Discurso del presidente del Gobierno en la presentación del Informe Mesías sobre las fortalezas de la Marca España

1.6.2016

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Madrid

Señores ministros; señor alto comisionado de la Marca España; presidente del Consejo de Estado, defensora del Pueblo; don José Luis Bonet; profesor Cubillo; señoras y señores del ESIC y todas aquellas personas que han hecho posible el Informe Mesías,

Los datos que nos acaban de presentar, avalados por respetados organismos, son meridianamente claros y apuntan en una misma dirección: entre 2011 y 2015, la mayor parte de los parámetros fundamentales que sirven para medir el grado de confianza y de fortaleza de España han mejorado.

No quiero que se me interprete mal. No es, ni mucho menos, el momento de euforias. Queda mucho por hacer. La "mayor parte" no quiere decir la totalidad y hay determinados aspectos, como el desempleo, que, pese a haber mejorado, siguen siendo un grave reto.

Pero que tengamos que seguir luchando no significa que no debamos reconocer los logros conseguidos por todos los españoles en los últimos años. Esos logros están ahí y son indiscutibles, y no reconocerlos implicaría quitarle el mérito a toda una sociedad que ha hecho posible una recuperación en progresión ascendente.

Amigas y amigos,

Decía Saavedra Fajardo, en una hora difícil para nuestro país, que rendirse ante la adversidad es darle la razón. Pues bien, el Informe Mesías demuestra que los españoles no nos rendimos ante la adversidad y nos negamos a darle la razón.

Gracias a todos, España es hoy una historia de esfuerzo y de superación colectivos, y por eso mismo puede ofrecer un futuro de esperanza., porque los datos del Informe Mesías no reflejan tan sólo la imagen de España; son la realidad de España.

Es una España tan real como los 46 millones de españoles que la hacemos posible cada día con nuestro esfuerzo y con nuestras ilusiones. Es la España que está saliendo de una durísima crisis, liderando la creación de empleo en la Unión Europea, según los datos de la propia Unión y de la OCDE. Y también es la España dinámica que mira, como aquí se ha recordado, con confianza al exterior y que ha batido su récord de exportaciones en 2015.

Hablamos de un país unido y diverso, y que cuenta con su unidad y su diversidad como dos grandes fuerzas para reconocerse a sí mismo. Al hablar de España, también hablamos de un país hospitalario, al que no visitan por casualidad esos 68 millones de turistas al año que recoge el Informe Mesías; hablamos de un país capaz de vestir a las nuevas generaciones del milenio en todo lo que va de Tokio a Nueva York, y de un país admirado por su estilo de vida, por su gastronomía antigua y nueva, por la imaginación de sus artistas y creadores, y el espíritu de sus deportistas.

Esta misma España es la España solidaria, que tiene el récord mundial de donaciones de órganos gestionadas por un sistema sanitario público y ejemplar; el país que gestiona el mayor número de infraestructuras de transporte en el mundo, que, como sabemos y hemos escuchado, amplía el Canal de Panamá o que está uniendo las ciudades de La Meca y Medina con trenes de alta velocidad.

Queridas amigas y amigos,

Hoy, la innovación es uno de nuestros rasgos distintivos como país. No podría ser de otra manera cuando en el mundo nos situamos como el cuarto productor de energía eólica, el séptimo productor de satélites, el noveno productor de vehículos, el noveno receptor de inversión extranjera directa y el décimo generador de inversiones directas al exterior.

Hay un dato que me gustaría destacar, porque es poco conocido, pero es muy revelador de cómo afronta nuestro país un futuro que será conectado y digital. ¿Sabían ustedes que somos líderes europeos en fibra, que hay más fibra en España que en países como Francia o Alemania, o que encabezamos también el escalafón europeo en "e-learning"? Es cierto que el Gobierno ha apoyado con todo su empeño la digitalización, pero no es menos cierto que este activo de futuro es un logro colectivo de los propios españoles.

