Entrevista al presidente del Gobierno en el programa "Salvados", de La Sexta

3.4.2016

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J. Évole.- Le pregunto todo esto porque, claro, los ciudadanos de este país hemos visto cómo el presidente del Gobierno le enviaba un SMS al señor Bárcenas y hace pocas semanas hemos sabido de un Whatsapp privado de la Reina Letizia al señor López Madrid, que es el yerno del constructor Villar Mir, también salpicado por escándalos de corrupción. ¿Cómo creen que se sienten los ciudadanos cuando ven a altas autoridades de este país teniendo esa actitud ante la corrupción o la presunta corrupción?

Presidente.- Supongo que no les gustará, y es lógico; pero los ciudadanos de este país conocen también algo que es muy importante, que es que la inmensa mayoría de los ciudadanos de este país, de su clase política, de su clase empresarial, de sus sindicatos, de sus trabajadores o de las diferentes fuerzas políticas son personas que cumplen su función con honradez. Y eso es la inmensa mayoría; pero eso no es noticia, pero es así.

J. Évole.- Y, si lo otro no existiese, tampoco sería noticia.

Presidente.- Evidentemente. Es que nadie es perfecto. Y se han hecho cosas, y yo lo he reiterado hasta la saciedad, que me gustaría que no se volvieran a repetir, como se han producido en otros muchos países de nuestro entorno. Desgraciadamente, no vivimos en un mundo perfecto; pero sí hay que trabajar para intentar llegar al mundo más justo posible.

J. Évole.- Usted suele decir una frase que es que en el PP quien la hace la paga. Me gustaría saber quién ha dimitido, por ejemplo, por pagar con dinero negro las reformas de la sede de la calle Génova.

Presidente.- El señor Bárcenas.

J. Évole.- ¿Y ahí se acaba la cadena de responsabilidad?

Presidente.- ¿Quién ha pagado con dinero negro las reformas de la calle Génova, si es que se han pagado con dinero negro, porque yo, a fecha de hoy no…?

J. Évole.- Eso lo han acreditado Hacienda y el juez Ruz.

Presidente.- Eso todavía no lo han dicho los Tribunales. Es igual. No voy a discutir con usted sobre ese asunto.

J. Évole.- Pero más allá del señor Bárcenas, ¿nadie más?

Presidente.- Era el tesorero.

J. Évole.- ¿Y ahí se acaba la cadena de mando?

Presidente.- Cada uno es responsable de sus propias decisiones.

J. Évole.- ¿Con qué legitimidad desde el Partido Popular les pueden pedir a los ciudadanos españoles que paguen el IVA?

Presidente.- Con la legitimidad de que la Ley dice que hay que pagar el IVA.

J. Évole.- ¿Pero el ejemplo que han dado, por ejemplo, en las facturas de la reforma de la sede no es ése?

Presidente.- Sí, por eso ha actuado la Agencia Estatal Tributaria y por eso también han actuado los tribunales de justicia. Ya he dicho, nada es perfecto, y lo he reconocido, como les ocurre a todas las fuerzas políticas y como le ocurre a otra mucha gente que no se dedica a esta actividad.

J. Évole.- ¿Usted no es responsable de la catarata de casos de corrupción que ha habido en el Partido Popular?

Presidente.- Es muy difícil delimitar. El responsable de los actos de corrupción es, fundamentalmente, el que los comete. Ése es, fundamentalmente, el responsable de los actos de corrupción. Yo he nombrado un Gobierno, que es lo que nombro más directamente; he nombrado a la secretaria general del partido y son personas que siempre han estado a la altura de las circunstancias.

J. Évole.- Pero usted, como presidente del Partido Popular, ¿no es responsable de lo que pasa en todos los territorios?

Presidente.- Soy responsable de lo que pasa en todos los territorios; pero las consecuencias de las responsabilidades no son las mismas que el que comete actos de corrupción, como ocurre, por otra parte, en cualquier faceta de la vida, como sabe usted perfectamente.

J. Évole.- ¿Qué cree que tendría que pasar con un caso de corrupción para que usted sí asumiese la responsabilidad?

Presidente.- Que yo lo hubiera cometido o una persona que estuviera en el Gobierno nombrada por mí, y hubiera cometido un acto de corrupción en el Gobierno. En eso estaríamos en una situación diferente, muy probablemente.

