Intervención del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en la 24ª Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo

2.12.2021

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Madrid

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Buenos días, ministros, ministras.

Bienvenidos a Madrid, secretario general, embajadores, embajadoras, señoras y señores, autoridades, representantes también del sector privado del turismo.

En fin, yo creo que vivimos tiempos de una extraordinaria incertidumbre derivados de la COVID. Nuestros planes, evidentemente, se tienen que adaptar constantemente a la evolución de esta emergencia sanitaria, económica y social, esta emergencia global, exigiéndonos el máximo grado de cooperación y también de unidad entre las distintas naciones.

Y buena prueba de ello es esta XXIV Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo, que la situación sanitaria desgraciadamente ha malogrado, ha impedido celebrar en la ciudad de Marrakech tal y como estaba acordado; y pese al escaso margen con el que contábamos, España lógicamente no dudó en ofrecer su capital, Madrid, para poder celebrarla como una alternativa a Marrakech.

Lo hicimos por nuestra, lógicamente, acreditada capacidad para organizar grandes eventos internacionales como este, pero sobre todo lo hicimos para reforzar un mensaje muy claro que queremos lanzar a todo el sector turístico, a todas las empresas, a todos los trabajadores y trabajadoras de este gran sector para la economía nacional y para la economía global.

Y es que la agenda de la recuperación económica mundial no puede parar.

España está en un pleno e intenso período de recuperación económica, con un impulso cada vez mayor a medida que avanza el año. Hoy precisamente, acabamos de conocer que este ha sido el mejor mes de noviembre de toda la serie histórica. En noviembre hay 74.381 parados y paradas menos que en octubre y 61.768 afiliados y afiliadas más a la Seguridad Social.

Es decir, el paro juvenil se ha reducido también en un 33 por ciento en este último año y España ya cuenta con un mayor número de afiliados y afiliadas a la Seguridad Social de toda su historia, más de 19.700.000 personas.

En resumen, España crece, España hoy crea empleo y España hoy está en una plena e intensa recuperación económica.

Estos datos de empleo que hemos conocido en los últimos meses muestran además que tan solo en un año y medio hemos superado los niveles de empleo previos a la pandemia, mientras que en la anterior crisis, la crisis financiera de 2008, ese proceso costó a nuestro país más de una década. Y esta tendencia se va a prolongar el año que viene, en el que el pronóstico del Fondo Monetario Internacional sitúa la economía mundial en tasas de crecimiento del 4,9 por ciento y el total de las economías avanzadas en un 4,5 por ciento.

Por su parte, según la propia Comisión Europea, la zona del euro va a crecer en 2022 un 4,3 por ciento. España lo hará en un 5,5 por ciento, cifra esta última, que coincide con el pronóstico publicado ayer por una organización multilateral como la OCDE.

Digo todo esto porque la agenda de la recuperación no puede detenerse, no puede ralentizarse, especialmente en un sector tan importante para España como es el sector turístico, una de las actividades desgraciadamente más afectadas por la eclosión de esta pandemia global del COVID-19.

Por eso tenemos que poner el máximo empeño en cumplirla al cien por cien, porque el turismo no es solamente un motor económico esencial; representa también una vía de conocimiento, lo hemos dicho en muchas ocasiones, que une a las sociedades, a las naciones, que nos permite comprendernos mejor, que nos hace mucho más humanos, contribuyendo, en definitiva, al progreso y al bienestar de nuestras sociedades.

Hoy mismo, el Instituto Nacional de Estadística acaba de hacer público que más de cinco millones de turistas han llegado a España en el mes de octubre, lo que supone un crecimiento nada más y nada menos que del 400 por ciento respecto a octubre del año pasado.

En definitiva, el desarrollo de España como una de las principales potencias turísticas internacionales es buena prueba de ello. El turismo ha acompañado nuestra transición hacia la democracia, el proceso de modernización económica, la formación de la comunidad abierta, vital, acogedora, que es nuestra nación, España, hoy.

