Conferencia de prensa conjunta

Intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

28.8.2018

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Presidente Sánchez.- En primer lugar buenas tardes y muchísimas gracias al presidente Piñera por sus amables palabras, por sus buenos deseos, para el mandato que acabamos de iniciar en el Gobierno de España, después del cambio político que se produjo en el mes de junio, a principios del mes de junio.

Quería agradecer al presidente su hospitalidad, su calor y su acogida a la delegación del Gobierno de España y por supuesto también a mi presencia. Desde luego esa acogida, esa hospitalidad, es la que justifica el por qué nosotros hemos escogido y hemos examinado además, con muchísimo cariño y con muchísimo cuidado, el que fuera Chile el primer lugar, la primera parada de esta gira que nos va a llevar a cuatro países en menos de cinco días a lo largo de esta semana por toda Latinoamérica.

Vamos a estar por supuesto con ustedes aquí en Chile, queríamos además que fuera en el primero de los viajes, como ha dicho el presidente de Chile. Vamos a estar también en Bolivia, vamos a estar también en Colombia y vamos a finalizar esta pequeña, pero intensa gira en Costa Rica y posteriormente, a lo largo de estos meses, estaremos también en Argentina, en la cumbre del G-20. Y, como bien ha dicho el presidente Piñera, estaremos también representando a España en la Cumbre Iberoamericana, que se va a celebrar en Guatemala.

Y qué es lo que le quiero trasladar a la opinión pública chilena y por supuesto también al Gobierno de Chile y a su presidente en primera persona. El compromiso, el compromiso de España, del Gobierno de España, político, económico, social y también personal, como presidente del Gobierno de España, con Latinoamérica, con su progreso, con su prosperidad, con la necesidad de seguir hermanando a España con la comunidad Latinoamericana, con la cual tenemos grandes afinidades.

Fíjese, señor presidente, a lo largo de estos últimos años en la política española se ha teorizado mucho sobre la vieja y la nueva política, y en buena medida, la nueva política no es más que desprenderse, despojarse, de muchos de los adjetivos que tradicionalmente ha tenido la política. ¿Es la política europea una política nacional para España? ¿Es la política que pueda haber en algunos de los socios que tienen ustedes en la Alianza del Pacífico una política nacional o una política internacional? Yo creo que en esta época en la que estamos, en el siglo XXI que vivimos, desde luego si tenemos que hacer algo, es despojar a la política del todo adjetivo, es política. Y cuando uno viaja, comparte reflexiones, como hemos tenido, por ejemplo, el presidente Piñera y yo mismo, si vemos cuáles son los desafíos, los retos, los problemas que tienen en buena medida las sociedades a las cuales nosotros representamos, prácticamente todas tienen el mismo denominador común, prácticamente todas, si tuviéramos que resumir en una palabra que es lo que demandan, qué es lo que quieren, precisamente de sus de sus gobernantes, es la justicia.

La justicia económica, el saber comprender que no puede haber crecimiento si ese crecimiento no se redistribuye. Tenemos que luchar contra la desigualdad social, porque no puede haber un crecimiento que se concentre en pocas manos y que no se redistribuya a una clase media, que en algunas ocasiones no ve que su esfuerzo se vea acompañado de una justa redistribución y una justa protección y amparo por parte del Estado.

La igualdad de género, una de las principales tareas que tenemos los gobernantes en todos los ámbitos, no solamente en el político, donde es muy importante la representación paritaria de las mujeres, sino también en el ámbito socio laboral y socioeconómico, en la cuestión de la violencia de género. Son cuestiones y realidades, dramas, que afectan a buena parte de la población y desde luego, los gobernantes no podemos mirar hacia otro lado, tenemos que comprometernos y no solamente esto ocurre en España, no solamente esto ocurre en Chile ocurre en todas y cada una de las sociedades.

En consecuencia, ¿cuál es la conclusión a la que quiero llevar esta pequeña reflexión? Que necesitamos liderazgos cooperativos, que necesitamos compartir, que necesitamos arrimar el hombro, como se dice en castellano en términos coloquiales. Que, en definitiva, las soluciones a muchos de estos grandes desafíos a los cuales antes ha hecho el presidente Piñera, en referencia a la digitalización de la economía, el cambio climático, la igualdad de género o lo que pueda representar la justicia económica o la desigualdad que es, desde luego, uno de los grandes combates de nuestra sociedad, solamente se va a poder dar una respuesta eficaz y equitativa desde la cooperación y desde la integración, no desde el falso repliegue a una serie de fronteras que ya la propia realidad económica social y política ha superado en buena medida.

Y es verdad que Latinoamérica y Europa compartimos ese desafío de la integración. En Europa claramente lo tenemos, el desafío de la migración, por ejemplo, es un desafío que afecta de lleno al proceso de integración de la Unión Europea. Y España está trabajando por dar una respuesta común al desafío de la migración porque somos muy conscientes de que cuando se pisa territorio italiano, territorio maltes o territorio español, se está pisando territorio europeo, y por tanto ese desafío necesita de esfuerzos comunes por parte de todos los países europeos.

