Intervención del jefe de Gobierno, Antoni Martí

8.1.2015

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Sr. Marti.- Buenos días a todos. Empiezo esta rueda de prensa, creo que es muy importante y es una obligación.
Ante todo, mi primera intervención es para condenar de forma importante este famoso atentado que ha segado la vida a doce personas, a doce personas inocentes, en París. Como dije en el discurso de Navidad, desgraciadamente, aunque sean una minoría, el fanatismo en Europa y en todo el mundo está alcanzando un cierto camino. Los demócratas tenemos que luchar contra esto.
Ante todo, el pueblo de Andorra se solidariza con el pueblo francés. Todos sabéis nuestras relaciones, no sólo de vecindad, sino institucionales, con la República Francesa.
Con este ataque se ha atacado la libertad de prensa y se ha atacado, y digámoslo así de claro, a todos vosotros, a todos nosotros. Mucho más allá de la libertad de prensa, también se ha atacado a la libertad. Por lo tanto, creo que era de necesidad y obligación como jefe de Gobierno, y sé que, sin lugar a dudas, lo comparte el presidente del Gobierno español, el hacer esta primera intervención siendo solidarios con el pueblo francés.
La visita del presidente del Gobierno español es para el Estado andorrano un gran honor. Es la primera vez desde que Andorra firmó y votó la Constitución que hemos tenido la visita de un jefe de Gobierno en activo. Por lo tanto, le quiero agradecer sinceramente al presidente del Gobierno, al señor Mariano Rajoy, que haya venido y que nos haya honrado con su presencia.
Esta visita se hace dentro de la normalidad más absoluta, porque de todos son sabidas, desde un punto de vista histórico de larga duración, las buenas relaciones que mantienen el Reino de España y el Principado de Andorra.
Todos ustedes tienen que entender que el 27 por 100 de la población total de Andorra es de nacionalidad española; pero no únicamente esto: el 42 por 100, que no es poco, de los asalariados de Andorra también son de nacionalidad española. Y todavía más, el 62 por 100 de nuestras importaciones provienen de España.
Es por esto que esta reunión es la reunión de la normalidad entre el Principado de Andorra y el Reino de España, a los cuales nos unen vínculos sociales, económicos e históricos.
Pero, además, quiero agradecer hoy personalmente al Gobierno español porque en estos últimos cuatro años se ha avanzado mucho más de lo que pensábamos al inicio de esta Legislatura. Y eso es posible gracias a la comprensión mutua de los dos Estados. Andorra ha hecho unos grandes esfuerzos. Andorra hace cinco años casi no tenía fiscalidad directa --lo comentábamos con el presidente del Gobierno español-- y casi podríamos decir que es, y permítanme que lo diga así, casi un récord Guinness a nivel internacional el hecho de que en cinco años Andorra haya desplegado un impuesto sobre sociedades, un impuesto sobre los no residentes, un IVA y hoy mismo, hace unos pocos días, está en aplicación desde el 1 de enero el IRPF; un sistema que normaliza nuestras relaciones internacionales, un sistema fiscal hecho con seriedad y también con mucha rapidez, y un sistema fiscal homologable. Es cierto, de baja tributación, pero homologable.
Esto ha hecho posible, no nos engañemos, el hecho de poder alcanzar un anhelo, que no es un anhelo únicamente de este Gobierno, que empezó -recordémoslo todos-- con el Gobierno del señor Albert Pintat en su declaración en París; que siguió después con el Gobierno del señor Jaume Bartomeu cuando firmó, también con el Reino de España, los convenios de intercambio de información a la demanda, y que este Gobierno lo ha continuado. Es el camino lógico de un país que opta a la transparencia y, por lo tanto, era evidente que este encuentro es un encuentro que se enmarca, creo yo, dentro de la normalidad.
Hoy hemos tenido la ocasión de firmar tres convenios, todos ellos relevantes y pertinentes. Sin lugar a dudas, el más relevante es el Convenio de no doble imposición, pero no menos importante es el Memorándum de Entendimiento, Amistad y Cooperación General que hemos firmado, porque la voluntad es que, pase lo que pase con los próximos Gobiernos, independientemente de que cambien los colores políticos, las relaciones de estabilidad y de buena armonía entre el Reino de España y Andorra continuarán siendo vigentes.
Con este Memorándum lo que se hace es que servirá de forma bilateral, ya sea entre ministros o entre autoridades competentes, para avanzar en temas tan importantes como la economía, la sanidad, la educación y la cultura. Creo que es un convenio relevante.
Esta visita creo que el presidente del Gobierno español y yo mismo la hemos querido llenar de contenido. No era únicamente firmar un convenio de no doble imposición, que para Andorra y para España es muy importante, sino ir mucho más allá. También hemos firmado, más allá de este convenio de no doble imposición, otro convenio a nivel de transporte.
