Conferencia de prensa conjunta del presidente del Gobierno y del primer ministro de Canadá

23.9.2018

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Montreal (Canadá)

Justin Trudeau.- (en francés e inglés). Quiero dar la bienvenida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aquí a Montreal. Quisiera decir primero unas breves palabras para hacer saber a las personas afectadas por las tormentas el viernes en Ottawa y de Gatineau que estamos con ellos. He hablado con los alcaldes sobre la situación actual y sobre cómo se están recuperando las comunidades de los daños y por supuesto para ofrecerles cualquier ayuda que podamos a quienes lo necesiten. Estaremos siempre presentes en los momentos difíciles.

Es la primera visita oficial después de más de quince años, así que es, para nosotros, una oportunidad de conocerse mejor y reforzar los lazos ya fuertes que unen a Canadá y a España. Compartimos no solamente valores comunes sino también objetivos comunes. Nos hemos reunido hoy para abordar los temas que interesan a los ciudadanos y hemos hablado sobre la necesidad de avanzar juntos en nuestras prioridades. Nuestro compromiso para construir un mundo más abierto y democrático es una de esas prioridades compartidas. Países como Canadá y España tienen una especial responsabilidad de promover la democracia y los Derechos Humanos en todo el mundo, y de trabajar juntos en cuestiones actuales como la paz o las migraciones, responsabilidades que tanto el presidente del Gobierno Pedro Sánchez como yo hemos asumido. Los canadienses están orgullosos de servir junto a los aliados españoles en operaciones de paz y seguridad en todo el mundo. La misión de la OTAN en Letonia, dirigida por Canadá, y la colación internacional contra el DAESH son solo dos ejemplos de nuestra estrecha cooperación como socios y aliados. Hemos aprovechado también esta reunión para hablar de otra prioridad común; la igualdad entre géneros. Hemos seguido el diálogo que habíamos iniciado durante la cumbre de la OTAN sobre la necesidad de fomentar la igualdad entre géneros, a medida que España y Canadá se aproximan en lo económico, para que nuestras economías crezcan hacen falta más mujeres en puestos directivos y en otros ámbitos en los que, a menudo, están infrarrepresentadas, como la tecnología y los negocios. Son importantes políticas nacionales como la formación de mujeres y niñas en ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas, permisos por paternidad más flexibles, más plazas y de más calidad en las guarderías, entre otros, son puntos esenciales para avanzar en ello. Pero esta voluntad de promover la igualdad entre géneros va más allá de nuestras fronteras. Juntos seguiremos impulsando la autonomía de las mujeres en el marco de nuestra política exterior y en nuestros compromisos dentro de las instituciones internacionales, como las Naciones Unidas.

Canadá y España tienen valores comunes. Pero también una identidad común como país costeros. El presidente Sánchez y yo estamos también unidos en nuestra ambición de garantizar la protección del medio ambiente. Estamos de acuerdo sobre la necesidad de trabajar juntos para luchar contra el cambio climático. El presidente y yo hemos hablado de nuestra voluntad común de cumplir con el acuerdo de París y trabajar juntos para proteger los océanos.

Esta tarde Pedro y yo también hemos hablado de cómo podemos trabajar juntos para crear crecimiento económico que beneficie a todos. Nuestros países están unidos en un compromiso firme para expandir el comercio entre España y Canadá, que promueva la sostenibilidad ambiental, los derechos laborales y la igualdad de género.

Por todo Canadá estamos viendo cómo Tratados como el CETA entre la Unión Europea y Canadá abrieron nuevas oportunidades para nuestras empresas y crearon empleos bien pagados para la clase media. El puerto de Montreal está contratando ahora más gente para hacer frente a la creciente demanda de productos canadienses. En consecuencia el presidente Sánchez y yo aprovechamos esta oportunidad para reflexionar sobre los vínculos que unen a los canadienses y los españoles, vínculos sobre los que se asienta nuestra relación. Aquí, en Montreal, y por todo el país oímos gente que habla español con orgullo. Hay muchos estudiantes españoles que eligen nuestras universidades y enriquecen nuestras aulas. Basta con ir a la calle Saint Laurent para ver el impacto del patrimonio español en la ciudad de Montreal y en sus habitantes. Queda claro que nuestros dos países no solo son socios fiables sino también viejos amigos. Esta amistad seguirá creciendo en los años futuros.

