Intervención de Grande-Marlaska

20.9.2019

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Muchas gracias, ministra portavoz, buenos días.

Efectivamente, tal y como ha dicho la ministra portavoz, el Consejo de Ministros y Ministras ha aprobado un Real Decreto-ley que recoge medidas extraordinarias de diversa índole y que suponen más de 774 millones de euros para zonas afectadas por diversas catástrofes naturales producidas en los últimos meses. Quiero resaltar, también, que más de la mitad, 9 de los 17 departamentos ministeriales que conforman el Gobierno de España, han aunado esfuerzos para restablecer la normalidad en las zonas afectadas y recuperar el bienestar de nuestros ciudadanos. Ello, evidentemente, con la cooperación del conjunto de departamentos ministeriales del resto.

Como digo, son medidas excepcionales porque las circunstancias, como todos sabemos, también lo son. Les decía el viernes pasado en esta misma sala que España, y hay que reiterarlo, cuenta con un sistema bien preparado para atender las emergencias. En las situaciones más dramáticas el Estado tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de sus ciudadanos y así lo hace.
El pasado mes de abril, también les decía pero conviene recordarlo, el Gobierno aprobó la primera Estrategia Nacional de Protección Civil, que es uno de los hitos más importantes en el desarrollo de la Protección Civil en nuestro país. Esta estrategia fija en líneas generales una serie de actuaciones en todas las fases de la gestión de las catástrofes y emergencias: anticipación, prevención, intervención, respuesta y recuperación. Además, por primera vez se ha tenido en cuenta el impacto para la Protección Civil de factores como el cambio climático, la ordenación del territorio y la vulnerabilidad social ante las emergencias.

La gestión de riesgos implica acciones coordinadas en el conjunto de las Administraciones Públicas: Administración General del Estado, Comunidades Autónomas y Administración Local. Como es de todos conocido, el pasado 9 de septiembre, una depresión aislada en niveles altos --la conocida Dana o gota fría-- alcanzó nuestro país y se fue desplazando hacia el sureste peninsular. Este fenómeno meteorológico, caracterizado por desencadenar lluvias muy fuertes a su paso, encontró su punto álgido los días 12, 13 y 14 de septiembre afectando gravemente a extensas zonas de la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Castilla-La Mancha, y Andalucía; y en días posteriores a zonas del sur de la Comunidad de Madrid, como bien sabemos.
Las lluvias, tal y como ha dicho la ministra portavoz, han superado las cifras de los últimos 140 años, llegando a acumularse en algunas zonas 486 litros por metro cuadrado, y han sido de excepcional virulencia. Las graves inundaciones en zonas pobladas derivadas de los desbordamientos, así como de la persistencia del fenómeno, han provocado una situación excepcional de daños de todo tipo y en la que, lamentablemente, han perdido la vida 7 personas. Reitero mis condolencias y mi solidaridad junto con la de todo el Gobierno a los familiares de los fallecidos y a todas las personas afectadas.

A pesar de esta situación excepcional, la primera fase de atención a la emergencia, la anticipación preventiva --hay que recordarlo-- funcionó adecuadamente. Gracias a las predicciones --como también saben-- de la AEMET conocíamos aproximadamente la zona que podría verse afectada y por tal motivo se transmitieron las alertas con antelación, se activaron los planes de emergencia, se pusieron en marcha los canales de comunicación entre Administraciones y se reunieron los órganos de coordinación preestablecidos. Se activaron los servicios de emergencia, que tuvieron que realizar multitud de rescates, y se evacuó a miles de personas, que fueron albergadas en instalaciones municipales y atendidas por servicios sanitarios, sociales y de la Cruz Roja Española.
En la fase de respuesta inmediata el Gobierno desplegó recursos humanos y materiales sin precedentes, como la excepcionalidad de la situación. Entre ellos, miles de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la Unidad Militar de Emergencias y de las Fuerzas Armadas y personal técnico de los diferentes departamentos ministeriales implicados en la gestión de todas las emergencias. A ellos se sumaron policías locales, voluntarios de Protección Civil o Cruz Roja y de otras organizaciones que dedicaron su tiempo y su esfuerzo dando lo mejor de sí mismos para socorrer a los ciudadanos, a las personas afectadas. No nos cansaremos de agradecer su trabajo, su coraje y su compromiso con todos los españoles, especialmente cuando se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad.

Esta Dana ha producido una grave alteración de la vida de la población en las zonas afectadas y ha dejado a su paso daños materiales de gran magnitud. Se produjeron cortes de carreteras y en el suministro de agua y de electricidad. Algunos municipios quedaron aislados por el agua. Tuvo que suspenderse la actividad de numerosos centros docentes. Tanto el servicio ferroviario como varios aeropuertos tuvieron que alterar o suspender, también, su actividad y la prestación de otros servicios públicos se vio gravemente comprometida e, incluso, paralizada.
Los daños materiales producidos en bienes, servicios e instalaciones públicas, en el sector de la agricultura y la ganadería, en la industria y en el sector del comercio y, también, en el de servicios son numerosos. Por ello, para la fase de recuperación, de las fases que hablábamos en todo fenómeno de Protección Civil, y ante una situación extraordinaria, como ya hemos comentado-, el Gobierno de la Nación ha decidido dar una respuesta inmediata mediante el Real Decreto-ley que hoy hemos aprobado en Consejo de Ministros y Ministras, y que prevé un amplio conjunto de medidas para cuyo cumplimiento se habilitarán todos los créditos que sean necesarios.

