Coloquio posterior del presidente del Gobierno en la clausura de la XXXIII Reunión Anual del Círculo de Economía

27.5.2017

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Juan José Brugera.- Sobre la cuestión de mejorar las condiciones de la competitividad de la economía española, varios socios piden que definitivamente se impulsen cosas --ya se está haciendo, pero se pide la mayor atención-- y, luego, se hace referencia a un marco: I+D+i. También se dice que el Corredor ha estado muchos años parado. "El Corredor es bueno --dice aquí un socio-- para un señor de Almería, para un señor de Murcia, para un señor de Valencia, para un señor de Tarragona y también es bueno, indirectamente, para un señor de Valladolid, porque mejorará las condiciones en las que compita la economía española".

Dos socios hacen referencia a un tema que va saliendo mucho y que forma parte de nuestras preocupaciones: no solamente atender a la mayor tecnificación de la oferta de empleo entre los jóvenes, sino también entre los que están parados, con la Formación Profesional multi para atender la mayor exigencia de tecnificación de la demanda que va viniendo. A lo largo de estas jornadas esto se ha configurado como una de las mayores amenazas que hay para la recuperación del empleo. Es decir, que se apoye eso decididamente.

Y un socio pregunta: "Presidente, estas medidas, que son muy estructurales y que se tienen que aplicar a largo plazo, requerirán pactos entre los diferentes partidos políticos y la fragilidad actual parece que no ayuda mucho. ¿Con qué talante vamos a poder hacer eso?".

Presidente.- Efectivamente, el reto es mejorar la competitividad. Por fortuna, creo que se está haciendo. Desde luego, las reformas que hemos planteado en el Gobierno en los últimos tiempos no tenían otro objetivo que mejorar la competitividad.

Se me habla de algunos temas en concreto. La I+D+I: este Presupuesto que se está debatiendo, que es un presupuesto donde vuelve a bajar el gasto, por paradójico que esto pueda resultar… Es decir, el techo de gasto es cinco mil millones más bajo que el techo de gasto del año anterior y esto tendremos que seguir haciéndolo mientras no salgamos del procedimiento de déficit excesivo y, por tanto, estemos por debajo del 3 por 100. Sin embargo, hay un dato muy positivo que nos va a ayudar a eso, que es que la recaudación está mejorando; es decir, este año 2017 la recaudación está mejorando. Ese es un dato muy positivo.

Viene todo esto a cuenta porque en I+D+I este año hay una subida de algo más del 4 por 100 dentro de lo que son los presupuestos públicos, y somos todos plenamente conscientes de que este, sin duda alguna, es un elemento fundamental en el medio y en el largo plazo para nuestro país.

Y lo mismo ocurre con el Corredor Mediterráneo. Antes les decía en mi intervención que España ya desde hace mucho tiempo tiene unas infraestructuras ferroviarias que no las tiene nadie. No digo toda España, porque la zona donde hay más dificultades es la zona del noroeste e, incluso, el norte y el centro no tienen todavía Alta Velocidad. Estamos trabajando en el País Vasco y estamos trabajando en Galicia. Claro, Bilbao es una ciudad con 600.000 habitantes, allí hay un sector exportador muy potente, también en Guipúzcoa, y de momento allí no llega la Alta Velocidad, como no llega a Galicia o a otros sitios de España.

Pero la gran prioridad es, sin duda alguna, el Corredor Mediterráneo que yo estoy absolutamente de acuerdo en que beneficia a todos, evidentemente. Beneficia al de Almería, beneficia al de Murcia, beneficia al de Algeciras y luego va beneficiando a todos. Hay unas partes del Corredor Mediterráneo donde ya se han producido avances sustanciales y la gran mayoría de los tramos están en obras. Insisto, en la medida en que podamos disponer de mayores recursos presupuestarios, antes lo haremos; pero esto ya es una obra que ya no tiene marcha atrás, como es evidente, igual que no tiene marcha atrás la Alta Velocidad a Galicia o la Alta Velocidad al País Vasco.

El tema de la formación, sin duda, es el tema capital. El presidente de la Comisión Europea presentó hace no mucho tiempo un informe a los que formamos parte del Consejo Europeo donde se hablaba de que en Europa se estaban perdiendo cientos de miles de puestos de trabajo, por paradójico que esto pueda resultar, por falta de personas cualificadas, sobre todo, en las áreas del mundo digital, de las nuevas tecnologías, etcétera. Y dentro de la formación, es evidente que es muy importante la formación continua, la formación profesional.

