Intervención del presidente del Gobierno en la presentación de la celebración del centenario de José Saramago

11.8.2021

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Tías, Lanzarote

Querida Pilar, querida presidenta del Cabildo, alcalde, presidente de las Islas Canarias, ministra, delegado del Gobierno, presidente Zapatero, resto de autoridades.
En primer lugar, me van a permitir que agradezca a los medios de comunicación que puedan atender esta comparecencia tan importante para el Gobierno de España también.
Para mí es un enorme placer, se lo dije a Pilar antes de entrar en este espacio, es un enorme placer aprovechar mi estancia en Lanzarote para regresar a esta "casa hecha de libros", como tan bien la describió su dueño, para celebrar su reapertura después de tenerla cerrada como consecuencia de la pandemia.
Recordaba precisamente con la presidenta de la Fundación, que fue en octubre de 2018, con el Primer Ministro Costa, cuando pudimos celebrar, junto también con el presidente de Canarias, con Ángel Víctor, el 20 aniversario de la entrega del Premio Nobel de Literatura a José Saramago.
Y decía antes la presidenta que el retorno de la actividad cultural es parte fundamental de esa recuperación de la normalidad tan ansiada por parte del conjunto de la ciudadanía española, y una señal más de la esperanza con la que abordamos este tiempo nuevo que hemos empezado a caminar ya como consecuencia de la superación de la pandemia gracias a la vacuna.
Un tiempo que para "A Casa" vendrá, sin duda marcada por la conmemoración del centenario de José Saramago, a partir del próximo mes de noviembre, que es lo que nos convoca hoy aquí, contribuyendo a acrecentar aún más el conocimiento y la admiración hacia su obra y su figura.
Deseo, pues, mucho éxito a Pilar del Río, a Javier Pérez y a todo el equipo de "A Casa" en las actividades relacionadas con motivo de este aniversario, que yo diría que es entrañable.
Y quiero también agradecer su labor en general, Pilar, también a la Fundación César Manrique, como bien ha hecho el presidente Ángel Víctor, porque espacios así resultan imprescindibles y sobre todo hoy en día, mucho más.
No se trata solamente de recordar, movidos por el cariño o incluso también por la nostalgia, sino reivindicar a José Saramago, porque todas las sociedades, sobre todo en momentos como los actuales, necesitan referencias y en especial referencias, como José Saramago.
Y una de las razones para mantener viva la memoria de nuestras grandes mujeres y grandes hombres es precisamente que nos siguen sirviendo de inspiración a la hora de afrontar nuevos retos y decisiones. Difíciles, sin duda alguna, las que hemos tenido que tomar durante estos largos meses de pandemia.
José Saramago es un perfecto ejemplo de ello.
Dejó escrito también en "La balsa de piedra", querida Pilar, lo siguiente. Dijo "Las energías vuelven siempre cuando la esperanza vuelve". Y esta es una frase que muchos recuperaron durante los largos meses de confinamiento en las redes sociales, animándonos, en consecuencia, a resistir. Y resistimos, con los medios a nuestro alcance, como bien ha hecho referencia aquí el presidente Ángel Víctor, o creando otros nuevos si era necesario.
Estas islas, las Islas Canarias, lo saben muy bien porque fueron objeto preferente de instrumentos que tuvimos que crear para poder sobrevivir, como fueron los ERTES, como fueron las prestaciones a autónomos, los avales a los ICO o a las pequeñas y medianas empresas, las ayudas directas que está tramitando ahora mismo el Gobierno de Canarias, el apoyo al sector turístico. Recientemente acabamos de aprobar un apoyo extraordinario de 100 millones de euros para la resiliencia del sector turístico en las Islas Canarias, 5 millones de euros del plan de sostenibilidad para las Islas o para la isla de Lanzarote… Todos ellos esenciales para salvar empleos, empresas y también para tratar de reducir el desgarro que ha supuesto esta emergencia económica y también sanitaria desde el punto de vista social, por ejemplo, con la creación del Ingreso Mínimo Vital, que también es tan importante para las Islas Canarias.
Así que hoy no diríamos que nuestras energías vuelven, porque nunca nos abandonaron, ni tan siquiera en los momentos más difíciles, más duros, del confinamiento y de la pandemia; pero sí podemos afirmar que crecen cada día más y más, animadas por las esperanzas sólidas y fundadas. Porque esperanzas sólidas y fundadas son, por ejemplo, querida ministra, las cifras de vacunación.
Gracias, ministra, gracias también a Ángel Víctor, en nombre de todos los presidentes y presidentas de comunidades autónomas, porque en España ya hemos superado el 60 % de la población de pauta completa, más de 28 millones y medio de españoles con esa pauta completa, tras administrar más de 59 millones de dosis. Recordemos que empezamos a finales del mes de diciembre del año pasado a abordar esta vacunación.