Pedro y yo, más tarde seguiremos nuestra productiva discusión sobre los valores compartidos: la diversidad y el apoyo a la democracia en el mundo y nuestro objetivo común de construir economías que funcionen para todos. Esperamos que disfrute el resto de su visita en la "Canada 2020 Global Progress Summit". Nuevamente agradezco a Pedro su visita y contestaré a sus preguntas une vez Pedro finalice su intervención.

Cedo la palabra al presidente Sánchez.

Presidente.- Muchas gracias, estoy muy contento de estar aquí, en Montreal (en inglés y en francés).

Muchas gracias, primer ministro Trudeau, por la acogida, por tus palabras, y sobre todo, porque ambos líderes hemos hecho algo importante, creo, y es que hemos roto esa mala tradición, esa mala costumbre, de que no nos reunamos de manera tan regular dos países amigos como son España y Canadá. Desde el año 2002 no se producía una visita oficial de un presidente del Gobierno de España a Canadá. Y creo que era importante romper esa mala tradición y retomar las buenas costumbres de que tengamos un contacto presencial mucho más regular, como consecuencia de esta visita.

Así que, la primera cuestión que le he planteado al primer ministro Trudeau es que la próxima vez tiene que ser en España. Esperamos que venga a España, que será acogido como se merece, con todos los honores. Y por supuesto, con toda la reivindicación de la buena obra que está haciendo al frente del Gobierno.

Efectivamente, el primer ministro Trudeau ha comentado las dos cuestiones en las que ha consistido la reunión que hemos mantenido. Una es la cooperación bilateral, y la otra se refiere a los objetivos más globales, los objetivos que compartimos como Gobiernos progresistas, el Gobierno de Canadá y el Gobierno de España.

En relación con la cooperación bilateral creo que también es importante, desde la perspectiva de España, que reivindiquemos la cooperación que estamos teniendo en el marco de la OTAN el Ejército de España con el Ejército de Canadá. Ellos están dirigiendo la misión en Letonia. Nosotros, lógicamente estamos muy satisfechos de esa cooperación, pero también, --y lo ha comentado antes el primer ministro Trudeau--, de la cooperación a nivel más policial, a nivel de formación, que estamos teniendo ambos en la coalición contra el Daesh en Irak.

En segundo lugar, también hemos hablado de algo muy importante para el Gobierno de España, como es impulsar el aprendizaje del castellano más allá de nuestras fronteras. Ahí tenemos el Instituto Cervantes que, desde luego, para nosotros es el buque insignia de la lengua española que tiene, sin duda alguna, un potencial no solamente de llegada a millones de ciudadanos y ciudadanas en el conjunto del planeta, sino también una enorme riqueza cultural y económica que queremos poner en valor.

Así que la cooperación científica, universitaria y, por supuesto, también el impulso a la lengua española son una de las prioridades del Gobierno de las que hemos hablado también con el primer ministro Trudeau.

Y finalmente, todo lo que tiene que ver con las inversiones en infraestructuras, en una economía dinámica como la canadiense donde, desde luego, hay importantes empresas españolas interesadas en poder reforzar esos lazos comerciales y económicos que, sin duda alguna, ya tenemos.

Pero, en segundo lugar, --y aunque a mí me parece, sin duda alguna lo primero muy importante, lo segundo, es, a mi juicio, mucho más importante--. Como bien ha dicho Justin, vamos posteriormente a compartir algunas reflexiones sobre la política global desde la perspectiva progresista. Somos dos primeros ministros progresistas. Somos dos Gobiernos progresistas que estamos comprometidos con cuestiones que trascienden la ideología.

La igualdad de género es, sin duda alguna, algo que compartimos el primer ministro Trudeau y yo. Y creo que no hace falta decir nada. Los hechos están ahí.

Desde luego, desde el punto de vista de España, en estos cien días hemos hecho muchísimas cosas en favor de la igualdad de género, no solamente en cuanto a la representación paritaria, sino también en cuanto al impulso del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género o cuestiones que tienen que ver con la protección de los menores, víctimas de esa violencia de género.

