Discurso del presidente del Gobierno en la inauguración del Foro "La Razón del Empleo"

23.7.2015

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Madrid

Señor presidente del Congreso de los Diputados, señor presidente del Senado, señor presidente de Atresmedia, señores directivos de Atresmedia, presidente y director del diario "La Razón", autoridades, amigas y amigos,

Activar el debate público es una de las mejores maneras de fortalecer la sociedad civil y, por eso, yo quiero comenzar mi intervención agradeciendo a los responsables de "La Razón" la gran labor que desde hace años está llevando a cabo su diario en este ámbito. Los muy diversos foros que organiza este periódico, del turismo al emprendimiento, pasando por encuentros con personajes destacados de nuestra vida pública, son una espléndida plataforma de diálogo para ahondar, como diría Ortega, en los temas de nuestro tiempo.

Como muestra de lo que digo, estas jornadas dedicadas al empleo, que no pueden ser más pertinentes. A nadie se le oculta que, de entre los temas que nos preocupan a los españoles, el empleo, merecidamente, ocupa un primerísimo lugar. De hecho, el empleo ha sido el objetivo capital de esta Legislatura, que está cerca de su final; será el objetivo prioritario para la próxima Legislatura, y, probablemente, para algunas otras más en el futuro.

El empleo, como ustedes saben, no solamente ayuda a quien lo tiene a llevar adelante un proyecto de vida, sino que, además, el empleo, es decisivo, vía cotizaciones a la Seguridad Social, para mantener y mejorar el régimen de nuestras pensiones públicas. El empleo también es muy importante, el que lo haya y mucho, para poder mantener y mejorar los grandes servicios públicos fundamentales, como puede ser la sanidad, como puede ser la educación, los servicios sociales, etc. etc.

Por eso, insisto, crear puestos de trabajo es el gran objetivo de la próxima Legislatura, lo ha sido también el de ésta y lo es el del tiempo que resta hasta el final de la misma. Por eso es bueno y necesario hablar de empleo, de cómo crear más empleos y empleos de más calidad. Y también es bueno, en cualquier faceta de la vida, pero sobre todo hablando de empleo, que se escuche a la gente que sabe, a los expertos en el mercado laboral, porque sólo con un buen diagnóstico se pueden implementar políticas acertadas y a ese diagnóstico se llega escuchando a los mejores, que son, precisamente, las personas convocadas a este Foro.

Yo les quiero hacer llegar también a ellos un agradecimiento muy especial, porque con su análisis sosegado, con su evaluación de las políticas públicas y, también, con sus sugerencias de mejora contribuyen a conseguir ese gran proyecto nacional que es crear empleo. Contribuyen a hacer posible esa "hoja de ruta" que ya nos hemos marcado: que España vuelva a los veinte millones de personas trabajando que había antes de la crisis.

Queridas amigas y amigos,

Un día como hoy hace un año tuve el placer de compartir con los asistentes a un foro parecido a éste los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo semestre del año 2014. Lo recuerdo muy bien, porque desde hacía mucho tiempo, en concreto desde mi llegada a La Moncloa, había esperado poder dar una noticia como aquella. Ese día se constató con meridiana claridad que el mercado laboral había dado un giro de 180 grados. Por supuesto, éramos y somos muy consciente del largo camino que tenemos por delante; pero también sabemos lo extraordinariamente difícil que había sido variar el rumbo de la nave.

Juntos tuvimos que superar dos crisis de primer orden, una, financiera, y otra, crisis de deuda. Tuvimos que evitar un rescate; para muchos era la única opción. Tuvimos que hacer un esfuerzo importante de consolidación fiscal y de aprobación de reformas estructurales. Todo ello, para corregir desequilibrios económicos, para mejorar la competitividad y crecer. Además, muy importante también, tomamos como un deber de conciencia mantener los pilares de nuestra sociedad de bienestar en el momento en el cual las familias más lo necesitaban.

Pues bien, hace un año desde entonces, una etapa muy dura va quedando atrás y hoy hemos conocido los datos de la última Encuesta de Población Activa y lo que nos dice esta Encuesta de Población Activa es que el giro de 180 grados no fue un viaje coyuntural. Nos dice que la mejoría del mercado laboral es estructural.

El año pasado tuvimos un dato histórico y lo hemos superado un año después. Dicho de otra manera, si en el año 2014 confirmamos que íbamos por el buen camino, en 2015 comprobamos que cada vez lo recorremos más rápido.

