Declaración del presidente del Gobierno en su visita a las instalaciones del superordenador "Marenostrum 5"

10.3.2023

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Madrid

DECLARACIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

Buenos días. Rector de la Universidad Politécnica de Catalunya, conseller, director del Centro de Supercomputación, Mateo, y por supuesto, la ministra de Ciencia e Innovación, Diana.

Me vais a permitir, primero que os tutee, y que también comience estas breves palabras refiriéndome a los trágicos acontecimientos que tuvieron ayer en Súria. Desde aquí quisiera enviar nuestro más sentido pésame a los familiares y también a los allegados de las tres personas fallecidas en la mina de Cabanesses. Y quisiera también trasladar con ello el cariño a los compañeros mineros y también a los geólogos y geólogas de la Universidad Politécnica de Catalunya. Quiero que sepan que cuentan, por supuesto, con el apoyo del Gobierno, del conjunto de la sociedad española en estos momentos, imagino tan, tan duros.

Señoras y señores, hace justo 80 años, un grupo de científicos diseñaron el que sería el primer gran supercomputador digital de la historia. Fue concebido con un solo propósito y era descifrar los mensajes codificados del ejército de la Alemania nazi, el mejor ejemplo de cómo la ciencia, la tecnología y la innovación pueden servir a la causa del bien común y al progreso de la humanidad.

Aquel artefacto, llamado entonces Colossus, era capaz de procesar la entonces asombrosa cifra de 5.000 caracteres por segundo. Un prodigio para la época que fue posible gracias, entre otros, a genios como el de Alan Turing, más tarde maltratado y perseguido por su homosexualidad.

El supercomputador MareNostrum, el del Centro Nacional de Computación, será capaz de procesar no 5.000, sino 200 billones de operaciones por segundo. Cuesta imaginar lo que habría pensado Turing ante este ingenio formidable tan extraordinario.

Este proyecto es un auténtico emblema para el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, una apuesta de enorme valor añadido por distintos motivos que me gustaría referir.

El primero de ellos es porque posiciona a España, a Cataluña y a Barcelona como líder europeo en Supercomputación.

En segundo lugar, por ser un ejemplo de colaboración público privada. Es decir, estamos abordando un desafío conjuntamente de forma compartida, tanto el sector privado como el sector público, el 51% de la aportación del Estado a este consorcio.

Y, por último, porque es la concreción de una apuesta compartida entre muchas administraciones que unen sus fuerzas. Antes me lo comentaba el conseller, evidentemente el Gobierno de España, la Generalitat de Catalunya y, por supuesto, la Unión Europea, junto con la Universidad Politécnica de Catalunya. No quiero tampoco dejar de mencionar lógicamente, la ciudad que nos alberga, a la ciudad de Barcelona y a la Diputación de Barcelona.

En definitiva, un proyecto del Centro Nacional de Supercomputación, que tiene un papel yo diría que protagonista o líder en ese proyecto estratégico del chip, de los semiconductores, a partir de tres grandes vectores.

El primero es el de la colaboración. El de la colaboración con empresas líderes. Antes lo hablaba con Mateo. En este caso con Intel, con quien compartimos a partes iguales una inversión total, nada más y nada menos, que de 400 millones de euros en los próximos diez años.

Junto con la colaboración, también la innovación, con el diseño de los microprocesadores que van a hacer posible la nueva generación de supercomputadores, un laboratorio de referencia para ello aquí en Barcelona.

Y finalmente, la creación de empleo y, por tanto, el impacto social que va a tener esta importante inversión, con hasta 300 puestos de trabajo directos de alta cualificación. Y, posteriormente, la creación, mejor dicho, la consolidación de un ecosistema puntero en una industria tan necesaria para todas las transiciones que estamos llevando a cabo, la transición ecológica o la transformación digital y la modernización de nuestro tejido productivo.

En definitiva, compartimos la vocación de convertir a Barcelona en la verdadera capital científica europea. Va a ser una apuesta basada en datos, con 13.000 proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación en I+D+i en Cataluña, con un valor superior a 2.500 millones de euros desde el año 2018, es decir, hace muy poco tiempo.

¿Todo esto qué implica? Bueno, pues implica un incremento del 60% respecto al período anterior del año 2012 al año 2017 y son ejemplo de la vitalidad del ecosistema investigador en la ciudad de Barcelona. Barcelona es la novena ciudad europea en el ranking de producción científica y concentra 11 centros estatales del CSIC donde trabajan más de 850 personas.

Este proyecto, a mi juicio, ejemplifica nuestra apuesta de país por el sistema de I+D+i como vector de crecimiento en España. Tras una década perdida, desgraciadamente, con falta de recursos económicos, contamos ahora con un marco normativo idóneo que da estabilidad y certeza a los investigadores e investigadoras, a los científicos y científicas de nuestro país. Una Ley de Ciencia que blinda la financiación del sistema para alcanzar el 1,25% de nuestro Producto Interior Bruto en el año 2030.

Y también porque representa nuestra prioridad en esto que se viene a llamar desde el punto de vista político la autonomía estratégica, que no es sino industrializar nuestro continente Europa y, por tanto, también España, potenciando nuestras capacidades, que las tenemos, de producción de chips, de semiconductores, de inteligencia artificial o de computación científica.