Esa es la ruta que deseamos para todas las naciones del mundo. Una ruta que tenemos que redefinir tras lo sucedido en estos dos últimos años como consecuencia de la pandemia, ante las enormes transformaciones a las cuales aquí se ha hecho referencia, como es, por ejemplo, la emergencia climática.

Y esta asamblea es, a mi juicio, el escenario idóneo para realizar dicha tarea, que, en mi opinión, debe asentarse sobre cuatro acciones básicas que me gustaría, aunque fuera de manera muy rápida, poder enumerar.

En primer lugar, es que necesitamos una movilidad segura, aquí se ha dicho por parte de los representantes del sector privado. Hemos demostrado que somos capaces de reaccionar sobre la marcha pese a todas las dificultades, la complejidad del virus y de sus variantes. El mundo, si ha aprendido algo, es que en muy pocos meses podemos poner en práctica sistemas que garanticen la movilidad segura de las personas basados en la aplicación de requisitos específicos a la situación sanitaria de cada nación, de cada territorio, al reconocimiento de la situación sanitaria individual de las personas que viajan y por lo tanto están en tránsito.

En definitiva, quisiera destacar en este punto la Iniciativa para la Movilidad Internacional Segura de la Organización para la Cooperación al Desarrollo Económico, de la OCDE, impulsada, entre otras naciones, por la mía, por España. Y también, como se ha dicho por parte de los representantes privados, del certificado COVID digital de la Unión Europea, en donde España también promovió desde su inicio su articulación y su puesta en marcha.

Creo que el certificado COVID se ha convertido desde su lanzamiento el pasado mes de julio, en el medio preferente de Europa para certificar la situación sanitaria de los viajeros en los desplazamientos internacionales. Y su éxito se refleja, como aquí se ha dicho, en que son más de 49 países y territorios los que están usando este pasaporte COVID-19, incluyendo 22 países que no pertenecen a la Unión Europea.

El sentido de todo ello es muy claro. Como decía al principio, es generar certidumbre, trasladar confianza para restablecer la movilidad internacional lo más rápidamente posible, consolidando los avances mediante instrumentos ágiles, eficaces y de fácil aplicación por parte de nuestros conciudadanos.

La segunda reflexión que me gustaría hacer tiene que ver con algo que estamos viendo durante estas últimas semanas, estos últimos días, derivado de la nueva variante que conocemos, y es la rotunda apuesta que necesita hacer la comunidad internacional por la vacunación universal.

Tenemos que apostar por la vacunación universal y, por lo tanto, por el acceso universal a las dosis frente al COVID.

Porque, en definitiva, recuperar la movilidad va a depender enteramente de una palabra que es la vacunación. Y, miren, yo tengo el orgullo, el inmenso orgullo, de representar a un país cuya sociedad, afortunadamente, ha entendido de manera ejemplar la importancia de las vacunas y el enorme logro científico que ha supuesto la consecución de vacunas efectivas en tan corto espacio de tiempo. Con el 90% de la población española mayor de 12 años vacunada contra el COVID-19, vamos a seguir reforzando y aumentando esa protección en las semanas próximas. Y vamos, sin duda alguna, a hacer que ese grado de efectividad y de adaptabilidad a las nuevas variantes, enormemente prometedor, se pueda realizar durante las próximas semanas.

Pero quiero decir con esto que ningún éxito nacional va a ser suficiente. Las noticias de estos días nos recuerdan de manera muy clara algo que ya sabemos, y es que el mundo no va a estar seguro hasta que las vacunas lleguen a todos los lugares. Y, en este sentido, España está volcada en esta tarea desde el primer minuto. Primero, cumpliendo con nuestro compromiso: el compromiso de donar 30 millones de dosis de las vacunas este año, de alcanzar 50 millones de dosis donadas durante el primer trimestre del año 2022, lo que va a convertir a nuestro país, a España, en el quinto país del mundo en entrega de vacunas solidarias a través del mecanismo COVAX. Y, en segundo lugar, compartiendo conocimiento, compartiendo conocimiento mediante la liberalización de una patente de un test de detección del virus, poniéndola a disposición de los países en vías de desarrollo.

