Palabras del presidente del Gobierno en un encuentro con empresarios españoles en China

26.9.2014

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Pekín

Señoras y señores, muy buenos días a todos.

Para mí era importante encontrarme aquí, hoy, con parte de la comunidad española en China, que ahora más que nunca tiene una especial relevancia.

En esta visita oficial de algo más de dos días, como saben, tendré ocasión de reunirme con el presidente de China, Xi Jinping. Ayer estuve con el Primer Ministro, Li Kequiang, y todo ello con un objetivo, que es hablar de nuestras relaciones económicas, de comercio y de inversión.

Les adelanto que hemos coincidido, y estoy seguro de que vamos a coincidir en la reunión que tendré esta tarde, en que en estas relaciones deben reforzarse, en que se dan las condiciones para que así sea y que, en particular, España ofrece grandes oportunidades de colaboración.

Nuestras relaciones bilaterales son muy buenas, como muestra esta visita. Tenemos un marco jurídico bilateral sólido y el interés mutuo de los ciudadanos de ambos países pasa por estrechar nuestros vínculos.

En definitiva, hay buenas bases para que los negocios entre ambos países se desarrollen y lo hagan, además, protegidos por nuestras instituciones y con el apoyo de este Gobierno para el que es un área de trabajo prioritario.

Las empresas aquí presentes han comprendido mejor que nadie la importancia que tiene el sector exterior, las oportunidades que brinda, y han situado esa prioridad en su propia estrategia de negocios.

China es, obviamente, un mercado de referencia: la economía más dinámica del mundo, el mayor mercado por demografía y capacidad de desarrollo, y empresas exportadoras e inversoras, como las aquí presentes, están en este país desde hace tiempo trabajando en este mercado y explorando sus grandes oportunidades.

Las empresas son las protagonistas de las relaciones económicas bilaterales. Es su esfuerzo el que luego se refleja en nuestras estadísticas. Desde 2009 nuestras exportaciones a China se han duplicado en valor, nuestras inversiones en China tienen una tendencia al alza y, lo que es más importante, son cada vez más numerosas las empresas nacionales que invierten en este país.

La base exportadora e inversora española es cada vez más amplia, pero queremos ir más allá. Hay un cambio de actitud importante frente a mercados tan competitivos como estos y, en lugar de percibirlo como una amenaza, lo percibimos ahora como una oportunidad, que es lo que es. Son, de hecho, las empresas más dinámicas, con mayor saber hacer y más competitivas las que están aquí presentes, y lo que es también muy importante: hablamos de empresas de todos los tamaños.

Obviamente, queremos exportar más a China y queremos más empresas españolas trabajando en China; pero también queremos más inversión china en España y en este sentido se están produciendo múltiples alianzas entre empresas de ambos países que crearán nuevas oportunidades de negocio.

El Gobierno también ha entendido las oportunidades que brinda el sector exterior. Por esta razón, nuestra agenda de reformas tiene un claro componente internacional.

Los viajes que realizo y las visitas que recibo siempre son una oportunidad para ayudar a las empresas. Las reformas económicas que llevamos casi tres años realizando han buscado, en todo momento, impulsar la internacionalización de nuestro tejido productivo y fomentar su competitividad.

Muchas de las reformas, como saben, no han sido fáciles, ni para los ciudadanos, ni tampoco para el Gobierno; pero los resultados ya han empezado a verse. Llevamos creciendo más de un año, cuando hay países europeos que todavía están en recesión, y en el segundo trimestre de este año lo hemos hecho a la mayor tasa de la Eurozona. Hemos registrado el primer superávit por cuenta corriente desde 1998, empezamos a crear empleo y, lo que es más importante, existe un cambio de percepción del exterior respecto a España: lo reflejan la prima de riesgo, los datos de inversores que llegan a España y también lo percibe China, como he podido comprobar en mis encuentros.

Estoy muy agradecido de tener la oportunidad de estar aquí, en Pekín, para poder escuchar y conocer de primera mano las experiencias y reflexiones sobre el trabajo de las empresas españolas en este país. En este sentido, agradezco al embajador la acogida en esta residencia en un ambiente más relajado y, sobre todo, quiero transmitir a las empresas aquí presentes mi admiración por sus logros, pero también el apoyo que siempre encontrarán en este Gobierno y en la Administración española.

Muchísimas gracias a todos.

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