Como decía, en primer lugar la igualdad de género, en segundo lugar, el cambio climático, en tercer lugar, la defensa del multilateralismo en contra del unilateralismo, que creo que es fundamental, en una semana en la que vamos a estar todos presentes en Naciones Unidas, donde vamos a tener que hablar de esa agenda común que tenemos todos los líderes. Y por supuesto, también el respeto a los Derechos Humanos.

En definitiva, de lo que estamos hablando es de la Agenda 2030. En definitiva, de lo que estamos hablando es del compromiso del Gobierno de Canadá, y del Gobierno de España con esa Agenda 2030 de los objetivos de desarrollo sostenible que nos fijan unas prioridades, que nos marcan unos horizontes y que, desde luego, desde el punto de vista del Gobierno de España lo que queremos hacer es cumplirlos. Y queremos, además, hacerlo en cooperación con otros líderes como el Gobierno de Canadá, porque creemos en esa cooperación, creemos en líderes y en liderazgos cooperativos. Creemos en una Agenda transformadora, en una Agenda positiva; en una Agenda que una, no que disgregue, no que fraccione, no que regrese a viejos hábitos que, desde luego, en cuanto a los desafíos que tenemos comunes serían ineficaces.

Y, finalmente, una cuestión que ha comentado el primer ministro y que a mí me parece fundamental. Creo que es importante, en esta fase, una vez pasada esta década perdida, que miremos al horizonte con una voluntad de ganar una década. Y para ganar una década tenemos que sacar algunas lecciones de esta crisis económica de la cual ya estamos saliendo.

Creo que es muy importante vincular el desarrollo económico con la justicia social. Y en ese sentido, el que se plantee, como ha hecho el primer ministro Trudeau, una Agenda de Comercio Internacional donde no se renuncie a los estándares laborales, donde se refuercen los estándares medioambientales, donde se refuerce la agenda social, donde se refuercen mecanismos de resolución de conflictos desde la perspectiva de sector público. Creo que es un buen camino que, sobre todo, lo que hace es extraer buenas lecciones para la mayoría social de nuestros países de lo que ha supuesto esta crisis económica, que, desgraciadamente, ha hecho sufrir a muchos durante demasiado tiempo.

Por tanto, para mí es un auténtico honor estar aquí en Montreal. Estar aquí en Quebec, estar en Canadá. Para mí es un auténtico honor estar con el primer ministro Trudeau compartiendo reflexiones. Luego, también, una Agenda que vamos a tener con otros compatriotas, tanto de Canadá como de Europa, para hablar de desafíos globales, comunes, desde una perspectiva progresista. Y sobre todo, primer ministro Trudeau, con la vocación firme de seguir estrechando lazos entre ambos países y, también, mirar a un horizonte común, con valores que nos son comunes, tanto a Canadá como a España.

P.- (En francés) Buenos días, señor Trudeau, acaba de mencionar que va a Nueva York a la Asamblea General de Naciones Unidas. Quisiera saber por qué no va a ser usted quien pronuncie el discurso por parte de Canadá.

Justin Trudeau.- (En francés) Simplemente porque yo estaré el lunes y el martes, cuando tendré reuniones con el secretario general de Naciones Unidas y con jefes de Gobierno de países africanos. Es un momento importante para estar ahí. Pero la intervención de Canadá será el viernes y tengo total confianza en que Chrystia Freeland hará un discurso excelente.

P.- (En francés) ¿Se encontrarán al margen, durante esta Asamblea General, con los negociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte?

Justin Trudeau.- (En francés e ingles) Seguimos negociando, hemos trabajado duro las últimas semanas en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y seguimos trabajando en ellos pero dado que muchos de los negociadores van a estar en Nueva York en esta semana a la vez, es muy posible que podamos continuar al margen de las Naciones Unidas con estas conversaciones de manera constructiva, pero creo que no hay nada formalmente acordado.

P.- Paula de las Heras de COLPISA.- Quería saber, para los dos, ¿qué creen que pueden aportar ustedes? ¿Qué pueden hacer en conjunto con otros líderes que están en su misma sintonía para tratar de frenar la ola antiinmigración que parece extenderse tanto en Europa como en el continente americano.