Por eso, quiero aprovechar esta ocasión para hacer un nuevo llamamiento a la comunidad internacional que venimos impulsando desde España desde el principio. Y es que no hay alternativa a una verdadera vacunación universal, y de ella depende nuestra seguridad y nuestra recuperación y, por tanto, es importante el compartir ese conocimiento, esa capacidad de fabricación y también agilizar la distribución de las vacunas a todos y cada uno de los puntos del planeta.

Junto con esta vacunación universal y la movilidad segura, me gustaría defender como tercera acción el multilateralismo. Miren, yo creo que nuestro sistema multilateral construido pacientemente durante estos últimos 75 años, cumple una función decisiva. Evidentemente tenemos que reformarlo. Eso es claro. Pero también tenemos que ser conscientes de que tenemos un sistema multilateral que es hoy más necesario que nunca ante desafíos globales como el que estamos afrontando, derivado de la pandemia o la emergencia climática. No solo es un pilar de progreso compartido, que hemos logrado en este tiempo, también ha sido un instrumento clave y es lo que me gustaría poner en valor para gestionar de forma eficaz la terrible amenaza de la pandemia y sus consecuencias.

Por eso creo justo reconocer, y el nombre de España deseo agradecer, el trabajo de todos los funcionarios, de todos los líderes, de las personas vinculadas a entidades como la Organización Mundial del Turismo, querido Zurab, también de la Organización Mundial de la Salud que nos ha alumbrado durante estos meses de penumbra con la pandemia, y, en definitiva, la Organización de Naciones Unidas durante estos largos meses de pandemia.

Creo que es justo reconocer ese trabajo, reivindicar nuestro sistema multilateral, reforzarlo, reformarlo, adaptarlo a los nuevos desafíos y también, por qué no decirlo, aprobar como está aprobando o, mejor dicho, impulsando España, que ahora mismo está siendo, por cierto, objeto de debate en el seno de la OMS, de la Organización Mundial de la Salud, la aprobación de un tratado internacional ante pandemias.

Creo que el aislacionismo, que la desconfianza, que el repliegue, que el enfrentamiento competitivo entre naciones o regiones serían las peores recetas para afrontar el futuro exigente que nos aguarda. Ante fenómenos como la pandemia, como la emergencia climática (aquí se ha dicho: uno de los grandes desafíos de nuestro siglo junto con otros, como pueda ser también la desigualdad y la exclusión social) solo existe una salida y son las soluciones compartidas ante desafíos compartidos. Nada más ajeno al espíritu del viaje que una visión unilateral del mundo, una visión pacata del mundo. Por eso, el turismo debe servir de motor para seguir llevando la cooperación a nuestros máximos niveles de eficacia.

En cuarto lugar, me gustaría compartir con todos ustedes que tenemos que apostar por un modelo de turismo sostenible. Estoy convencido, se ha dicho por parte de todos los colegas, de los ministros, de todos los representantes del sector turístico, creo que, efectivamente, la vacunación mundial, la movilidad segura, la acción internacional, son tres pasos fundamentales para recuperar la actividad turística. Pero tenemos que ser conscientes de que esta industria crucial para nuestras economías, que en el caso de España representa una prioridad absoluta, necesita transitar hacia un modelo de competitividad mucho más sostenible.

Miren, en 2019, es decir, antes de la pandemia, España era el destino turístico más competitivo del mundo, la segunda potencia mundial del turismo, tanto por llegada de viajeros internacionales como también por ingresos. Durante los peores momentos de la pandemia, movilizamos una ingente cantidad de recursos económicos con el fin de proteger a nuestras empresas, por tanto, de proteger a nuestro sector productivo, a territorios y a muchos empleos en el sector turístico. Ahora, ¿dónde tenemos que focalizar nuestros esfuerzos? Bueno, pues nuestros esfuerzos se tienen que focalizar en la reactivación, pero sobre todo en la modernización, para así seguir manteniendo nuestra posición de liderazgo.