Ha aumentado muchísimo el número de alumnos de Formación Profesional en los últimos tiempos, lo cual es muy positivo porque eso es lo que pide el mundo, el mercado. Y, luego, la Formación Profesional Dual también está mejorando mucho. Tenemos un problema con la Formación Profesional Dual: que la hacen sobre todo las grandes empresas. Lógicamente, tienen más posibilidades, lo tienen más fácil; es más dificultoso que lo puedan hacer las pequeñas y medianas empresas. Pero yo quiero recordar que en mi intervención, dentro de las reformas que estábamos planteando, estaban las reformas de la formación de los jóvenes y de los no tan jóvenes.

Ahora estamos planteando… Tenemos un debate en la Unión Europea, porque fue uno de los acuerdos que tomamos cuando fue el acuerdo de investidura. Hubo un planteamiento de un grupo político al que he hecho referencia en mi intervención; fue en la última parte. Fundamentalmente, se trataba de poder utilizar los fondos de la Garantía Juvenil para la formación de aquellos jóvenes que están contratados, es decir, dedicar unas horas a esto, porque estarían contratados, estarían cobrando un sueldo, pero al mismo tiempo podrían formarse. Esto es algo que acordamos en el debate de investidura y que estamos ahora negociando con la Comisión Europea; pero yo coincido con lo que aquí se ha dicho de que el tema de la formación es capital.

¿Los pactos? Esta es una pregunta importante. Aquí el partido que ha ganado tiene 137 diputados. Esto en España no había ocurrido nunca. La vez en que el partido que había ganado las elecciones tenía menos diputados fue en 1996, que fue el Partido Popular, que tenía 156. El Partido Popular pudo hacer un acuerdo de investidura con lo que entonces se llamaba Convergència i Unió, el Partido Nacionalista Vasco y Coalición Canaria. Ahora esta es una situación diferente; pero para eso nos dedicamos a la política y aquí hay una responsabilidad de todos. Desde luego, la mayor responsabilidad es del que tiene más escaños, que en este caso somos nosotros, con 137; pero los demás partidos también tienen su responsabilidad y también la gente les va a mirar por lo que hacen.

¿Cómo han ido las cosas hasta ahora? Hasta ahora se ha conseguido pactar algunos temas importantes. En primer lugar, la propia investidura, como ustedes saben, que no es un tema menor; pero se han pactado, por ejemplo, el "techo de gasto" --tema muy importante--, la distribución entre las Comunidades Autónomas, la Administración central del Estado y la Seguridad Social de los objetivos de déficit, que es importante; o algunas medidas de tipo tributario para poder cumplir el objetivo del déficit. Se ha pactado recientemente, por ejemplo, el tema de los estibadores y saben que en el tema de los estibadores se trataba de que un parlamento nacional no se opusiera y no le dijera a un tribunal europeo que no estaba dispuesto a aprobarlo; pues hemos conseguido que saliera adelante. Ya hemos pactado algunas cosas, como les decía antes, en materia de presupuestos muy importantes.

Estamos hablando con varias fuerzas políticas. Nosotros, en este momento, tenemos un acuerdo de investidura con Ciudadanos que afecta a los temas importantes: a los Presupuestos, afecta a Europa, afecta a la política exterior y afecta a la política de defensa. Luego, otros temas no están acordados y sobre la marcha los vamos acordando o no, o los vamos perdiendo. Tenemos algunos acuerdos también con el PNV y con Coalición Canaria, y a mí me gustaría tener acuerdos en los temas de estado con el Partido Socialista. No podemos, a la hora de hablar del tema de Cataluña, estar el Partido Socialista y nosotros con planteamientos totalmente diferentes; se supone que todos vamos a defender la soberanía nacional.

También es importante que en el tema europeo y en lo que pensemos, como españoles de Europa, tengamos la posición común, al menos entre las grandes fuerzas políticas representadas en las Cortes. Lo mismo ocurre con la política exterior y la política de defensa.

Es decir, creo que hay muchos temas donde es posible. Ahora bien, ¿se pueden hacer reformas? Sí. La de la estiba es una reforma estructural importante.