Esta decisión excepcional se adopta porque este Gobierno está convencido de la necesidad de que el sector público dé una respuesta rápida y eficaz -como, también, decía la ministra portavoz-- ante acontecimientos de esta naturaleza. Es preciso, también, y esto quiero destacarlo, reforzar las capacidades del Estado que han sufrido una disminución de recursos, tanto económicos como humanos, muy significativa en los últimos años. Porque a pesar de que España es un país con un nivel global de riesgo moderado en su conjunto, los incendios forestales, las inundaciones y otros episodios derivados de fenómenos meteorológicos adversos como los que he mencionado ocasionan daños importantes, afectan gravemente a la seguridad de las personas y contribuyen al deterioro del medio ambiente. Pero la respuesta del Gobierno, las medidas que hoy hemos aprobado en Consejo de Ministros y Ministras, no se limitan --como también se exponía-- a las zonas afectadas por la última Dana. Desde el 1 de abril de 2019 de este año, por ejemplo, se han sucedido diversos y continuos siniestros que han ocasionado situaciones de emergencia que han alterado sustancialmente las condiciones de vida de la población y han producido graves daños personales y materiales.

Debo decir que, además de los mencionados, en muchos de ellos se pusieron a disposición, también, medios de extinción de incendios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Repaso brevemente estos episodios, aunque seguro que los recuerdan y los ha mencionado en cierta medida la ministra portavoz.

El incendio forestal de Torre del Español, Tarragona, el 26 de junio que afectó a unas 6.000 hectáreas, aproximadamente; el incendio forestal en Almorox, Cenicientos, Cadalso, el 28 de junio en las provincias de Madrid y Toledo, y que afectó a unas 3.000 hectáreas.
A primeros de julio, graves inundaciones en la Comunidad Foral de Navarra por las que hubo que lamentar el fallecimiento de una persona en el municipio de Tafalla.
También en julio, en la comunidad autónoma de Galicia, concretamente en las comarcas de Monterrey y Valdeorras, en Ourense, el desbordamiento de ríos, como el Rubín, produjo inundaciones de viviendas y naves industriales y agrícolas, arrastrando vehículos y personas que, afortunadamente, pudieron ser rescatadas. La granizada produjo significativos daños, además de en viñedos y huertas.

Los días 25 26 y 27 de agosto, otra depresión aislada de niveles altos recorrió de Oeste a Este la Península y Baleares, afectando a las comunidades de Madrid, Aragón, Extremadura, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Valencia, Illes Balears, Andalucía, Murcia y Cataluña.

La intensidad torrencial de las lluvias, como las grandes granizadas que se produjeron en cortos períodos de tiempo, afectaron gravemente cultivos como los de la oliva, la uva y cítricos, entre otros.
Los incendios declarados entre el 10 y el 17 de agosto pasado en la isla de Gran Canaria supusieron uno de los mayores siniestros forestales de los últimos años en nuestro país, tanto por la gran superficie quemada como por la importante afectación sobre espacios naturales especialmente protegidos.

Y, finalmente, una nueva Dana, con consecuencias de mayor virulencia a las de la que tuvo lugar a finales de agosto a la que ha hecho referencia al principio de mi intervención, que ha afectado muy gravemente a extensas zonas de la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía y, en los últimos días posteriores, en la zona sur de Madrid.
Concluyendo, el Real Decreto-ley aprobado hoy, en el que están implicados los Ministerios que he indicado, como ya señalado, recoge medidas de diversa naturaleza y actuaciones especiales en el dominio público hidráulico y marítimo- terrestre, así como en otras infraestructuras de titularidad pública. Son medidas excepcionales para que los ciudadanos afectados recuperen cuanto antes la normalidad en sus vidas y puedan mirar el futuro con tranquilidad y esperanza; porque nuestro sistema de protección, vuelvo a reiterarlo, prevención, respuesta y recuperación, lo digo una vez más, funciona.
Y en estos términos, ministra portavoz, me gustaría hacer referencia a que en el día de hoy, y con la AEMET, tenemos una alerta naranja en Madrid, en las zonas principalmente Metropolitana y la zona sureste para, según las últimas noticias que tengo yo, entre las 18.00 horas y las 5 de la madrugada siguiente. Tenemos esa alerta naranja en la Comunidad de Madrid, la AEMET. Pero les digo que lo mejor para todos es el estar debidamente informados y seguir, en todo caso, los parámetros que vayan fijando las autoridades. Para eso, en las páginas de la AEMET, del Ministerio de Interior, Protección Civil, tendrán toda la información precisa.