La apuesta de España consiste, lógicamente, en que la recuperación económica sea lo más rápida posible, pero tiene que ser también inclusiva. Me gusta, además, que hayamos aportado al debate sobre el sector turístico en el medio y en el largo plazo, su futuro, en definitiva, esa perspectiva de género tan importante también para un gobierno como el Gobierno de España, comprometido con la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres. Pero, además de inclusiva, tiene que ser sostenible, para aprovechar esta coyuntura de cambio y avanzar hacia un nuevo paradigma de desarrollo económico.

Ese es el sentido de nuestro Plan de modernización y competitividad del sector turístico, que es un elemento específico del Plan de recuperación, transformación y resiliencia, que vamos a dotar con 3.400 millones de euros financiados con los fondos europeos del mecanismo Next Generation. Es un plan que va a destinar 1.800 millones de euros en los próximos tres años a potenciar la sostenibilidad de destinos turísticos españoles, que va a acelerar la transición del sector hacia una economía sin emisiones de CO2, impulsando la eficiencia energética, la economía circular en empresas y también en destinos.

El plan también va a financiar la transformación digital del sector, de sus empresas. Esto va a incluir, entre otras cuestiones, por ejemplo, la creación de una plataforma inteligente de destinos que va a interconectar a los actores del turismo generando datos, mejorando la experiencia del turista, y va a poner a disposición de los trabajadores y trabajadoras de las empresas del sector recursos de formación no reglada en competencias digitales.

Y finalmente, también nos va a permitir alcanzar un mejor reequilibrio territorial. Y esto es uno de los elementos de debate que va a continuar. Y es, efectivamente, cómo podemos potenciar no solamente los destinos turísticos de sol y playa, sino también el turismo rural, que durante esta pandemia ha sido, por ejemplo, una de los de las grandes sorpresas, uno de los grandes atractivos y activos del sector turístico en los meses de pandemia.

Tenemos que apostar por el reequilibrio territorial. Tenemos que dotar de nuevos recursos económicos a las zonas despobladas del interior, permitiendo así fijar población. Y a través del programa de planes de sostenibilidad social del sector turístico, vamos a impulsar desde el Gobierno de España un reparto mucho más justo de los beneficios del turismo entre los agentes sociales, mejorando las condiciones esenciales para los trabajadores y trabajadoras, como pueda ser, por ejemplo, también la conciliación o la igualdad de género.

Y precisamente la igualdad de género, y con esto quiero concluir, es otra de las prioridades de mi gobierno, como les he dicho, muestra de ello es la representación de España en esta Asamblea General de la Declaración de Madrid sobre el empoderamiento de la mujer en el sector turístico. En ella reconocemos el potencial del turismo para empoderar a las mujeres, para impulsar la equiparación entre hombres y mujeres en el sector turístico. También desde el punto de vista de la equiparación salarial, para hacerlo más inclusivo, más justo, en definitiva, más igualitario.

Nos proponemos, entre otras cuestiones, avanzar en la construcción de un modelo de turismo que proteja los recursos naturales, los recursos patrimoniales que, por ejemplo, en nuestro país son de un extraordinario valor y un extraordinario atractivo turístico, repartiendo de una manera mucho más equilibrada las llegadas de visitantes por todo el territorio de nuestro país durante todo el año. Por tanto, combatiendo la desestacionalización, contribuyendo, en definitiva, a la cohesión territorial.

Creo que la sostenibilidad se va a beneficiar del desarrollo de una oferta mucho más diversificada que saque el máximo partido a nuestros recursos culturales, impulsando, por ejemplo, el turismo urbano, como pueda ser en una gran urbe como Madrid, y también el turismo rural, el turismo de compras, el turismo de ocio, el turismo cultural, el gastronómico, el cinematográfico, el de la naturaleza, entre otros muchos.

