentes de las federaciones deportivas que nos acompañáis. Queridos familiares de los deportistas que estáis aquí con nosotros y nosotras.
Queridos también ministro Miquel Iceta, ministra Carolina, presidente del Consejo Superior de Deportes. Deportistas, amigos y amigas.
Deseaba tener este encuentro para poder agradeceros personalmente, en nombre de toda la sociedad española, vuestra participación en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, porque creo que el primer balance que podemos hacer es precisamente ese y es que habéis sido los mejores representantes de España o con los que podía contar España en esos Juegos.
Aquí se ha dicho por parte de los distintos medallistas, fue un camino lleno de dificultades que habéis recorrido hasta el final de una manera, y quiero subrayarlo, ejemplar. No olvidemos que hasta hace muy poco, lo ha dicho antes Sandra, antes incluso de la inauguración, existía una gran incertidumbre. Recuerdo antes, el último día de despedirnos, antes de la partida a Tokio, existía una gran incertidumbre sobre las condiciones en las que se iba a poder desarrollar los Juegos e incluso también su propia celebración.
Y creo que existe un acuerdo general en que la realidad ha superado las expectativas. En ese sentido, en representación del gobierno de Japón que está su embajador aquí, quisiera también agradecer el éxito, el esfuerzo que ha hecho la sociedad japonesa y también las instituciones japonesas para poder desarrollar estos juegos con éxito.
Pero pese a las medidas desplegadas por causa de la pandemia y pese a la ausencia de público en las gradas, bueno, todos hemos podido disfrutar de los juegos, de unos juegos apasionantes con esa mezcla, como bien decía antes el presidente del CSD, de sufrimiento, de gloria y también de ejemplaridad que solo el olimpismo es capaz de proporcionarnos.
Quisiera destacar, que no se produjera ningún positivo por Covid, y esto antes lo ha dicho el presidente del COE, de un deportista español durante los Juegos Olímpicos. Es verdad que habéis sido una delegación segura que ha contribuido de forma ejemplar a la seguridad del resto de los participantes, de los voluntarios y de los anfitriones.
Y es cierto que solo tenemos que lamentar el positivo de Jon Rahm justo antes de empezar los juegos y que, por tanto, hizo imposible su participación y nos privó, estoy convencido, de una gran posibilidad de medalla en los Juegos de Tokio.
Pero en fin, nos hemos ilusionado con la juventud de Alberto, de Adriana, de Adiaratou y a la vez hemos tenido la enorme satisfacción de ver como leyendas de nuestro olimpismo, pues en fin, recibían su merecida recompensa.
Así ha ocurrido, por ejemplo, con Saúl con Maiale, con Teresa Portela, con Raúl y muy especialmente en nuestro magnífico equipo paralímpico de natación, con Michelle, con Miguel y con la gran Teresa Perales a la cabeza.
Toda España ha celebrado los éxitos en todos y cada uno de vosotros y vosotras, como los de Ana, los de Ray, los de Marta, nuestra querida médica, Susana. Hemos vibrado con el equipo femenino de waterpolo, nos hemos asombrado con los récords mundiales conseguidos por varios de nuestros paralímpicos, como Alfonso, como Marta, como Michelle o Kim.
Pero me vais a permitir que tenga aquí un recuerdo muy especial a la marcha y a los cuartos puestos de Marc, de María y de Álvaro, que nos ofrecieron una lucha, yo la calificaría de colosal y unos finales de carrera verdaderamente de infarto, como en el caso de Eusebio en longitud o de Mireia en los 400 estilos. Solo puedo deciros que vuestra actuación tiene para nosotros el valor de la mejor de las medallas.
Y más allá de las cuentas de metales, diplomas y finales, las mismas, por cierto, lo recordaba el presidente del Comité Olímpico que en Río 2016, pero con más diplomas finalistas y cinco medallas paralímpicas más que entonces, quiero aseguraros que estamos enormemente orgullosos por la forma en la que habéis representado a España en Tokio. Por competir con la máxima entrega y también por hacerlo siempre dando verdaderas lecciones de deportividad en el sentido más noble y verdadero de la palabra.
