Madrid
Señor presidente de la Cámara de Comercio de España, señora presidenta de Spain Startup, estimados patrocinadores, queridos emprendedores, queridos amigos,
Me siento muy honrado de poder participar en la inauguración de esta Cumbre 2015; una cita que ha convertido a la ciudad de Madrid en un eje central de la innovación y emprendimiento a nivel mundial, y que ha puesto a España en el calendario de los primeros espadas de la inversión internacional, atraídos por el inmenso caudal de talento que atesoran los emprendedores de nuestro país.
En apenas tres años South Summit es ya la conferencia más importante de todo el sur de Europa en su ámbito. No podía ser de otra manera. Sea desde la sociedad civil o desde las instituciones, el espíritu emprendedor cuenta en España con una red imbatible de apoyo y complicidad, siendo, como somos, muy conscientes del valor diferencial de nuestro capital emprendedor como uno de los activos estratégicos de la Marca España.
Pero los verdaderos protagonistas de esta cumbre son sus cien Startups finalistas. A ellos quiero agradecerles personalmente el ejemplo que nos dan a todos: emprendedores de gran número de sectores industriales que, no contentos con crear riqueza y empleo, hacen de la tecnología el mejor instrumento para aportar una novedosa visión del mundo en el que vivimos y, así, mejorar la sociedad.
Todos vosotros, los que estáis hoy aquí, pero también otros muchos, formáis parte por derecho propio del futuro de un país que ha decidido desembarazarse de algunos lastres y estereotipo de su pasado para emprender un nuevo camino hacia el mañana en el vehículo de un proyecto común.
Queridas amigas y amigos,
No me voy a parar a detallar las decenas de medidas que, en materia de apoyo directo, facilidades, reducciones de cuota a la Seguridad Social, incentivos y rebajas fiscales o eliminación de trabas burocráticas, ha adoptado el Gobierno para impulsar los proyectos de profesionales y de los emprendedores, especialmente de las Pymes y trabajadores autónomos. Sólo mencionaré tres: la primera Ley de Emprendedores de nuestra historia; para la Innovación, el tratamiento fiscal del Impuesto de Sociedades, que incluso tiene forma de impuesto negativo, y la primera Ley de Segunda Oportunidad.
Como digo, han sido muchas; pero lo importante no es el aspecto cuantitativo, sino el hecho de que detrás de todas ellas descansa una meditada filosofía de impulso a vuestro éxito y de confianza plena en vuestras capacidades.
En los buenos y en los malos momentos tendréis siempre a vuestro país detrás. Tendréis a vuestro lado un Gobierno orgulloso de vosotros y consciente de que el horizonte de la sociedad española está ligado al vuestro; un futuro que hoy más que nunca está al alcance de nuestras manos. España tiene todo para convertirse, no ya en un microcosmos, sino en un gran cosmos de innovación y talento de desarrollo e ilusión emprendedora, con poco que no nos desviemos de nuestro trayecto de país hacia el futuro; un trayecto que, si ayer era incierto, hoy es ya imparable.
Me gustaría, si me lo permitís, daros un consejo personal desde la experiencia: Sed constantes, no os rindáis nunca, custodiad vuestros sueños como lo que son, el mayor de los tesoros, y mantened siempre la ilusión, incluso en los momentos en que penséis que los retos son insuperables. Nunca lo son. Será la dimensión de los desafíos la que marque la medida de vuestro triunfo.
Gracias a gente como vosotros, España tiene un futuro emprendedor ante sus ojos; gracias a los esfuerzos y a la determinación tan consustancial a nuestro carácter colectivo, estamos superando uno de los peores momentos de nuestra historia reciente y encaramos una recuperación prometedora para todos. Nos hemos crecido ante la adversidad como la gran nación que somos. Nos hemos levantado y hoy, de nuevo erguidos, debemos sentirnos en pie de igualdad con las grandes naciones del mundo. Sólo hace falta darse una vuelta por este evento para saber que nada tenemos que envidiar a nadie y que sí hay muchas cosas por las que somos envidiados.
Ayer apretábamos los puños, sí; pero hoy abrimos las manos a un mañana que vuelve a esperar lo mejor de nosotros mismos, y ahí estáis vosotros.
Hace tres años nadie en España, nadie, podría pensar, y desde luego nadie afirmaba, que sólo tres años después España, como dice hoy el Fondo Monetario Internacional, iba a crecer en el año 2015 más del doble que la media de la Unión Europea y mucho más que los grandes países de la Unión, como Alemania, Francia e Italia.
Amigas y amigos,
España tiene un gran futuro y tenemos un proyecto común ilusionante. El objetivo es mantener el ritmo actual de creación de empleos y extender esta tendencia a los próximos años en los que vosotros, junto a con el resto de la sociedad y la ayuda del Gobierno, tenemos que crear dos millones de empleos más. Para eso mantendremos las políticas económicas, bajaremos más los impuestos y daremos facilidades a los emprendedores conscientes de que es la sociedad y, particularmente, los emprendedores quienes generan bienestar, riqueza y puestos de trabajo.
Muchísimas gracias.