Intervención de Maria Luisa Carcedo

La Moncloa, Madrid

Sra. Carcedo.- Muchas gracias. Buenos días. Como venimos afirmando reiteradamente, España tiene una asignatura pendiente con la infancia. Por eso, este Gobierno continúa adoptando medidas de protección de la infancia y que sitúen a los niños, niñas y adolescentes en el centro de la acción política.

Este que hoy informamos es un asunto más, hoy hemos tratado en el Consejo de Ministros el Programa VECA, la renovación para el ejercicio 2019 para este verano del Programa VECA. Como saben, el objetivo de este programa es ofrecer a los mayores, a los menores en la etapa estival una garantía de alimentación sana y equilibrada y ofrecerles, también, la posibilidad de participar en actividades de ocio, en actividades culturales. En definitiva, actividades que también significan una formación para ellos en la etapa del verano porque el objetivo de este programa es combatir las desventajas sociales que durante estos meses de verano los niños en situación vulnerable acumulan en esta etapa crítica para esas posibles desventajas que su situación les proporciona.

Para el Gobierno la protección de la infancia y la lucha contra la pobreza infantil ha venido siendo una política de Estado. Por eso, una de las primeras decisiones del presidente ha sido la creación del Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil, y como primera medida de este Alto Comisionado en verano, en 2018, ha sido la elaboración del programa VECA destinado a situar a la infancia en situación vulnerable en unas condiciones que no le supongan ese acúmulo de desventajas.

La asignación del programa VECA para este verano 2019, hemos querido que se triplique la cuantía inicial que este programa tenía destinado en el verano del 2018, se ha duplicado, se ha destinado 10 millones de euros --en números redondos 10,4 millones de euros-- y en este ejercicio, para 2019, pretendemos destinar 15 millones de euros. Se pretende con ello incrementar el número de niños a los que lleguen estas actividades y pretendemos que se alcance una cifra de 100.000 niños en situación de necesidad y que triplique la cuantía a los que se venía destinando con anterioridad.

Para que podamos vivir, en definitiva, en una democracia que podamos calificarla de calidad es necesario que todos los niños y niñas tengan las mismas oportunidades y para ello es necesario poner en marcha medidas que rompan ese círculo de las desventajas en los que se sitúan los niños en situaciones más vulnerables. Según la Encuesta de Condiciones de Vida, aproximadamente un 5% de la población se encuentra en situación de carencia material severa, pero si agregamos la población y consideramos la infancia esta cifra se incrementa y se sitúa en algo más del 6%.

Muchos de estos niños sufren malnutrición y esto significa que no tienen una alimentación ni saludable ni equilibrada. Si analizamos uno de los indicadores que se miden podemos comprobar que los niños que viven en familias con mayores niveles económicos, aproximadamente 7, cerca de 7 de cada 10 niños comen fruta a diario, pero si analizamos los niños que viven en familias con menos nivel económico se reduce, aproximadamente, a 5 de cada 10. Esto quiere decir que estos niños sufren mayores riesgos de obesidad y, como consecuencia, de padecer enfermedades relacionadas con la obesidad, como consecuencia de la obesidad. El 20%, aproximadamente, de los niños que viven en familias con menos recursos consumen tres veces más a la semana alimentos procesados frente al 9% de las familias de los que viven en familias con mayores recursos. Quiero decir que esta alimentación poco saludable afecta de forma decisiva a su salud en forma directa ya de obesidad que está siendo uno de los problemas de salud pública más importantes del mundo desarrollado y, también, de los países en desarrollo y que nuestro país tiene una significación especial.

Además, las familias en situación de vulnerabilidad carecen de recursos para costear actividades de ocio o culturales en los meses de verano. Casi 400.000 menores que viven en familias con carencia material severa no pueden permitirse ni siquiera una semana de vacaciones. Tras las vacaciones del verano está comprobado, disponemos de evidencias suficientes para comprobar que los niños que viven en estas familias acumulan un deterioro de habilidades y de conocimientos a lo largo del verano en lo que se ha dado en llamar el "olvido veraniego" y se incorporan al curso escolar siguiente en una situación de franca desventaja. Eso es lo que pretendemos evitar, tanto los temas relacionados con una alimentación saludable al carecer o al suspenderse los comedores escolares y, también, al permitirles estas actividades culturales y de ocio. De ahí que sea tan importante la renovación del programa VECA y que se refuercen estas actividades escolares de ocio educativo que llevan funcionando ya durante años, durante varios años en los últimos años a iniciativa de Comunidades Autónomas y de Ayuntamientos, y que con este programa desde la Administración General del Estado queremos focalizar en estas medidas y producir un impulso importante para que alcance a todos los niños que se encuentran en esta situación.

En la práctica, el programa pretende asumir los costes de las plazas que estos niños y niñas pueden disfrutar en este tipo de actividades sin que ello suponga ningún riesgo de estigma ni de segregación para que puedan participar en estas actividades; es decir, que este programa les proporcionaría la VECA para que puedan participar en actividades que se realicen por todos los niños independientemente de su nivel económico y social.

Pretendemos que estas ayudas se dirijan a proporcionar desayuno, a proporcionar la comida de mediodía, también, eventualmente, la bolsa para la cena en caso en los que se considere necesario y, también, asegurarles actividades de ocio educativo en términos generales y que puede suponer cualquier tipo de actividad.

En definitiva, el objetivo del plan es ir rompiendo el círculo de las desventajas que rodean a los menores que viven en situación de necesidad y en riesgo de exclusión, y este programa forma parte de un conjunto de medidas que el Gobierno ha puesto en marcha y que como recordarán una muy importante es el incremento de las prestaciones por hijo a cargo destinadas a las familias con menos renta y que ha supuesto un incremento de los que existían, 291 euros por hijo a cargo anuales, y que en el caso de las familias vulnerables alcanza casi 600, 588 euros al año.

Ahora el Gobierno vuelve a poner en marcha este programa como un ejemplo más de las medidas de diversos sectores que ponemos en marcha destinadas a romper ese círculo de las desventajas de los niños en esta situación más vulnerable o con riesgo de acumular desventajas a lo largo de su vida y, por tanto, como les decía, --resumo el VECA-- lo que pretende es incrementar la cuantía que se destina a 5 millones, por tanto, situaría el montante del programa en 15 millones para este verano y continuar incrementando el número de niños a los que puede llegar que pretendemos en este verano alcance cerca de los 100.000 niños beneficiarios de este programa. En definitiva, medidas para continuar reforzando la justicia social el Estado de bienestar en nuestro país.