La Moncloa, Madrid
Vicepresidente.- El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2008. Como ha dicho la Vicepresidenta, con ellos se cierra esta Legislatura marcada por el superávit de las cuentas públicas y una nueva orientación del gasto público, centrado en políticas que contribuyen a incrementar la productividad y el crecimiento económico, por un lado, y el bienestar social de los ciudadanos, por otro.
Estos elementos han estado presentes en las cuentas públicas de estos años y también lo van a estar en el año 2008, prevén un superávit de 0,3 por 100 y un incremento significativo del gasto productivo y social, compatible también con una nueva y significativa rebaja de impuestos.
Las líneas básicas que informan los Presupuestos Generales del Estado son ya conocidas y no voy a insistir en ellas: mejora de servicios públicos, necesaria para todos pero sobre todo en un país en el que está aumentado la población de forma muy rápida; en segundo lugar, mejora de la protección social, pues una política económica adecuada nos permite, no sólo ser correctos en términos de superávit fiscal ahora me referiré a él, sino también llevando a cabo acciones redistributivas de acuerdo con el crecimiento; en tercer lugar, una Ayuda Oficial al Desarrollo que en un país como el nuestro consideramos que debe poner en marcha para alcanzar el 0,5 por 100 previsto por nosotros para este año. Y en esa dirección han ido nuestros esfuerzos.
Evidentemente, todo esto debe hacerse con dos ejes, además adicionales, de nuestra política presupuestaria: por una parte, la estabilidad presupuestaria basada en el ciclo; es decir, no el déficit cero, como recuerdan ustedes recordarán aquel debate que ya se nos ha olvidado, sino la política presupuestaria que exige que, cuando la situación económica, como la actual, tiene un crecimiento por encima del potencial de la economía, los Presupuestos deben tener superávits que puedan ser utilizados cuando, evidentemente, las situaciones económicas empeoran.
En segundo lugar, un impulso claro a la productividad, que es imprescindible para cimentar el crecimiento con bases más sólidas. Lo he dicho muchas veces: el gran crecimiento de estos años se ha debido, sobre todo, a que tenemos más empleo pero no tanto a que tenemos un empleo más productivo.
En definitiva, un crecimiento del gasto ajustado a las necesidades de nuestra economía y que ha sido compatible durante la Legislatura con una reforma fiscal que ha minorado perceptiblemente la carga impositiva de los ciudadanos y con una notable mejora de la situación financiera de la Administración Central.
Llegamos al Gobierno con un déficit de medio punto del PIB en el año 2003 y en 2006, en menos de tres años de legislatura, la situación ha pasado a ser de un claro superávit superior a ese medio punto. Y lo mismo puede decirse respecto al conjunto de las grandes instituciones públicas, donde pasamos de un déficit del 0,3 por 100 en el año 2003 a un superávit de 2006 del 1,8 por 100, superávit que esperamos que no sea muy distinto del que conseguiremos este año.
Por tanto, ésta ha sido una legislatura de gasto moderado, bien enfocado; de reducción de carga fiscal de los ciudadanos y de notable consolidación presupuestaria.
Sobre el cuadro macroeconómico poco les voy a comentar. Es un cuadro que es prácticamente el mismo que ustedes conocen, con una pequeña variación, y es la corrección de línea con respecto al crecimiento del año 2006. El resto de las cifras son las mismas y son las mismas porque, cuando pusimos en marcha el cuadro macroeconómico, ya insistí en que se trataba de un escenario económico conservador y, por tanto, robusto ante los distintos desenlaces que pudiera tener la situación económica a partir de aquel momento.
Es verdad que hemos tenido una serie de turbulencias en los mercados financieros en estas vacaciones de verano, y en cierta medida siguen ahí; pero, como hemos señalado en otras ocasiones, consideramos que el sistema financiero español tiene una exposición directa mínima a este tipo de circunstancias, especialmente a los valores hipotecarios americanos que han dado lugar a la crisis, y estamos razonablemente protegidos de posibles efectos indirectos por nuestra fortaleza en términos económicos. La dinámica de confianza en los agentes económicos, la solvencia de las empresas, de las familias y de las instituciones financieras, y la propia solidez del marco institucional y de la posición de las cuentas públicas nos permiten estar tranquilos en este sentido.
No voy a hacerles ningún comentario sobre el límite de gasto no financiero, sino únicamente decirles que en el Presupuesto que llevamos a las Cortes respetamos el límite de gasto no financiero en 152.560 millones de euros, con un crecimiento del 6,7 por 100, que es equivalente al crecimiento del PIB nominal, y que, lógicamente, vamos a mantener una situación superavitaria que en principio será del 1,15 por 100, si, como yo creo, las condiciones del cuadro macro se siguen cumpliendo.
Evidentemente, como he dicho siempre también, la situación presupuestaria final dependerá de la evolución real de la economía y, lógicamente, la evolución de la economía acabará afectando a las cifras al alza o a la baja, como ha sucedido estos últimos años y seguirá sucediendo en el futuro.
A partir de ahí, previsiones de ingresos. Los ingresos totales, antes de la cesión a las Comunidades Autónomas y a Entes Locales, crecerán el próximo año un 9,6 por 100 sobre las cifras recogidas en el Presupuesto General del Estado, pero un 5,1 por 100 sobre la previsión de liquidación. Nuevamente aquí, como ven ustedes, optamos por una posición moderada en cuanto a los posibles incrementos.