J. Évole.- O sea que ¿usted es responsable sólo de lo que hace usted mismo?

Presidente.- Sí es como si le pregunta al secretario general del PSOE o a la presidenta de la Junta de Andalucía si es responsable de los ERE o de los cursos de formación, o al señor secretario general de Podemos de sus asuntos de Venezuela o de Irán.

J. Évole.- No se preocupe, que se lo preguntaré cuando les tenga delante.

Presidente.- Pues pregúnteselo pero, claro, en las responsabilidades, como siempre en la vida, el juicio debe ser justo y equilibrado. Insisto, y se lo llevo diciendo a lo largo de toda esta entrevista, usted me puede sacar un caso de corrupción, dos, veinticinco o cincuenta; pero hay miles y millones de personas, y decenas de miles de políticos que son personas decentes y honradas. Pero los políticos tampoco son perfectos como no lo es la ciudadanía, como no lo es la prensa y como no lo somos ni usted ni yo. Por tanto, vayamos al juicio global, si le parece.

J. Évole.- Lo que pasa es que, como ciudadanos, vemos que en Europa, ante casos a veces más pequeños la gente dimite. Hemos visto a dos ministros de Angela Merkel que han dimitido por copiar su tesis doctoral y se han ido a casa.

Presidente.- Aquí ha dimitido muchísima gente. ¿O es que no ha dimitido gente?

J. Évole.- Póngame un ejemplo de una dimisión importante.

Presidente.- Pues en el Partido Popular hay mucha gente que estaba en el Partido Popular y ya no lo está.

J. Évole.- Un ejemplo de relevancia.

Presidente.- Todas las personas que usted me ha citado en Valencia. En Valencia hemos cambiado el equipo directivo del Partido Popular. Todas las personas que usted antes me ha citado ya no están en el Partido Popular.

J. Évole.- Pero siempre queda la cúpula.

Presidente.- No. Por ejemplo, la presidenta del Partido Popular en Valencia, Isabel Bonig es la cúpula hoy; y la secretaria general, también; y los presidentes provinciales de Castellón, Valencia y Alicante, también. Ahí ha cambiado todo. Absolutamente todo.

J. Évole.- ¿Y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá? Ex alcaldesa.

Presidente.- La alcaldesa de Valencia no es alcaldesa de Valencia y, de momento, no está investigada ni imputada por ningún juez.

J. Évole.- Pero sí lo están personas que ella sí eligió.

Presidente.- Pero ella no. Es decir, en este momento ella ya no es la alcaldesa de Valencia.

J. Évole.- Como me decía que usted asumiría responsabilidades cuando alguien que usted ha elegido tuviese un comportamiento negativo o corrupto…

Presidente.- Sí, pero es que, de momento, el comportamiento negativo o corrupto lo tiene que decidir el juez, ¡eh!

J. Évole.- ¿Ha llamado usted ya al president Puigdemont?

Presidente.- No, no lo he llamado todavía.

J. Évole.- ¿A qué espera?

Presidente.- También podría llamarme él. Pero el otro día tuvimos un contacto en el Aeropuerto de Barcelona, con motivo del aniversario del accidente de Germanwings. Fue una reunión cordial y probablemente nos veamos pronto.

J. Évole.- Pero esto parece un poco el juego del gato y del ratón, de quien llama primero a quien. Parece que haya un punto de orgullo de "que me llame él…

Presidente.- No, no hay problema ni de orgullo ni de gato ni de ratón.

J. Évole.- ¿No?

Presidente.- No. Las conversaciones se tienen con absoluta normalidad, como se hace con estas cosas.

J. Évole.- Este programa se va a ver el domingo y el sábado hay un partido importante, el Clásico, el Barça-Madrid. Podría usted aprovechar, porque además es así como un día especial, que es el homenaje a Johan Cruyff, para ir al palco, que es una cosa que no le hemos visto hacer.

Presidente.- Podría sí. Lo que pasa es que el sábado tengo… Veré el partido, si me da tiempo.

J. Évole.- Tiene lío y no puede ir.

Presidente.- Tengo lío, efectivamente.

Ayer hemos condecorado a Johan Cruyff, a petición mía, el Consejo Superior de Deportes. Fue, sin duda alguna, una persona que hizo cosas y su actuación como futbolista y, luego, como entrenador supuso un avance muy importante en el fútbol.