Todo esto se ha hecho porque hay una clara vocación del Estado andorrano --lo decía antes-- de optar por la transparencia y también de hacer una apuesta decidida hacia la apertura económica para diversificar su economía. Lo hemos tenido ocasión de hablar ampliamente en un encuentro privado que hemos mantenido con el presidente del Gobierno español que hemos tenido durante cuarenta minutos y en un encuentro de trabajo con los distintos ministros y otras personas que acompañan al Presidente.
Andorra, en definitiva, ha hecho un paso decisivo para mantener sus sectores económicos y diversificar su economía. Andorra, además, y no nos engañemos, también ha hecho una apuesta a favor de la transparencia financiera. Nos hemos comprometido, eso sí, si todos tienen la misma decisión, la misma voluntad, que tiene Andorra de ir hacia un futuro no muy lejano, en 2018, hacia el intercambio de información automático.
Insisto, hay una voluntad decidida por parte de Andorra de realizar esta reconversión; pero esta reconversión también requiere de procesos de adaptación, porque esta reconversión a nivel global no tendrá ningún sentido si realmente todos los sectores, los Estados, todas las plazas financieras, no juegan este juego con la misma decisión que tiene Andorra.
Pienso que lo que garantiza estas buenas relaciones con el Reino de España y también --déjemelo decir, señor Presidente-- con la República Francesa, con la que también hemos firmado un convenio de no doble imposición, que quedará ratificado, si no me equivoco, el 20 de este mes, es porque se ha hecho una apuesta decidida que va a modernizar nuestra economía y ser mucho más transparentes, muchísimo más. Insisto, y lo he dicho cada vez que se me ha pedido, yo hoy lo vuelvo a repetir y lo dije también cuando fui a Bruselas: estamos decididos, queremos acompañar a nuestros bancos, pero lo haremos si todo el mundo lo hace. Nosotros estamos preparados y espero que los demás también lo estén porque, si no, no tiene ningún sentido.
He tenido la oportunidad de hablar en estos términos, tanto con el ministro Jordi Cinca, como con el ministro Montoro. Lo que se ha querido en este encuentro no es únicamente escenificar la firma tan deseada que tantos Gobiernos anteriores al que yo estoy a la cabeza han querido que se dotara de pleno contenido.
España y Andorra siempre tendrán que estar unidos y siempre los intereses de España y de Andorra serán intereses convergentes. Cuando se firman convenios de doble imposición como hoy, se firman dentro de la normalidad más absoluta. Nosotros tenemos la intención de firmar con otros Estados. Lo hemos hecho, como es lógico, en primera instancia, con la República Francesa y con el Reino de España, y lo haremos seguidamente con Portugal, y tendremos la vocación, porque hemos tomado este camino, de firmarlos con otros países europeos o de todo el mundo.
Por lo tanto, lo que quiero es agradecer la excelente colaboración que siempre ha prestado el Gobierno español al Gobierno de Andorra. Quiero recordar hoy aquí y quiero saludar los esfuerzos que hace el Gobierno español para continuar manteniendo un sistema educativo español público y gratuito en Andorra; lo quiero agradecer públicamente. Y quiero agradecer también públicamente la colaboración que ha existido y que habrá como en el famoso caso, que no pasó nada, de ébola, que al final resultó ser un caso de malaria.
Cada vez que hemos pedido la ayuda de España la hemos tenido y lo quiero agradecer sinceramente. Creo que honra a los políticos el reconocer cuando un Gobierno te ayuda decirlo públicamente. Un Gobierno no te ayuda, aunque haya buenas relaciones, si al frente no hay un Gobierno serio que haga sus deberes. Es la apuesta de Andorra: conservar nuestros sectores tradicionales, diversificar nuestra economía, apostar por la apertura, apostar por la competitividad y acabar definitivamente con los presta-nombres, con los hombres de paja. Esta es la apuesta de la modernidad, manteniendo las relaciones.
Hemos tenido también la oportunidad, a lo largo de una reunión de trabajo intensa, de hablar sobre la Unión Europea. Mi Gobierno tiene la firme decisión de encarar unas negociaciones que sólo pueden ser beneficiosas para Andorra, y lo serán, porque tenemos personas que nos entienden, que saben que no formamos parte de un gran país europeo, pero que somos un país serio; pero sobre todo que podemos contar, y también lo quiero agradecer hoy al presidente del Gobierno español, con la franca colaboración del Rey de España y también de la República Francesa. No hay secretos en la vida. Andorra necesita su tiempo para transformarse. Este Gobierno ha hecho una parte del camino, no tenemos que pararnos aquí.
Hoy, en definitiva, y así voy a acabar, señor Presidente, agradeciendo una vez más su presencia y también del señor ministro y los secretarios de Estado; concluyo dándoles las gracias al apoyo que siempre nos ha prestado el Reino de España.
Evidentemente, estoy a su disposición, como el Presidente, para contestar a cualquier pregunta que nos quieran formular.