Intervención del Presidente, Mariano Rajoy

8.1.2015

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Presidente.- Muy buenas tardes a todos y muchas gracias por su asistencia a esta convocatoria.
Quisiera comenzar mi intervención sumándome a las palabras del Cap de Govern, Antoni Martí, en relación con los asesinatos que se produjeron en el día de ayer en nuestro país vecino, Francia. Lo hice ayer, pero quiero volver a hacerlo hoy.
Quiero expresar la solidaridad de todo el pueblo español con las familias de las personas que fueron asesinadas y quiero expresar también nuestros mejores deseos para que se produzca una pronta recuperación de todas aquellas personas heridas, y nuestra solidaridad plena con el conjunto de la sociedad francesa. También nuestro apoyo, y quiero desear, y así me gusta hacerlo público, que se pueda producir pronto la detención de esas personas que han asesinado a personas honradas y que nada hicieron.
Al mismo tiempo, quiero reiterar nuestro compromiso en defensa de unos valores que son los propios de muchísimos millones de seres humanos en el mundo, como son la libertad y los derechos fundamentales de las personas, a los que no vamos a renunciar nunca.
Comparezco ante ustedes para dar cuenta de la visita oficial que he realizado al Principado de Andorra y lo hago con especial satisfacción ya que, como se ha dicho aquí, me cabe el honor de ser el primer presidente del Gobierno de España que visita Andorra de una manera oficial. Se trata de un auténtico hito, por tanto, en nuestras relaciones bilaterales; pero a la vez, y como ha dicho muy bien Antoni Martí, un hecho absolutamente normal.
Los lazos que unen a las sociedades y a las economías de los Gobiernos de Andorra y de España no tienen parangón, y les recordaré solamente dos datos: primero, los españoles suponen nada más y nada menos que un poquito menos de un tercio de la población andorrana y las exportaciones españolas, el 62 por 100 del comercio exterior andorrano. Esto no se produce --datos de estas magnitudes-- con ningún otro país en el mundo.
Quiero darle las gracias al Cap de Govern, Antoni Martí, y a sus colaboradores por su cálida hospitalidad.
Como ya he dicho, España y Andorra se encuentran unidas por vínculos de toda índole y por intensísimas relaciones de nuestros respectivos Gobiernos. El Cap de Govern y yo acabamos de firmar, como él recordaba en su intervención, un Memorándum de Entendimiento, Amistad y Cooperación General. Entiendo que tienen ustedes acceso al texto de dicho Memorando, por lo que no quisiera detenerme en sus detalles; tan sólo decirles que este Memorando no hace sino reflejar y sistematizar esas intensas relaciones que ya venían produciéndose entre ambos Gobiernos.
Sí quisiera recalcar una dinámica común que ha guiado a nuestros Gobiernos en los últimos tiempos y es el afán reformista por modernizar nuestras economías, crear empleo de calidad y mejorar la vida de nuestros ciudadanos. Se trata de un imperativo político de primer orden, en el que los gobernantes debemos emplearnos a fondo.
Permítanme recalcarles que los enormes esfuerzos reformistas de España y de Andorra están generando ya resultados de manera inequívoca. En España el panorama ha cambiado enormemente desde el comienzo de la Legislatura. No se trata de una valoración, sino de un hecho irrefutable plasmado en datos objetivos: en 2011 España se sumía en una profunda recesión, en 2015 está previsto que, de nuevo, lideremos el crecimiento de los grandes países de la eurozona. Frente a niveles que llegaron a superar los seiscientos puntos básicos, la prima de riesgo, que mide la confianza de los mercados en nuestra economía, está hoy al filo de los cien y el temor a un rescate de la economía española queda, por fortuna, ya muy lejos. Nadie duda hoy del vigor de nuestra economía.
Pero, sin duda, la mejor noticia que hemos conocido estos días han sido los nuevos datos del paro. El número de personas sin trabajo ha caído con la mayor intensidad en dieciséis años y se vuelve a crear empleo por primera vez en siete años. Les aseguro, en cualquier caso, que no caeremos en triunfalismos imprudentes. Continuaremos volcados al máximo en nuestra tarea más importante: la lucha contra el paro y la creación de empleo. Es, ha sido y continuará siendo nuestro principal objetivo, y les aseguro que no cejaremos en nuestro empeño por conseguirlo.
