El Programa de Ana Rosa de Telecinco (parte I)

Madrid

Ana Rosa Quintana .- Estamos llegando al Palacio de La Moncloa, que es la residencia personal del presidente del Gobierno. La verdad es que hay que agradecer que nos dejen entrar con las cámaras en un lugar donde se desarrolla más la vida familiar del Presidente con su mujer y con sus hijos. Así que, a ver qué nos encontramos.

Presidente.- ¿Qué tal, Ana Rosa? ¿Cómo estás?

A,R. Quintana.- Muchísimas gracias, porque es un privilegio conocer el Palacio, nada menos que de la mano del Presidente.

Presidente.- ¡Por favor! Privilegio es el mío.

A,R. Quintana.- Presidente, le advierto: tengo aquí cosas que me han contado.

Presidente.- ¡Ah! Este perro se llama "Rico".

A,R. Quintana.- ¡Hola!, "Rico". ¡Guapo!

Presidente.- Este perro, cuando vine a Moncloa, nos lo regaló un vecino mío.

A,R. Quintana.- ¿Y le gusta Moncloa a "Rico"?

Presidente.- Yo creo que sí. Él anda por aquí… Lo que le gusta es la gente, porque siempre que hay gente aparece por medio.

Aquí hay dos edificios…

A,R. Quintana.- Está bien, porque se separa un poco la vida laboral de la vida personal, ¿no?

Presidente.- Sí, claro, aunque te voy a contar una cosa. Vamos a ir ahora a un despacho. Todos los Presidentes, al final, acabaron quedándose en su despacho.

Éste es el primer día que yo llego a La Moncloa…

A,R. Quintana.- Sonriendo… Luego se le ha quitado la sonrisa.

Presidente.- Por momentos, ¡eh!, tampoco… Estos son mis dos hijos: Mariano y Juan.

A,R. Quintana.- ¿Qué tienen…?

Presidente.- Diez y dieciséis.

A,R. Quintana.- Elvira, bueno, "Viri", como la conoce todo el mundo, que no es muy dada a las fotos. No le gustan.

Presidente.- No. Sale poco. Va a los sitios a los que tiene que ir.

A,R. Quintana.- ¿A qué se dedica más, a la familia, a la organización aquí?

Presidente.- A mi mujer, cuando llegamos aquí, le dije: el sistema perfecto para funcionar es que tú, aparte de las obligaciones que tengas (A,R. Quintana.- De Estado. Presidente.- Exacto), haces lo que creas que es mejor para ti y para los niños, y punto. Y lo llevamos estupendamente.

A,R. Quintana.- ¿Y los chicos se han habituado o les afecta el que su padre sea el Presidente?

Presidente.- Bien, bien… Tampoco me lo cuentan mucho, ¿no?

A,R. Quintana.- Bueno, con Obama… ¿Y con Obama hablaban en inglés?

Presidente.- En 2012, no; ahora, sí.

A,R. Quintana.- ¿Habla inglés? ¿Bien?

Presidente.- No, no; bien, no. Aquí es donde estudio inglés.

A,R. Quintana.- ¿Aquí estudia inglés?

Presidente.- Si, míralo, aquí está. Todo este tocho que hay aquí.

A,R. Quintana.- ¿Y cuándo estudia inglés?

Presidente.- Suelo buscar siempre una horita de vez en cuando.

A,R. Quintana.- Esto me gusta mucho, porque esto es como los libros de inglés de los niños.

Presidente.- Sí, pero es que esto era al principio, ¡eh! Ahora no soy Shakespeare, pero vamos… Es muy importante. Claro, mis hijos hablan perfectamente.

A,R. Quintana.- ¿Qué tiene? ¿Profesor o profesora?

Presidente.- Profesora. Es escocesa.

A,R. Quintana.- ¿Le lleva…?

Presidente.- Bien, bien. Yo soy disciplinado.

A,R. Quintana.- ¿Qué hace por las mañanas? ¿A qué hora se levanta?