Creo que los resultados confirman, no sólo las fortalezas de nuestro deporte del deporte español como potencia mundial en muchas disciplinas, pero también que nos dan motivos fundados para creer que el deporte olímpico español se encuentra a las puertas de un nuevo ciclo de éxito y de expansión.
Ese es, desde luego, el objetivo manifestado por el Gobierno de España, por el ministro, por el presidente del CSD y para conseguirlo ya nos hemos puesto en marcha. Antes decía el presidente del COE que hay que hablar del ayer, pero sobre todo hay que hablar del mañana y el mañana está muy cerca. Tres años.
Tokio ha sido el arranque de un nuevo tiempo de las políticas públicas de apoyo al deporte olímpico y paralímpico en nuestro país, con la mayor partida jamás destinada desde Barcelona 92. Un incremento de recursos que ha supuesto un 400% más de lo contemplado en años anteriores.
Y también me parece importante señalar que por primera vez los premios por medalla para nuestros representantes paralímpicos fueron cofinanciados entre el Comité Paraolímpico Español y el Consejo Superior de Deportes, permitiendo así una notable subida de esos premios.
Porque al final, lo ha dicho antes Miguel, la dignidad y la justicia de la inclusión debe manifestarse también en esta merecida recompensa fundamental para las carreras deportivas de muchas de vosotras y de vosotros.
Hoy puedo confirmaros que la inversión de cara a París 2024 va a ser histórica. En total entre 2019 y 2023 vamos a dedicar al deporte español mil millones de euros, lo que supone un 40 % más de lo destinado en el periodo 2015/2018. Y algo que estoy convencido sin duda tendrá su reflejo en las medallas y en los diplomas que están por venir, porque el esfuerzo que hacéis necesita de recursos extraordinarios para alcanzar un éxito en un entorno extremadamente competitivo, como hemos visto una vez más en Tokio.
Y vamos a poder realizar esta apuesta porque somos el único país europeo, como bien ha dicho el presidente del CSD, que ha situado al deporte español como una de las palancas de recuperación económica y por tanto protagonista del plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El deporte, deportistas, lo sabéis mucho mejor que nosotros, además de protagonista, es un reflejo fundamental de los valores y las demandas de nuestra sociedad. Y en este sentido deseo destacar, muy especialmente, algo que distingue a la expedición olímpica y paralímpica española, y que nos llena de mucho orgullo. Y es ser una expresión viva de la riqueza y la diversidad de nuestro país, y un ejemplo de acogida y de integración.
Pienso en quienes encontrasteis en España una tierra de oportunidad, para vosotros y también para vuestras familias, y que ahora nos recompensáis con el fruto de vuestro trabajo, de vuestro esfuerzo y de vuestra competitividad.
Pienso también en quienes, con vuestra actitud y con vuestras declaraciones, sois un ejemplo vivo del valor del deporte frente a la discriminación, a la intolerancia y también frente al extremismo.
Sabed que detrás de vosotras y de vosotros hay un país entero, un país entero, que os admira, que os apoya, que os toma como referencia y que, sin duda alguna, se reconoce en vosotros y vosotras.
No quiero dejar de mencionar otra cuestión que los Juegos de Tokio han puesto en el centro del debate. Yo creo, embajador, que en Tokio, en fin, aquí hay, por supuesto, personas mucho más expertas que yo. Pero Tokio ha servido también como un punto de inflexión en esto que voy a comentar ahora mismo. Me refiero a la importancia de la salud mental en el deporte, en relación con la enorme y creciente presión que viven sus profesionales.
Y aprovecho en este sentido para manifestar todo mi cariño a Teresa Perales, deseando que se recupere y pueda volver a casa cuanto antes. Y si os parece, podemos dar un aplauso a Teresa.
Mirad, tras la crisis de la última década y lo ocurrido con la pandemia, estamos redefiniendo nuestro mundo, en todos los terrenos y en todos los sentidos. Y de la misma manera que buscamos nuevas formas de desarrollo con una dimensión más humana, más sostenible, más respetuosa con el planeta, también tenemos que reflexionar sobre los límites del espectáculo deportivo. Y ni siquiera el deporte de alta competición puede guiarse por una conquista del éxito a toda costa, y menos aún por su mercantilización más abusiva.