Como lo es también la noticia que acabamos de conocer, querida Ministra, según la cual la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios acaba de autorizar el primer ensayo clínico en humanos de la vacuna española frente al COVID. Se trata de la vacuna de la compañía farmacéutica HIPRA, una empresa española que ha contado, como el resto, con la colaboración y también con el asesoramiento del Gobierno de España para sacar adelante su proyecto. No en vano quiero también deciros que nuestro país ha invertido más de 13 millones de euros en transferencias y casi 6 millones de euros en créditos para colaborar con la ciencia española en el desarrollo de las nuevas vacunas frente al COVID en nuestro país.
Esperanzas sólidas y fundadas, como los datos de crecimiento económico, también de creación de empleo que estamos conociendo y que nos acercan a los niveles previos a la pandemia, siendo España hoy el país que más está creciendo ya Del entorno de nuestro país.
Pero esa esperanza ya no es la de regresar al punto de partida, como bien decía antes Ángel Víctor. Yo creo que hoy tenemos que aspirar con más razón aún a un tiempo de cambio, de modernización y de transformación dirigido por valores que tanto César Manrique como José Saramago, y como también los ciudadanos de Lanzarote promueven desde hace ya muchas décadas, como es la relación entre la cultura, el turismo, el desarrollo y la sostenibilidad.
Sostenibilidad porque, efectivamente, como bien ha dicho el presidente de las Islas Canarias, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático son, deben ser, una prioridad para todas y cada una de las instituciones públicas. Desde luego lo es para el Gobierno de España: una prioridad absoluta.
Acabamos de conocer el informe de las Naciones Unidas que nos alerta una vez más de la gravedad de la situación, y no podemos ser ajenos a ello. Desde luego, el Gobierno de España no lo es.
Todos hemos visto la entidad de los incendios en países del Mediterráneo, como Grecia, como Turquía, que cuentan sin duda alguna con toda nuestra solidaridad y con todo nuestro apoyo, porque hemos desplegado también medios materiales para poder hacer frente a estos grandes incendios en estos dos países hermanos.
En España no somos ajenos a este peligro, y de hecho sabemos que con la ola de calor que está entrando ahora mismo en nuestro país, entramos también en una zona de riesgo. El Gobierno, quiero trasladar al conjunto de la ciudadanía española, estará atento al riesgo de incendios en absoluta coordinación con el conjunto de administraciones públicas.
Y me gustaría también pedir a todos los ciudadanos máxima prudencia y toda la colaboración para evitar el riesgo tanto como sea posible. La lucha contra el fuego y la preservación del medio ambiente son tarea de todos y el Gobierno será el primero en trabajar para poder evitarlo, para poder prevenirlo.
El conjunto de la sociedad española, yo creo que lo hemos visto y sobre todo gracias a los jóvenes, ha cambiado mucho. Tanto que algunos que se atrevían antes a negar la realidad del cambio climático y sus dramáticos efectos sobre nuestro planeta, hoy saben que el presente tiene que ser sostenible o nuestro planeta no tendrá futuro.
Y desde ese punto de vista, el Gobierno de España ha venido desplegando durante estos últimos tres años una agenda legislativa muy poderosa en relación con la Ley de Cambio Climático, finalmente aprobada en las Cortes Generales, el Plan Nacional de Energía y Clima, la Estrategia de Economía Circular, los fondos europeos; que son tanto los pilares, desde el punto de vista legislativo, como también los recursos, procedentes de Europa, a partir de los cuales vamos a transformar nuestra economía hacia parámetros mucho más sostenibles y verdes.
He hablado con optimismo sobre la vacunación y sobre la recuperación, y puede incluso resultar extraño en esta casa, en la casa de un reputado pesimista. Pero quizá esta idea acerca de Saramago no sea tan cierta como parece, porque a fin de cuentas, fue un hombre lleno de energía, lleno de bondad. Y eso, siguiendo su propia frase, es una señal indudable de esperanza.
Yo tengo la impresión leyéndolo, volviendo a visitar su casa, querida Pilar, de que más que un pesimista, Saramago era un gran impaciente. La impaciencia por llegar a ver una sociedad más libre, más cohesionada, construida sobre fundamentos profundamente humanos. Y que le llenaba de desasosiego y también de indignación ver los motivos por los que ese avance tardaba tanto en llegar.
Estoy convencido de que entre todos y todas estamos dando pasos decisivos para hacer un poco más cierto aquel mundo de justicia, de igualdad y de progreso real que él soñaba y reclamaba. Ese será, sin duda, el mejor homenaje que le podamos rendir y la forma más noble de seguir teniendo a José Saramago, a uno de nuestros grandes referentes ibéricos, presente entre nosotros y nosotras, como un ejemplo constante, como decía al principio de mi intervención, de inspiración.
Muchísimas gracias.
Y desde luego puede contar también con el Gobierno de España la celebración de este centenario.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)

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