Declaración institucional del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al primer ministro de Bélgica, Alexander Croo

18.10.2021

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Madrid

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Presidente.- Buenas tardes. Gracias a los medios de comunicación por atender esta comparecencia de prensa.

Quisiera comenzar agradeciéndote, Alexander, tu visita hoy a Madrid, la primera de un primer ministro belga desde hace diez años.

Hemos tenido ocasión de vernos en múltiples formatos, somos vecinos en el Consejo Europeo, pero no habíamos tenido todavía la ocasión de sentarnos de manera bilateral para hablar tranquilamente de la enorme relación que nos une. España y Bélgica comparten elementos fundamentales que a mí me gustaría subrayar.

En primer lugar, los valores y principios de libertad, igualdad, democracia y Estado de derecho en los que se fundamentan nuestras sociedades. Son las bases que nos une en el seno de la Unión Europea, en la que nos reconocemos como socios, como amigos. Y yo quiero, además, reconocer en Alexander que en los debates que tenemos en el Consejo Europeo siempre aporta una visión constructiva, una visión pro europea en busca de soluciones y facilita en muchas ocasiones los acuerdos, así que le quiero reconocer esta labor al Primer Ministro belga. Y como decía antes, además de socios y amigos, todos estos valores y principios de libertad, igualdad, de democracia, de Estado de derecho son también la bandera que enarbolamos juntos en los principales foros multilaterales. Defendemos estos valores, y sabemos que podemos seguir trabajando todavía más a fondo en los mismos.

En segundo lugar, quisiera también subrayar la cercanía entre nuestros ciudadanos y ciudadanas, que viene de atrás, con la emigración española en Bélgica, y que hoy está representada en los más de dos millones y medio de turistas belgas que visitan, o visitaban, nuestro país antes de la pandemia en 2019 (los últimos datos) y que esperamos volver a acoger con los brazos abiertos durante los próximos meses.

No hay que olvidar también la intensidad de las relaciones culturales que mantenemos ambos países, con instituciones como el Instituto Cervantes o la Fundación Carlos de Amberes, que contribuyen al conocimiento y acercamiento mutuo de ambas sociedades.

Y, en tercer lugar, yo diría que unas intensas relaciones económicas, que a veces, por ser países cercanos, tendemos a relativizar, pero que, en cambio, sitúan a Bélgica como el octavo país más importante para España en volumen de exportaciones.

Por tanto, comprenderán que es mucho y diverso lo que hemos hablado hoy el primer ministro belga y yo. Hemos constatado la realidad que nos une y que hemos consolidado su futuro. Más aún en un año como este, en el año 2021, en el que celebramos el centenario de la elevación a rango de embajada de nuestras legaciones diplomáticas, justo tras la Primera Guerra Mundial, durante la que nuestra Legación en Bruselas realizó una labor humanitaria encomiable en defensa de la población civil de una Bélgica entonces ocupada.

La voluntad de intensificar nuestra relación política es firme, está basada en la confianza recíproca, que profundizaremos aún más, y en la defensa de los valores comunes que antes he señalado.

Y a su vez, hemos podido abordar una larga lista de temas en la agenda europea en la que existen puntos de conexión en nuestras posiciones.

La concertación europea se ha demostrado como la mejor herramienta para hacer frente a la pandemia, para alcanzar los altos niveles de población vacunada que estamos teniendo, y para iniciar una respuesta yo diría rápida que nos permita encauzar la recuperación económica y social. Una recuperación económica que tiene que ser justa, sobre todo para los colectivos, el conjunto de la población más vulnerable, que necesita de la respuesta y del abrigo de los poderes públicos. Como le he dicho a mi amigo Alexander, al primer ministro belga, confío en que será también la mejor herramienta para hacer frente a otros retos igualmente importantes para nuestros países, como por ejemplo la autonomía estratégica, el pacto migratorio -que es muy importante, un debate todavía pendiente en el conjunto de la Unión Europea- o el desafío que supone el incremento de los precios de la energía, tanto desde el punto de vista de la cohesión social como de la recuperación económica.