Estamos hablando de pensiones. Eso sería importantísimo, hacer una reforma de las pensiones, porque en España ya tenemos 9.750.000 pensionistas y ese es un tema muy importante que, naturalmente, hay que pactarlo entre todos. Sería absurdo que alguien pretendiera resolver eso por mayoría.

Tenemos también abierta una comisión para hablar de educación y tenemos abierto con las Comunidades Autónomas el tema de la financiación autonómica. Este no es un tema menor, afecta a la financiación de los grandes servicios públicos fundamentales que gestionan las autonomías: sanidad y educación, fundamentalmente.

Yo creo que, si todos actuamos con una cierta cordura, sí se puede llegar a entendimientos y, además, en España tenemos que acostumbrarnos a que suceda lo que sucede en otros países de Europa. Hay algunos donde hay mayorías, las mayorías tienen sus ventajas y sus inconvenientes, y esta situación tiene también algunos inconvenientes; pero la clave es ser capaces, como nación, de transmitir un mensaje de confianza, tranquilidad y credibilidad a la gente.

J, J. Brugera.- Hay otra pregunta de otro ámbito que hace referencia a la opinión de actualidad que emitimos para convocar estas jornadas, en donde el Círculo calificaba a los episodios de corrupción política en general como una gran amenaza para la democracia. ¿Para cuándo medidas que regulen y que estudien, no solamente la parte judicial, sino regulen y estudien las causas, la imposibiliten y, además, atendamos a la petición que recientemente nos ha hecho la Unión Europea?

Presidente.- La corrupción es, sin duda alguna, un tema triste y desgraciado, y ya es triste y desgraciado que tengamos que hablar de corrupción; pero el objetivo ahora, además de que se castigue a las personas que han tomado decisiones o que han hecho cosas que entren dentro de lo que son comportamientos corruptos y que vayan contra la Ley; además de eso, creo que debemos de hacer un esfuerzo para intentar que en el futuro esto no se produzca y, por tanto, no tengamos que hablar del tema.

Yo creo que hay varios tipos de medidas, hemos tomado ya algunas decisiones y yo estoy dispuesto a tomar todas aquellas que sean útiles a estos efectos.

Primero, medidas de control. Como en tantas y tantas facetas de la vida, el prevenir es importante y aquí se han modificado muchas normas, algunas tan importantes como las normas sobre la contratación pública. Esta es otra reforma estructural que hemos aprobado en estos meses, y con el apoyo de la Cámara; es otra reforma importante. Era una Directiva comunitaria y no era fácil, porque son asuntos muy complejos. Por tanto, primero, normas para mejorar los controles y creo que en esta materia hemos avanzado y mucho, y hay que seguir perseverando.

En segundo lugar, hay que hacer un esfuerzo para investigar y para descubrir los actos de corrupción que se hayan cometido. Esto significa apoyar a quienes tienen la obligación constitucional de perseguirlo. Me refiero a la Agencia Estatal Tributaria, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Policía, Guardia Civil, y me refiero a los jueces y fiscales. Hemos dotado con muchos más medios a la Fiscalía y con muchos más medios a los jueces, y conviene seguir haciéndolo en el futuro.

En tercer lugar, sancionar. También hemos reformado las leyes en esta materia; en materia, sobre todo, para aumentar los plazos de la prescripción del delito y también para aumentar las sanciones.

Yo quiero decir que algunos efectos importantes se están produciendo. Muchos de los casos que estamos viendo en los últimos tiempos son casos que son de hace quince años, por paradójico que pueda resultar, y muchos son casos de hace más de diez años, y se han descubierto ahora. Se han descubierto ahora, entre otras cosas, porque hay muchos más medios para quienes tienen que hacerlo para perseguir el delito. Por tanto, pasos en la buena dirección se van dando.

A partir de ahí, los partidos políticos, sin duda alguna, tendremos que ser mucho más cuidadosos y tendremos que ver también a la hora de elegir, y todos estamos dando pasos en esa dirección. Ahora bien, no quiero terminar esta parte o esta pregunta sin decir algo. Yo llevo muchos años en la vida pública y he conocido a muchísimos dirigentes políticos, de todas las fuerzas políticas y yo les puedo asegurar que la mayoría de las personas que se dedican a la vida pública son personas honradas y decentes, y que hay miles y miles de personas en los distintos ayuntamientos de España, sobre todo en los más pequeños, que desarrollan una función pública sin cobrar un solo euro y que compatibilizan su trabajo con ello. Por tanto, creo que eso debemos tenerlo en cuenta.

