Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros

Intervención del vicepresidente primero, ministro del Interior y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba

25.2.2011

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La Moncloa, Madrid

Vicepresidente primero.- Buenas tardes. Siento el retraso, pero el Consejo se ha prolongado más de lo que estaba previsto. A cambio de eso, les aliviaré una parte de la intervención inicial, que ya de por sí suele ser breve. Me remito, pues, a la Referencia del Consejo.

En los temas que se refieren al Anteproyecto de Ley de Salud Pública, ha tenido una primera discusión en Consejo de Ministros y, por tanto, todavía tendremos tiempo para hablarlo y comentarlo.

Sobre la Oferta de Empleo Público para 2011, que se rige de acuerdo con las normas aprobadas por la Ley de Presupuestos, saben ustedes que suponía una limitación importante de la tasa de reposición, es decir, del número de vacantes que puedes convocar en cada uno de los Cuerpos dependientes de la Administración del Estado y también para el conjunto de las Administraciones Públicas. Saben ustedes que es una medida de austeridad. Para que todo el mundo lo entienda, si se jubilan diez funcionarios, puedes convocar una plaza. Por tanto, lo que estamos haciendo es disminuyendo la plantilla de los funcionarios y, en ese sentido, aliviando los Presupuestos Generales del Estado.

De acuerdo con ese criterio, que se establece con carácter general, salvo para docentes, para los que es un 30 por 100 la tasa de reposición, se han aprobado una Oferta de Empleo Público para los distintos Cuerpos y Escalas, y eso incluye las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas. El total de plazas es de 1.527 plazas, además de 1.254 para Justicia. Pero, en todo caso, tienen los números exactos en la Referencia.

Hemos aprobado, asimismo, y lamento no tener tiempo --ya me gustaría contárselo con detalle-- dos Acuerdos en relación con el tráfico. Saben ustedes que venimos sosteniendo una política de seguridad vial, que creo que está dando buenos resultados, durante los últimos años. Es una política enmarcada en una Estrategia Europea que tenía diez años de plazo, 2000-2010. Hemos cumplido de sobra con los requisitos o con los objetivos de esta Estrategia.

Simplemente, les daré un dato --tenía pensado ponerles alguna diapositiva, porque creo que es muy ilustrativo de cómo se puede trabajar desde las Administraciones Públicas, pero se lo ahorro--: en el año 2003 fallecieron en las carreteras dependientes de la Administración del Estado un total de 4.000 españoles y el año pasado fueron 1.700. Hemos pasado de 4.000 víctimas mortales a 1.700, siete años de descenso consecutivo, y nos proponemos tomar un conjunto de medidas para que esto siga siendo así, en el marco de una Estrategia Europea que va desde 2011 a 2020, de la que hoy hemos tomado.

Y algunas medidas más concretas para el año 2011, que figuran en la Referencia del Consejo de Ministros; medidas que afectan a todos los elementos que hay que tocar si uno quiere conseguir que los accidentes de tráfico disminuyan. Me refiero a temas de formación, temas de seguridad, temas de carreteras, temas de movilidad urbana --estamos hablando de las ciudades también--, temas de información a las víctimas o temas de indemnización a las víctimas. Hay un conjunto de medidas que están recogidas en la Referencia; algunas son directamente de aprobación en este año y otras son de discusión.

En todo caso, nos proponemos mantener una política de seguridad vial que, repito, ha dado sus frutos durante estos siete años y que creemos que tiene todavía un recorrido importante para alcanzar los objetivos que la Unión Europea ha fijado para el conjunto de los países de la Unión para la década 2011-2020.

Asimismo, hemos tocado temas de ahorro energético, que son los que nos han llevado más tiempo. Ha habido un informe exhaustivo del ministro de Industria sobre la repercusión que para nuestro país tiene la situación que está viviendo el norte de África, sobre todo algunos países que son importantes desde el punto de vista de la energía. Pienso en Libia, que, como saben ustedes, proporciona una parte del petróleo y del gas que consumimos los españoles, tanto las industrias, como los ciudadanos.

Es evidente que, por tanto, hay que tener previstas las distintas contingencias que se pueden prever. Hemos estado, por tanto, analizando en el Gobierno esas contingencias y puedo transmitir tranquilidad al conjunto de los ciudadanos. En lo que se refiere al suministro, no vemos en el horizonte problemas para nuestro suministro energético, ni de petróleo ni de gas. Por tanto, no es ése el problema que nos ocupa, aunque haya que tener, sin duda, planes de contingencia, que siempre los tenemos; pero sí es verdad que está repercutiendo esta crisis en el precio básicamente de los combustibles, básicamente de la gasolina, y que eso afecta a todo el mundo: a los consumidores y al conjunto del país.

