Intervención de Miquel Iceta

15.2.2022

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Muchas gracias, ministra.

Lo ha dicho la ministra portavoz. Hoy es un día importante para la cultura y para nuestro país, porque el Consejo de Ministros acaba de aprobar el anteproyecto de Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual. Como la ministra ha señalado, era un compromiso también comprometido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Es un texto que debo decirles que lo propone el Ministerio de Cultura y Deporte, conjuntamente con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.

Hemos recogido las aportaciones de muchos departamentos, que quiero agradecer, y a partir de ahora se inicia un trámite de audiencia pública y también de conversaciones muy activas con representantes del sector. Nuestra idea es que, acabada la audiencia pública, ha acabado ese proceso de diálogo, someter en segunda vuelta al Consejo de Ministros este proyecto, para que pueda iniciarse lo antes posible su tramitación parlamentaria.

Debo decirles también que es una ley que hemos elaborado en paralelo a la Ley de Comunicación Audiovisual y, por lo tanto, hemos sacado ventaja de regular un sector amplísimo, del cual el cine, y el cine español, es una parte.

¿Por qué hemos decidido proponer una nueva Ley del Cine?

Bueno, han pasado 15 años de la anterior. Si se mira en términos históricos, no es tanto tiempo, pero es verdad que es un periodo en el que se han producido importantísimos cambios en el mundo audiovisual y digital y, por lo tanto, desde el sector hacía tiempo que se nos pedía un esfuerzo de adaptación de nuestras normas a esa nueva realidad.

Qué hemos intentado, en eso que se llama actuar sobre toda la cadena de valor del cine, que va desde las ideas, a los guiones, a los proyectos, a los contratos, a la filmación, a la exhibición y a la explotación posterior de todas las obras cinematográficas.

Es verdad que hemos intentado equilibrar los diversos intereses que inciden en la creación en esta industria cultural.

Cuando estamos hablando del cine hablamos de creación y por lo tanto de cultura, hablamos de industria, pero también de eso que hemos venido al final todos en denominar marca España. El cine nos sitúa en el mundo. Si estás en el cine, estás en el mundo. Si no estás en el cine o dejas de estarlo. El cine enseña y oculta, oculta lo que no aparece en él y, por lo tanto, nos parece que desde la constatación que hacía la ministra portavoz de que España es una potencia audiovisual, el cine se merece, se ha ganado un impulso adicional.

Hemos intentado alinear el proyecto con las políticas europeas en materia audiovisual y cinematográfica, para así, hacer ese esfuerzo de proyección del cine europeo y el respeto máximo a la obra y a la creación.

Es el mejor escaparate que tenemos, al final de mi intervención me referiré quizá un poco más a ello, pero estos días han coincidido muchas noticias que llenan a muchos de orgullo y en concreto hoy, pues yo, la verdad, mi pensamiento está en Berlín. Saben ustedes que tenemos en el Festival de Berlín películas que están a concurso, ayer, por lo que nos explican, triunfó mucho Isaki Lacuesta, con una película también sobre el terrorismo, (digo también porque como Maixabel tuvo también un éxito importante en los premios Goya) y hoy es Carla Simón, con su obra, la que nos representa a todos allí.

Intentamos, hemos cambiado el nombre de la Ley, le llamamos del Cine y de la Cultura Audiovisual para dar ese mensaje de globalidad a una industria que cada vez más es más diversa y que toca diversos aspectos de la creación. Está el cine, está la televisión, están las series, las plataformas y las propias salas de cine. Por eso hemos ampliado ya desde el nombre el alcance de esta Ley.

Hemos ampliado, a través de la Ley, lo que serán la normativa que regulan las convocatorias de ayuda al sector audiovisual. Saben ustedes que normalmente se nos pregunta por la cantidad que se destina a ayudas a la producción, pero eso no agota el esfuerzo que desde el Gobierno y desde la sociedad española se hace en favor del cine, porque aquí va a haber ayudas también a la exhibición, la proyección internacional y también la custodia y fomento y difusión del patrimonio.

