Intervención de Teresa Ribera

14.12.2021

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Gracias, vicepresidenta. Es el turno de las renovables.

Sra. Ribera.- Pues muchísimas, muchísimas gracias y buenas tardes.

Un primer minuto dedicado a uno de los acuerdos a los que he aludido la ministra portavoz, y es el acuerdo que hemos adoptado hoy en el Consejo de Ministros para autorizar la propuesta de distribución territorial para la ejecución de créditos a favor de las comunidades autónomas, financiando actuaciones en el marco de conservación y restauración de ecosistemas y diversidad, por un importe de 226 millones de euros en el ejercicio 2021, que permitirá que las comunidades autónomas puedan dedicar recursos a algo complejo pero importante, como es la restauración de ecosistemas. Ha sido una lista de proyectos trabajadas con todas las comunidades autónomas y que incorpora medidas, iniciativas muy diferentes en todo el territorio.

Pero quizá el acuerdo que sea más rompedor, más innovador en este Consejo de Ministros ha sido la adopción del PERTE dedicado a las energías renovables, el hidrógeno verde y el almacenamiento. El ministerio, indicando, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, vinculando a mis primeros comentarios, a la presentación que ha hecho la vicepresidenta primera con respecto a la aplicación, a la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, tenía programado ejecutar 7100 millones de euros hasta el 31 de diciembre de 2021 y lo cierto es que ejecutaremos el 95% de estos recursos, 6743 millones, 5190 de los cuales han sido destinados a energía, es decir, una cantidad importantísima, yo diría nunca visto en tan poco tiempo y en un ámbito tan estratégico y con medidas enormemente diferentes, medidas capilares, medidas renovadoras, medidas que impulsan la eficiencia, la penetración de renovables, también la innovación. De estos 5190 millones de euros, 3500 han sido transferidos a las comunidades autónomas, 1690 son gestión centralizada por parte del Estado.

Es importante dedicar recursos a esta transformación de nuestro sistema energético y es particularmente importante cuando observamos la enorme volatilidad de los precios de la energía. En este momento sabemos que la mejor receta es, precisamente, acelerar la transformación de nuestro sistema impulsando, decía, ahorro y eficiencia, renovables y electrificación.

¿Por qué? Porque necesitamos reducir nuestra dependencia del exterior en materia de combustibles, en algo que sabemos puede ser enormemente volátil todavía durante mucho tiempo, pero al mismo tiempo, sabemos que la completa descarbonización de nuestra economía no solamente debe aprovechar la totalidad de los recursos y tecnologías de los que disponemos hoy, sino que debe también impulsar la inversión, la anticipación, la consolidación de ecosistemas que nos permitan disponer de las respuestas que necesitaremos mañana y pasado mañana.

Y es a esto a lo que se dedica este PERTE. Queremos reducir la dependencia del exterior, pero no queremos incrementar la dependencia tecnológica, al contrario, queremos consolidar nuestras propias capacidades en línea con lo que la Unión Europea ha definido la autonomía estratégica. Como no, el campo de la energía, las tecnologías, los bienes de equipo dedicados a esta transformación deben ser también un motor de innovación, de generación de empleo, de generación de industria en nuestro país.

Y esto es a lo que nos hemos dedicado los últimos 2 años, a analizar, a entender, a compartir con los distintos actores sociales, económicos, académicos, inversores, cuáles eran las grandes líneas maestras de nuestro potencial y de nuestra capacidad, hasta qué punto un entendimiento correcto de nuestro mapa de opciones con arreglo a nuestro mapa de necesidades, para el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima en línea con los objetivos europeos, podía ser una gran oportunidad para este país y desde luego, un destino prioritario de esos recursos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Los últimos dos años hemos hecho, lo ha señalado la vicepresidenta primera, varias llamadas a hacer manifestaciones de interés en ámbitos ligados a este campo y hemos aprobado 3 hojas de ruta, una dedicada al hidrógeno verde en octubre 2020, otra al almacenamiento en febrero 2021 y la semana pasada a las energías marinas.

Esto nos ofrece un mapa compatible, congruente con la decisión europea sobre nuestra potencialidad, pero también sobre nuestras capacidades, las enormes capacidades de las que disponemos desde el punto de vista industrial, de conocimiento, de profesionalidad y de interés estratégico, empresarial e inversor.

Fíjense que el interés por la inversión en España en energías renovables no ha dejado de crecer. Este año 2021 se han destinado de fondos soberanos esencialmente, pero no solo, a invertir en activos en energía en España más de 25 mil millones de euros, convirtiéndolo en año récord, que supera ligeramente el récord anterior, que fue el año 2020, en el que se destinaron 23,1 mil millones de euros, colocándonos dentro del top ten de los grandes destinos en materia de inversión en energías renovables frente a la posición número 27 que ocupábamos en el año 2017.