Hemos dedicado también una atención especial al inicio de la preparación de nuestras respectivas presidencias del Consejo de la Unión Europea, que se enmarcan en un mismo trío presidencial, para el año 2023 y para el año 2024. Y ambos coincidimos en la voluntad de utilizar ese periodo para dar un salto cualitativo que queremos para la Unión Europea, en el avance hacia una transición verde y digital que tiene que ser justa, que debe incorporar a mucha de la población que hoy ve en esas transiciones un riesgo y no una oportunidad de empleo y de prosperidad. Hay que dejar atrás las proclamas para dar paso a las certezas y a las realidades que nos demandan la sociedad tanto belga como española y el conjunto de la sociedad europea.

En definitiva, querido Alexander, querido primer ministro, hoy es solo el primero de muchos encuentros futuros en los que, estoy convencido, la confianza, la complicidad, la estima y la lucha por los valores comunes en los que creemos la sociedad belga y la sociedad española presidirán las relaciones entre nuestros dos países.

Así que, bienvenido Alexander. Bienvenido a Madrid. Es un placer recibirte hoy aquí en el palacio de la Moncloa.

INTERVENCIÓN DEL PRIMER MINISTRO BELGA, ALEXANDER DE CROO

Primer ministro belga, Alexander de Croo.- Señoras y señores, estimado Presidente. Estimado Pedro, buenas tardes.

Muchísimas gracias por la calurosa bienvenida aquí en Madrid. De hecho, hemos abordado muchos puntos. Hay muchos temas que no hemos podido tratar, pero bueno, es cierto que somos vecinos en el Consejo de la Unión Europea y estoy muy satisfecho de que en esta reunión hayamos podido tratar cuestiones de manera privada en bilateral.

Hemos planteado prioridades también para nuestro programa y vemos cómo podemos cooperar en los próximos meses y años. Tal y como ha dicho Pedro, tenemos una gran historia compartida y ha dado ejemplos muy importantes y tampoco podemos olvidar que en el pasado también hemos tenido nuestras diferencias y eso no es un secreto, pero esas diferencias yo creo que han reforzado nuestra relación.

Hoy he venido aquí para destacar esta fuerza, esta fortaleza y la amistad que existe entre ambos países, que se basa en el respeto mutuo y en el entendimiento mutuo.

En junio, nuestros ministros de Asuntos Exteriores se reunieron aquí y firmaron un memorando que abre un nuevo capítulo en las relaciones hispano belgas en muchos temas, no solo la economía, sino también la justicia, la cultura, el cambio climático y muchos otros temas. Y queda claro que esta es la base para los temas en los que vamos a trabajar en los próximos años.

Me gustaría abordar varios temas. En primer lugar en Europa, tal y como ha dicho usted, Bélgica y España tienen posturas muy similares. Creemos en el multilateralismo, creemos en el mundo de hoy. Los países europeos son más fuertes si trabajan juntos y si están en la misma longitud de onda. Y ese es el caso también en cuanto a la agenda europea.

Y me gustaría destacar un par de elementos. En primer lugar, el Estado de derecho. Y, en segundo lugar, el cambio climático.

Está claro que lo que pasó en Polonia el mes pasado, bueno, una decisión que dijo que la legislación polaca estaba por encima de la legislación europea es algo preocupante, es algo que puede socavar el propio tejido de la unidad europea. Si uno está en un sistema europeo, hay que acordar quién es el árbitro. Y si no estamos de acuerdo en cuanto a quién es el árbitro, pues al final es muy difícil poder jugar un partido juntos, ¿no? Así pues, estamos totalmente convencidos de que la Comisión es la guardiana de los tratados y va a desempeñar ese papel. Y estoy convencido de que al final la solución tiene que ser una solución política.

