Intervención de Irene Montero

Gracias. Muchas gracias a la ministra portavoz en primer lugar, y a quienes estáis siguiendo esta rueda de prensa.

Creo que estamos en un día histórico tras más de 15 años sin avances legislativos de este nivel, con la aprobación del matrimonio igualitario. Por fin hoy damos luz verde al inicio de la tramitación de una ley que va a permitir garantizar la igualdad real y efectiva de las personas trans y también va a garantizar una batería importante de derechos para las personas LGTBI que, como saben, actualmente están siendo vulnerados en nuestro país.

Quiero empezar haciendo un reconocimiento, lo he hecho también ante mis colegas en el Consejo de Ministros y Ministras, un reconocimiento que es sincero y que es honesto al ministro de Justicia y a su ministerio, a su equipo, por el trabajo que hemos hecho, al conjunto del Gobierno, pero particularmente a ese equipo con el que hemos negociado muchas horas durante muchos meses.

Creo que el trabajo que presentamos hoy aquí, esta ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI, es también una muestra de la fortaleza del Gobierno de coalición. Es una muestra de una forma de hacer política feminista que incluso en momentos en los que hay que negociar, en los que hay que debatir, en los que hay que tener debates profundos y que duran meses, somos capaces de dialogar y sobre todo de acordar, de cumplir con el acuerdo de coalición y de garantizar que hacemos políticas que mejoran la vida de la gente, que amplían las oportunidades de felicidad de miles de personas en nuestro país y por tanto, esta ley, de la cual son protagonistas fundamentalmente las personas trans y las personas LGTBI, los colectivos que han impulsado la conquista de estos derechos, creo que también es una muestra de la fortaleza de un Gobierno que es aliado de esas personas y que es capaz de trabajar para llegar a acuerdos, para cumplir con el acuerdo de coalición y para hacer políticas que permiten mejorar la vida de la gente y, como les digo, garantizar su felicidad.

Esta ley, como decía la ministra portavoz, nos coloca de nuevo, a la vanguardia europea en materia de reconocimiento de los derechos de las personas LGTBI y particularmente de las personas trans, y creo que esto es especialmente importante y va en consonancia también con un trabajo que está realizando el presidente del Gobierno de liderazgo de los Derechos y Libertades y de los Derechos Humanos como base de la convivencia en Europa, en un contexto en el que en algunos países, y lo hemos visto con honda preocupación desde el Gobierno y también desde el Ministerio de Igualdad, hay un cuestionamiento profundo de los derechos de las personas LGTBI, un cuestionamiento profundo de los derechos de las personas trans y el cuestionamiento de que haya zonas en Europa que se declaran no seguras para las personas LGTBI, donde las personas LGTBI no son bienvenidas y pueden tener miedo por su integridad física o por algo tan común, corriente y necesario para la felicidad de las personas, como ir dado de la mano de tu pareja que es del mismo sexo.

Por lo tanto, en este contexto de aumento también de las agresiones LGTBI fóbicas, saben que en España estas agresiones son las segundas que más están aumentando en número después de las agresiones por motivos raciales, creo que no solamente lanzamos un mensaje contundente de defensa y protección de los derechos de todas las personas y en concreto del colectivo LGTBI y de las personas trans, sino que también lanzamos un mensaje contundente en Europa, y es que la base del proyecto europeo son precisamente los derechos humanos y la garantía de la libertad, de la dignidad y de la felicidad de todas las personas, sean quienes sean, y amen a quien amen.

El orgullo LGTBI que celebramos, se celebró ayer el Día Internacional se está celebrando durante toda esta semana, es siempre un momento de visibilización y de reivindicación, de apoyo mutuo, de construcción de comunidad para muchas personas que en muchos momentos de su vida han podido sentir que estaban solas, solos o soles y que en estos días se reivindican a sí mismas y reivindican su pertenencia, reivindican no estar solas y reivindican la necesidad de que se cumplan y garanticen todos los derechos, como ocurre con cualquier otra persona, son momentos de orgullo, de ser cada uno o cada una quién es y de amar a quien quiere amar, pero además, este orgullo hacemos historia con una ley que va a dar un paso de gigante en los derechos LGTBI, particularmente en los derechos de las personas trans, y creo que ese es un mérito que no es fundamentalmente de este Gobierno, que es un mérito de los colectivos, de las organizaciones que llevan décadas peleando estos derechos, de las personas trans, de las personas LGTBI.

Y quiero ser clara también con esto. Las protagonistas del impulso de esta ley son las personas LGTBI, particularmente las personas trans, pero también las mujeres, las feministas de este país. Esta es una ley feminista que entiende que, o llegamos todas o todas somos capaces de despegarnos de los suelos pegajosos, o todas somos capaces de eliminar todas las discriminaciones a las que estamos sometidas, o no llegará ninguna, o dará igual que una sola rompa los techos de cristal. Por tanto, también hay miles de mujeres feministas en nuestro país, entre las que me incluyo, que no solamente sabemos que si no llegamos todas no llega a ninguna, sino que estamos convencidas de que siempre que en un país se garantizan los derechos humanos, eso nos hace una sociedad mejor, más libre y más feminista como sociedad y, por tanto, mejor para todos y para todas.

