Convenio para la construcción de dos buques de acción marítima

El Consejo de Ministros ha autorizado al Ministerio de Industria, Energía y Turismo la suscripción de un convenio de colaboración con la empresa Navantia relativo a la prefinanciación del programa de construcción de dos buques de acción marítima (BAM).

Dicho programa se enmarca en el Acuerdo suscrito en 1996 por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el Ministerio de Defensa para los programas especiales de armamento. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo financiará a la empresa Navantia la construcción de los dos buques de acción marítima oceánicos mediante anticipos reembolsables a interés cero. El importe total de la financiación asciende a 333.480.000 euros, repartidos en diferentes cantidades desde el año 2014 hasta el año 2019. Esta cifra coincide con la cantidad autorizada por el Consejo de Ministros al Ministerio de Defensa para la adquisición de dos BAM.

Fuerza de Acción Marítima Oceánica

El objetivo del Programa BAM es constituir una Fuerza de Acción Marítima Oceánica para la Armada Española mediante buques diseñados a partir de una plataforma fiable, de bajo coste de sostenimiento, plantilla reducida y gran capacidad de permanencia en el mar.

Una primera fase del programa fue pre-financiada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en el período 2006/2012 con un aporte a Navantia de préstamos sin interés por valor de 294 millones de euros y fue concluida en 2012 con la entrega a la Armada por Navantia de las cuatro unidades contratadas.

Impactos del proyecto

La nueva fase del programa que ahora se inicia, presenta un elevado interés e impacto industrial y que justifica su financiación por parte del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

La construcción de los nuevos buques incorporará novedades tecnológicas que serán realizados por Navantia y por la red de empresas que como colaboradores o subcontratistas participan en el desarrollo y suministro de equipos y sistemas para los buques.

La construcción de estos dos buques tiene, asimismo, un considerable impacto industrial. La actividad de Navantia repercute favorablemente con un efecto de arrastre sobre la actividad y el empleo que es debido al carácter de industria de integración que tiene el sector de construcción naval. Ello implica que, para llevar a cabo su actividad, Navantia realiza demandas de consumos intermedios, equipos y de empleo a múltiples sectores de la economía española, por una cantidad muy elevada respecto a la facturación directa de cada proyecto que Navantia lleva a cabo.

Igualmente, la construcción de estos buques contribuirá a la apertura de mercados para la exportación al tratarse de un tipo de buque muy demandado en el mercado internacional.