Estamos satisfechos porque vemos que España es un aliado en este tema tan importante. Creo que tenemos que trabajar con nuestros amigos polacos, entablar un debate, ver cómo quieren seguir adelante con esta decisión y estoy deseando que nos podamos reunir en el Consejo a finales de esta semana para ver cómo podemos avanzar si queremos tener un mercado único europeo -y todos sabemos cuál es el valor de ese mercado único europeo- es necesario que haya un árbitro, es necesario que hay unas normas y hay que tener bien claro cuál es el papel del árbitro.

El segundo tema que quería abordar es el cambio climático. El tema sobre el cambio climático sigue siendo también un debate sobre los precios de la energía. Creo que tenemos que adoptar medidas contundentes contra este auge de los precios y la mejor estrategia para ello es acelerar la transición hacia las energías renovables de todas las fuentes de energía que vemos hoy, la única que ve cómo se reducen sus precios es la energía renovable.

Así que tenemos que dejar bien claro que nuestra ambición tiene que ser muy elevada y al mismo tiempo tenemos que garantizar que esta transición es una transición socialmente justa. Pedro, sé que a menudo habláis de eso también. Tal y como has dicho, la transición climática solamente será una transición positiva si es una transición justa. No puede ser que la transición climática sea una transición en la que la clase media no pueda obtener beneficios y salga perdiendo.

Si lo organizamos así, no vamos a llegar muy lejos en este sentido. Y por eso aplaudo la iniciativa adoptada por España de presentar este documento sobre la cuestión de los precios de la energía. Me parece que es bueno que se plantee como prioridad y lo vamos a debatir ciertamente a finales de la semana que viene en el Consejo de la Unión Europea.

Yo creo que todos estos temas son temas muy interesantes y además muestran que vamos a trabajar de manera más estrecha si cabe, durante los años 2023 y 2024. Tenemos, como ha dicho el presidente, presidencias que van de la mano y durante este período vamos a trabajar mucho juntos.

Y también me gustaría sacar a colación el tema de Cataluña. Bélgica y España son países que tienen que abordar cuestiones territoriales y esto es porque compartimos muchas características. Somos países diversos, con una gran riqueza, una gran diversidad. Eso es algo que tenemos que apreciar.

Como primer ministro belga creo firmemente en nuestra capacidad de gestionar esas diferencias. Y creo también en el diálogo, enmarcado en un sistema que se rija por las normas, para que se deje bien claro cuál es la diferencia entre un sistema democrático y un sistema autoritario. Una democracia no tiene que ver únicamente con la mayoría. Una democracia cuando mejor funciona es cuando también es buena y permite defender a las minorías.

Así es como tenemos que abordar los temas. No es algo fácil. Nadie ha dicho que lo sea, pero creo que al final depende de nosotros ver que la diversidad es una fortaleza. Todas las democracias deberían ver una fortaleza en la diversidad. Una democracia que ve que la diversidad es una fortaleza, es una democracia fuerte. Una democracia como la de España, que es una democracia fuerte.

Es una elección que hay que hacer y es una elección que permite ver lo que nos une y no únicamente lo que nos separa. Yo estoy convencido de que nuestras comunidades tienen esto en común, no solo dentro de nuestros estados, sino en Europa en general. Y creo que este es el único camino correcto, el camino del diálogo político.

Y con esto voy a concluir, Pedro, eso es algo que admiro mucho de ti: tu compromiso y tu valor, tu valor para comprometerte con un diálogo político de manera muy profesional, tal y como lo estás haciendo. Creo que esto es un liderazgo muy claro y lo demuestras cada día.

Gracias.

Presidente.- Muchísimas gracias a los medios de comunicación. Gracias también a las delegaciones. A la delegación belga, a la delegación española, por poder materializar este encuentro tan esperado porque, como he dicho antes, han sido diez años desde que un primer ministro belga no nos visitaba aquí en Madrid. Es siempre un placer, Alexander, encontrarme con un amigo como tú. Gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español y en inglés con interpretación simultánea al español)