Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros

Intervención del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro

30.4.2015

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Sr. Montoro.- Buenas tardes. En primer lugar, quería decirles que la política presupuestaria que se contiene en el nuevo Programa de Estabilidad del Reino de España es la política presupuestaria de todas las Administraciones Públicas que España necesita para crecer y crear empleo. Para ello, como ahora veremos, los objetivos son reducir: el déficit público hasta el año 2018, donde prácticamente se suprimiría el déficit público y llegaríamos al equilibrio presupuestario en España; y también, y tan importante, por supuesto la derivada de ello, la reducción de la deuda pública sobre el Producto Interior Bruto, que es el segundo elemento de sostenibilidad de nuestro crecimiento económico y la consiguiente creación de empleo.

Esto es lo que vemos, en primer lugar, en los objetivos de déficit que parten del cierre del año 2014. En el total de Administraciones Públicas, ahí tenemos que hemos cerrado el año 2014 con un déficit del 5'69 por 100 de nuestro Producto Interior Bruto, algo por debajo del 5'7 por 100. A partir de ello, el objetivo comprometido para este año es menos 4'2 por 100 y la senda trazada es una reducción, de manera que ya en el año 2016 estaríamos por debajo del 3 por 100. Por tanto, España estaría, en ese sentido, cumpliendo con el requisito y saliendo del procedimiento de corrección de déficit excesivo, que es lo importante, y en los años sucesivos reduciendo el déficit público: -1'4 por 100 en el año 2017 hasta en el -0'3 por 100, práctico equilibrio de nuestras cuentas públicas del conjunto de nuestras Administraciones.

En cuanto a la distribución entre Administraciones, es muy en línea con lo que es el objetivo, obviamente, de 2015, que conocen perfectamente, el -4'2 por 100, que se desglosa por Administración Central, Seguridad Social, Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales, que aparecen con ese cero por ciento que, afortunadamente, para ellas y para España está siendo positivo. Están en superávit, pero digamos que como objetivo mantenemos el cero por ciento durante toda la serie temporal.

Las Administraciones, todas ellas, incluyendo la Administración Central, lo que van es hacia el equilibrio presupuestario en 2018; y Seguridad Social y Comunidades Autónomas, que prácticamente estarían en equilibrio presupuestario ya en el año 2017.

Para esa senda se corresponde algo especialmente importante porque es lo que contiene la política en términos de gasto y de ingreso público. Para conseguir esos objetivos de déficit lo que necesitamos es que el gasto de las Administraciones Públicas aumente, pero menos de lo que lo va a hacer la economía española como acaba de describir el ministro de Economía. En términos nominales, en términos por tanto de la evolución del PIB nominal, prácticamente a partir de 2016 estamos estimando crecimientos nominales del orden del 4 por 100. Entonces, el total del gasto público puede crecer, pero menos claramente de lo que lo hace el Producto Interior Bruto para perder peso y, de esa manera, contribuir a la reducción del déficit público.

La evolución de los ingresos es muy sostenida. El Programa lo que plantea es que no aumente la presión fiscal, no aumente el peso de los impuestos en el Producto Interior Bruto, lo que significa que el Programa incorpora reformas tributarias para bajar impuestos y devolver, por tanto, a la sociedad el esfuerzo que ha hecho durante estos ejercicios. Precisamente para corregir, entre otros, desequilibrios macroeconómicos a los que se han referido la Vicepresidenta y el Ministro también es muy importante el déficit público. De manera que la lectura del Programa es, digamos, en términos también de compromiso político, de aplicación de políticas para el conjunto de nuestras Administraciones Públicas.

Les añado que este Programa y esta política son prácticamente los mismos que hacíamos cuando estuvimos en el Gobierno, la que permitía que en España estuviéramos creciendo cada año al 4 por 100 y se estaban creando estos 600.000-700.000 empleos al año que se crearon durante esa etapa. Es exactamente ésta: la de que el gasto público perdiera peso en términos de Producto Interior Bruto y reformas tributarias que mantenían la presión fiscal, la carga fiscal, en torno a este rango, a este nivel.

Lo que he hecho en este primer escenario estadístico es lo importante del Programa. Lo otro también lo es, pero quiero decirlo en términos explicativos y aquí me van a disculpar que entremos todavía en términos más técnicos, pero creo que es importante para difundirlo. Ya entiendo que, mediáticamente, eso son los objetivos de déficit y la descomposición de gastos e ingresos; pero también esto es fundamental. Ya lo decía el Ministro: la balanza por cuenta corriente es absolutamente fundamental, la capacidad de financiación de la economía española, y aquí la vemos en términos de sectores económicos: el sector privado y el sector público.

¿Por qué España tiene que reducir su déficit público? Un país que quiere sostener ese crecimiento económico, tener una capacidad de financiación frente al resto del mundo, porque es la única manera de reducir la deuda externa que tiene España… La crisis que hemos padecido es de deuda externa y, por tanto, si queremos salir de esta crisis económica definitivamente, tenemos que reducir el déficit público y éste es el corolario que se desprende de esa, digamos, intención política en el sentido más noble del término. Si queremos mantenerlo, la otra fórmula, obviamente, sería ir a un superávit mayor de los agentes privados de la economía que seguramente frente al resto del mundo sería incompatible con una recuperación económica también de demanda interna, como ha descrito perfectamente el ministro de Economía en esos escenarios.