Para que se hagan una idea de las cifras que estamos manejando, una subida de diez euros en el barril del petróleo, como la que se ha dado en los últimos días, supone para nuestro país, para nuestra factura energética, en torno a seis mil millones de euros anuales; quinientos millones mensuales. Esta última semana, en la que ha subido aproximadamente eso, diez euros, el barril del petróleo, nuestra factura energética se ha encarecido exactamente en seis mil millones de euros; es decir, un billón de las antiguas pesetas. Tenía el billón en la cabeza para que la gente de mi generación, que todavía nos manejamos en millones, lo tenga claro. No sé si les pasa. Ustedes son muy jóvenes todos y, cuando hablas de un euro, de dos o de tres es fácil, pero cuando vas a miles de millones, ya te cuesta más.

Por tanto, estamos hablando de seis mil millones de euros, es decir, de un billón de las antiguas pesetas, o, mejor dicho, de las pesetas, porque no hay otras que las antiguas; de las pesetas. ¿De acuerdo? Ésa es la cifra.

Estamos hablando, por tanto, de un crecimiento importantísimo de nuestra factura energética en un país que es muy dependiente del petróleo, ya lo sabemos, y que afecta, lógicamente, al consumo y a la vida de los ciudadanos, sin duda, que lo pagan, de entrada, cuando llenan el depósito de gasolina.

Por tanto, hemos adoptado distintas medidas que voy a pasar a exponerles brevemente a continuación. Algunas son ejecutivas y otras son más de carácter de trabajo.

La primera es que hemos acordado que vamos a reducir la velocidad máxima en las autovías y autopistas en España desde 120 kilómetros/hora, que es la actual, a 110 kilómetros/hora. Repito, vamos a reducir la velocidad máxima de 120 a 110. ¿Por qué lo hacemos? Para ahorrar petróleo, para ahorrar gasolina. Para que se hagan una idea, esta reducción supone un 15 por 100 en gasolina y un 11 por 100 en gasóleo; es decir, si alguien recorre 100 kilómetros, en lugar de a 120, a 110, gasta un 15 por 100 menos de gasolina y un 11 por 100 menos de gasóleo.

Por tanto, estamos hablando de una medida que yo entiendo que tiene sus repercusiones. Vamos a ir más despacio y, a cambio de eso, vamos a consumir menos gasolina y, por tanto, vamos a ir también pagando menos dinero. Menos consumo de gasolina y más barato el transporte; eso sí, vamos a ir un poco más despacio.

Ésta es una medida que pondremos en marcha exactamente el día 7 de marzo; es decir, este viernes que viene publicaremos las correspondientes normas, que son de distingo rango. Vale para todas las autovías y autopistas de España, con independencia de que su titularidad sea del Estado o de las Comunidades Autónomas. Y, lógicamente, lleva aparejado un conjunto de cambios, de entrada en la señalización, que tendremos que acometer con urgencia.

Ya les digo que eso también supone un cambio en las multas, todo esto que todos los conductores conocen; no en el carné por puntos. Ahí no vamos a hacer ninguna modificación, porque entendemos que no tiene que ver con la seguridad vial propiamente dicha, sino con el consumo y el ahorro energético. Desde esa perspectiva, entendemos que no debe haber una modificación en el carné por puntos, que es un instrumento esencialmente pensado para la seguridad vial.

Tendrá carácter transitorio, lógicamente, pero lo que no podemos es decir cuándo se va a quitar esta medida, puesto que no sabemos cuánto va a durar esta situación de emergencia en materia de petróleo.

Segunda medida, vamos a disminuir, vamos a rebajar, el precio de los billetes de Renfe; concretamente, de los billetes de media distancia y cercanías, tanto de los billetes, como de los abonos. Lo vamos reducir hasta un 5 por 100; por tanto, vamos a reducir…, o Renfe, para ser exactos, porque es Renfe quien lo hará aunque la decisión es del Consejo, Renfe reducirá el precio de los billetes de cercanías y media distancia, billetes y abonos, en un 5 por 100. No vamos a tocar las tarifas de larga distancia ni de alta velocidad. Por tanto, es cercanías y media distancia, que creo que es la terminología correcta, reduciendo un 5 por 100.