Y vamos a aprovechar la recuperación del sector para convertir a mi país, a España, en un polo de innovación en materia de digitalización de la industria turística. En este sentido, somos pioneros, por ejemplo, en el desarrollo de una metodología, que he comentado antes, del destino turístico inteligente, que estamos preparando para exportar a otras regiones.

En definitiva, todas estas medidas expresan la ambición y el interés que tiene España en servir de referente al resto de países aquí presentes para acometer juntos la transformación de un sector vital, no solamente para el desarrollo económico, sino también para la paz, la seguridad y la prosperidad de todas nuestras sociedades, como es el turismo.

Y lo vamos a hacer con el orgullo de un país triplemente seguro: seguro en lo sanitario, con las mayores tasas mundiales de vacunación y de población protegida; seguro en lo social, donde, en fin, vuestra condición de ser uno de los países con mayor seguridad ciudadana del mundo es un hecho- nuestra tasa de criminalidad hoy se encuentra en los niveles mínimos de la serie histórica, sin contar los meses de confinamiento-; y seguro también en lo económico, con una recuperación que, además de sólida, queremos que sea justa, con un empleo plenamente recuperado hoy y donde las predicciones de los principales organismos internacionales nos colocan por encima del crecimiento mundial europeo y de las economías avanzadas el próximo año, como he destacado antes.

Esta seguridad sanitaria, económica, social es, junto con las medidas antes expresadas, la base imprescindible para acometer con éxito la evolución que va a experimentar la industria turística mundial durante los próximos años.

Quiero terminar haciendo una reflexión sobre el papel de la Organización Mundial del Turismo, porque creo que la Organización Mundial del Turismo puede y debe desempeñar un papel central, querido Secretario General. Impulsando políticas turísticas responsables, promoviendo modelos turísticos sólidos, duraderos, que sean agentes de crecimiento, de desarrollo y fuente de riqueza. Y creo que la organización ya atesora una valiosa experiencia a la hora de proponer iniciativas que respondan a las exigencias actuales en materia de sostenibilidad y también de protección al medio ambiente. Ejemplos de ello son la Iniciativa Mundial sobre Turismo y Plásticos, a la cual antes ha hecho referencia Secretario General; el Proyecto de Soluciones Energéticas para Hoteles; el Programa de Turismo Sostenible de One Planet, que España colidera, por cierto, y que aspira a acelerar la producción y el consumo sostenibles en las prácticas turísticas, frente a la contaminación, frente a la pérdida de biodiversidad, en definitiva, frente a este reto formidable que tenemos por delante, que es el cambio climático.

Ésta, yo creo, queridos colegas, es una tarea que nos concierne a todos, a los 159 Estados miembros, a los más de 350 miembros afiliados que representan al sector privado, a instituciones docentes, asociaciones de turismo, autoridades turísticas locales. En definitiva, creo que desde la máxima unidad podremos aumentar la capacidad de la organización para llevar a cabo todas estas reformas ante un tiempo formidable.

Para concluir, me gustaría confirmar aquí, en esta Asamblea General, que mi país, España, el Gobierno de España, va a continuar fortaleciendo su compromiso con la Organización Mundial de Turismo, con el sector turístico Mundial en los próximos años, y prueba de ello es el acuerdo para la cesión del Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid como nueva sede de la OMT. Esperamos que sea un lugar de encuentro, abierto, funcional, que permita seguir avanzando en la defensa y en la promoción de los intereses turísticos internacionales dentro de ese sistema en el cual estamos perfectamente alineados, que es nuestro sistema nacional o, mejor dicho, nuestro sistema de Naciones Unidas.

Cuenten, por tanto, con España para impulsar una Organización Mundial de Turismo más eficaz, más fuerte, más relevante, por el bien de un sector llamado a jugar un papel aún más fundamental en la construcción de un mundo cada vez más conectado y sostenible.

Y disfruten, por cierto, también de nuestra hospitalidad, uno de los mayores valores turísticos de España y sin duda alguna, disfruten de esta gran capital de España que es Madrid.

Muchísimas gracias y, de nuevo, bienvenidos a Madrid, bienvenidos a España.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)

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