Las noticias, normalmente, son las que se salen de lo común, no las que son normales. No se hace un titular diciendo que en este ayuntamiento no se ha producido ninguna irregularidad, o que en la inmensa mayoría de los ayuntamientos no se ha producido ninguna irregularidad, o que la inmensa mayoría de las personas cumplen con la legislación y son personas honradas y decentes de las que uno se puede fiar. A veces, un solo asunto da para muchos días y da para muchas horas.

Por tanto, también pongamos las cosas en su justo término: hay que combatir la corrupción pero no podemos apuntarnos a que este es un país corrupto, porque este no es un país corrupto; esa es mi opinión. Y, luego, hay otra cosa que es importante: la democracia es, mientras no se demuestre, y creo que no se va a demostrar nunca, el mejor de los regímenes políticos que hay. Uno de los pilares básicos de la democracia son los derechos y las libertades de la gente, y el Estado de Derecho, y la presunción de inocencia es uno de los derechos fundamentales que tienen todos los ciudadanos, los políticos y los no políticos. Aquí, a veces, veo que algunos, no es que pongan en duda la presunción de inocencia; es que han hecho otra cosa peor, que es sustituirla por la presunción de culpabilidad.

Por tanto, yo, que tengo una cierta tendencia a comportarme moderadamente por la vida, en este asunto también me gustaría hacerlo. Pongamos siempre las cosas en sus justos términos. Hay que seguir tomando decisiones, hay que mejorar las cosas, hay que hacerlo mejor; pero este es un país, sus políticos y la gente, por lo menos la mayoría, que se merecen un respeto.

J. J. Brugera.- Otra pregunta va en otro campo, el campo fiscal. Un socio opina que el Cupo vasco está sobrevalorado a favor del País Vasco, en su opinión, Comunidad Autónoma que participa menos en la solidaridad territorial. Sin cuestionar el modelo de concepto e incorporando una solidaridad territorial, ¿podría ser una buena solución para Cataluña un modelo parecido? ¿No es el reciente acuerdo sobre el Cupo aún más favorable, si cabe, para el País Vasco? ¿Qué solución podemos tener nosotros? ¿Podemos aspirar a algún tipo o el Gobierno tiene miedo de abrir la caja de Pandora? ¿Qué supondría eso?

Presidente.- El Gobierno, cuando está convencido de una cosa, nunca tiene miedo a abrir nada. Ahora bien, al Gobierno lo que le gusta, cuando toma una decisión, es saber las consecuencias de la misma.

El Cupo vasco, el sistema de Convenio, igual que el Concierto en Navarra, está en nuestra Constitución, como ustedes saben, y estaba en dos provincias, Álava y en lo que hoy es la Comunidad Foral de Navarra, en vigor, incluso, durante el régimen anterior. Cuando se debatió la Constitución, todos los que estaban allí dijeron: hay que buscar unas normas de convivencia que nos valgan a todos; entonces, todos vamos a renunciar a nuestros planteamientos de máximos para hacer algo que se llama una Constitución. Durante dos años estuvieron hablando y por eso se aprobó el Cupo vasco; pero por eso se estableció el régimen de las Comunidades Autónomas.

Es que había gente en aquellas Cortes que creían que no debía haber Comunidades Autónomas; había gente en aquellas Cortes que creían que debía de haber dos o tres, que eran las tres que habían refrendado el Estatuto de Autonomía (Cataluña, el País Vasco y Galicia, como saben) y había gente que era partidaria de que no existiera la soberanía nacional y de que se metiera allí --primera Constitución en el mundo-- el derecho de autodeterminación.

¿Qué se hizo allí? Lo que dice el sentido común: "no pensamos todos igual, pero fijemos entre todos unas reglas para funcionar y para convivir, y yo tengo que ceder aquí; yo, aquí; yo, aquí; yo, aquí...". Por eso surgió el Estado de las Autonomías. Yo no sé si, a veces, no nos damos cuenta; pero estamos en el nivel de la historia de España con mayor nivel de autogobierno, en el mayor nivel de toda la historia de España, y no hay país en el mundo con un nivel de autogobierno como el que existe en España: ni länders alemanes, ni canadienses, ni ninguno; ninguno. Es que en el año 1978 España era un Estado centralizado. Ese fue el acuerdo al que llegamos y ese acuerdo, que costó tanto, que llevó tanto tiempo y que fue apoyado por todo el mundo, ahora hay quien lo quiere romper.

