Conferencia de Prensa del presidente del Gobierno y del presidente de la República de Chile

28.8.2018

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Palacio de la Moneda, Santiago de Chile

Presidente Piñera.- Estamos ante su primer destino internacional, lo cual, sin duda, nos permite reconocer y rendir homenaje a una larga, fecunda y fructífera relación de amistad y colaboración entre España y Chile.

Chile fue la colonia más pobre de España en América Latina. De hecho, estábamos conversando que en un par de años más vamos a celebrar los 500 años desde que Fernando de Magallanes vio tierras chilenas desde el Estrecho de Magallanes. Después vino el descubridor de Chile, a pesar de que nuestros pueblos originarios habían descubierto nuestro país mucho antes que los españoles, Diego Almagro y después Pedro de Valdivia, cuyo salón acabamos de visitar, que fue quien fundó la ciudad de Santiago.

Una relación que ha perdurado en el tiempo. Hubo un momento en que se dio la independencia, que fue como un parto, doloroso, pero necesario, pero que lejos de quebrar esta relación entre Chile y su madre patria, España, la fortaleció. Y lo cierto es que ha prosperado y se ha desarrollado en forma muy potente, muy amplia y que tiene por supuesto que seguir avanzando en esa dirección porque, además de la historia, compartimos con España el presente y el futuro, y tal vez cosas aún más importantes que una historia común, compartimos principios, valores, el valor de la democracia, de la libertad, de los derechos humanos del Estado de derecho, una visión de cómo enfrentar el mundo que nos rodea y el mundo que nos está esperando.

Y por eso, en momentos difíciles de nuestra historia siempre hemos tenido una relación muy especial. Yo recuerdo, por ejemplo, cuando España vivió la Guerra Civil, muchos españoles vinieron a Chile. En esos tiempos, un gran chileno y premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, escribió "Me duele España" refiriéndose a lo que ocurrió en España durante la Guerra Civil y Chile recibió a muchos inmigrantes españoles en un barco que se llamaba Winnipeg y que han formado una colonia, que no solamente es próspera, sino que además se ha diversificado en el mundo del deporte, de la cultura, de la gastronomía y ha hecho un enorme aporte al desarrollo en nuestro país.Compartimos, también, un idioma, compartimos una cultura y somos parte de una comunidad, la Comunidad Iberoamericana de Naciones.

Por eso, presidente, vamos a hacer todos los esfuerzos para la próxima Cumbre Iberoamericana en Nicaragua, en Guatemala perdón, que está muy cerca de la cumbre de APEC, así que le encargo lograr la cuadratura del círculo y permitirnos estar en dos partes al mismo tiempo. Y no me falle. Pero Miguel de Unamuno decía que la gran hazaña del pueblo vascongado eran los Jesuitas y Chile. Bueno, por algo lo decía, porque lo cierto es que como estamos comentando, Pedro, que los españoles se encontraron en Chile con un pueblo, el pueblo originario, el pueblo mapuche, los araucanos, que los combatieron sin tregua durante todo el período de la colonia al punto que un gran escritor español, Alonso de Ercilla, en una obra poética "La Araucana" decía, refiriéndose al pueblo araucano, a la gente que lo habita: Chile es tan granada, tan altiva, gallarda y belicosa que no ha sido por rey jamás regida, ni a dominio extranjero sometida. Esa era una relación que permitió el nacimiento de este gran país que es Chile.

Pero lo importante es el futuro y por eso, como compartimos visiones, como compartimos principios, se hace fácil encontrar los caminos de colaboración entre España y Chile, que tenemos una relación muy especial, esa relación que se da entre la madre patria y el hijo más distante del centro de la España, que llegó a conocer estas tierras hace ya más de 500 años. Con el presidente Sánchez hemos podido constatar no solamente las coincidencias, sino también encontrar caminos para que esa relación se encuentre y pueda escribir sus mejores páginas en el futuro. Y por eso hemos logrado avanzar en muchos frentes, como por ejemplo la colaboración que requerimos para un mejor y más moderno acuerdo con la Unión Europea. España fue un gran aliado en las negociaciones de Chile con la Unión Europea. Fue un gran aliado en el ingreso de Chile a la OCDE y el presidente Sánchez ha ratificado que va a ser un gran aliado para esta nueva etapa y esta nueva relación que queremos emprender con la Unión Europea. Pero además de eso, hemos podido trabajar en muchos otros frentes, que están en nuestra declaración conjunta, por ejemplo, la colaboración en el tema de la educación. Acabamos de celebrar un Convenio que permite reconocernos mutuamente los títulos y facilitar el intercambio de estudiantes, de intelectuales entre España y Chile. Hemos avanzado también en unir fuerzas para combatir con mayor eficacia la amenaza que significa la ciberseguridad para todos nuestros países, y esa es un área donde, sin duda, tenemos mucho que aprender de España, que en esta materia ha logrado avances muy importantes, que queremos sin duda conocer y aplicar en la medida de lo posible en nuestro país.

