Acto de entrega de restos exhumados en Cuelgamuros

Félix Bolaños: "Desde el Gobierno no nos vamos a olvidar de ninguna víctima"

20.8.2023

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños ha presidido esta mañana el acto de entrega de los restos mortales de las personas que fueron asesinadas en el verano de 1936 en las primeras semanas de la guerra civil en la provincia de Ávila. Todos ellos han sido identificados genéticamente.

Tras el acto institucional, en el que han participado además del Ministro, el secretario de Estado de Memoria Democrática, el alcalde de Pajares de Adaja, familiares y allegados, así como parte del equipo técnico encargado de las tareas de investigación y exhumación, se ha procedido a la inhumación de los restos encontrados en Valle de Cuelgamuros en el panteón construido en el cementerio de Pajares de Adaja en 2004, excepto dos cuerpos que serán trasladados a Navalmoral de la Sierra por decisión de sus familiares.

Durante su intervención, el ministro ha declarado que desde el Gobierno de España se seguirá trabajando para poder entregar los restos mortales de las personas que fueron asesinadas a sus familiares. Además, ha destacado el compromiso del Gobierno asegurando "no nos vamos a olvidar de ninguna víctima".

Vecinos de Pajares de Adaja y Navalmoral de la Sierra

Los restos humanos pertenecen a vecinos de dos municipios abulenses. Los vecinos de Pajares de Adaja, Víctor Blázquez del Oso, Valerico Canales Jorge, Emilio Caro García, Román González Enríquez, Flora Labajos Labajos, Celestino Puebla Molinero, y Pedro Ángel Sanz Martín, miembros de la casa del Pueblo local, fueron asesinados por falangistas el 20 de agosto de 1936 y arrojados a una fosa común en Aldeaseca (Avila).

Los vecinos de Navalmoral de la Sierra, Gregorio Pérez del Peso, Raimundo Meneses Redondo y Rito Martín Redondo fueron asesinados el 4 de agosto de 1936 por falangistas cuando participaban en las labores de siega en Fuente el Saúz (Ávila). En la caja, que contiene un total de doce cuerpos, hay dos vecinos más de Navalmoral, aún desconocidos.

Todos ellos fueron trasladados sin el conocimiento ni permiso de sus familiares a las criptas del Valle de Cuelgamuros el 23 de marzo de 1959 en una misma caja, numerada como 198 en el registro del cementerio del monumento. La exhumación en 2003 de la fosa común de Aldeaseca, en la que se hallaron restos dispersos, hizo que los familiares, entre ellos Fausto Canales, pudiesen encontrar documentación sobre el traslado al Valle.

A partir de entonces, pusieron en marcha un largo proceso para conseguir la exhumación de sus familiares del mausoleo franquista y el regreso a sus municipios de origen. Otras familias en otros puntos del país se sumaron a esta reclamación. En 2016 se produjo una sentencia judicial favorable a la exhumación de los hermanos Lapeña, procedentes del cementerio de Calatayud.

Plan de Intervención forense

Tras la elaboración de un Plan de Intervención forense establecido por el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las cortes y Memoria Democrática a través de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, que ha contado con el visto bueno de Patrimonio Nacional y el Consejo Médico Forense del Ministerio de Justicia, se puso en marcha el proceso de exhumación de 143 personas reclamados por sus familiares en 2020. Tras numerosos obstáculos burocráticos, técnicos y judiciales, las exhumaciones comenzaron el 12 de junio de 2023 en el nivel 0 de la Capilla del Santo Sepulcro.

Para ello se ha empleado una metodología de tipo arqueológico mediante el análisis detallado y el registro de todas las evidencias contenidas en el columbario del Nivel 0 de la Capilla del Santo Sepulcro.

El equipo multidisciplinar designado procedió a la inspección del Nivel 0 de la Capilla del Santo Sepulcro con el fin de buscar el contenedor número 198. Se han utilizado protocolos, metodología y procedimientos de carácter forense ajustados a los estándares internacionales como el Protocolo de Minnesota (2016) de Naciones Unidas, así como las buenas prácticas que vienen recomendando desde el Comité Internacional de la Cruz Roja.

La tarea es muy compleja por la escala de los enterramientos y el deterioro de las criptas. Entre 1959 y 1983, fueron trasladadas al Valle de Cuelgamuros un total de 11.060 cajas, individuales y colectivas, conteniendo los restos de 33.833 víctimas. En el nivel 0 de la Capilla del Santo Sepulcro, donde se ha hallado esta caja, se depositaron 1.057 cajas con 4.266 víctimas.

La caja 198 es el primer resultado tangible de este esfuerzo institucional para recuperar los cuerpos solicitados por sus familiares. Con la entrega institucional y digna a sus familiares el Estado cumple con su compromiso en la búsqueda de los desaparecidos de la guerra. A partir de septiembre se retomarán las tareas para tratar de localizar otras de las cajas solicitadas cuya identificación sea viable, dentro de las grandes dificultades técnicas que tiene esta tarea.

Más información