J. Évole.- ¿Se ve menos con Puigdemont o con José María Aznar?

Presidente.- Me veo menos con Puigdemont que con José María Aznar.

J. Évole.- Ayer se hizo un acto de homenaje a Vargas Llosa y Aznar habló en su discurso, delante de usted, de que tiene que haber nuevos liderazgos. No sé si se dio por aludido.

Presidente.- No. Realmente estaba hablando del mundo, en general.

J. Évole.- ¡Ah!, vale. No de España, en particular.

Presidente.- No, no; estaba hablando del mundo. Es verdad.

J. Évole.- Pero España es el mundo, ¿no?

Presidente.- Sí, sin duda. Pero estaba hablando, fundamentalmente, de los temas de la lucha contra el terrorismo, de los acontecimientos que se están produciendo en determinados lugares del mundo, de que hay que ser contundente…

J. Évole.- Que los periodistas lo han sacado de contexto.

Presidente.- No, yo no he dicho eso. Eso lo ha dicho usted. No se meta usted con los periodistas.

J. Évole.- Sí que me meto con los periodistas, sí.

Presidente.- No, no lo haga.

J. Évole.- Cuando usted llegó al Gobierno, en el Parlament de Cataluña había catorce diputados independentistas y ahora mismo hay 72 diputados independentistas, la mayoría absoluta del Parlament de Cataluña. ¿Usted ha sido un chollo para el independentismo?

Presidente.- No sé por qué dice eso.

J. Évole.- ¡Hombre!, porque han multiplicado por cinco el número de diputados.

Presidente.- Eso tendrá que preguntárselo usted a los diputados que antes no eran independentistas y ahora se han hecho independentistas. Pero esto es como cuando los temas de… Se pueden poner mil ejemplos, no vamos a entrar en detalles. Eso pregúnteselo a los militantes de Convergència Democrática de Cataluña, no a mí.

J. Évole.- ¿Usted no se siente responsable de que el independentismo haya crecido como ha crecido en Cataluña?

Presidente.- En absoluto. Yo, como presidente del Gobierno, he hecho lo que tenía que hacer, que es defender la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles. Es mi obligación y, además, es lo que pienso y lo que creo que piensan la inmensa mayoría de los españoles.

J. Évole.- Vamos a entrevistar en este programa en breve a Arnaldo Otegi. Si usted le tuviese delante, ¿qué le diría a Arnaldo Otegi?

Presidente.- Le podría decir muchas cosas.

J. Évole.- Dígame una.

Presidente.- Pida usted perdón por los asesinatos que usted ha apoyado a lo largo de muchos años.

J. Évole.- Se lo diré. Usted habla en muchas ocasiones del sentido común: que a usted le gusta la política del sentido común, la sensatez.

Presidente.- Sí.

J. Évole.- Me gustaría relatarle cosas que están pasando en España, que han pasado durante su mandato y que siguen pasando, para ver si usted cree que son de sentido común o no. A ver si podemos hacerlo breve. Si fuese con un "sí" o un "no", sería fantástico; pero usted hágalo como quiera.

El salario mínimo en España es de 655 euros al mes. ¿Le parece de sentido común que una persona pueda vivir con esa cantidad?

Presidente.- Son nueve mil ciento y pico al año, porque hay dos pagas extras. Me parece bajo, pero es que la inmensa mayoría de las personas en España no cobran el salario mínimo. Es un salario mínimo que es más elevado que otros países de Europa y más bajo que otros países de Europa; pero, insisto, son poquísimas las personas que cobran el salario mínimo en España.

J. Évole.- ¿Piensa que es de sentido común que se financien con dinero público colegios que separan a los niños de las niñas?

Presidente.- Yo creo en la libertad de educación. Creo en la libertad de todo y también en la libertad de educación.

J. Évole.- Por tanto, sí lo cree de sentido común.

Presidente.- Sí. Lo financian todas las Comunidades Autónomas.

J. Évole.- ¿Le parece de sentido común que en el año 2015 se ejecutaran más de 67.000 desahucios y tengamos, sin embargo, más de tres millones de viviendas vacías?

Presidente.- Hemos hecho un gran esfuerzo en los últimos tiempos y se ha arreglado la situación de muchas personas. Hoy el número de desahucios que hay en España es mínimo y muchas veces son desahucios de particulares, propietarios de pisos a los que no se les paga el piso y viven muchas personas solamente de ese pequeño alquiler.