Andorra, a su vez, acaba de acometer, y creo que es justo recordarlo y valorarlo, una histórica reforma de su sistema fiscal y tributario a fin de homologarlo con los sistemas de la OCDE y de la Unión Europea. La reforma se incardina en un objetivo político general del Gobierno dirigido por el Cap de Govern, Antoni Martí: la consecución de un mayor grado de apertura de la economía andorrana y la diversificación de sus grandes núcleos de actividad económica tradicional.
El colofón de este esfuerzo de reforma fiscal y de apertura de la economía ha sido la firma, por el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas español con su homólogo andorrano, de un convenio para evitar la doble imposición con España, que viene a completar el ya firmado con Francia en el mismo campo. No podemos por menos que congratularnos por ello, ya que supone un avance muy importante en el necesario proceso de homologación fiscal de Andorra con los países de su entorno.
En otro orden de cosas, permítanme señalarles que hoy el aeropuerto de La Seu d'Urgell-Andorra se abre al tráfico comercial y se ha firmado, además, un acuerdo sobre transporte internacional por carretera. Junto con la reciente reforma en la carretera que une Andorra con La Seu d'Urgell, son éstos pasos muy importantes para la mejora de las interconexiones de transporte entre Andorra y España. Damos nuestra sincera bienvenida a estos logros, que muestran que Andorra está cada vez más unida e integrada con el resto de Europa, y ello se encuentra en línea con la filosofía fundacional del proyecto europeo y el espíritu de nuestros tiempos, que reivindican la superación de las fronteras y la integración en aras de una mejora en la calidad de vida de nuestros ciudadanos.
Otro paso muy importante que ha dado el Gobierno andorrano ha sido la puesta en marcha del proceso conducente a la negociación de un acuerdo de asociación con la Unión Europea, que contribuirá a la profundización de las relaciones de Andorra con la Unión y su participación efectiva en el mercado interior. Permítanme señalarles que España ha sido uno de los impulsores principales de dicho proceso. España ha apoyado de manera decidida y determinante la apertura de las mencionadas negociaciones, siguiendo nuestra convicción de que el acercamiento de Andorra al resto de Europa beneficiará, no sólo al Principado, sino a todos los europeos. Lo he dicho muchas veces, pero quisiera recalcarlo aquí ante ustedes: una de las ideas-fuerza más importantes en la Unión Europea es la creación de un espacio sin fronteras de prosperidad compartida.
A todo lo mencionado con anterioridad se añade la creciente participación de Andorra en el Sistema de Cumbres Iberoamericanas, participación que cumple ahora una década. También aquí España ha venido ejerciendo un papel destacado, impulsando, primero, la inserción de Andorra en el sistema de las Cumbres y, ahora, su participación más provechosa y más eficiente en los programas vinculados a dicho Sistema. Como muestra de ello, Andorra se prepara para la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura, de su capital, en 2016.
En definitiva, nos encontramos en uno de los momentos más decisivos de las últimas décadas para las relaciones de Andorra con España, con Europa y con la Comunidad Iberoamericana. Estoy absolutamente convencido, y por eso lo digo, de que las ambiciosas reformas y acciones emprendidas realzarán el papel internacional de Andorra, llevarán a buen puerto a la sociedad andorrana y redundarán en el beneficio de Europa en su conjunto.
Finalmente, no quiero dejar de destacar el compromiso de mi Gobierno con la presencia cultural y educativa en Andorra. Como saben, en Andorra conviven perfectamente, y son reconocidos oficialmente por el Gobierno andorrano, los sistemas educativos andorrano, español y francés. He visitado esta mañana la Escuela Primaria de Escaldes-Engordany como muestra de este compromiso de España con el mantenimiento y reforzamiento de la presencia del sistema educativo español en Andorra.
Muchas gracias por su atención y estoy a su disposición.