Hoy, como ya ha señalado la ministra portavoz, hemos adoptado el proyecto de Ley de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes, más conocido como el proyecto de Ley de Startups.
Forma parte de un conjunto de medidas, un conjunto de reformas e inversiones también, para impulsar el emprendimiento en España y para impulsar también el cambio de la estructura productiva del país, pensando sobre todo en las generaciones más jóvenes.
Y es que, un ecosistema emprendedor, exitoso, requiere de un entorno regulatorio que sea atractivo, que favorezca el clima de negocios, que facilite la inversión, la oriente hacia las prioridades estratégicas, que impulse, atraiga y retenga el talento.
Y en este contexto, las startups son la base de la nueva economía digital. Son empresas que generan puestos de trabajo altamente cualificados, y que tienen el potencial de crecer y escalar de forma exponencial, precisamente gracias a su naturaleza digital.
Son empresas que tienen características específicas y que requieren por ello un enfoque regulatorio propio. Presentan mayores riesgos que otras actividades empresariales tradicionales, por su gran contenido innovador. Suelen adolecer de falta de financiación en las fases iniciales, y eso limita, en particular, su capacidad para captar y retener a los trabajadores de alto valor añadido en esas fases iniciales.
Pues bien, con este proyecto de ley que ahora remitimos a las Cortes, España se pone a la vanguardia en el impulso a un ecosistema de emprendimiento innovador, pensando muy especialmente en la generación de oportunidades para los jóvenes y también pensando en la atracción de inversión y talento.
Con este proyecto, de hecho, España se va a situar entre los países más atractivos para la creación de startups, con beneficios particularmente potentes en cuanto al tratamiento de las stock options y la atracción y repatriación de trabajadores de alto valor añadido.
En primer lugar, el proyecto de ley introduce la definición de startup y determina el mecanismo para conseguir tal acreditación.
Se trata de aquellas empresas que sean innovadoras, de nueva creación, o con una antigüedad de hasta 5 años, en general, 7 años en el caso de empresas de biotecnología, energía e industriales, que tengan su sede social, establecimiento permanente y la mayoría del empleo en España, que no hayan distribuido dividendos, no sean cotizadas y tengan ingresos de hasta 5 millones de euros.
La Empresa Nacional de Innovación Sociedad Anónima, ENISA, dependiente del Ministerio de Industria, actuará a modo de ventanilla única para la acreditación de las empresas que cumplan con los requisitos para hacer startups y, por tanto, contar o poder acceder a los beneficios establecidos por esta ley.
El proyecto de ley contempla también el emprendimiento en serie, cubriendo hasta 3 experiencias de emprendimiento de una misma persona.
En segundo lugar, el proyecto de ley prevé un régimen fiscal muy favorable tanto para las startups y sus inversores, como para los trabajadores.
Para las empresas e inversores se reduce el tipo impositivo en el impuesto de sociedades y el impuesto sobre la renta de no residentes. Se permite el aplazamiento de la deuda tributaria sin garantías ni intereses de demora. Se elimina la obligación de efectuar pagos fraccionados, se eleva la base máxima de deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación de 60 mil a 100 mil euros anuales. El tipo de deducción que pasa del 30 al 50%, así como el periodo en el que la empresa se considera de reciente creación.
También se mejora el tratamiento del sistema especial de remuneración para los gestores de fondos de capital riesgo que invierten en startups, lo que se conoce como 'carried interest'.
Para los trabajadores, el proyecto de ley mejora el tratamiento de las formas de remuneración basadas en opciones sobre acciones de la propia compañía, lo que se conoce como las stock options, elevando el importe de la exención de tributación de 12 a 50 mil euros y retrasando la tributación al momento en el que se produce, lo que se conoce como un evento de liquidez, con un máximo de 10 años. Este evento se relacionaría con la existencia de liquidez para los títulos de la compañía, bien sea por su cotización en bolsa, su emisión, la existencia de un inversor dispuesto a comprarlas, etc.