Pero tal vez lo más importante que necesitamos, tanto en España como en Chile, es prepararnos para esta sociedad que viene. Esta sociedad moderna del conocimiento y de la información. Esta revolución tecnológica y todos sabemos que el principal peligro de la modernidad es la obsolescencia. Por eso necesitamos sociedades mucho más flexibles, más dinámicas, más preparadas para enfrentar el cambio. Necesitamos desatar la fuerza de la libertad, de la creatividad, de la imaginación, del emprendimiento, que vive en el alma de los españoles y por cierto de los chilenos, y ahí tenemos un gran esfuerzo en común para poder ser ciudadanos de primera clase en este mundo nuevo que emerge, y que va a ser con o sin nuestra voluntad y con o sin nuestra colaboración.

La sociedad moderna, la sociedad del conocimiento y de la información ha demostrado ser generosa con los países que la abrazan y que quieren tomar ventaja de sus oportunidades, pero ha demostrado también ser cruel con aquellos que simplemente le dan la espalda y la dejan pasar. Por esa razón hemos podido conversar, también, de cómo hacer que la estrategia digital sea no solamente incorporar tecnologías digitales a la forma antigua de hacer las cosas, sino cómo aprovechar la revolución para hacer cosas distintas, para cambiar la forma en que hacemos las cosas. La mejor prueba de ello es que las empresas más exitosas del mundo no están haciendo mejor lo que hacían sus antecesoras, sino que están haciendo cosas totalmente distintas, aprovechando estas tecnologías y por eso tienen en jaque a muchas de las empresas tradicionales.

Quisiera terminar estas palabras deseándole, por supuesto, la mejor de las suertes al presidente Sánchez que lleva solamente dos meses, miren la cara, se ve que lleva sólo dos meses. Yo le digo presidente, cuando termine su mandato va a poder ver que gobernar es una actividad muy motivante, muy entusiasmante, pero muy difícil y que deja huellas, pero vale la pena.

Yo estoy seguro que usted tiene un gran proyecto para España y por eso quería simplemente agradecerle su visita a Chile, agradecer la delegación que lo acompaña y decir que estoy seguro que entre Chile y España tenemos, no solamente esa historia que nos une, tenemos un futuro que nos desafía y que nos convoca a escribir juntos las páginas más hermosas en la relación entre Chile y España. Gracias presidente Sánchez por su visita y le deseo la mejor de las suertes y el mayor de los éxitos en su gran desafío que asume como presidente del Gobierno de España.

Presidente Sánchez.- En primer lugar buenas tardes y muchísimas gracias al presidente Piñera por sus amables palabras, por sus buenos deseos, para el mandato que acabamos de iniciar en el Gobierno de España, después del cambio político que se produjo en el mes de junio, a principios del mes de junio.

Quería agradecer al presidente su hospitalidad, su calor y su acogida a la delegación del Gobierno de España y por supuesto también a mi presencia. Desde luego esa acogida, esa hospitalidad, es la que justifica el por qué nosotros hemos escogido y hemos examinado además, con muchísimo cariño y con muchísimo cuidado, el que fuera Chile el primer lugar, la primera parada de esta gira que nos va a llevar a cuatro países en menos de cinco días a lo largo de esta semana por toda Latinoamérica.

Vamos a estar por supuesto con ustedes aquí en Chile, queríamos además que fuera en el primero de los viajes, como ha dicho el presidente de Chile. Vamos a estar también en Bolivia, vamos a estar también en Colombia y vamos a finalizar esta pequeña, pero intensa gira en Costa Rica y posteriormente, a lo largo de estos meses, estaremos también en Argentina, en la cumbre del G-20. Y, como bien ha dicho el presidente Piñera, estaremos también representando a España en la Cumbre Iberoamericana, que se va a celebrar en Guatemala.