Como pueden ver, las tasas calculadas sobre el balance de liquidación son inferiores a las que resultan de comparar con el Presupuesto de 2007, como es lógico, porque el comportamiento de los ingresos hasta este momento nos permite ser optimistas en cuanto al cierre a final de año.
Los ingresos impositivos, en concreto, experimentarán un crecimiento del 8,7 por 100 sobre las cifras del Presupuesto de 2007 y un 5,7 por 100 sobre el avance de liquidación. Y aquí hay un tema importante: el Impuesto de la Renta de Personas Físicas se va a ver afectado por la reforma del Impuesto, ya que el próximo año será el primero en el que se sentirán los efectos de la reforma sobre la cuota líquida, pero también por las medidas que hemos adoptado para este año por la deflactación de la tarifa, aumento de mínimos personales y familiares, y reducción de los rendimientos de trabajo; pero también por la entrada en vigor de nuevas medidas fiscales, como son las de apoyo a la natalidad o la del fomento al alquiler.
En segundo lugar, la recaudación del Impuesto sobre Sociedades puede verse atenuada debido a la plena entrada en vigor de la reforma del Impuesto y a una evolución más moderada de los beneficios empresariales. El IVA también prevé una recaudación moderada, en línea con el crecimiento previsto de la demanda interna, y los impuestos especiales registrarán un crecimiento más reducido en sintonía con la evolución de los consumos de los productos gravados por estos impuestos.
En cuanto a los ingresos no financieros, después de la cesión a Comunidades Autónomas y a Corporaciones Locales ascienden a 158.756 millones de euros, con un crecimiento del 8,3 por 100 sobre los Presupuestos del año anterior y del 4,2 por 100 sobre la liquidación. Los ingresos cedidos a Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales ascenderán a 58.740 millones de euros, con un crecimiento del 13,2 por 100 sobre los Presupuestos del año anterior y del 12,7 por 100 sobre la previsión de liquidación.
Los posibles desfases, si alguno tiene curiosidad por ver papeles del pasado, entre las cifras que se reflejan en este cálculo y las que mandamos en el documento sobre el límite de gasto no financiero, es que unas están en términos de caja, que son las del Presupuesto del año que viene, y otras están en términos de Contabilidad Nacional. Lo digo por curiosidad; es un tema menor, pero a alguien le puede interesar.
Un tema al que quiero prestar especial atención era ese comentario que les he dicho sobre la nueva rebaja del IRPF. Como consecuencia de las medidas que hemos adoptado más las medidas que vamos a adoptar, el Gobierno el año que viene va a llevar a cabo una segunda y sustancial rebaja de ingresos por el IRPF que va a permitir a los contribuyentes, y en especial a los jóvenes, a los mayores y a los de menores ingresos, que se beneficien de un ahorro de 2.290 millones de euros. Este ahorro es fruto, tanto de medidas que van en la propia Ley de Presupuestos, como, como ya he anunciado, de otras medidas ya anunciadas y que aparecen en otras normas legales.
¿Qué contemplan los Presupuestos? La deflactación de la tarifa en un 2 por 100. Ya lo hemos hecho en otros años, pero por primera vez no se había hecho nunca un aumento de los mínimos personales y familiares, y de la reducción por trabajo en un 2 por 100. Permítanme que señale que este aumento afecta a todos los mínimos familiares, esto es, a los establecidos por hijos, por mayores de 65 años y por discapacitados. Esta medida permitirá un ahorro de 940 millones de euros, de los que 257 corresponden a la deflactación de la tarifa, 466 millones al aumento de los mínimos y el resto, 216 millones, al aumento de la reducción por trabajo.
¿Objetivo de esta medida? Favorecer especialmente a las rentas más bajas, tema que consideramos prioritario en el momento actual, especialmente en función de la evolución de los tipos de interés. No todo el mundo tiene hipotecas, pero sí mucha gente tiene créditos y es razonable que esa gente con mayores dificultades tenga una ventaja adicional.
Al margen de la Ley de Presupuestos, ya conocen ustedes las nuevas medidas fiscales adoptadas por nacimientos de hijos, anunciadas por el Presidente del Gobierno en el Debate del Estado de la Nación. El conjunto de esas medidas supone un apoyo a la familia de mil doscientos millones de euros, de los cuales aproximadamente mil millones se instrumentarán mediante una nueva reducción del IRPF por nacimiento o adopción de hijos.
Por último, también en una ley específica se recogerá la nueva deducción para fomento del alquiler, recientemente anunciada, y que permitirá ahorrar a los contribuyentes hasta 350 millones de euros.
En definitiva, el conjunto de las medidas adoptadas por este Gobierno en el IRPF a lo largo de la Legislatura van a suponer una transferencia a los contribuyentes de 5.400 millones de euros, desglosados de la siguiente forma: deflactaciones de la tarifa de los años 2005 y 2006, 490 millones de euros; reforma fiscal, aplicable en los años 2007 y 2008, 2.620 millones de euros, cifra en estos momentos ya más ajustada a la que tradicionalmente le dábamos, más próxima a los 2.000 millones de euros ya conocemos cuál ha sido la evolución de las cifras en 2007 y, por lo tanto, creemos que la cifra final será algo más significativa; y, por último, las medidas aplicables en 2008, 2.290 millones de euros.