Intervención del presidente del Gobierno en la ceremonia de entrega de la Medalla de Oro de Galicia

25.7.2021

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Santiago de Compostela

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ.
Buenas tardes. Majestad, presidente de la Xunta de Galicia, galardonados, galardonas, enhorabuena.
En 1863, vieron la luz estas palabras de Rosalía de Castro: "Lugar más hermoso no hubo en la Tierra que aquel que yo miro, que aquel que me hiciera". Estos versos pertenecen a "Cantares gallegos", obra en la que la excelente escritora cantó y dignificó como nadie su territorio, Galicia: su gente, su paisaje y sus costumbres.
Rosalía de Castro quiso ofrecer una imagen real de la tierra que tanto amaba. Reivindicó la belleza de los campos, la fortaleza de su pueblo, y también mostró el dolor de una sociedad rural que luchaba contra la pobreza y que se veía en consecuencia abocada al sufrimiento de la emigración.
Fue en una casa en Camiño Novo, la entrada a la ciudad de Santiago de Compostela desde la carretera de Pontevedra, que conducía al casco histórico de la ciudad, donde nació Rosalía.
Hoy, ese Camiño Novo es la avenida Rosalía de Castro, y aquel lugar del que debían marcharse entonces los campesinos y campesinas a trabajar a los campos de Castilla, y que la misma Rosalía tuvo que abandonar en su juventud, es una joya, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Santiago de Compostela, destino final de la peregrinación jacobea, es un referente mundial de conservación del patrimonio material e inmaterial. El Camino de Santiago fue el primero de los Itinerarios Culturales Europeos, concedido por parte del Consejo de Europa en 1987. Y en 2004, se le concedió la categoría de Gran Itinerario Cultural Europeo.
Representa, en consecuencia, el vínculo entre la ciudadanía europea y el patrimonio cultural, un espacio donde la tolerancia, la libertad, el sentimiento de comunidad y la solidaridad entre diferentes pueblos y culturas son posibles, se hacen realidad y cada año.
El Camino de Santiago recibió, también, el premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2004 por ser, y cito textualmente, "un lugar de peregrinación y de encuentro entre personas y pueblos que a través de los siglos se ha convertido en símbolo de fraternidad y vertebrador de la conciencia europea".
El Camino, como vía cultural, como ruta artística, como calzada también histórica o como sendero para deportistas y turistas, ha sido la "gran avenida cultural europea de estos últimos tiempos".
Hoy, con Su Majestad el Rey, , se ha convocado, como bien decía el presidente de la Xunta, la reunión del Real Patronato de la Ciudad de Santiago, después de 18 años, y es una noticia yo diría excelente, primero para Santiago de Compostela, querido alcalde, para Galicia, querido presidente y, sin duda alguna, para el conjunto del país, para España. A lo largo de estos años de intenso trabajo, el Real Patronato se ha volcado en la protección patrimonial de los innumerables bienes que atesora Compostela, pero me gustaría también recalcar que se ha volcado en la preservación de los bienes inmateriales. Porque lo intangible, tanto en Galicia como en Santiago, es tan valioso como lo tangible. El eco de los versos de Rosalía es tan valioso como los gruesos muros de sus mejores edificios.
La Catedral de Santiago, como casi todos los monumentos de esta ciudad única, luce ahora con todo su esplendor. La bulliciosa y luminosa almendra, con su enlosado de siglos, conservado en un estado excelente por manos sabias, ha podido soportar el paso de miles y miles de peregrinos y visitantes y, por supuesto, el caminar cotidiano de los habitantes de esta maravillosa ciudad. Santiago de Compostela no solo puede observarse y admirarse sino, y esto es lo más importante, puede vivirse. Se ha impedido que el tiempo borre nuestra memoria.
Parafraseando de nuevo a Rosalía de Castro, diría que "el sediento viajero que el camino atraviesa", en Galicia, tiene donde aliviarse. Esta tierra es, a la vez, agua, agua fresca, es también memoria, es cultura viva y es estímulo.
El Gobierno de España está profundamente involucrado en este bienio Xacobeo. El Camino de Santiago es motor económico y de visualización de la propia ciudad, de Galicia, de toda España, y en su promoción internacional debemos trabajar, como bien ha dicho el presidente, unidos. La colaboración institucional entre administraciones de distinto signo político es posible y se sostiene además a lo largo del tiempo. Creo que los resultados son extraordinarios.
Aquí se ha dicho que el año 2020 no ha sido fácil para nadie y en nuestra memoria siempre tendremos muy presentes a las víctimas del covid-19. Debido a la peor crisis sanitaria y económica del último siglo, el número de peregrinos y peregrinas en el Camino de Santiago cayó un 84,49% en 2020 respecto al año 2019. Y si analizamos la afluencia mes a mes, el comienzo de 2020 indicaba todo lo contrario, indicaba un año prometedor, ya que se superaban en enero y febrero los datos de peregrinos de 2019. Sin embargo, a partir de marzo de 2020las cifras cayeron en picado, con datos a cero, como no podía ser de otra manera, en abril y mayo. A pesar de un crecimiento significativo durante los meses de julio y agosto, volvieron a caer a partir de septiembre debido a la siguiente ola del covid. Pero gracias a la vacunación y gracias al esfuerzo de todos y todas, ahora estamos, como he dicho en muchísimas ocasiones, en un punto diferente, en un punto cargado y repleto de esperanza.