Y qué es lo que le quiero trasladar a la opinión pública chilena y por supuesto también al Gobierno de Chile y a su presidente en primera persona. El compromiso, el compromiso de España, del Gobierno de España, político, económico, social y también personal, como presidente del Gobierno de España, con Latinoamérica, con su progreso, con su prosperidad, con la necesidad de seguir hermanando a España con la comunidad Latinoamericana, con la cual tenemos grandes afinidades.

Fíjese, señor presidente, a lo largo de estos últimos años en la política española se ha teorizado mucho sobre la vieja y la nueva política, y en buena medida, la nueva política no es más que desprenderse, despojarse, de muchos de los adjetivos que tradicionalmente ha tenido la política. ¿Es la política europea una política nacional para España? ¿Es la política que pueda haber en algunos de los socios que tienen ustedes en la Alianza del Pacífico una política nacional o una política internacional? Yo creo que en esta época en la que estamos, en el siglo XXI que vivimos, desde luego si tenemos que hacer algo, es despojar a la política del todo adjetivo, es política. Y cuando uno viaja, comparte reflexiones, como hemos tenido, por ejemplo, el presidente Piñera y yo mismo, si vemos cuáles son los desafíos, los retos, los problemas que tienen en buena medida las sociedades a las cuales nosotros representamos, prácticamente todas tienen el mismo denominador común, prácticamente todas, si tuviéramos que resumir en una palabra que es lo que demandan, qué es lo que quieren, precisamente de sus de sus gobernantes, es la justicia.

La justicia económica, el saber comprender que no puede haber crecimiento si ese crecimiento no se redistribuye. Tenemos que luchar contra la desigualdad social, porque no puede haber un crecimiento que se concentre en pocas manos y que no se redistribuya a una clase media, que en algunas ocasiones no ve que su esfuerzo se vea acompañado de una justa redistribución y una justa protección y amparo por parte del Estado.

La igualdad de género, una de las principales tareas que tenemos los gobernantes en todos los ámbitos, no solamente en el político, donde es muy importante la representación paritaria de las mujeres, sino también en el ámbito socio laboral y socioeconómico, en la cuestión de la violencia de género. Son cuestiones y realidades, dramas, que afectan a buena parte de la población y desde luego, los gobernantes no podemos mirar hacia otro lado, tenemos que comprometernos y no solamente esto ocurre en España, no solamente esto ocurre en Chile ocurre en todas y cada una de las sociedades.

En consecuencia, ¿cuál es la conclusión a la que quiero llevar esta pequeña reflexión? Que necesitamos liderazgos cooperativos, que necesitamos compartir, que necesitamos arrimar el hombro, como se dice en castellano en términos coloquiales. Que, en definitiva, las soluciones a muchos de estos grandes desafíos a los cuales antes ha hecho el presidente Piñera, en referencia a la digitalización de la economía, el cambio climático, la igualdad de género o lo que pueda representar la justicia económica o la desigualdad que es, desde luego, uno de los grandes combates de nuestra sociedad, solamente se va a poder dar una respuesta eficaz y equitativa desde la cooperación y desde la integración, no desde el falso repliegue a una serie de fronteras que ya la propia realidad económica social y política ha superado en buena medida.

Y es verdad que Latinoamérica y Europa compartimos ese desafío de la integración. En Europa claramente lo tenemos, el desafío de la migración, por ejemplo, es un desafío que afecta de lleno al proceso de integración de la Unión Europea. Y España está trabajando por dar una respuesta común al desafío de la migración porque somos muy conscientes de que cuando se pisa territorio italiano, territorio maltes o territorio español, se está pisando territorio europeo, y por tanto ese desafío necesita de esfuerzos comunes por parte de todos los países europeos.

Yo sé que Chile también está sufriendo esa crisis, esa presión migratoria, en ese sentido quiero reconocer, por supuesto, lo que está haciendo el Gobierno de Chile con muchos venezolanos que están migrando como consecuencia de la crisis que se está viviendo en Venezuela y que están siendo acogidos por sociedades que las integran, que las acogen, como hizo Venezuela por ejemplo, con España hace ya unos cuantos años, cuando vivimos el exilio producto de la Guerra Civil y de la dictadura franquista.