Y por otro lado, le quería preguntar al presidente Sánchez: en los últimos días hemos oído como algunos miembros de su Gobierno han mostrado su incomodidad con el hecho de que los imputados por el proceso secesionista estén en prisión preventiva. Y también, hemos oído a la delegada del Gobierno en Cataluña decir que sería partidaria de que, llegado el caso, se les conceda un indulto. Quería saber si tenemos que considerar que esta es la posición oficial del Gobierno, o si, por el contrario, les desautoriza usted.

Presidente.- Muchas gracias Paula por tu pregunta. Si os parece, sobre todo, a los medios de comunicación españoles, empiezo por la segunda cuestión, y luego ya, entro en la primera.

Respecto a la segunda de las cuestiones, ha habido dos declaraciones sobre las que me gustaría realizar algún comentario. En primer lugar, en relación con los indultos, yo creo que la reflexión que trasladó la delegada del Gobierno, y que yo, desde luego, comparto es que en la política española y, sobre todo, cuando estamos hablando de la política catalana, falta empatía. Falta empatía.

Ha habido, durante demasiados años, un lenguaje grueso, un lenguaje de confrontación, un lenguaje de división, un lenguaje donde lógicamente hay que reivindicar la legalidad. Hay que reivindicar el diálogo, pero donde se ha echado en falta esa empatía.

Por eso, la reflexión que yo siempre he hecho es que, en Cataluña, la prioridad, al menos, para este Gobierno, no es otra que la convivencia, que restablecer un marco de convivencia en Cataluña, donde hay ahora mismo dos bloques muy separados, con visiones muy distintas de lo que tiene que ser Cataluña. Y que, lógicamente, lo que necesitan es tender puentes, empezar a hablar, a dialogar entre catalanes. Esto que siempre hemos dicho de Cataluña con Cataluña, no de Cataluña contra Cataluña. Por tanto: empatía.

Y en relación con esta cuestión, yo lo que le diría es que el Gobierno no se pronuncia sobre hipótesis. El Gobierno se pronuncia sobre realidades.

En segundo lugar, durante muchos años, cuando yo he sido líder de la oposición, que, además, he apoyado al Gobierno anterior en decisiones muy difíciles, como ha sido, por ejemplo, la activación del artículo 155, siempre critiqué el que se dejara la política a un lado, y se centrara toda la acción política en la respuesta judicial.

Yo creo que lo que es importante, y lo que quiere proponer y propone este Gobierno es que dejemos a un lado la vía judicial y empecemos a hablar de política. Desde la ley, diálogo. Y empecemos a hablar de política. Y creo que se está produciendo algo que creo que es importante para el conjunto de la sociedad catalana.

La Generalitat de Cataluña ha iniciado el diálogo en el seno de las comisiones bilaterales, que llevaban desde hacía siete años sin reunirse, entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña.

En segundo lugar, esta misma semana hemos visto como la propia Generalitat de Cataluña ha reconocido que se va a incorporar a las comisiones multilaterales con el resto de Comunidades Autónomas.

En definitiva, ¿qué es lo que quiero decir con esto? El Gobierno de España tiene una hoja de ruta clara, que esa hoja de ruta clara tiene un objetivo que es, resolver, desde la política, un conflicto político. Y que lo vamos a hacer desde la ley y desde el diálogo. Y que lo vamos a hacer, además, porque creemos que la normalización institucional es la condición básica, la condición esencial para poder lograr esa normalización social que necesita tanto Cataluña.

Estas son las dos consideraciones que me gustaría hacerles. Yo, desde luego, me creo que el carril de la justicia tiene su recorrido. La responsabilidad del Gobierno de España es responder, desde la política, a una crisis política. Ya sabemos, yo lo he dicho desde el primer minuto como presidente del Gobierno, que no va a ser ni mañana ni pasado cuando resolvamos políticamente esta crisis, pero creo que estamos en el camino de lograrlo, con paciencia, con tesón, con determinación, con enorme sentido de Estado. Y a mí me gustaría que todas la partes, también la oposición en España, sintiera el peso de esa responsabilidad de Estado y apoyara al Gobierno de España.