Presidente.- Me levanto a las siete menos cinco y hago todos los días deporte de siete a ocho menos cuarto. Me ducho y a las ocho desayuno con los niños.

A,R. Quintana.- ¿Y qué deporte?

Presidente.- Aquí hago cinta y elíptica; y luego, los fines de semana que tengo libre entonces ya hago caminatas largas de una hora y media o dos.

A,R. Quintana.- Me han dicho que las caminatas son espectaculares, que va a una velocidad…

Presidente.- Este verano he hecho muchísimo. Es que sienta…, es muy bueno, no ya físicamente, que también, sino para…

A,R. Quintana.- Le da tiempo a pensar.

Presidente.- Sí. Es muy…

A,R. Quintana.- ¿Antes lo hacía? ¿Lo ha hecho toda la vida?

Presidente.- No. Yo he empezado en el año 2009, allí, cerca de mi casa, y ahora lo hago. Aquí la verdad es que se trabaja muy bien.

A,R. Quintana.- ¿Hay teléfono rojo?

Presidente.- Hay éste… Descuelgas y ya te pasan a cualquiera. Y éste es ya…

A,R. Quintana.- Sofisticadísimo.

Presidente.- Exacto.

A,R. Quintana.- Para que no te graben.

Presidente.- Éste sería el equivalente al rojo.

A,R. Quintana.- Ahí se puede hablar tranquilamente de todo que nadie te graba. ¿Cree?

Presidente.- Eso me dicen.

A,R. Quintana.- Es muy organizado. ¿Le ha quedado algo de opositor?

Presidente.- Sí, el método: levantarme siempre a la misma hora, desayunar…

A,R. Quintana.- ¿Cuántas buenas noticias llegan al cabo del día?

Presidente.- Normalmente, un ministro llama cuando tiene un problema, no cuando ya lo ha resuelto.

A,R. Quintana.- Este es un salón precioso.

Presidente.- Éste es el Salón de Columnas. Esto tiene su historia: el Palacio donde estamos durante mucho tiempo fue un lugar donde, cuando venía un jefe de Estado, se instalaba aquí. Aquí se celebraban los Consejos de Ministros, con Suárez, con Calvo-Sotelo y todos los primeros años de González, con lo cual celebrabas el Consejo de Ministros prácticamente en tu casa. Ahí ha estado Merkel, Hollande…

A,R. Quintana.- ¿Qué tal va el idilio con Merkel?

Presidente.- Bueno, idilio… La relación es buena.

A,R. Quintana.- En España se le echa la culpa de todos los ajustes a Angela Merkel, y a Rajoy, claro.

Presidente.- Si, a Rajoy es lógico. Sobre todo la oposición me atiza inmisericordemente a mí. No sé si les va a servir para mucho, pero bueno…

A,R. Quintana.- ¿Se siente incomprendido?

Presidente.- Pues no; francamente, no. Yo no les he congelado el sueldo a los funcionarios por fastidiar ni he subido el IVA por fastidiar; lo hice porque no me quedó más remedio. Claro, cuando estás en una situación de pre-quiebra, tienes que optar. Yo la única partida que no he bajado desde que he llegado aquí ha sido pensiones; pero todas las demás las hemos bajado todas, simplemente porque es que ingresábamos noventa mil millones menos de lo que estábamos gastando.

A,R. Quintana.- Por cierto, dice: "cuándo acabe esta Legislatura…". ¿Cuándo la acaba? ¿Cuándo son las elecciones?

Presidente.- Lo más probable es que sean el 20 de diciembre.

A,R. Quintana.- ¿Cómo deciden la fecha de las elecciones?

Presidente.- Te lo voy a explicar: porque yo quería aprobar los Presupuestos y hasta final de octubre no puedo aprobar los Presupuestos. La única razón es que yo quiero que España, ante Europa, tenga Presupuestos y dé sensación de seria y de formalidad.