De la misma manera que rechazamos el dopaje por la destrucción física que conlleva en nuestros deportistas, debemos combatir una cultura que haga del deportista un mero icono que realiza marcas, que realiza proezas a costa de su salud y de su integridad mental.
La belleza de una gesta deportiva consiste en que detrás de ella, como aquí se ha dicho por parte de otros intervinientes, hay personas. Hay personas en quienes nos podemos reconocer, que nos sirven como inspiración, como ejemplo, en todos los órdenes de la vida, no solamente en el deportivo. Precisamente porque las vemos avanzar con sus virtudes y con sus defectos, con sus fortalezas y también con sus debilidades.
Dar al deporte una dimensión humana es, creo, que responsabilidad de todos. Y, desde luego, puedo aseguraros que el Gobierno de España estará siempre comprometido con esta labor.
Ahora, deportistas, llega el momento de abrir un nuevo ciclo olímpico, paralímpico, de mirar al futuro. Algunas y algunos de vosotros habéis anunciado ya que estos Juegos de Tokio 2020 han sido vuestros últimos juegos. Hablamos además de nombres que son auténticas referencias, escritos con letras de oro en la historia del deporte español. Algunos de ellos hemos crecido con esos nombres, y nos hemos también inspirado con su trabajo y con su desempeño tan exitoso en las distintas disciplinas deportivas.
Quiero manifestaros nuestro profundo agradecimiento. Por las emociones que hemos vivido a vuestro lado y por las lecciones que habéis dado a lo largo de estos años. Espero, de corazón, que disfrutéis del final de vuestras carreras deportivas, desde la satisfacción por todo lo que habéis conseguido. Y a quienes vais a iniciar ya una nueva etapa en vuestra vida, no sólo os deseamos lo mejor y la máxima de la suerte, sino que os hago saber que seguimos contando con vosotros y vosotras. Os necesitamos allí donde queráis estar, para que el ejemplo que habéis dado y los éxitos conseguidos tengan continuidad en las siguientes generaciones.
Y en ese sentido, quiero reconocer también el extraordinario trabajo que está haciendo el Comité Olímpico y el Comité Paralímpico, precisamente para la integración de los deportistas una vez finalizada la carrera deportiva
A quienes no habéis decidido todavía si vais a intentar o no París, pues comprendo bien la dificultad de mantener en el tiempo los enormes sacrificios que esta puesta exige. Sólo puedo deciros que, cualquiera que sea vuestra decisión, tenéis nuestro apoyo y nuestra admiración, más allá del deseo natural que todos sentimos, de lógicamente, volver a veros en la competición olímpica.
Sé también que para muchas y muchos de los que hoy estáis aquí, Tokio ha sido una experiencia de madurez competitiva, y el trampolín imprescindible que os debe conducir a lo más alto en París. Estoy completamente seguro de que va a ser así.
Quiero enviar un saludo especial a los que no pudieron estar en Tokio por lesión, como a Rafa Nadal, a Carolina Marín o a Orlando Ortega, a quien la fatalidad le llegó estando ya allí, también en la forma de aceptar estos contratiempos, inevitables en la élite competitiva y que se manifiesta en esos momentos tan difíciles, tan complejos, después de tantos años entrenando, y que en este último segundo no pudiera competir la grandeza humana del deportista.
Ahora, como aquí se ha dicho, queda el camino hacia París, un nuevo ciclo olímpico más breve de lo normal, tres años, plagado de competiciones al más alto nivel.
La exigencia, lo sabéis vosotros mejor que nadie, va a ser máxima, pero os aseguro que es proporcional a la confianza que tenemos en vosotras y en vosotros.
Suerte a todos, a todas. Y sabed que desde este mismo momento nos ponemos a trabajar codo con codo, como ha dicho Miguel y Alejandro, para que dentro de tres años podamos celebrar los juegos más exitosos del deporte español.
Gracias de corazón. Es un orgullo.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)

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