Figúrense ustedes que a alguien se le ocurriera "en lugar del derecho de autodeterminación, esto no, voy a quitar cinco autonomías". Es que así no se puede funcionar. Las reglas de juego están para ser respetadas y, cuando hay acuerdos, todos ceden.

Esto se aprobó, cuando lo hicimos constitucionalmente, y en el Cupo se ha llegado a un acuerdo. Nosotros queremos llegar a un acuerdo con la financiación autonómica también. Eso es más complicado y hay quien no viene a las reuniones. Pero el Cupo vasco está en la Constitución, contribuyen de conformidad a lo que en su día se acordó y, realmente, poner en tela de juicio todo esto a mí no me parece justo. No se pueden cambiar las reglas de juego porque a mí me convenga o me deje de convenir. Es que el debate es imposible.

Puedo introducir dos o tres temas más de debate. Cojan ustedes los informes del Banco de España y vean los depósitos y los créditos que hay en España: Comunidad Autónoma de Castilla y León, vean el número de depósitos que hay y los créditos que se conceden, o véanlo en Galicia; y, luego, vean en otras comunidades de España el número de depósitos que hay y el número de créditos que se conceden. Eso es también solidaridad. Y vean las cotizaciones a la Seguridad Social y las pensiones que se pagan. Eso también es solidaridad. No podemos construir un país sobre la base de decir que a mí me tratan mal y a los demás los tratan bien, porque no es justo y porque, así, no se construye absolutamente nada.

Les invito, aunque yo comprendo que es una invitación un poco extraña, pero es que yo lo hice. Cuando presentamos los Presupuestos Generales del Estado este año, yo puse en una mesa en mi despacho las portadas de todos los periódicos regionales de toda España y se lo enseñé a una persona que consideraba que a su Comunidad Autónoma se le había tratado mal. Le enseñé todas y, entonces, resulta que habíamos tratado mal a todos, menos a Canarias y al País Vasco, probablemente porque esos dos se ocuparon de decir lo bien que lo habían hecho, claro, porque, si no, ¿cómo justifican que apoyan el Presupuesto? No podemos construir un país así.

J.J. Brugera.- Por último, hay multitud de preguntas sobre el tema de Cataluña al que usted está haciendo referencia constantemente: "la 'operación diálogo' da lo que da de sí"; "¿qué esperanza tiene la gente que no es independentista para que se encuentre ya de una definitiva vez una solución al encaje de Cataluña en España?"; "hay incertidumbre y miedo de que esto afecte a la situación económica", etcétera. Es decir, más allá de lo que se ha dicho ¿cabe esperar alguna cosa dentro de la política, Presidente? Estas son las preguntas que ya resumo sobre el tema.

Presidente.- Vaya por delante que a quien haya hecho esa pregunta yo le entiendo; vaya por delante. "¿Esto qué es?". "¿Cuándo vamos a terminar con esta situación?".

Yo he contado cómo veo yo las cosas y creo que lo he dicho con honestidad y con claridad. Yo no voy a autorizar ningún referéndum para la independencia, no lo voy a autorizar. Lo he dicho antes: porque no quiero ni puedo, porque no me corresponde a mí. Por esas dos razones que son distintas.

No podemos aceptar que el diálogo sea un diálogo en el cuál lo único que se quiera dialogar es sobre los temas menores de un referéndum para liquidar la unidad nacional, la soberanía nacional. No lo podemos aceptar y mucho menos podemos aceptar que, si no llegamos a un acuerdo, se nos presente una ley, como he dicho antes, y reitero, para aprobar en un día una Constitución, la liquidación de la unidad de España. Eso no lo podemos aceptar.

Como tantas veces sucede en las negociaciones en la vida, probablemente todo el mundo tenga sus razones y sus no razones; pero hay algunos que tienen más razones que otros. Y la equidistancia está muy bien, pero no en todo momento ni en todas las facetas de la vida.

J. J. Brugera.- He resumido las preguntas que había, presidente. Muchas gracias por la asistencia, que esperamos que siga, y con esto clausuramos las jornadas de la XXXIII edición del Círculo de Economía de Sitges.

Muchas gracias a todos y al presidente, también.