Y no hay mayor motor para la recuperación ni mayor símbolo de futuro que este: a día de hoy, en España se han administrado 52.879.267 dosis de vacunas contra el coronavirus. Cada una de ellas es una pequeña victoria. Más de 25 millones de españoles y españolas tienen la pauta completa, es decir, el 52,8% de nuestra población. Y, con una sola dosis, son 30 los millones de personas vacunadas, es decir, el 63,7% de la población española.
Aquí se ha dicho por parte del presidente de la Xunta y también por parte de Yolanda: empezamos hace muy poco, en el mes de diciembre, a finales del mes de diciembre del año pasado. Y hoy ya son 52,8% el porcentaje de la población con pauta completa.
Este ritmo de vacunación, que es imparable, es sin duda gracias al esfuerzo común conjunto de instituciones públicas, que también quiero poner en valor, amigos y amigas, del Ministerio de Sanidad, de las Consejerías de Sanidad de todo y cada uno de los gobiernos autonómicos, con independencia del signo político que sean, y por supuesto de todo el personal sanitario de España.
Una vez más, desde que comenzó la pandemia, podemos estar inmensamente orgullosos y agradecidos. Agradecidos a los profesionales sanitarios que día y noche trabajan para vacunar al conjunto de la población española. Pero también al conjunto de la población española que, sin ninguna objeción, sin ninguna resistencia, ha acudido masivamente para protegerse y, en consecuencia, proteger al conjunto de la sociedad gallega y española.
Creo que una de las lecciones que nos ha dejado esta pandemia es el valor incalculable de la investigación y de la ciencia, que es imprescindible, y el mérito de todas y cada una de las personas que hay detrás del sistema de salud español es enorme. Sin todos ellos, sin todas ellas, la recuperación no sería posible. El futuro de este país, ahora más que nunca, está en las mejores manos.
Galicia, como se ha dicho por parte del presidente de la Xunta, es la segunda Comunidad Autónoma con más personas inmunizadas a día de hoy, solo por detrás de la vecina Asturias. El 66,7% de la población gallega ya ha recibido la pauta completa. El 66,7%. Enhorabuena, gallegos y gallegas. Enhorabuena porque más de 1,3 millones de gallegos y gallegas están a salvo de la covid-19.
El dispositivo que ha llevado la vacuna a todas estas personas, y que sigue trabajando sin cesar, pues es histórico. Desde hace seis meses, no ha habido otra prioridad para todos ellos y para todas ellas y quiero también nombrarlos como bien ha hecho el presidente Feijóo: personal de enfermería, de salud pública, de servicios centrales, administrativos, farmacéuticos, informáticos…En fin, un largo etcétera.
Las personas que están detrás de todo esto son muchas, y a cada una de ellas le debemos ese gran paso. Porque el éxito de la vacunación en Galicia es también una noticia fabulosa para el conjunto de la sociedad española.
Porque este camino, si me permiten el símil, como el de Santiago, es el camino colectivo de compañerismo y de solidaridad, y porque, como tantas veces hemos dicho desde que comenzó la pandemia, solo saldremos de ella si estamos unidos, si estamos unidas.
Aquellas palabras, si me permiten, siguen siendo la única hoja de ruta, y estoy seguro de que el dispositivo de vacunación gallego, que hoy recibe la Medalla de Oro de Galicia por su enorme esfuerzo y dedicación, lo sabe a pies juntillas.
En el mes de diciembre de 2020, aquí lo ha relatado, la enfermera Yolanda Moares Castiñeiras dijo, al recibir la primera dosis de la vacuna, que aquello era "el principio del fin del COVID". Yolanda, es enfermera de Catoira y fue quien administró la vacuna a la primera persona que se vacunó en Galicia. Estaba haciendo Historia. Estabas haciendo Historia, para Galicia, para España y para el conjunto de Europa.
Hoy, en consecuencia, estamos aquí para celebrarlo, para honrar la memoria de los fallecidos como consecuencia del COVID, pero también para reconocer el mérito a todos y todas sus compañeros y compañeras, de los profesionales sanitarios: porque el principio del fin de la COVID ha llegado a nuestro país a través de vuestras manos. Así que, gracias, Yolanda. Por aquel día histórico y por todos los demás días históricos que venís desplegando durante estos largos meses de pandemia.
En este momento de incertidumbre, tras los durísimos meses pasados Porque la labor encomiable del servicio de salud pública gallego, y del español, no es labor de un día. Es una labor constante, y es una labor para el futuro.
Por todo esto, querría acabar celebrando que Galicia, en este Año Santo Xacobeo, está de fiesta. Por el éxito de la vacunación, por el trabajo de sus enormes profesionales en todos los ámbitos y por seguir siendo una parte imprescindible de nuestra memoria. Por hacer posible el Camino de Santiago, que es, hoy más que nunca, símbolo del camino que queremos recorrer juntos como país, como sociedad.