Esta autonomía estratégica, que va a ser prioritaria para la Presidencia Española de la Unión Europea, pasa por reforzar lo que he dicho antes la reindustrialización de la economía europea y también la competitividad en sectores estratégicos.

Es lo que estamos haciendo a través también de los proyectos estratégicos, los PERTES, como el de los chips, el de los semiconductores: ¿por qué no vamos a convertir a Cataluña, a España, en un lugar de producción, de fabricación de semiconductores y de chips que son tan necesarios?

Sin duda alguna, también el coche eléctrico, la descarbonización, la agroindustria, la industria aeroespacial -En este pasado Consejo de Ministros aprobamos ya definitivamente los estatutos de la Agencia Estatal Aeroespacial-, o también el proyecto estratégico del Naval, una industria muy importante en nuestro país.

Y, en ese sentido, me gustaría trasladarme por un instante a otras ciudades de España, que son muy importantes, como es la Bahía de Cádiz en ese entorno regional, o Ferrol o Cartagena. Porque precisamente en este ámbito, en El Naval, me gustaría anunciar que la empresa pública Navantia va a contratar a 1.500 trabajadores y trabajadoras durante los próximos años en el marco de este proyecto estratégico.

De esta forma se va a garantizar no solamente la actividad, sino también la carga de trabajo en los tres centros de la empresa, como es Ferrol, como es Cartagena y como es también la Bahía de Cádiz. En definitiva, estas contrataciones son el resultado de los importantes contratos nacionales y también internacionales que está logrando la empresa de manera reciente y que sin duda alguna lo que hacen es potenciar y afianzar una industria que tiene mucho presente y aún más futuro como es la del naval.

Y permítanme también, porque saben que hoy se va a producir una importante reunión entre los agentes sociales y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que les anuncie que hoy el Gobierno va a presentar en la Mesa de Diálogo Social una reforma de pensiones que va a garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, va a reforzar la equidad del sistema y finalmente, lo que va a hacer es garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones para las próximas décadas.

En definitiva, lo que estamos haciendo, gracias al acuerdo y al consenso con las instituciones comunitarias y lógicamente también esperamos con los agentes sociales, lo que estamos haciendo es dar seguridad y estabilidad a nuestros mayores y a sus jubilaciones presentes y futuras.

Esta reforma, como he dicho antes, es fruto de un intenso diálogo con la Comisión Europea y, por tanto, cumple también con los hitos y los objetivos establecidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que, lógicamente, son los que explican los distintos desembolsos que hacen posible también el que hagamos y materialicemos inversiones importantes para toda la industria de la supercomputación y también, lógicamente, para las que antes he hecho referencia.

Señoras y señores, en esta semana de lucha feminista por la igualdad, me gustaría agradecer el compromiso de todo el equipo del centro con esta causa y, muy singularmente, por el impulso de las vocaciones STEM en estos últimos años.

Creo que todos compartimos un mismo diagnóstico. Y es que hemos reducido la brecha salarial en España gracias al impacto de medidas, como es, por ejemplo, la subida del salario mínimo interprofesional; medidas inéditas en lo que representa la corresponsabilidad laboral, familiar y personal. Pero queda indudablemente muchísimo por hacer.

Debemos evitar que las brechas del futuro estén ligadas a la infrarrepresentación de las mujeres en las disciplinas STEM. Evidentemente, este es un riesgo que compartimos todos y por eso es tan necesario que las mujeres lideren proyectos en centros como este, que sean un ejemplo a seguir para las niñas y las adolescentes que quieran seguir el camino de la ciencia.

Y así está recogido, precisamente, en nuestra Ley de Ciencia. Y esta también es la razón por la que acabamos de aprobar en el Consejo de Ministros y Ministras la Ley de Representatividad Paritaria, que va a tener efectos inmediatos en la política, también en la administración pública, pero sin duda alguna en la dirección de las grandes empresas, en las juntas de Gobierno de los colegios profesionales o en los jurados de premios o reconocimientos financiados con dinero público.

En definitiva, la mitad de la población debe compartir la mitad del poder, sea este político o sea económico. Puede que haya a quien le parezca demasiado pero, evidentemente, para nosotros es una cuestión de justicia.

En definitiva, contad con todo el apoyo del Gobierno de España en una tarea con la que el Ejecutivo está y va a estar volcado, hacer de España un país de ciencia, también un país de científicas, como sin duda alguna tenemos, que son pioneras y que son personas que están a la vanguardia en muchísimos campos de investigación científica.

En fin, quiero terminar recordando la primera visita, querido Mateo, director, que hicimos en el año 2018 creo recordar, o 2019. Efectivamente, entonces este edificio estaba por construirse. Hoy, en cambio, es una realidad y creo que vuelve a situar a Barcelona, a Cataluña y a España en donde queremos situarlas, a la vanguardia de las cosas buenas, de las cosas innovadoras que están sucediendo en el ámbito de la ciencia y que tienen una repercusión indudable en el ámbito económico, pero sobre todo social, de nuestro país y de Europa, que sin duda alguna lo necesita.

Yo creo que estamos, en fin, visibilizando aquello que se dice de la autonomía estratégica. Bueno, pues eso es un paso también en favor de esa autonomía estratégica en Europa que tanto necesitamos en este contexto de revolución digital y también de transformaciones tan importantes, como es la transición ecológica.

Por tanto, muchísimas gracias por vuestro liderazgo, por vuestra colaboración y cooperación. Adelante. Gracias.


(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)