Justin Trudeau.- (En inglés y francés) Sobre el tema de la inmigración, los canadienses han entendido desde hace mucho tiempo que la migración es una fuerza muy positiva para las comunidades, para nuestra economía: crea empleo, crea prosperidad, fortalece la sociedad. Nos ha permitido crear el Canadá que tenemos hoy. Entendemos que nos encontramos en un momento de cambio: las economías están cambiando, las reglas están cambiando, las presiones del cambio climático, conflictos sobre desigualdades de renta. Hay desafíos en todas las sociedades en todo el mundo. La cuestión para políticos progresistas, como nosotros es que hay que enfrentar esos temores, reconocer que hay otros partidos políticos, otras opiniones políticas que están exagerando esos temores, esas ansiedades, y lo que tenemos que hacer es ofrecer argumentos sólidos que demuestren que la migración puede ser y es un aspecto muy positivo para nuestras sociedades.

En Canadá tenemos una comunidad que es favorable a la migración. Sabemos que ha funcionado. Pero por eso es muy importante que sigamos demostrando que nuestro sistema de migración sigue aplicándose en su totalidad, porque es fuerte, porque sigue defendiendo los valores y las leyes de nuestra tierra, de nuestro territorio, y combatir esos temores demostrando que estamos creando un futuro mejor para todos.

Sabemos en Canadá que la migración es una fuente de riqueza para nuestras comunidades y para nuestra economía. Es importante gestionar debidamente el sistema de migración y, por eso, quiero tranquilizar a nuestros conciudadanos diciendo que estamos protegiendo nuestro sistema de migración. Lo hacemos de manera rigurosa, bien sea para los inmigrantes o para quienes piden asilo. Estamos pasando por una era de inquietudes, de angustias que se preocupan por el porvenir de sus hijos, que se preocupan por el cambio climático, por el empleo, y por la globalización. Y para mí, mi responsabilidad como político progresista responsable es no solamente tranquilizar para las personas, sino demostrar que tenemos un enfoque que brindará oportunidades, que dará prosperidad compartida para todos. No sólo para nosotros sino para todo el mundo. Se trata de argumentos razonados y fundamentados para que podamos contrarrestar todas esas políticas del miedo, de temor y de angustia que existen, desafortunadamente, en todo el mundo.

P.- (En inglés) Señor Trudeau, ¿hasta qué punto le preocupa a usted las elecciones de Quebec del 1 de octubre teniendo en cuenta el posible acuerdo sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte esta semana, y hasta qué punto le preocupa que hayan dicho que van a impugnar cualquier cosa que perjudique a la industria siderúrgica de Quebec?

Justin Trudeau.- (En inglés y francés) Bueno, llevamos negociando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte más de un año. Hemos sido muy claros al decir que el acuerdo debe ser bueno para Canadá o no lo firmaremos. Puedo decir sin equívocos que consideraciones electoralistas nunca ha sido parte de la ecuación. Se trata de que tengamos un buen trato para todos los canadienses, ya sea en Quebec o en Nueva Brunswick, queremos seguir centrándonos en un buen acuerdo para todos.

P.- (En inglés) Señor Trudeau, ¿apoya usted el derecho del pueblo de Cataluña de convocar un referéndum claro -de sí o no- sobre su independencia como Quebec ha hecho ya dos veces y qué consejo le daría al Señor Sánchez sobre cómo tratar a los movimientos independentistas?

Justin Trudeau.- (en inglés y francés) Obviamente reconozco que se trata de un delicado tema interno, y tengo mucha confianza en el pueblo de España y en sus diferentes Gobiernos para que avancen respetando tanto la libertad de expresión, como los Derechos Humanos, el imperio de la Ley y el respeto a la Constitución española. Pero este es un tema del que no hemos hablado en nuestras conversaciones.

P.- Sí, aunque no fuera uno de los temas que han tratado, estamos en Quebec donde hubo un referéndum de autodeterminación, y, ahora, como dice el compañero va a haber elecciones y el independentismo ha bajado del 20%. ¿Qué lecciones puede darle Quebec a España para tratar el tema independentista? ¿Y qué lecciones puede extraer de España?

Y una última pregunta. ¿Canadá va a ser el primer país del G-20 que apruebe la legalización del cannabis? ¿Sería España el segundo?