Yo sé que Chile también está sufriendo esa crisis, esa presión migratoria, en ese sentido quiero reconocer, por supuesto, lo que está haciendo el Gobierno de Chile con muchos venezolanos que están migrando como consecuencia de la crisis que se está viviendo en Venezuela y que están siendo acogidos por sociedades que las integran, que las acogen, como hizo Venezuela por ejemplo, con España hace ya unos cuantos años, cuando vivimos el exilio producto de la Guerra Civil y de la dictadura franquista.

Por tanto, la integración es, desde luego, la herramienta, el instrumento para responder a muchos de estos desafíos a los cuales antes hemos hecho referencia. Y en este sentido y en este punto, presidente, yo quiero reconocer el trabajo y el papel de liderazgo que está haciendo Chile. En la Alianza del Pacífico, así lo hemos hablado cuando hemos tenido la reunión previa a esta rueda de prensa, la voluntad que ustedes han manifestado recientemente además de que el Mercosur sea una cooperación que pueda establecer vínculos con la Alianza del Pacífico, la Cumbre Iberoamericana, a la cual usted ha hecho referencia y que yo le agradezco, que puede hacer precisamente ese esfuerzo que entiendo que es intenso y grande, pero que sin lugar a dudas creo que también lanza una señal de compromiso de Chile, también con la Cumbre Iberoamericana y con esa colectividad que representa a Iberoamérica. Y por supuesto usted ha hecho referencia a ello, pero yo también quiero subrayarlo, España, si va a hacer algo por Chile es precisamente ser un aliado en este proceso de negociación con la Unión Europea, para lograr esa renovación del acuerdo entre la Unión Europea y Chile, que es fundamental para nosotros.

También en relación con las relaciones bilaterales, el presidente Piñera lo ha dicho claramente, ha hablado del conocimiento, ha hablado de la digitalización, ha hablado de la necesidad de renovar nuestros sistemas educativos. El Gobierno de España está claramente vinculado con esa idea de que tenemos que renovar nuestro sistema educativo, de que el ascensor social exige que los Estados apuesten decididamente por sistemas educativos excelentes y equitativos. Y en ese sentido sí que quiero trasladarle también a la opinión pública chilena y también a la opinión pública española, que el acuerdo de movilidad entre jóvenes y el reconocimiento a las titulaciones universitarias en Chile y en España, tiene que ser punta de lanza, precisamente, para renovar y mejorar y reforzar esa cooperación entre ambos países.

Y me permitirá, presidente, simplemente referirme por un instante a la colectividad española, que sé que es importante, también, en Chile y a la cual además agradezco a la sociedad chilena, en su conjunto, la acogida que ha tenido, calurosa, hospitalaria, con la colectividad española. Una colectividad que obedece a múltiples razones, por supuesto, a la histórica, a la que hemos hecho referencia antes, pero también a otra mucho más reciente, a la cual este gobierno quiere rendir tributo y decirle que está en deuda con ella, y es la colectividad de jóvenes y no tan jóvenes que, como consecuencia de la crisis económica que se vivió en España, de la falta de oportunidades que hubo en España, emigraron a otros países y encontraron aquí su casa, su país de oportunidad, para poder construir un horizonte profesional, vital, familiar, que desde luego ha encontrado en buena medida en su país.

Y ante ellos, quiero decirles lo siguiente. Quiero decirles que en España, sabe usted, hay un debate importante sobre la participación de la colectividad exterior, de los emigrantes españoles, en los procesos electorales en España. Es verdad que hubo una modificación del voto exterior, del mal llamado voto rogado, que ha hecho que precisamente se obstaculice en buena medida la participación de los emigrantes españoles en los procesos electorales, las elecciones generales, las elecciones municipales o las elecciones autonómicas. Yo quiero trasladarles a los emigrantes españoles en Latinoamérica que el Gobierno va a hacer todo lo posible por modificar esa Ley de voto exterior y por acabar con el voto rogado. Y en ese sentido, quiero pedir al conjunto de los Grupos Parlamentarios de la Cámara que lleguen a un acuerdo para que se modifique la Ley de voto exterior y por supuesto también que se modifique y se acabe con el voto rogado.

En fin, presidente, tenemos muchísimas cosas de las que hablar, que compartir, de las que sentirnos orgullosos por lo que hemos hecho en el pasado más reciente y también en el pasado más remoto. Pero como usted ha dicho antes en su intervención, hay que mirar al futuro. Chile y España tienen muchas cosas en común, pero sobre todo lo que tienen son objetivos compartidos de progreso, de bienestar, de prosperidad, para el conjunto de nuestras sociedades. En ese sentido el Gobierno de España desde luego si va a hacer algo es arrimar el hombro para ayudar a Chile, como sabemos muy bien que Chile ayudará a España en ese propósito.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)