Buenos días. Gracias presidente, señoras y señores.
Hace años que las dudas sobre el impacto del cambio climático han quedado disipadas. La ciencia se ha abierto paso frente a quienes negaban lo que era obvio, que este desafío era y es real.
La ciencia hizo su trabajo y, por tanto, nosotros tenemos que hacer el nuestro. Esta no es, en consecuencia, una causa divisiva, por razones ideológicas, o culturales. Es una causa global, que tiene como fundamento la dignidad humana.
Debemos, por tanto, elegir: seguir en la inacción o actuar conjuntamente frente a la tentación del repliegue mediante un liderazgo colaborativo.
Porque la pregunta hoy es clara: ¿Estamos cumpliendo con las metas marcadas, sí o no? Y la respuesta, a juicio de todos los que estamos aquí, es que no. Estamos lejos de cubrir los objetivos del clima fijados en 2015, como demuestra el crecimiento de las emisiones globales en el año 2017.
Y es el momento de fortalecer, en consecuencia, el multilateralismo, desde instituciones como Naciones Unidas y, también, la Unión Europea.
Es el momento de poner en marcha los compromisos ya adquiridos, y avanzar en la plena aplicación de los Acuerdos de París. La hoja de ruta, en consecuencia, es clara: reducción de emisiones, desarrollo económico sostenible y justo, inclusivo, y sociedades adaptadas al cambio climático.
Katowice debe representar un antes y un después para sentar las bases de una visión más ambiciosa para asumir mayores responsabilidades aún si cabe.
España, señoras y señores, comparte esta visión. Y se adhiere a la Declaración impulsada por el presidente de Austria en esa dirección. Vamos cumplir con el objetivo nacional de emisiones a 2020, pero queremos, además, ir más lejos; somos un país vulnerable a los efectos del cambio climático, y tenemos una sociedad concienciada ante este desafío.
Nos hemos sumado a la Coalición para la Neutralidad del Carbón, para reducir a cero las emisiones netas de gases, de efecto invernadero, en el año 2050, y animo a otros países, también, a que se sumen a esta coalición.
Queremos avanzar en nuestro objetivo de movilizar 900 millones de euros anuales a partir del año 2020. España trabaja en una Agenda integral, desde el Ministerio de Transición Ecológica, pero con una perspectiva trasversal, a toda la acción del Gobierno, con instrumentos como la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que vamos a presentar en breves días en el Congreso de los Diputados.
Mi Gobierno apuesta con determinación por la eficiencia, por las energías renovables, y, también, por la movilidad eléctrica. Y vamos a fijar objetivos claros y ambiciosos para el año 2020 y para el año 2030 y 2050.
Hay que ofrecer certidumbre y confianza, no solamente a los inversores económicos, sino también, y, especialmente, a los ciudadanos.
Nuestra propuesta para el año 2030 será reducir en un 37% nuestros niveles de emisiones actuales, y, para 2050, reducirlas, al menos, en un 90% para alcanzar la neutralidad del carbono.
La calidad del aire, el impacto sobre los colectivos más vulnerables y la modernización de nuestra industria son motores de nuestro compromiso.
Mi compromiso, señoras y señores, es el de aprobar un paquete de medidas para luchar contra el cambio climático y trabajar así en una senda viable de descarbonización de nuestra economía.
Soy consciente del impacto de estas medidas en territorios, en sectores y, en colectivos más expuestos, pero la respuesta tiene que ser clara: debe haber una transición ecológica justa, vamos a ser pioneros en el diseño de una estrategia nacional de transición justa, que tenga en cuenta el impacto en zonas específicas, y muy, en particular, en las comarcas mineras. Y, en esa línea, apoyamos la Declaración de Silesia sobre solidaridad y transición justa que hoy se presenta en Katowice, y que ha contado, también, con la aportación de las principales organizaciones sindicales a nivel internacional.
Concluyo, el momento es ahora. España tiene clara su elección, que es actuar, por una transición inaplazable, urgente, que sólo dará frutos si todos actuamos desde la honestidad, desde el sentido común y desde la responsabilidad.
Muchas gracias, señor presidente.
(Transcripción editada por la Secretaría de estado de Comunicación)