J. Évole.- ¿Creen que han hecho todo lo que se podía hacer en cuanto a frenar los desahucios?

Presidente.- Creo que hemos hecho, con arreglo a la Ley, todo lo que se podía hacer. Buena prueba de ello es que esa historia ya es historia pasada.

J. Évole.- ¿Le parece de sentido común que en 2016 miles de españoles no sepan todavía dónde están enterrados sus abuelos?

Presidente.- A mí me gustaría que todo el mundo supiera dónde están enterrados sus abuelos, pero no tengo claro que sea cierto eso que usted me dice, ni que pueda hacer nada el Gobierno por arreglarlo.

J. Évole.- ¡Hombre!, cierto sí es, señor Rajoy.

Presidente.- Sí, hay mucha gente que, evidentemente, no lo sabe, claro. Después de lo que ocurrió en España hace años lo que me parece más de sentido común es que intentemos que cosas de ésas no se vuelvan a repetir en el futuro y no estar dándole vueltas de manera continuada al pasado.

J. Évole.- ¿Le parece de sentido común que todos los españoles que tienen una propiedad paguen el IBI y la Iglesia, no?

Presidente.- Me parece de sentido común que se hagan acuerdos con otros países y en los acuerdos con otros países una parte cede en una cosa y otra parte cede en otra cosa diferente.

J. Évole.- Entonces, sí le parece de sentido común, porque está hablando de los acuerdos con la Santa Sede, me figuro.

Presidente.- Estoy hablando de algo que data de hace mucho tiempo y que ningún Gobierno en España lo ha cambiado.

J. Évole.- Le preguntaba por el sentido común.

Presidente.- Sí, sí.

J. Évole.- ¿Le parece?

Presidente.- Es opinable, ¿no? Es opinable. La vida no es todo blanco o negro, ¿no? La vida tiene grises, por fortuna.

J. Évole.- ¿Le parece de sentido común que mujeres y hombres no tengan la misma baja de paternidad?

Presidente.- Se ha avanzado mucho en esa materia, pero debemos seguir avanzando más en el futuro.

J. Évole.- ¿Cree que son insuficientes los pasos que se han dado?

Presidente.- Creo que podemos seguir avanzando más.

J. Évole.- ¿Le parece de sentido común que las compresas y pañales tengan un IVA del 10 por 100, que es el IVA medio, y no se les aplique el IVA superreducido del 4 por 100, como producto de necesidad básica?

Presidente.- Me gustaría poder bajar todos los impuestos, pero tenemos que mantener un sistema de pensiones, tenemos que mantener una sanidad pública, tenemos que mantener una educación pública… Como si me pregunta por cualquier tipo de IVA o por cualquier impuesto, me parece que usted podría pagar menos en su empresa como empresario y me parece que podría pagar menos como IRPF. Es decir, todo es de sentido común, pero lo que me parece de sentido común es que hay que buscar alguna fórmula para mantener los grandes servicios públicos fundamentales que tenemos en España. No se mantienen solos.

J. Évole.- Eso, desde luego; pero le iba a preguntar precisamente por otro IVA: si le parecía de sentido común que por ir al cine o al teatro paguemos los españoles un 21 por 100 de IVA.

Presidente.- Vale la misma respuesta. Ahora bien, ¿es de sentido común que por los libros se pague el 4 por 100?

J. Évole.- Yo creo que sí.

Presidente.- Pero podría pagarse menos. En el Museo del Prado y todos los museos nacionales, el 90 por 100 de los museos que hay en España, el IVA es cero.

Lo que pasa es que hay que sostener los grandes servicios públicos fundamentales. Si es que es muy fácil ir sacando cosas puntuales de su contexto, es muy fácil. ¿Le parece de sentido común que la tarifa máxima del IRPF esté en el 45 por 100? Pues me gustaría que estuviera más baja. ¿Le parece de sentido común que alguien que gane 15.000 euros al año tenga que pagar lo que tenga que pagar? No, me gustaría que pagara menos. ¿El IVA del cine y del teatro que bajara del 21 al 4 por 100? Pues sería estupendo. ¿Y el IVA de restaurantes y hoteles, que es del 10 por 100, que bajara al 4 por 100? Sería estupendo. Y sobre la corrupción, como decíamos antes, ¿le parece de sentido común que haya una persona que haya cometido dos, tres, cuatro, cinco, actos de corrupción? No me parece de sentido común; sin embargo, sí me parece de sentido común que haya millones de personas y decenas de miles de políticos que sean honrados. Eso sí me parece de sentido común.