En otro ámbito de la mayor importancia, como es nuestra proyección política a nivel mundial, quisiera destacar que España es un país consciente y responsable en su proyección política a nivel mundial; un país que se ha ganado la confianza de la Comunidad Internacional para estar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el bienio 2015-2016; un país que defiende y promueve el papel de la mujer en la consecución de la paz y la seguridad internacionales; que vela por la protección de civiles, médicos y agentes humanitarios en zonas de conflicto; que lucha contra la barbarie del terrorismo y da voz a sus víctimas, y que también intenta poner fin a la proliferación de las armas de destrucción masiva.

Amigas y amigos,

Valgan todas estas realidades para confirmar que, por encima de las diferencias, las críticas legítimas y las asignaturas pendientes, España es una historia de éxito.

Y esto no es algo que viene de hoy. Tenemos una historia tan larga como positiva que contar; una historia capaz de superar las leyendas, las injusticias y los intereses creados de una España negra que, digámoslo de una vez, no existe.

Porque la modernidad y la globalización no pueden entenderse sin España; el país que creó y gestionó las primeras redes globales de la historia en los mismos orígenes de la Edad Moderna; el de la primera moneda global de la historia; el de las primeras expediciones científicas modernas o el impulsor del comercio mundial con los galeones de Manila, esa pasarela pionera a la hora de unir Asia, América y Europa. Si algo nos ha enseñado la historia, en definitiva, es que a los españoles tan sólo nos puede detener nuestra falta de confianza en lo que podemos hacer si nos ponemos a ello con determinación.

Amigas y amigos,

Pese a estas realidades, sorprendentemente, somos muy poco generosos con nosotros mismos. Nos juzgamos mucho más duramente y nos valoramos peor de lo que lo hacen los ciudadanos de otros países. Los estudios del Real Instituto Elcano siguen mostrando nuestra baja autoestima.

Es verdad que la modestia es una virtud y la autocrítica es una necesidad; pero no nos regateemos lo que es nuestro. Valoremos nuestros logros, celebremos nuestros avances y reconozcamos el fruto de nuestros esfuerzos.

El Informe Mesías nos dice cómo somos, lo que hacemos y lo que valemos aquí y ahora. Y todo esto está muy bien, pero obvia lo que todavía podemos llegar a hacer si mantenemos y damos un nuevo impulso al rumbo que nos ha sacado de la peor crisis sufrida en generaciones.

Nos esperan muchas metas por superar, muchas obras por crear, muchos contratos por firmar y muchos trofeos por levantar. No están en el pasado: nos están aguardando y están a nuestro alcance, y debemos conquistarlos entre todos.

Éste es el mensaje principal del Informe Mesías: España ha salido de la crisis, nuestra imagen exterior ha mejorado, exportamos más, recibimos más turistas, los inversores confían en nosotros y somos más seguros y fiables.

Y les repito que todo esto es verdad y que está muy bien; pero tenemos grandes desafíos por delante. En apenas unos años, muchas de las realidades que hoy damos por sabidas darán paso a realidades enteramente nuevas. En apenas unos años, la digitalización va a dar un giro copernicano a nuestro día a día, a nuestra forma de trabajar, a nuestro ocio y a la manera en que distribuimos nuestro tiempo. Basta considerar un dato: el 65 por 100 de los actuales estudiantes de Primaria van a trabajar en carreras que hoy, simplemente, no existen y la nueva economía digital estará sustentada por una educación que, también, será cada vez más digital.

Hoy miramos a ese futuro con ilusión, con esperanza y sin miedo. Estoy convencido de que los españoles tenemos la ambición necesaria para convertir en éxitos esos retos que nos esperan. Nuestro pasado nos avala: son muchas las cosas que hemos hecho bien. Pero, ante todo, España tiene vocación y hambre de futuro, y los españoles ya no nos conformamos con nada que no sea estar a la vanguardia. Por eso quiero terminar con una predicción: el mejor Informe Mesías está por venir porque, no lo duden, los mayores logros de nuestro país son los que todavía no hemos visto. Los mayores logros de nuestro país son los que los españoles de hoy ya están gestando para el día de mañana.

Muchas gracias.

Más información