Por tanto, es imprescindible que esta orientación, esta ordenación sobre cómo aprovechar nuestras capacidades de la manera más inteligente y provechosa para nuestro país cuente con un marco operativo, con una guía clara para decisores, para inversores, para desarrolladores en este ámbito.

¿Cuáles son, por tanto, los objetivos de este PERTE, al que hemos llamado ERHA energías renovables, hidrógeno y almacenamiento? Pues, en primer lugar, consolidar e incrementar nuestra posición como referente tecnológico en la producción y el aprovechamiento de hidrógeno y aportar, al menos, el 10% del objetivo de hidrógeno renovable establecido en la estrategia europea, frente a los 40 gigavatios marcados en la estrategia europea, 4 creemos que pueden proceder de España.

Desarrollar un sector propio de almacenamiento energético, facilitando la flexibilidad de nuestro sistema. Un país que aspira a ser 100% renovable no necesita duplicar su capacidad instalada con plantas que quemen combustibles fósiles, pero sí impulsar las capacidades de almacenamiento, consolidar las cadenas de valor de energías renovables, en las que ya somos líderes y adentrarnos en aquellas que ofrecen una posición prometedora, buscar el crecimiento de las energías marinas y trabajar también en innovación social y en aprovechamiento para las PYMEs, para las pequeñas empresas, tanto en componentes, como en soluciones innovadoras, desde el punto de vista de la gestión.

Nuestro PERTE, que presentamos hoy, está estructurado en 4 grandes bloques, medidas transformadoras, medidas facilitadoras, sistemas de seguimiento y un sello que comentaré más tarde.

Sabemos que tenemos que trabajar en 3 etapas distintas, etapas, en primer lugar asociadas a la I+D+i, es decir, consolidar esas posiciones de innovación tecnológica que nos permitan, segunda fase, facilitar las capacidades, el trabajar en las capacidades industriales, en las capacidades de fabricación, en las capacidades de generación de nuevos modelos de negocio, para poder llegar, en una tercera etapa, al despliegue a escala comercial y de proyectos demostrativos.

Estas 25 medidas transformadoras, repartidas en estas 3 grandes fases, se ven complementada con lo que hemos calificado como medidas facilitadoras, es decir, el poder ir construyendo las capacidades profesionales, las capacidades educativas, que permitan que aprovechemos todos esos recursos para la generación de empleo y el despliegue de todas las herramientas orientadas o diseñadas en este PERTE para el impulso de la transformación de nuestro sistema energético.

Y señalaba que además de esto, hemos creado, proponemos la creación de un sello específico, Energía Next Gen. Sabemos que hay muchos proyectos en muchos actores distintos, que pretenden combinar distintas medidas asociadas al nuevo modelo energético, electrificado sus flotas, impulsando la eficiencia, aprovechando nuevos recursos como el hidrógeno, constituyéndose, por tanto, en un polo de innovación completa dentro de la transformación del sistema energético.

En este formato, nuestra intención es movilizar hasta 16 mil millones de euros, 3585 millones de euros de inversión pública en las medidas transformadoras, que vienen acompañadas de más de 5300 millones de euros de inversión privada, más de 3300 millones de euros en medidas facilitadoras, que vienen acompañadas de más de 4 mil millones de euros de inversión privada.

La estimación es que puede crear 280 mil empleos, alrededor de 95 mil empleos directos e indirectos asociados al hidrógeno, al almacenamiento y a las energías renovables, alrededor de 41 mil puestos de trabajo inducidos como consecuencia de los programas que se activan, que se movilizan en este marco.

De todo ello creemos que es posible deducir un paquete muy importante de instrumentos, de convocatorias, que queremos empezar a presentar tan pronto como la semana que viene.

Todo el esquema de trabajo, de las medidas que aparecen recogidas en el PERTE, se basan sobre la premisa de convocatoria sin concurrencia competitiva.

Las 4 primeras de las mismas, como digo, con la intención de poder ser convocadas la semana que viene y ser resueltas en el año 2022, en el primer trimestre del año 2022.

Un apoyo económico que pensamos será determinante y que empezará, como decía, con el impulso de la cadena de valor del hidrógeno renovable, la identificación de proyectos pioneros, donde la producción de hidrógeno esté próxima al consumidor final, ya sea en los sectores industriales, como la fabricación de fertilizantes, o de acero renovable, los proyectos de I+D en almacenamiento energético, es decir, como dar una dimensión distinta, como ensayar con las distintas tecnologías de almacenamiento, soluciones que van más allá de las plenamente comercializable ya, o proyectos piloto, con gran componente de innovación social, como puedan ser las comunidades energéticas locales.

Creemos que con esto marcamos una senda clara sobre cuáles son las líneas más importantes que pueden servir como guía para inversores, para desarrolladores industriales, pero sin duda alguna, también, para consolidar esa gran transformación marcada en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que nos permita llegar a la plena descarbonización de nuestra economía a más tardar en el año 2050. Muchas gracias.