Palabras del presidente del Gobierno en la entrega de la dotación del Premio Princesa de Asturias a las víctimas de los incendios en España y Portugal por parte de los presidentes del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea

14.12.2017

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Bruselas

Muy buenas tardes.

Haré una muy breve intervención para dar las gracias al presidente de la Comisión Europea, al presidente del Parlamento y también al presidente del Consejo por esta donación que se hace a unas regiones de España y de Portugal que se han visto afectadas por unos incendios verdaderamente duros, y que han provocado la muerte de muchos seres humanos, y que, además, han generado unos daños de los que aún tardaremos tiempo en recuperarnos.

La Unión Europea, como se ha recordado aquí, ha recibido el Premio Princesa de Asturias de la Concordia. Allí estuvieron Jean Claude Juncker, Antonio Tajani y Donald Tusk no hace muchas fechas. Fue un acto hermoso, fue un acto europeísta y fue un acto en el que se reconocían los esfuerzos y el trabajo que han llevado a cabo a lo largo de estos años en defensa de los intereses de los europeos, y con una apuesta clara por una mayor integración.

Fue el Premio a la Concordia. Hoy tenemos un argumento más, aunque el jurado ya se reunió y el Premio se entregó, que demuestra que la justicia del mismo y que la concordia y la solidaridad van siempre unidos. Al final, Europa, como ya hemos oído en muchas ocasiones, se ha ido construyendo poco a poco y se seguirá construyendo poco a poco; pero hay un factor que es fundamental para que cada vez este proceso de integración sea mayor, que es la solidaridad. Casos, circunstancias y días como el que hoy estamos viviendo son una muestra de que Europa es solidaria con los pueblos que la conforman y con su gente.

Así que muchísimas gracias, Jean Claude, y muchísimas gracias, Antonio.

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