Cuando hacemos una cosa buscando siempre el detalle, la anécdota, la cosa mala, al final, corremos el riesgo de desvirtuar la verdadera realidad de un país.

Yo creo en España. Creo que ésta es una gran nación, un país de los mejores del mundo, ¿no?, y sería bueno que todos intentáramos transmitir la verdadera realidad de lo que es España, porque ésa no es sólo la labor del político; es también la labor del periodista y también la labor del entrevistador: ser justo, no ir sólo a las cosas malas. De cosas malas yo podía escribirle todas las que quisiera pero, por fortuna, hay muchísimas más que son mejores. Seamos constructivos, un poquito positivos. Reconozcamos lo malo pero, reconociendo lo malo, es como se puede avanzar y reconociendo lo bueno es cómo se dice "vamos hacia allí".

J. Évole.- Sí, pero yo creo que, reconociendo lo malo, como usted dice, se puede avanzar.

Presidente.- Pero es que yo reconozco lo malo. Lo que pasa es que tengo la sensación de que usted no conoce lo bueno.

J. Évole.- Hágamelo conocer usted.

Presidente.- Mire, pues se lo voy a hacer conocer. Éste es un país al que el año pasado vinieron 65 millones de personas. Oiga, ¿y por qué vienen? ¿Vienen obligados o porque creen que éste es un buen país? Éste es el país de Europa donde más estudiantes de Erasmus vienen, el que más. ¿Y por qué vienen? ¿Vienen obligados o porque creen que éste es un buen país? Este es un país que tiene un sistema de pensiones público como nadie y un sistema de sanidad público como nadie.

Le voy a contar dos anécdotas muy curiosas. El otro día el señor Pablo Iglesias, que tiene un discurso similar al que le oído a usted en alguna ocasión…

J. Évole.- ¡Ah! ¿Sí? ¿Está insinuando algo, señor Rajoy?

Presidente.- Sí. Nada. …tuvo un cólico nefrítico y lo atendieron en un hospital público, y dijo: "Cuando uno es atendido en un hospital público, se siente orgulloso de su país". Yo, también.

Y cuando tuvimos aquí el problema del ébola… ¿Se acuerda usted de Teresa Romero, aquella auxiliar de clínica, la pobre; era gallega, de Becerreá? Fue infectada del ébola y fue atendida en un hospital público español, y se la curó. Los médicos, con el apoyo de los enfermeros y las auxiliares, la curaron y no pagó nada. Y en ese mismo momento, en Estados Unidos, en Houston, entraba una enfermera norteamericana infectada de ébola con un talón de quinientos mil dólares por delante.

Por eso digo: es que este país tiene cosas buenas. ¿Qué país del mundo tiene una infraestructura de trenes como éste, o de carreteras, o de autovías?

J. Évole.- A veces un poco vacíos, ¡eh!, los trenes; también se lo digo.

Presidente.- Sí, vacíos, pero la tenemos. Por eso digo yo que éste es un gran país.

J. Évole.- A mí me encanta que usted destaque lo bueno y yo, cuando…

Presidente.- …y que pongamos la cara positiva también. Yo destaco lo bueno y lo malo; usted, lo malo sólo, don Jordi.

J. Évole.- Me está pegando aquí un chorreo, Presidente, impresionante ahora.

Presidente.- No, le estoy dando mi opinión pero, si quiere, no doy mi opinión.

J. Évole.- Pero claro que la tiene que dar su opinión. ¡Sólo faltaría!

Presidente.- Gracias. Muchísimas gracias.

J. Évole.- A mí me encanta que diga usted las cosas positivas, porque yo también las encuentro positivas; pero también le digo…

Presidente.- Pero no las dice. Entonces, hagamos un juicio justo de lo que es España. Hay cosas malas…

J. Évole.- Pero ya está usted para decir las buenas y hacemos el equilibrio.

Presidente.- No, no; los dos tenemos que hacer el equilibrio, porque así es como el país va mejor.

J. Évole.- Y es lo que estamos haciendo.

Presidente.- No. Yo, sí.