En este momento de incertidumbre, tras los durísimos meses pasados, nos comprometemos a liderar el camino hacia la recuperación, de la mano de un Año Santo Xacobeo que es especial y que, estoy seguro, será el de la esperanza y la revitalización.
Hoy, 25 de julio, festividad del apóstol Santiago, es el Día de Galicia, una tierra que todos los españoles, querido presidente, querido alcalde de Santiago, autoridades gallegas, amamos de forma muy especial. Por la bondad de sus gentes, por su Finisterre, por su Ribera Sacra, por su gastronomía, por su clima, por su lengua y sobre todo, hoy quiero reivindicar, por su solidaridad. Todo el mundo -sea cual sea su procedencia- habla bien de Galicia, y ese es un atributo que debemos proteger entre todos y todas.
Una de las prioridades del Gobierno de España, como todos ustedes saben, es el de la de cohesión territorial, el reto demográfico es uno de los enormes desafíos de este siglo urbano. Dotar, en consecuencia, a todos los ciudadanos y ciudadanas de los mismos derechos y los mismos servicios. Cuando hablamos de que en esta crisis no podemos dejar a nadie atrás no solo estamos hablando de las personas, lógicamente son ellas las principales protagonistas, pero también son los territorios, todos y cada uno de los territorios de España, todos y cada uno de los territorios de Galicia.
Galicia es una tierra con una identidad orgullosamente rural que merece que se atienda con urgencia ese desafío del reto demográfico. Necesita infraestructuras que la vertebren mejor y un esfuerzo de política públicas que lleven el Estado del Bienestar a cada rincón de su geografía.
Recogiendo el guante del presidente de la Xunta de Galicia, el Gobierno de España, en este sentido, está comprometido con Galicia, querido Alberto, como lo demuestran dos hitos, muy importantes, que van a mejorar la movilidad de los gallegos y las gallegas y que van a impulsar esa vertebración del territorio.
Por un lado, la llegada inminente de la Alta Velocidad; y por otro, la rebaja histórica de los peajes de la autopista del Atlántico, que aprobaremos en el próximo Consejo de Ministras y Ministros, cumpliendo en tiempo y forma nuestros compromisos con la sociedad gallega.
La tan esperada llegada del AVE a la nueva estación intermodal de Santiago dará a la ciudad y a toda la comunidad autónoma una accesibilidad a la altura de lo que necesitaba y demandaba.
Supondrá un antes y un después en la Historia de Galicia y, en consecuencia, en la Historia de toda España. Y convertirá a este territorio, a este país, a esta tierra -aún más- en un espacio incomparable de encuentro.
Y la Autopista del Atlántico, la AP9, la autopista más utilizada por los gallegos y gallegas, recibirá unas bonificaciones hasta el fin de la concesión que van a suponer un ahorro de 2.300 millones de euros para los ciudadanos y ciudadanas que circulan por ella.
Esta autopista, que vertebra Galicia de norte a sur, es un elemento imprescindible para la movilidad de las personas y también de las mercancías de Galicia, y la drástica reducción de sus peajes a partir de la próxima semana va a permitir desviar la circulación de rutas alternativas y por tanto, mejorar así algo que sé que es muy sentido por la sociedad gallega, y es la seguridad vial.
Y va a permitir, sobre todo y ante todo, que miles de gallegos y gallegas que la usan a diario, habitualmente tengan un alivio económico en sus bolsillos.
Tanto el AVE como las rebajas de la AP9 son una prueba inequívoca de la apuesta del Gobierno de España por esta Comunidad Autónoma, por Galicia. De la apuesta por lograr beneficios reales para sus ciudadanos y por abrir las puertas de Galicia a todos aquellos y aquellas que quieren conocerla.
Los millones de visitantes que sabemos que van a llegar, sin duda van a llegar a lo largo de los próximos años a Galicia deben encontrar la región que esperan, la región que es: universal, excepcional, deslumbrante en su belleza de siglos y acogedora en su hospitalidad, pero también. Y quiero subrayarlo, por su innovación, por su compromiso con lo verde, por su compromiso con la sostenibilidad, por su compromiso con la cohesión social, participativa y despierta en su oferta cultural.
A Galicia seguirán llegando, ni más ni menos que a pie, millones y millones de peregrinos y peregrinas, haciendo de ella el lugar único que es.
No existe otro lugar en Europa, me atrevería a decir, amigos y amigas, que pueda contar esta hazaña: que gente de todo el mundo, proveniente de todas partes del mundo, recorra, durante días, con una mochila a su espalda, las sendas que se iniciaron en el siglo IX con el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago el Mayor, y que confluyen en Santiago de Compostela, encuentro final de tantos, y tantos, y tantos, caminos históricos.
Aunemos esfuerzos, entre todos y todas, yo creo que esta es la gran lección que tenemos que extraer de la pandemia, aunar esfuerzos entre todos y todas, para seguir haciendo de Santiago, de Galicia y de España lo que somos, referentes mundiales. Hagamos juntos, también, este camino.
Muchísimas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)

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