¿Qué pretendemos? Pretendemos fomentar el transporte público y, por tanto, ahorrar gasolina. Eso es lo que pretendemos: fomentar el transporte público y, por tanto, ahorrar gasolina. Es una medida de ahorro de gasolina. Ya les digo que vamos a hacer también campañas de promoción del transporte público, es decir, vamos a hacer toda una política de promoción del transporte público, que siempre es bienvenida pero que en este caso nos es absolutamente necesaria.

Por tanto, reduciremos el precio de los billetes de Renfe, en lo que es cercanías y media distancia, en un 5 por 100, tanto del billete, como del abono.

En tercer lugar, vamos a elevar al 7 por 100 el porcentaje de biodiesel en nuestras gasolinas y gasóleos, vamos a elevar al 7 por 100 el porcentaje de biocombustibles en nuestras gasolinas y en nuestros gasóleos, que en este momento está en un 5,8 por 100. ¿Qué conseguimos elevando el porcentaje de biodiesel? Lo mismo: ahorrar gasolina. Es una medida de ahorro también de gasolina y, por tanto, hemos adoptado esa medida, que también… Vamos a aumentar, por tanto, el porcentaje de biocombustibles en nuestro gasóleo y en nuestra gasolina y, lógicamente, de lo que tratamos es, sencillamente, de consumir menos productos petrolíferos. Se trata de una medida que camina en la misma dirección.

Se me olvidaba decir que la medida de Renfe también entrará en vigor el 7 de marzo. Todas las haremos entrar en vigor el mismo día, que es el 7 de marzo. Ésta, también.

Además de estas medidas, que son de ejecución inmediata, el ministro de Industria se reunirá esta semana con la Federación de Municipios y con Comunidades Autónomas. ¿Qué tratamos? Tratamos, sencillamente, de acordar con ellas, con las instituciones, con las Administraciones Públicas, un conjunto de medidas de ahorro energético, de ahorro en materia de iluminación… Medidas que no dependen de la Administración del Estado y que conviene compartir. Estamos seguros de que vamos a contar con la máxima colaboración del conjunto de las Administraciones Públicas para que el viernes que viene pudiéramos anunciar algunas otras medidas, básicamente, para ahorrar energía y para ahorrar petróleo; en definitiva, para disminuir el coste que esta crisis nos va a provocar en nuestra factura energética.

Además de eso, vamos a intensificar el seguimiento de precios y de márgenes de distribución para garantizar que se cumplen estrictamente las normas de la competencia. Por tanto, vamos a estar especialmente vigilantes en materia de precios y en materia de márgenes de distribución para asegurarnos de que se cumplen estrictamente las normas de la competencia.

Asimismo, vamos a crear con las empresas y los grandes distribuidores un grupo de trabajo, que probablemente lo liderará Economía, para seguir día a día la evolución del mundo de la energía, básicamente de los precios del petróleo, aunque no sólo, también de la distribución de gas, mientras dure la crisis y, por tanto, mientras la situación sea la que en este momento tenemos.

Creo que no me dejo nada, porque he tenido que improvisar, mientras venía para acá, las medidas; pero me parece que éstas son en síntesis, en resumen.

Como les decía, no hay riesgo ninguno de suministro, no lo prevemos; por tanto, podemos estar tranquilos en cuanto al suministro de petróleo y de gas a nuestro país. No hay riesgo de suministro, pero es evidente que tenemos una factura energética abultada, que nos ha subido la factura energética de manera sustantiva, lo que afecta, desde luego, a los ciudadanos y al conjunto del país, y que nos hemos visto obligados a tomar algunas medidas, fundamentalmente, para ahorrar energía; en definitiva, para ahorrar una parte de ese incremento de la factura energética derivado de la crisis que estamos viendo en el norte de África, fundamentalmente en Libia, pero no sólo en Libia. Tenga usted en cuenta que Egipto también exporta gas y, por tanto, no es sólo en Libia.

Eso nos ha obligado a tomar una serie de medidas de distinto tipo, algunas afectan a la velocidad en nuestras carreteras; otras, al precio del transporte público, que queremos fomentar, y otras, al biodiesel y las gasolinas para justamente permitir que haya más biocombustible y, por tanto, menos derivado petrolífero. En conjunto, medidas que tratar de ahorrar petróleo y gas; en definitiva, disminuir este crecimiento de nuestra factura energética, que, repito, se ha producido en estos días y que no prevemos que en los próximos días vaya a bajar.

Creo que esto es todo y, como siempre, me pongo a su disposición para aquello que quieran plantearme.