J. Évole.- Usted cree que no. ¿Usted, sí?

Presidente.- Ahora puede rectificar en lo que queda de entrevista.

J. Évole.- Yo también creo que vivimos en un gran país. No sé si esto sirve para rectificar un poco la entrevista.

Presidente.- Lo dice usted un poco reticente.

J. Évole.- No se crea.

Presidente.- Pero es verdad, vivimos en un gran país.

J. Évole.- Cuando yo voy a la sanidad pública, que también destaco lo que pasa en la sanidad pública, hay muchos profesionales de la sanidad pública que lo que me dicen es: "suerte de nosotros que nos dejamos la piel en esto y no las inversiones que nos llegan, que no están siendo las que eran". Por ejemplo, esto es una frase que a mí me han dicho enfermeros y médicos de la sanidad pública.

Presidente.- Sí, yo creo que los profesionales sanitarios son lo de mejor que hay en nuestro país y trabajan muy bien.

J. Évole.- Pero que muchas veces ese trato es gracias al factor humano.

Presidente.- Sí, pero es que eso es muy importante. Es que un país no lo hace sólo un Gobierno o una Administración; un país lo hace también su gente. Usted es un empresario y usted contrata a gente. O sea, usted se aporta a sí mismo, pero también aporta al país. Creer que el Gobierno es el que lo hace todo es una equivocación. Ahora bien, la sanidad pública española es que es de las mejores del mundo. Eso es bueno decirlo. Acuérdese usted del problema de la hepatitis C y el tratamiento, una cosa tremenda: España fue el primer país que lo introdujo en la sanidad pública. Pues ése es un dato también muy positivo.

Es decir, busquemos también el lado positivo de las cosas. Claro, yo sé que a gente que lo está pasando mal, que tiene dificultades y que está sin empleo que le diga alguien, desde el Gobierno o de cualquier sitio, "qué país más estupendo", dirá: "oiga, a ver si me toca a mí algo". Yo soy consciente de eso, pero tengo la obligación de intentar hacer un juicio global y, desde luego, de trabajar para que a ésos a los que todavía no les va bien les vaya bien.

J. Évole.- La próxima vez que tengamos otra entrevista hacemos el guion conjuntamente. Así lo podemos equilibrar un poco.

Presidente.- No, en absoluto. Yo sé cuál es mi función y, además, usted también sabe cuál es la suya.

J. Évole.- Pero yo creo que es bueno que usted conteste a todo esto, porque puede despejar muchas dudas, y es bueno que se hagan según que preguntas, que a veces son incómodas.

Presidente.- Yo nunca he dicho que fuera malo nada de lo que usted me haya pregunta, ni de lo que usted haya comentado. ¿Tiene usted alguna duda? Yo, no.

J. Évole.- Perfecto. Yo, tampoco.

Señor Presidente, yo creo que para usted, que le gusta mucho el deporte, llegar a ser presidente del Gobierno debe ser, igual la comparación no es muy buena, como ganar una Champions o ganar un Mundial.

Presidente.- Es un orgullo y un honor como español. Yo quiero mucho a mi país. Mire, lo mejor de mi etapa como presidente del Gobierno y de mis etapas anteriores como ministro de España es que he conocido España. He recorrido mucho pueblo, he hablado con mucha gente. Bien es verdad que, a lo mejor, mucha gente conmigo no se explaya, porque esas cosas pasan; pero estoy muy orgulloso de ser español y muy orgulloso de mi país.

J. Évole.- Y, una vez conseguido eso, que usted ya lo ha conseguido, ¿por qué quiere seguir?

Presidente.- Porque creo que hay muchas cosas todavía por hacer: fíjese, en estos dos últimos años se han creado en España un millón de puestos de trabajo y en esta Legislatura se pueden crear dos millones, simplemente con mantener el ritmo de creación de empleo del año 2014 y el del año 2015, porque creo que hay que dar un esfuerzo importante a la Formación Profesional y a la Formación Profesional Dual --ahí está la clave de que muchos chicos y muchos jóvenes puedan encontrar un trabajo, y un trabajo bueno--; porque creo que hay que apostar por la innovación y por la ciencia; porque creo que debemos trabajar, que no es fácil, para mantener ese magnífico Estado del Bienestar que tenemos: pensiones, sanidad y los servicios sociales --eso requiere mucho trabajo, y mucho empeño--; porque creo que quedan cosas por hacer y porque me encuentro con ganas y con ilusión, y tengo experiencia para hacerlo.