Esta ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans reconoce, como saben, el derecho a la libre determinación de la identidad de género. Por fin acometemos ese proceso de despatologización en consonancia con los organismos internacionales y también con las instancias europeas que nos invitan a todos los países a garantizar la libre determinación de la identidad de género como único mecanismo capaz de garantizar los derechos humanos de las personas trans. Por tanto, intuyo que el ministro después, intuyo no, sé, que el ministro después dará buena cuenta de ello mediante un sistema de doble comparecencia, sin testigos, sin ningún otro medio de prueba, las personas trans podrán ser reconocidas por las administraciones por lo que son y como son.

Reconocemos, por tanto, el derecho a la libre determinación de la identidad de género. Acometemos la patologización, es decir, las personas trans ya no van a ser consideradas enfermas en nuestro país y no se les va a exigir ningún tipo de informe psiquiátrico, ningún tipo de informe médico que acredite que están enfermas para ser reconocidas, y reconocemos también el derecho de los niños, de las niñas, de los niñes a ser escuchados. Es algo en lo que ya hemos avanzado mucho con la Ley de Infancia, que acaba de entrar en vigor hace poquitos días, pero creo que también en este ámbito damos un paso de gigante en el reconocimiento de los derechos de los niños y de las niñas y los adolescentes en nuestro país.

Además, y aunque no ha sido, digamos, tan conocido como bien saben, esta ley trans incorpora también derechos LGTBI, una batería importante de derechos de forma integral. Eso quiere decir que incorporamos medidas de acción positiva para hacer frente a las discriminaciones que con más frecuencia las personas LGTBI sufren en los principales ámbitos en los que sufren esas discriminaciones, en el empleo, en la salud, en la educación. Por tanto, una ley integral que tiene, incorpora, medidas en todos los ámbitos en los que se sufren discriminaciones por parte del colectivo LGTBI.

Les detallo algunas de las medidas que consideramos que son más importantes en este aspecto.

En primer lugar, como saben, las mujeres lesbianas, bisexuales y mujeres sin pareja tendrán de nuevo derecho y acceso a las técnicas de reproducción asistida. También las personas trans con capacidad de gestar.

En segundo lugar, la afiliación de los hijos e hijas de las mujeres lesbianas y bisexuales, saben que hasta ahora las mujeres lesbianas o bisexuales que tienen hijos, hijas, si no están casadas, no se les reconoce a las dos como madres de esas criaturas. A partir de ahora será así, aunque no estén casadas.

La prohibición de las terapias de conversión, saben que desgraciadamente se siguen produciendo en nuestro país terapias de conversión. Es una gravísima vulneración de los derechos humanos. Ha sido calificado por diferentes organismos internacionales como trato inhumano y degradante, como tortura y por tanto, era muy importante que esta ley reconociese y prohibiese las terapias de conversión, por tanto, reconozca el derecho de ser cada cual quien quiere ser y de tener cada cual su orientación sexual, su identidad de género, su expresión de género, sus características sexuales, sin que por ello vayan a ser sometidos a terapias de conversión que, como les digo, quedarían prohibidas.

Legislamos por primera vez los derechos fundamentales de las personas intersexuales y establecemos un régimen de infracciones y sanciones, saben que esto forma parte del derecho antidiscriminatorio español, precisamente para hacer frente a esas discriminaciones en diversos ámbitos, en el acceso a la vivienda, en la salud, la relación con cualquier organismo o entidad pública. Las discriminaciones, como digo que las personas LGTBI pueden sufrir por el hecho de serlo, por su orientación sexual, por su identidad de género, por sus características sexuales o por su expresión de género.

Concluyo con un mensaje que creo que es, en definitiva, y más allá del texto de la ley, de los derechos que se recogen, es el mensaje que como Gobierno queremos mandarles a las personas trans y a las personas LGTBI. Y es que no están solas. No solamente no están solas, no solamente tienen a su lado gente que les quiere, tienen también gente a su lado que no les conoce de nada y a las que ellos, ellas o elles no conocen de nada, pero que están ahí empujando para la garantía de sus derechos. Tienen también un Gobierno aliado para convertir en políticas públicas, en este caso, para convertir en ley todos los derechos que a día de hoy pueden ver vulnerados, y, al final, como les decía, creo que esta es de las leyes, de los logros del Gobierno de España, que quizá con más claridad demuestran que este Gobierno trabaja para la felicidad de las personas, trabaja para hacer que las vidas de las personas sean todas dignas de ser vividas y trabaja, como les decía antes, para ampliar las oportunidades de felicidad de todas las personas.