En paralelo, el proyecto de ley también flexibilizar las condiciones para la adquisición de auto cartera, para que las empresas puedan emitir estos títulos y ejecutar así el plan especial de retribuciones.
El proyecto también elimina la doble cotización a la Seguridad Social, durante 3 años, para aquellos emprendedores que sigan manteniendo un empleo por cuenta ajena.
En tercer lugar, el proyecto de ley reduce los trámites y los costes administrativos para la creación de una startup. Se eliminan los aranceles notariales y registrales cuando se trate de empresas que se crean acogiéndose a los estatutos tipo y por vía electrónica. Se prevé la constitución de una empresa mediante un documento único electrónico, la inscripción en el Registro Mercantil en 6 horas, si se utilizan estos estatutos tipo y 5 días hábiles en el resto de casos. Se elimina el requisito de obtener el número de identificación de extranjeros para los inversores no residentes, valiéndose para ello, simplemente, el número de identificación fiscal y durante los 3 primeros años se exime a la startup de la causa de disolución por pérdidas relacionadas o que generen un desequilibrio patrimonial, puesto que este desequilibrio es una de las características inherentes a la condición de startup.
En cuarto lugar, el proyecto establece un procedimiento especial, más favorable, más ágil para obtener el visado y la residencia por razones de teletrabajo y trabajadores altamente cualificados, pudiendo también acogerse al régimen previsto para el impuesto sobre la renta de no residentes durante hasta 5 años. Este régimen favorable se extiende también a los españoles que hayan sido no residentes en España durante al menos 5 años. Se trata de medidas importantes para la atracción a nuestro país de lo que se conoce como los nómadas digitales, un género de trabajadores con teletrabajo que está en expansión.
Y finalmente, en quinto lugar, el proyecto de ley configura un tratamiento especial, más favorable, de las relaciones entre los emprendedores y las administraciones públicas, facilitando la creación de espacios de pruebas controlados, lo que se conoce como sandboxes, fomentando la participación de startups, especialmente aquellas instaladas en zonas poco pobladas de nuestro territorio en los casos de compra pública innovadora, impulsando la colaboración público privada, por ejemplo, entre startups y universidades, también los fondos de coinversión, emplazando a los puntos de atención al emprendedor y la Oficina Nacional de Emprendimiento para servir también como portales, como ventanillas de información y acceso a las ayudas públicas, y creando un foro de diálogo permanente con el sector para seguir mejorando el impulso al emprendimiento en nuestro país.
En conclusión, como ven, estamos trabajando intensamente para cumplir, como decía la ministra portavoz, con los hitos marcados por el Plan de Recuperación y en concreto, aquellas reformas estructurales que son fundamentales para impulsar la actividad económica y la creación de empleo, para mejorar el clima de negocios y sobre todo, para lograr la modernización de nuestra economía, para tener una recuperación justa, en definitiva, para seguir construyendo un país mejor, pensando sobre todo en los jóvenes.
El proyecto de Ley de Startups se suma a una serie de inversiones y reformas orientadas a hacer de España uno de los países más competitivos, un país especialmente atractivo desde el punto de vista de la inversión y del talento. Iniciativas y proyectos como el Fondo Next-Tech, de hasta 4 mil millones de euros para el escalar, para aumentar el tamaño de estas startups de tecnologías disruptivas. El programa de ayudas, gestionado por el ENISA para apoyar y financiar en sus primeras fases el emprendimiento liderado por mujeres. El proyecto de Ley Crea y Crece, que aprobamos y anunciamos aquí mismo hace diez días, con importantes medidas para facilitar la creación de empresas, su crecimiento y luchar contra la morosidad y finalmente, el proyecto de Ley de Reforma Concursal que espero podamos aprobar también, cuyo proyecto espero podamos aprobar en las próximas semanas.
Así que se trata de una reforma importante que se suma a las que venimos desgranando semana tras semana y que nos permitirán impulsar una recuperación económica fuerte, sostenida, sostenible y justa.