J. Évole.- Yo le pregunto esto porque, claro, usted en cuatro años ha pasado, en 2011, de tener los mejores resultados del Partido Popular en unas elecciones, con una mayoría absoluta holgadísima, a en 2015 haber obtenido uno de los peores resultados del Partido Popular. Además, ahora se empiezan a oír voces dentro del Partido Popular que le reclaman a usted "si da un paso al lado…". Sí, un paso al lado, eso ha salido algún dirigente diciéndolo y algunos dicen que dentro del partido es como un clamor. No sé si es así. Cuando usted oye todo esto, ¿no le entran ganas de decir "aquí os quedáis, yo me voy"?

Presidente.- Eso es habitual en política. Eso le pasa a Pedro Sánchez todos los días y fíjese en Iglesias y Errejón qué líos se traen por ahí en los últimos tiempos.

J. Évole.- Pero yo le pregunto por lo suyo.

Presidente.- Evidentemente; pero yo tengo que ilustrar mi respuesta con un derecho comparado, ¿no?, para que se entienda bien y todos sepamos dónde estamos.

Creo que tengo un apoyo mayoritario en mi partido. Tenemos menos votos que en el año 2011, pero eso es lógico.

J. Évole.- ¡Hombre!, bastantes menos.

Presidente.- Sí, pero eso le ha pasado hace poco al primer ministro irlandés que ha ganado y se ha quedado con el 25 por 100. Mire, en Eslovaquia, hace pocos días, del 45 por 100 el Primer Ministro bajó al 28 por 100. Estamos en una etapa dura, de crisis económica, los gobernantes tienen que tomar decisiones difíciles y la gente los castiga. Pero, aun así, después de la situación en la que vivimos, hay 7.200.000 españoles que han confiado en el Partido Popular y yo no voy a fallar a esa gente.

J. Évole.- ¿Y no hay nadie de su entorno, alguien de confianza, que le haya dicho: "Mariano, vamos a dejarlo"? ¿Nadie?

Presidente.- No. Francamente, no.

J. Évole.- ¿Cómo le gustaría que fuese recordado su mandato?

Presidente.- Como una persona que fue honesta con sus compatriotas, y que fue independiente, y que pudo haberse equivocado, y que tuvo que tomar decisiones difíciles que, en circunstancias normales, no lo haría; pero que, insisto, sólo miró por el interés general y procuró preservar la independencia del Gobierno. Y la preservé, créame.

J. Évole.- Está insistiendo usted en esta entrevista en esa independencia. Ya me lo ha dicho antes, cuando yo le he insinuado una posible llamada de algún banquero poderoso de este país, y usted insiste en "yo he mantenido esa independencia". ¿Alguien ha intentado que no la mantenga esa independencia?

Presidente.- No, porque sabían que no lo iban a conseguir.

J. Évole.- ¿Pero lo intentan?

Presidente.- No, precisamente por eso.

J. Évole.- Para que usted sea recordado como quiere, ¿cree que va por el buen camino?

Presidente.- Estas cosas son difíciles, ¿no? Lógicamente, hay mucha gente que nunca pensará bien de mí. Hay mucha gente que pensará que todo lo que he hecho yo está mal hecho, pero hay otra gente que no. Pero eso es ley de vida. Concitar unanimidades no es bueno e, incluso, es sospechoso. De usted hay mucha gente que pensará que es usted un magnífico periodista y hay otros que tendrán otra forma distinta de ver las cosas. Yo estoy entre los primeros, que lo sepa usted.

J. Évole.- Después de esta entrevista, ¿también?

Presidente.- Después de esta entrevista, también. Tenga usted la seguridad y se lo digo de corazón. Y, si no lo pensara, tenga la seguridad de que no se lo diría.

J. Évole.- Yo, luego, cuando acabemos la entrevista, le digo lo que también pienso de usted, que también es bueno.

Ahora la gente ya sabe que se envía muchas cosas por Whatsapp. No sé si usted tiene Whatsapp.

Presidente.- No, yo tengo tuit y Facebook. Whatsapp no tengo. Tengo SMS normal.