Los datos que hemos conocido esta mañana, como decía el director del diario 'La Razón', son los mejores datos de empleo de la serie histórica. Nunca en la historia económica española, nunca, se había creado tanto empleo durante un trimestre.

La Encuesta de Población Activa del segundo trimestre de este año muestra unos resultados excelentes, con fuerte creación de empleo y con reducción de paro. En cuanto a la ocupación, destacan las siguientes tendencias: aumenta la ocupación total en 411.800 personas, en comparación con el primer trimestre de este mismo año 2015. Prácticamente, todo el empleo corresponde al sector privado, ya que el sector público ha mantenido su número de ocupados constante. Aparte de esto, la creación de empleo es generalizada en todos los sectores, siendo su evolución positiva en servicios, industria, agricultura y construcción. En términos anuales, el empleo ha subido en 513.000 personas y el empleo a tiempo completo aumenta en 430.000, mientras que los ocupados a tiempo parcial descienden en 18.000.

Hay otro dato también muy relevante y es que la creación de empleo está ejerciendo un efecto de activación de la población. En este trimestre la población activa aumenta en más de 116.000 personas. Esto demuestra que la creación de empleo va permitiendo la reincorporación de trabajadores que se habían desanimado.

Otro dato, también importante, es que el número de hogares en el que trabajan todos sus miembros ha subido en 386.000; es decir, ya hay casi 400.000 hogares más que hace un trimestre donde todos trabajan.

Las cifras del paro también son favorables: el número de parados cae en el trimestre en 295.600 personas y, en términos interanuales, la caída del paro es de 473.900. Es una reducción muy intensa, ya se mantiene durante siete trimestres y me gustaría señalar una cosa: el número de parados es ahora mismo más de medio millón inferior que en la primera EPA de esta Legislatura, el primer trimestre del año 2012.

Nosotros siempre nos habíamos marcado como objetivo poder decirles a los españoles que al final de esta Legislatura habrá en España, después de haber tenido que tomar muchas decisiones y superar muchos obstáculos, como ustedes conocen… Queríamos decir a los españoles al final de la Legislatura: hoy hay más afiliados a la Seguridad Social que al principio de la Legislatura; hoy hay más ocupados que al principio de la Legislatura y hoy hay menos personas en el paro que al principio de la Legislatura. Pues bien, no hay que esperar al fin de la Legislatura, porque hoy ya podemos decir que hay más afiliados a la Seguridad Social que en diciembre del año 2011, que hay menos personas en el paro y que hay más personas ocupadas, tras conocerse los datos de la EPA en el día de hoy.

Dicho todo esto, conviene dejar una cosa muy clara, porque aquí de lo que se trata, como en cualquier faceta de la vida, es del futuro. Ir por el buen camino no significa que podamos permitirnos aflojar la marcha. Todavía hay muchos españoles y muchas familias pasándolo mal y en situación muy difícil, y el Gobierno ni es ajeno, ni permanece impasible. Por eso, sabemos que tenemos que seguir trabajando y haciendo reformas hasta el último momento, porque las reformas hacen posible lo que antes era sencillamente impensable.

Hoy no faltan voces que dicen que llegar a los veinte millones de empleos es imposible. Ya veremos. A todos ellos yo les quiero decir que hace cuatro años también había voces que decían que era imposible frenar la destrucción de empleo en medio de la recesión, y lo hicimos entre todos. Los acuerdos en las empresas permitieron que una situación económica más grave no se tradujera en un mayor destrucción de empleo; al revés, se salvaron 300.000 puestos de trabajo.

Hace cuatro años también decían algunos que para crear empleo España tenía que crecer a un 2,5 por 100. También se demostró que no era así, porque con las reformas puestas en marcha se empezó a crear empleo, por primera vez en nuestra historia, con tasas de crecimiento del 1 por 100.

También hace algunos años, algunos decían que en la crisis sólo se crecía con empleo temporal, y que era imposible ver incrementos en la contratación indefinida. Pues no ha sido así, por fortuna. Hemos logrado que España salga de una crisis económica con incrementos en la contratación indefinida.

Pero lo más importante y lo más positivo es que nuestro mercado de trabajo está asistiendo a un cambio transversal; un cambio a mejor que afecta a todos los sectores económicos, a todas las provincias de España, a todos los colectivos y a todos los grupos de edad.

