Otras políticas

Industria y Energía

31.12.2017

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El principal objetivo de la política industrial del Gobierno es que la industria aumente en la mayor medida posible su contribución a la generación de PIB y a la creación de empleo.

El instrumento del Gobierno para alcanzar estos objetivos ha sido la Agenda para el Fortalecimiento del Sector Industrial en España, que constituye un plan de acción integrado por un conjunto de propuestas de actuación, concretas y bien delimitadas, que pretendían mejorar las condiciones transversales en las que se desarrolla la actividad industrial en España y contribuir a que la industria crezca, sea competitiva y aumente su peso en el conjunto del PIB.

A corto plazo las iniciativas de la Agenda pretendían contribuir al crecimiento del valor añadido bruto industrial, a la creación de empleo y a favorecer la mejora de la posición competitiva del tejido industrial en España, al tiempo que se sentaban las bases, para que en el medio plazo nuestro tejido industrial fuera capaz de adaptarse a los nuevos retos globales y a los cambios que ya se estaban produciendo como resultado de la transición digital en el conjunto de la economía, creando nuevas oportunidades de negocio y utilizando el poder transformador de la tecnología para aumentar la competitividad y productividad de nuestro tejido industrial. La Agenda se compone de 97 medidas, agrupadas en torno a diez líneas de actuación, que son las siguientes:

  1. Estimular la demanda de bienes industriales con efecto multiplicador en la economía.
  2. Mejorar la competitividad de los factores productivos clave.
  3. Asegurar un suministro energético estable, competitivo y sostenible dentro de la UE.
  4. Reforzar la estabilidad y uniformidad del marco regulatorio español.
  5. Incrementar la eficiencia y la orientación al mercado y a los retos de la sociedad de la I+D+i.
  6. Apoyar el crecimiento y la profesionalización de las PYME españolas.
  7. Adaptar el modelo educativo a las necesidades de las empresas.
  8. Aumentar el peso de la financiación no convencional en las empresas industriales.
  9. Apoyar la internacionalización de las empresas industriales y la diversificación de mercados.
  10. Orientar la capacidad de influencia de España a la defensa de sus intereses industriales.

Se ha mantenido la línea de apoyo financiero a la inversión industrial a través de los programas de reindustrialización y fomento de la competitividad industrial, que tienen como objetivo incentivar iniciativas empresariales viables económicamente que contribuyan a reforzar la competitividad de las empresas industriales y a favorecer el desarrollo de la industria.

Asimismo, se han prolongado los estímulos a la demanda de vehículos, a través de sucesivas ediciones del Plan PIVE y del programa de fomento de la demanda de vehículos eléctricos.

También en esta línea se ha aprobado la Estrategia del Vehículo de Energías Alternativas, donde tienen cabida los vehículos de hidrógeno, eléctricos, gas natural y glp, y biocombustibles. La estrategia engloba un conjunto de 30 acciones a desarrollar en diversos ámbitos como son la infraestructura, el fomento y estímulo de la adquisición, la difusión y concienciación, la I+D, innovación y demostración de las tecnologías y la industrialización de los vehículos. El objetivo es que España se convierta en país de referencia tecnológica en el sector de energías alternativas en su triple vertiente de vehículos, componentes e infraestructura de recarga y suministro.

Igualmente se han seguido facilitando instrumentos de apoyo a sectores de especial efecto tractor como la industria naval, aeronáutica o la automoción, así como a sectores tecnológicos como el farmacéutico o el espacial.

Energía

El sistema eléctrico español presenta importantes fortalezas entre las que destacan un mix diversificado y equilibrado de tecnologías de generación, un alto nivel de penetración de las energías renovables y un elevado nivel de desarrollo de infraestructuras que posibilita mantener la seguridad y calidad del suministro.

Desde hace una década, el sistema eléctrico español había venido generando un déficit tarifario (diferencia entre ingresos y costes del sistema) que, con el paso del tiempo, se había convertido en estructural porque los costes reales asociados a las actividades reguladas y el funcionamiento del sector eléctrico resultaban superiores a la recaudación por los peajes que pagan los consumidores. Dado el carácter insostenible del déficit del sector eléctrico, provocado fundamentalmente por el incremento exponencial de determinados costes del sistema, era necesario adoptar medidas urgentes que permitieran poner fin a dicha situación. Con objeto de corregir los desajustes producidos por la evolución expansiva de las partidas de costes del sistema eléctrico, se han venido adoptando una serie de medidas. Los resultados alcanzados han sido:

  • Se ha resuelto el déficit de tarifa del sistema eléctrico, y con ello se ha evitado un aumento del precio de la electricidad del 42%.
  • La reforma ha evitado no sólo que la factura de la luz continúe disparándose.
  • La reforma asimismo, ha proporcionado seguridad regulatoria, certidumbre y confianza a los inversores y empresas.

Tras dicha reforma, se suman tres ejercicios consecutivos con los peajes de electricidad así como de gases congelados, según se explica posteriormente,

Se da un mandato al Gobierno para que desarrolle la normativa necesaria para establecer los términos y condiciones de aplicación de estas medidas de protección al consumidor, así como para impulsar medidas de protección y de mejora de la transparencia en la contratación del suministro.

Actuaciones destacables en materia de Eficiencia Energética

Con objeto de garantizar el cumplimiento por parte de España del objetivo vinculante de ahorro de energía para 2020 se han adoptado diversas medidas entre las que cabe destacar la creación de un Fondo Nacional de Eficiencia Energética que ha permitido la puesta en marcha de mecanismos de apoyo económicos y financieros, asistencia técnica, formación y otras medidas para aumentar la eficiencia energética en los diferentes sectores.

Así, pueden indicarse diversos programas de ayuda gestionados por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE).

Finalmente hay que señalar la necesidad del sistema energético de contar con todas las fuentes y capacidades disponibles, basándose en un mix diversificado, equilibrado y sostenible, tanto desde el punto de vista medioambiental como económico.