Intervención del presidente del Gobierno en la Reunión de Alto Nivel de Financiación al Desarrollo "Financiación al desarrollo en la era del COVID-19 y más allá"

29.9.2020

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Señor secretario general; primeros ministros Trudeau y Holmes; señoras y señores jefes de Estado y de Gobierno.

El pasado 28 de mayo nos comprometimos a asegurar que los más vulnerables pudiesen afrontar las terribles consecuencias inmediatas de esta pandemia, y también nos comprometimos a evitar la pérdida de décadas y décadas de esfuerzo en desarrollo. Reconocimos, entonces, que está en nuestras manos que nadie quede atrás en esta crisis. Y convinimos que la financiación al desarrollo es la llave del éxito en esta tarea.

Desde entonces, hemos trabajado juntos y hoy empezamos a recoger algunos frutos, una serie de opciones y propuestas de políticas públicas que podemos y debemos emprender.

Quiero referirme a algunas de ellas, a mi juicio, muy importantes:

En primer lugar, debemos asegurar la prórroga hasta el fin de 2021 de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda del G20. Pero estamos obligados a ser mucho más ambiciosos. Sugiero la puesta en marcha de una iniciativa global coordinada de canje de deuda por acción climática y desarrollo humano, inclusiva de la deuda pública y también de la deuda la privada. Una medida que permitiría financiar los sistemas de salud, también de protección social en respuesta a la pandemia, pero que a su vez daría un impulso decisivo en la transición ecológica.

Por otro lado, debemos prestar atención también a los países de renta media, incluyendo a los países de América Latina, del Caribe, y comprometernos a incorporarlos plenamente en la respuesta a la gestión global de la deuda.

En segundo lugar, el sector privado ha de integrarse plenamente en la respuesta. Cada inversión, cada empresa, cada cadena de valor ha de ser un transmisor de inclusión, de empleo decente, de sostenibilidad. Y para ello, necesitamos estándares y sistemas de certificación universales del alineamiento de la inversión; los negocios con los ODS. Propongo, en consecuencia, un compromiso conjunto para disponer de dichos estándares armonizados en un plazo de dos años y, además, una meta ambiciosa: que, para 2025, la totalidad de empresas y fondos de inversión contribuyan positivamente al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En tercer lugar, para que el progreso se produzca de manera equilibrada territorialmente, es crucial que trabajemos también desde lo local. Este puede ser uno de los grandes motores de cambio en el logro de ciudades sostenibles, de un mundo rural vivo, innovador. Y por ello, sugiero que establezcamos un Fondo mundial para la Localización de los ODS que movilice la inversión pública y privada a escala local, como parte del Fondo Conjunto para los ODS.

Estimados colegas, estimadas colegas; la COVID-19 ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de actuar, de defender la salud pública, de salvar vidas, de proteger el sustento y el empleo, el acceso a la educación, la alimentación. Pero, también, ha supuesto la oportunidad de afrontar la crisis actual invirtiendo en un futuro diferente y construir así una globalización justa, segura y sostenible.

Por ello, propongo la convocatoria de un Foro Político de Alto Nivel Extraordinario en 2021, bajo el auspicio de la Asamblea General, a nivel de jefes de Estado y Gobierno, para renovar nuestro compromiso con la Agenda 2030 y acelerar las transformaciones necesarias para su cumplimiento. Una Cumbre para la Recuperación. No podemos permitir que la pandemia nos aleje de la Agenda 2030. Todo lo contrario. Esta debe guiar nuestros esfuerzos para salir más fuertes de la emergencia sanitaria, económica y social en la que nos encontramos.

Muchas gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)