Presidente.- Bueno yo, si le parece, primer ministro, empiezo.

Yo creo que la lección que hay que sacar de Quebec y de Canadá es que, desde la política se pueden encontrar soluciones políticas a crisis políticas. Cada país debe encontrar su camino para resolver esos conflictos políticos. Y creo que si algo tenemos que aprender o podemos extraer de la experiencia de Canadá respecto a Quebec es esa, precisamente, que desde la política y desde el respeto a la legalidad se puede encontrar, sin duda alguna, una solución a una crisis, sobre todo, para garantizar, a mi juicio, lo más importante que puede garantizar un político, cuando ocupa una alta responsabilidad como pueda ser la del primer ministro de Canadá o del presidente del Gobierno de España, y es la convivencia. Es la integridad territorial, es la soberanía nacional, pero sobre todo, es la convivencia. Ante todo, la convivencia.

En Cataluña, desgraciadamente, durante estos últimos años, yo diría más de una década, ha habido bastante procesos electorales. Ha habido, también, dos referéndums. Y para aquellos que no son, lógicamente españoles, y, por tanto, no están tan encima de la crisis en Cataluña, lo curioso es que siempre ha salido el mismo resultado. Y el mismo resultado es que el independentismo no cuenta con una mayoría social detrás. Sí con una mayoría parlamentaria, pero no con una mayoría social.

La mayoría social en Cataluña siempre ha pedido lo mismo. No ha pedido independencia. Tampoco ha pedido continuar como hasta ahora. Lo que pide es reforzar su autogobierno. El elemento aglutinador de todos aquellos catalanes, sean nacionalistas o no nacionalistas, es el autogobierno. Y es ahí donde está centrando el Gobierno de España su propuesta política. Y creo que esa es, probablemente, la reflexión, la conclusión que podamos sacar del proceso que solucionó la crisis en Canadá respecto a Quebec. Al menos, a mi juicio, ese sería el planteamiento.

Y, respecto a la segunda de sus preguntas, yo estoy en lo que estoy. Tengo ya suficientes problemas, por tanto, ahí me quedo.

Justin Trudeau.- (En inglés y francés) Tal vez yo pueda responder a la pregunta. La razón por la que estamos avanzando en la legalización de la marihuana es porque hemos visto que el sistema actual no funciona para proteger a nuestros niños ni a nuestras comunidades del impacto del crimen organizado. Por eso, hemos decidido controlar y regular la venta de la marihuana para quitarle al crimen organizado unos beneficios de 6.000 millones de dólares al año de la venta de cannabis, y para hacer que sea mucho más difícil para los jóvenes acceder a la marihuana, porque ahora mismo es mucho más fácil para los jóvenes de muchos lugares de nuestro país comprar un cigarrillo de marihuana que conseguir una botella de cerveza. Es el reconocimiento del fracaso de la política de prohibición en Canadá, y ahora queremos hacer algo mejor que proteja mejor a nuestra comunidad, a nuestro país. Y, por supuesto, hay un interés de la Comunidad Internacional en que estamos haciendo y como lo estamos haciendo, pero cada país tomara sus propias decisiones basados en lo que funciona para ellos.

Voy a tratar de explicar en francés un poco nuestro enfoque en Canadá donde nos hemos dado cuenta que el enfoque actual sobre la marihuana no funciona para proteger a nuestros niños ni a nuestras comunidades. En Canadá los niños tienen uno de los accesos más fáciles del mundo a la marihuana y es algo que queremos eliminar. El crimen organizado gana alrededor de 6.000 millones de dólares por año de las ventas de marihuana. Es necesario quitarles las ganancias, el control y la regulación de la venta de marihuana, garantizando, por un lado, que el acceso de los niños a la marihuana sea más difícil, y por el otro, le va a quitar las ganancias a los líderes del crimen organizado. Al mismo tiempo, nuestros servicios de seguridad, y nuestros servicios médicos tendrán más recursos para enfrentar los desafíos que puede presentar el consumo de marihuana. Reconocemos que algunas personas en el mundo están mirando lo que estamos haciendo aquí, sin embargo, cada uno tomará su propia decisión, según lo que funcione en sus países.

Gracias a todos.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)

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