Palabras del presidente del Gobierno en el acto de presentación del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo y de inauguración de las jornadas "Memoria y Víctimas del Terrorismo: La memoria de la víctima"

Intervención de Mariano Rajoy en la apertura de la Jornada Memoria y Víctimas del Terrorismo, La Mirada de la Víctima

24.3.2015

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Vitoria

Presidente: Lehendakari del Gobierno Vasco, señor ministro del Interior, señores ministros, alcalde de Vitoria, diputado general, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, amigo Florencio Domínguez, señoras y señores,

Hoy es un día importante para la memoria, para la verdad, para la dignidad y para la justicia. Al presentar el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo e inaugurar las jornadas "Memoria y víctimas del terrorismo: la memoria de la víctima", estamos expresando, de la manera más firme, el compromiso político y moral de la sociedad española, y de su Gobierno, con el apoyo y el respaldo a quienes han sufrido de modo más directo la sinrazón del terror.

Éste es un compromiso consustancial a nuestra historia en democracia, que forma parte ya de nuestra vida en común como nación, y que es parte nuclear del legado cívico que vamos a dejar a las próximas generaciones.

Por tanto, si hay una política de Estado en nuestro país, una política que exige unidad y continuidad, ésa es el homenaje imperecedero a las víctimas y la preservación de los valores de dignidad y de justicia que ellas encarnan a ojos de todos.

Señoras y señores,

Este Centro Memorial de Víctimas que hoy presentamos quiere alzarse como testimonio irrevocable de ese compromiso destinado a permanecer en el tiempo. Un Centro, convertido ya en símbolo, que busca preservar y difundir los valores democráticos y éticos que representan las víctimas, ayudar a la construcción de la memoria colectiva de quienes han sufrido a manos del terrorismo y concienciar al conjunto de la sociedad contra el terror y contra sus coartadas, y de manera muy especial a los más jóvenes que no han vivido los peores años de la barbarie terrorista.

Es, por tanto, un Centro por y para las víctimas, para su homenaje y recuerdo, así como una casa común de democracia, libertad y valores. Y es también un Centro que busca proyectar al futuro su memoria y fijar en la conciencia de los españoles la verdad histórica de lo ocurrido en las largas décadas en que nos ha azotado el terrorismo, y muy especialmente el de ETA.

Por tanto, aquí se va a ofrecer un relato de justicia para que las generaciones venideras conozcan de primera mano qué ocurrió con el terrorismo de ETA, en aras de su completa deslegitimación moral y política, para que nunca vuelva a resurgir la barbarie del terror.

Con este Centro nos aseguramos, sin falsas equidistancias, de que los terroristas no se van a adueñar de un relato que sólo pertenece a las víctimas. Una de las grandes labores de este Memorial va a ser la de realizar mucha pedagogía para fijar una narrativa que alimente la sensibilización, la prevención y el rechazo del terrorismo. Debemos dejar claro lo que una inmensa mayoría de los ciudadanos ya sabe: de qué lado ha estado el sufrimiento, de qué lado ha estado la razón y de qué lado han estado la democracia y la libertad.

Señoras y señores,

En un día como el de hoy quiero reconocer la actividad incansable y ejemplar de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de nuestros jueces para perseguir y castigar, con la Ley en la mano, a los terroristas y seguir investigando con ahínco los crímenes que aún están por esclarecer; unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y unos jueces a los que hay que rendir un merecido homenaje por la defensa de nuestra libertad y el compromiso con nuestro Estado de Derecho.

Quiero reconocer también a tantos y tantos intelectuales, a miembros de medios de comunicación y a tantas personas y miembros de la sociedad vasca y del conjunto de la sociedad española que han dado la batalla contra el terror y que han ayudado a construir la narrativa que desemboca hoy en este Centro.

Quiero también reconocer a los legisladores por las innumerables reformas e iniciativas legislativas que se han promovido en nuestro país hasta configurar una legislación de atención a las víctimas que, según la Organización de Naciones Unidas, es ya un referente a nivel mundial.

Y termino ya.

El terror y la barbarie adoptan múltiples formas, y se esconden detrás de innumerables coartadas. Desgraciadamente, seguimos sin poder hablar del terrorismo como un fenómeno pasado. Lo hemos visto este año en varias ocasiones. Lo vimos en París y lo vimos la semana pasada muy cerca de aquí, en Túnez. La amenaza no cesa. Hay que estar preparados y vigilantes, y, sobre todo, debemos seguir levantando piedra a piedra la unidad de los demócratas. Mantenernos unidos sin fisuras, movilizar nuestros recursos sin reservas y fortalecer la cooperación internacional sin excepciones; todo ello son cuestiones determinantes para la derrota definitiva del terrorismo y para que prevalezcan la democracia y la libertad.

Señoras y señores,

Ése es nuestro empeño y debe ser siempre nuestro empeño, porque creo que no hay cosa más digna que se pueda hacer.

Muchas gracias.