Por tanto, la integración es, desde luego, la herramienta, el instrumento para responder a muchos de estos desafíos a los cuales antes hemos hecho referencia. Y en este sentido y en este punto, presidente, yo quiero reconocer el trabajo y el papel de liderazgo que está haciendo Chile. En la Alianza del Pacífico, así lo hemos hablado cuando hemos tenido la reunión previa a esta rueda de prensa, la voluntad que ustedes han manifestado recientemente además de que el Mercosur sea una cooperación que pueda establecer vínculos con la Alianza del Pacífico, la Cumbre Iberoamericana, a la cual usted ha hecho referencia y que yo le agradezco, que puede hacer precisamente ese esfuerzo que entiendo que es intenso y grande, pero que sin lugar a dudas creo que también lanza una señal de compromiso de Chile, también con la Cumbre Iberoamericana y con esa colectividad que representa a Iberoamérica. Y por supuesto usted ha hecho referencia a ello, pero yo también quiero subrayarlo, España, si va a hacer algo por Chile es precisamente ser un aliado en este proceso de negociación con la Unión Europea, para lograr esa renovación del acuerdo entre la Unión Europea y Chile, que es fundamental para nosotros.

También en relación con las relaciones bilaterales, el presidente Piñera lo ha dicho claramente, ha hablado del conocimiento, ha hablado de la digitalización, ha hablado de la necesidad de renovar nuestros sistemas educativos. El Gobierno de España está claramente vinculado con esa idea de que tenemos que renovar nuestro sistema educativo, de que el ascensor social exige que los Estados apuesten decididamente por sistemas educativos excelentes y equitativos. Y en ese sentido sí que quiero trasladarle también a la opinión pública chilena y también a la opinión pública española, que el acuerdo de movilidad entre jóvenes y el reconocimiento a las titulaciones universitarias en Chile y en España, tiene que ser punta de lanza, precisamente, para renovar y mejorar y reforzar esa cooperación entre ambos países.

Y me permitirá, presidente, simplemente referirme por un instante a la colectividad española, que sé que es importante, también, en Chile y a la cual además agradezco a la sociedad chilena, en su conjunto, la acogida que ha tenido, calurosa, hospitalaria, con la colectividad española. Una colectividad que obedece a múltiples razones, por supuesto, a la histórica, a la que hemos hecho referencia antes, pero también a otra mucho más reciente, a la cual este gobierno quiere rendir tributo y decirle que está en deuda con ella, y es la colectividad de jóvenes y no tan jóvenes que, como consecuencia de la crisis económica que se vivió en España, de la falta de oportunidades que hubo en España, emigraron a otros países y encontraron aquí su casa, su país de oportunidad, para poder construir un horizonte profesional, vital, familiar, que desde luego ha encontrado en buena medida en su país.

Y ante ellos, quiero decirles lo siguiente. Quiero decirles que en España, sabe usted, hay un debate importante sobre la participación de la colectividad exterior, de los emigrantes españoles, en los procesos electorales en España. Es verdad que hubo una modificación del voto exterior, del mal llamado voto rogado, que ha hecho que precisamente se obstaculice en buena medida la participación de los emigrantes españoles en los procesos electorales, las elecciones generales, las elecciones municipales o las elecciones autonómicas. Yo quiero trasladarles a los emigrantes españoles en Latinoamérica que el Gobierno va a hacer todo lo posible por modificar esa Ley de voto exterior y por acabar con el voto rogado. Y en ese sentido, quiero pedir al conjunto de los Grupos Parlamentarios de la Cámara que lleguen a un acuerdo para que se modifique la Ley de voto exterior y por supuesto también que se modifique y se acabe con el voto rogado.

En fin, presidente, tenemos muchísimas cosas de las que hablar, que compartir, de las que sentirnos orgullosos por lo que hemos hecho en el pasado más reciente y también en el pasado más remoto. Pero como usted ha dicho antes en su intervención, hay que mirar al futuro. Chile y España tienen muchas cosas en común, pero sobre todo lo que tienen son objetivos compartidos de progreso, de bienestar, de prosperidad, para el conjunto de nuestras sociedades. En ese sentido el Gobierno de España desde luego si va a hacer algo es arrimar el hombro para ayudar a Chile, como sabemos muy bien que Chile ayudará a España en ese propósito.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)