Desde este punto de vista, también el patrimonio audiovisual toma esta Ley una importancia reforzada. Declaramos a la Filmoteca Española como Bien de Interés Cultural, y, además, lo hacemos con una voluntad de estrecha colaboración con las Filmotecas de las comunidades autónomas. Lo verán ustedes también en el texto de la Ley, a Ley está redactada desde un escrúpulo respeto a las competencias de las comunidades autónomas, y también, con una especial mención a las lenguas cooficiales.

Saben ustedes que desde el año 2011 no se había activado un fondo de ayudas a la producción en lenguas cooficiales, que se ha recuperado este año, con 10 millones y medio de euros, y además, la Ley consagra la existencia permanente de ese fondo, con este objetivo.

La Ley también autoobliga al Gobierno a elaborar un plan cuatrienal de Promoción de la Industria Audiovisual, por parte del Instituto del Cine y de las Artes Audiovisuales, y anualmente habrá que informar de su cumplimiento y la posibilidad, lógicamente también, de revisarlo en función de la evolución de las cosas.

Y, por último, no quiero extenderme más, creamos el Consejo Estatal de la Cinematografía y la Cultura Audiovisual, con la idea de crear un espacio en el que las administraciones, y subrayo las administraciones, no sólo el Gobierno de España, también los gobiernos autonómicos que así lo deseen, y los sectores, trabajen juntos para establecer estrategias coordinadas y acordadas.

Se habla de políticas públicas, se habla de alfabetización audiovisual, de educar en el amor al cine y se habla también de patrimonio.

Hemos intentado que la Ley pueda perdurar en el tiempo y, por lo tanto, hay muchos aspectos que tienen una regulación, por así decir, de principios de las políticas públicas, pero dejan las cosas abiertas a la reglamentación posterior y, sobre todo, al compromiso presupuestario.

Hemos intentado, les decía, fortalecer toda la cadena de valor. Hemos intentado hacer crecer a nuestro cine fuera de nuestras fronteras. Hemos intentado preservar nuestro patrimonio y hemos intentado también, a través de la Ley, fomentar el trabajo conjunto, el diálogo, la colaboración entre el sector y las administraciones.

Y acabo.

Debemos sentirnos muy orgullosos de nuestro cine. Al final las coincidencias marcan cosas, pero se nos ha unido la aprobación de este anteproyecto con la celebración de los Premios Goya, con la Berlinale y con las cuatro candidaturas a los Oscars de Hollywood.

Nuestro cine se ha ganado un respeto, un reconocimiento internacional.

A veces, debo decirles, parece que se nos aprecia más desde fuera que lo que nos apreciamos nosotros a nosotros mismos. Yo pido que la sociedad española desmienta esta afirmación en lo que pueda tener de cierto. Hemos de sentirnos orgullosos de nuestro cine y decirles ya, a todos los que participan en estas competiciones a nivel internacional, que para nosotros ya han ganado, el ser nominados, el ser aceptados como obras importantes, dignas de estudio por los jurados más exigentes del mundo, es para nosotros ya un motivo de alegría.

Y hablamos de Penélope Cruz, de Javier Bardem y de Alberto Iglesias y de Alberto Mielgo. Hablamos de Isaki Lacuesta. Hablamos de Lois, hablamos de Carla Simón y todos los que tienen detrás. Porque es verdad que los premios se dan al mejor actor, a la mejor actriz, al mejor actor de reparto, al guionista, al director, pero también hay directores de fotografía, hay gente que aguanta la cámara, hay técnicos de sonido, pero hay gente que organiza los caterings, las localizaciones…

Estamos hablando de una industria que genera empleo. Lo digo porque en algún sector siempre se intenta minimizar el papel de la cultura, diciendo "es un sector subvencionado, de cuatro privilegiados", nada más lejos de la realidad. Son nuestro orgullo y son un valor muy importante añadido, a nuestra cultura y a nuestro patrimonio.

Y permítanme que acabe con una invitación que tiene que ver también con la evolución de la pandemia.

La cultura ha demostrado que es segura y por lo tanto, recomendamos a todos a ir al cine. Seremos así, más sabios, pero sobre todo más felices.