En otras recuperaciones, por ejemplo, la creación de empleo ha estado vinculada a uno o a varios sectores concretos. Ahora, sin embargo, se crea empleo en el sector servicios, en la construcción, en la agricultura y en la industria, y un sector tan importante como el de la I+D está creando empleo al 5 por 100, casi un punto y medio por encima de la media. Y se está creando empleo, también, en todos los grupos de edad.

Queda mucho, muchísimo, por hacer, insisto; pero esta recuperación está llegando también a los más jóvenes y eso es algo que no había ocurrido en ninguna otra recuperación. En la salida de la crisis de 1993 tuvieron que pasar dos años para que hubiera empleo juvenil; ahora, sin embargo, el empleo entre menores de veinticinco años crece a un ritmo del 7 por 100, casi el doble de la media nacional.

Y hoy también vemos algo que no habíamos visto nunca antes, y es que estamos creando empleo en todas las Comunidades Autónomas y en todas las provincias. Y algo importante: también lo estamos creando en todos los colectivos, ya hablemos de hombres o mujeres, autónomos, asalariados o personas con discapacidad. Y hay aquí una cifra concreta que creo que nos debe enorgullecer como sociedad: en 2014 se han firmado 200.000 contratos con personas con discapacidad, más que nunca en nuestra historia.

En suma, hoy podemos decir una frase que sólo hace unos años, no tantos, era implanteable: hemos pasado de provocar la mitad del paro de Europa a crear la mitad del empleo. Este cambio es el importante y es un cambio con rostro social y con personas con nombres y apellidos. Lo hemos hecho desde el realismo y, si me lo permiten, desde la humildad, porque el Gobierno no es quien crea empleo. No tenemos máquinas para generar puestos de trabajo, ni varitas mágicas para que surjan de la nada; pero el Gobierno sí puede favorecer e incentivar su creación implicándose a fondo para apoyar a quienes lo crean: las empresas, los emprendedores, los autónomos, las Pymes y todas esas personas que se forman para dar valor y sentido a su vida y a nuestra vida en sociedad.

A todos ellos, y también al conjunto de los españoles, se dirigen las reformas que el Gobierno está impulsando y que han sido muchas, como saben, e importantes, porque son reformas importantes, de calado, y esperemos que para mucho tiempo, la reforma laboral, la reforma energética, la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, la reestructuración tan difícil, tan compleja y tan completa de nuestro sector financiero, la reforma de la Administración, la Ley de Unidad de Mercado, etc., etc.

No voy a entrar en detalles, ustedes las conocen, y no hace caso en el día de hoy; pero sí me gustaría hacer referencia a dos asuntos que, en mi opinión, son importantes: primero, a los impuestos, a la recientemente aprobada reforma fiscal, y, después, al tema de la formación, un tema capital para el futuro de los españoles y de nuestro país.

España puede hoy bajar los impuestos porque su economía se lo puede permitir, porque, por otra parte, los españoles lo quieren y porque bajar impuestos también ayuda a crear empleo. La asfixia financiera, que es lo que era, que encontramos al llegar al Gobierno lo hizo imposible en su día y a los diez días de asumir la responsabilidad de presidente del Gobierno me vi obligado a subir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Si no lo hubiera hecho, probablemente me hubieran criticado menos en ese tiempo; pero desconozco cuáles podían haber sido los efectos para el conjunto de la economía española. Intuyo que nada bueno.

Pero lo cierto es que, cuando ha sido posible, hemos bajado los impuestos y ahora hemos tomado una decisión, hace escasas fechas, adelantando la segunda parte de la reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que iba a entrar en vigor en el año 2016, al 1 de julio de este año 2015. Por tanto, como ya ocurrió en el primer semestre, las retenciones van a volver a bajar como un anticipo de la rebaja fiscal que ha entrado en vigor, insisto, en julio. De esta manera, los contribuyentes van a tener más recursos en sus bolsillos y en sus cuentas corrientes, y van a contar con más dinero para sus decisiones de gasto en lo que queda de año.

Esta bajada supone inyectar a la economía real, en la economía de las personas, 1.500 millones de euros adicionales en 2015 y, con ello, beneficiamos, tanto a los contribuyentes individuales en sus nóminas, como al conjunto del país, porque ese dinero ayudará a seguir ahorrando y a seguir consumiendo.

En la medida en que la recaudación lo permita y en la medida en que sigamos controlando el déficit público, que es un objetivo al que no se puede renunciar de ninguna manera, porque ha sido clave para la recuperación económica de España; en la medida en que se cumplan esos dos requisitos, que la recaudación lo permita y que se siga controlando el déficit público, nosotros volveremos a bajar los impuestos.