J. Évole.- Últimamente la gente se envían muchos "memes", que lo llaman, y yo no sé si es consciente usted de que hay frases suyas que se han hecho muy populares entre la ciudadanía. No sé si es consciente del "muy españoles, "muchos españoles", lo del "alcalde-el vecino". ¿Esto le llega?

Presidente.- Si, sí. Todos los que hablamos mucho corremos el serio peligro de equivocarnos, sobre todo, cuando hay algunos que están esperando la equivocación para atizar. Pero eso es ley de vida. Lo que no puede pretender uno es ser presidente del Gobierno y que no tenga gente que le esté criticando, justa o injustamente, con cariño o de manera inmisericorde, todos los días. Eso es imposible; yo soy consciente de eso, no soy ningún iluso; pero tampoco puedes…

J. Évole.- No sé si a veces el blindaje, blindaje que a veces tienen los presidentes, o que igual el entorno no le haga llegar estas cosas.

Presidente.- No, no. Sí, sí.

J. Évole.- ¿Quién se lo ha dicho o quién se lo ha explicado?

Presidente.- Mucha gente. Tampoco vamos a entrar en detalles.

J. Évole.- No sé si su hijo o su mujer le han dicho "me ha llegado esto"…

Presidente.- Mi hijo Mariano tiene dieciséis años y se mueve muy bien, como todos los niños de su edad, en lo que son las nuevas tecnologías. Eso es, por cierto, muy bueno y muy positivo de cara al futuro, siempre y cuando que se sepa distinguir, como siempre hay que hacer en la vida, entre lo bueno que tienen unas cosas y la parte mala, que también las tienen, como todo en la vida.

J. Évole.- Yo creo que estos fallos, que es verdad que todos cometemos hablando, están divirtiendo a los españoles.

Presidente.- Sí. Yo lo veo bien. Tenemos que intentar ser positivos. El humor es algo bueno porque, además, el humor es lo más serio que se puede hacer.

J. Évole.- Mi amigo, el del principio, el que le he dicho que…

Presidente.- ¿El de Cornellá?

J. Évole.- Sí, el de Cornellá.

Presidente.- Me lo tiene que presentar.

J. Évole.- Sí, ya se lo presentaré. Un día se viene a Cornellá y se lo presento. También me ha dicho: "yo creo que este tipo de frases a Rajoy le están humanizando". A la gente porque, dice, yo también me equivoco…

Presidente.- Le voy a decir una cosa: es que los políticos también somos seres humanos y tenemos sentimientos.

J. Évole.- Ésa es otra frase que ha hecho mucha fortuna, pero al revés.

Presidente.- Pero es verdad. Pero es que hay gente que se cree… Los políticos somos unas personas que nos dedicábamos a otra cosa en nuestra vida y que nos hicimos políticos, y dejaremos de ser políticos y nos dedicaremos a otra cosa. Somos seres humanos con nuestros aciertos, con nuestros errores, con nuestras buenas intenciones, y no somos ni peor ni mejor que quienes se dedican a ser ingenieros, o que quien está al frente de una cafetería, o que un productor de televisión, o que un periodista. Los hay buenos, malos, regulares…, como todo en la vida. Por eso a mí me gusta hacer siempre juicios de conjunto, globales, no ir a "pin"…

J. Évole.- Ir con el dedito, quisquilloso, ¿no?

Presidente.- Un poquito elevarse, don Jordi.

J. Évole.- Esta entrevista se verá el domingo. El sábado hay un partidazo en el Camp Nou. Haga un pronóstico. El domingo ya se sabrá.

Presidente.- Hacer un pronóstico para castigarse uno a sí mismo es realmente duro.

J. Évole.- Usted es madridista.

Presidente.- Soy madridista, socio y abonado desde hace muchos años; pero hay que reconocer que el Barcelona tiene un equipo impresionante. Pero estos partidos, aunque este año decide poco porque ya la diferencia es importante --está el Atlético de Madrid, incluso, de segundo--, son de los que conviene ver porque generan afición y no se ven muchos.

J. Évole.- Haga un hueco y vaya al palco.

Presidente.- Es que estoy en Sevilla ese día. Tengo mis líos.

J. Évole.- Las agendas que tienen ustedes.

Señor Rajoy, muchísimas gracias por esta entrevista y espero que no tengan que pasar cuatro años, y, si pasan, ningún problema. Muchísimas gracias.

Presidente.- Muchas gracias a usted.