En el año 2012 pasamos ya esa frontera y entramos en capacidad de financiación porque estamos reduciendo el déficit público, y, de esa manera, mantenemos la capacidad de financiación frente al resto del mundo y se proyecta en este Programa.

Pasamos a la siguiente información, también compleja, pero que es muy importante en términos de contenido. Yo lo explico brevemente, pero en un concepto también de análisis. La deuda pública también es absolutamente fundamental en este Programa y ahí tenemos el saldo primario... Primero, es el saldo público; después, la carga de intereses, cómo evolucionarían de acuerdo con la premisa de un escenario prudente, que es el que estamos planteando, de lo que sería la propia evolución de los tipos de interés de la deuda española; y el saldo primario. El saldo primario a partir de 2016 se convierte en positivo. El saldo primario es el saldo, obviamente, de toda la cuenta pública sin carga de intereses, descontada la carga de intereses y se vuelve positivo.

España alcanzaría un saldo primario nominal positivo, ligeramente positivo, en 2016 y eso es lo que permite que la deuda pública empiece a descender en términos de Producto Interior Bruto. Es un hecho, digamos, un acontecimiento, fundamental en el desapalancamiento de la economía española frente al resto del mundo. También se ve cómo se reduce el peso de la deuda pública y, por tanto, de esa manera se está fortaleciendo el crecimiento económico y la creación de empleo.

Sobre el saldo primario estructural, es un concepto más complicado, pero es muy importante porque es lo que nos está revelando --está evaluado de acuerdo con la propia metodología de la Comisión Europea-- qué esfuerzo han hecho de reducción del déficit, sin componente cíclico, las Administraciones Públicas españolas en este periodo. El saldo primario estructural, siempre sin carga de intereses, sin la consecuencia del mayor endeudamiento, que lo veremos a continuación, estaba en el -3,1 por 100 en el año 2011 y ha pasado en el año 2013 a ser del 2 por 100 de superávit estructural primario. Quiere decir que hemos hecho un ajuste estructural realmente de cinco puntos de Producto Interior Bruto. No hay país del mundo desarrollado que, por voluntad propia --otra cosa son los intervenidos--, haya hecho semejante esfuerzo estructural que es el que está detrás, obviamente, de la recuperación económica, como hemos visto, en término de capacidad de financiación de la economía española.

El Programa recoge también la evolución del PIB nominal, en términos nominales, que no son los reales, porque es lo que tenemos que hacer en términos de comparación, e insisto en la idea de que la deuda pública empieza a reducirse en términos de Producto Interior Bruto.

Por otra parte, en el Programa figura la dinámica de la deuda pública español y es desde el año 2012 de donde viene el incremento de la deuda pública española, incremento que es excepcional; pero viene precisamente del alto déficit público, en primer lugar, de la necesidad de financiación, de los efectos de recapitalizaciones del sector financiero y de los mecanismos de liquidez para las Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales, con las que realmente estamos financiando servicios públicos, la deuda comercial pendiente en España. De esa manera, también la restricción presupuestaria que estamos haciendo hasta cierto punto se ve compensada por la importante inyección financiera que está suponiendo esos mecanismos.

Toda la combinación de deuda pública, tipo de interés a largo plazo, esfuerzo fiscal estructural primario y PIB nominal se recoge realmente para que se vea cómo, efectivamente, el sostenimiento, e insisto en la idea del crecimiento económico, va a depender precisamente en España de la evolución de esa deuda pública y tenemos que aspirar, como españoles, a reducir esa deuda pública, a que pierda peso en términos de Producto Interior Bruto.

Finalmente, la referencia al desapalancamiento de los sectores privados en España, que también este es fundamental para explicarnos lo que ha ocurrido en nuestro país. Tiene mucho que ver con las políticas que ha puesto en marcha este Gobierno y tiene mucho que ver con las políticas tributarias que limitaban la deducibilidad de los gastos financieros sobre las bases imponibles en España. Fíjense en que las sociedades no financieras han reducido su desapalancamiento en 258.000 millones de euros en esta Legislatura y los hogares, en 125.000 millones de euros. Por tanto, eso es lo que ahora tiene que tener continuidad en el sector público, precisamente para que en el total de la deuda externa de España podamos insistir en la confianza internacional y financiar de manera correcta --ésta es la financiación de la economía española-- nuestra recuperación.

Por supuesto, ha empezado a crecer el crédito, como gran novedad también que se aporta ahí en términos de lo que ha significado la reestructuración del sector bancario.

Por último, está la combinación entre el saldo primario, los bonos a diez años y el PIB real. La evolución de ese saldo primario estructural es efectivamente histórica, porque arranca del año 1996 y se ve cómo en España, para crecer y crear empleo, también históricamente hemos necesitado de esas políticas de equilibrio presupuestario, de déficit cero y de reducciones de deuda pública sobre el Producto Interior Bruto, que son las que en la siguiente Legislatura que proyecta este Programa de Estabilidad hay que mantener si aspiramos, efectivamente, como aspiramos todos, a que España tenga esos veinte millones de ocupados al final de la proyección económica de estos cuadros pero, sobre todo, al final de la siguiente Legislatura.