Ya lo hemos hecho ahora con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y la inmensa mayoría de los contribuyentes van a pagar a finales del año 2015 menos que en el año 2011; lo hemos hecho con el Impuesto de Sociedades --se ha empezado en el año 2015 y continuará en el año 2016-- y hemos tomado también algunas decisiones importantes que afectan a emprendedores, como la tarifa plana de cincuenta euros de la Seguridad Social, y hace no muchas fechas hemos declarado exentos los primeros quinientos euros de los sueldos para aquellas personas que realicen contrataciones indefinidas.

Insisto, en la medida en que la recaudación y el control del déficit lo permitan, nosotros volveremos a bajar los impuestos en nuestro país.

Segundo comentario importante --quise hablar de impuestos y quería hablar también de la formación--, para impulsar más el crecimiento del empleo y para que hablemos, sobre todo, de empleo de calidad, la formación es imprescindible. Hace no muchas fechas, leía --no lo recuerdo exactamente, pero lo leía-- que en Europa no se han podido cubrir cientos de miles de puestos de trabajo en el mundo digital por falta de cualificación de las personas. Éste es un dato ciertamente demoledor.

Por tanto, conclusión, habrá que seguir trabajando para hacer de la formación, del cuidado del talento, el centro de nuestras políticas. España se juega su futuro en la formación. Es lo que permite mejorar las expectativas laborales y, también, las salariales de todos; es la clave para mejorar la competitividad de nuestras empresas y es, socialmente, la mejor política de igualdad de oportunidades.

Y creo, sinceramente, que de las reformas en materia de formación podemos sentirnos orgullosos todos, no sólo el Gobierno. Hemos implementado una profunda reforma del Sistema de Formación Profesional para el Empleo, en cuya implantación nos jugamos mucho como sociedad. En este ámbito hemos introducido con éxito el modelo de Formación Profesional Dual, que permite trabajar y formarse a la vez, y que tan buenos resultados ha dado en otros países. Yo he tenido ocasión de comprobarlo personalmente. Nosotros no somos una excepción. Desde la reforma laboral del año 2012 hasta mayo del año 2015, 386.936 jóvenes han iniciado una formación dual a través del contrato de formación y aprendizaje. Junto a ello, se completado el Repertorio Nacional de Certificados de Profesionalidad, que también está demostrando su eficacia, porque el 64 por 100 de las personas sin trabajo que han participado en la formación dirigida a la obtención de esos certificados han encontrado su empleo.

Además, es bueno recordar que la formación forma ya parte de los derechos individuales del trabajador. Así quedó establecido en la reforma laboral, porque la formación también es parte de ese no dejar a nadie atrás que está caracterizando la recuperación española.

Por tanto, aquí tenemos uno de los grandes objetivos, también, para el futuro de nuestro país.

Ya voy terminando mi intervención. Decía al principio que hoy hace un año España certificó un giro de 180 grados en el mercado laboral. Éramos líderes europeos en destrucción de empleo y hoy también somos líderes, pero en creación de puestos de trabajo.

Por eso ahora, un año después, podemos afirmar que ese giro no obedece a las circunstancias ni a la coyuntura, sino que es la misma estructura la que ha cambiado y por eso mismo lo que nos demuestra este cambio es que no son lo mismo unas políticas que otras. Nos demuestra que las ideas tienen consecuencias y que sigue siendo tiempo de seriedad y de reformas, y no de contrarreformas ni de viajes al pasado, porque a los datos me remito: las ocurrencias y la parálisis reformista nos llevaron a un triste récord de destrucción de empleo; las reformas y la seriedad nos están llevando a récords en creación de puestos de trabajo.

No es tiempo, por tanto, de volver al pasado, sino de confirmarnos en el futuro que nos espera y trabajar juntos por el futuro de España. El Gobierno va a seguir trabajando en ese futuro. Creemos que no hay tiempo que perder. Nuestro objetivo de llegar a los veinte millones de empleos que certifiquen el final definitivo de la crisis cada vez está más cerca y sabemos que, evitando frivolidades, con reformas, contando con todos, bajando los impuestos y apostando por la formación, ese objetivo está en nuestra mano. Y lo vamos a hacer. Vamos a llegar a los veinte millones de empleos. Cuento con todos ustedes y ustedes pueden contar con nosotros, porque el empleo de calidad, como les decía al principio, ha sido, es y seguirá siendo la prioridad de mi Gobierno.

Muchísimas gracias.

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