Intervención del presidente del Gobierno en su visita al Centro de Salud Tarajal, en Ceuta

1.3.2023

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Ceuta

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

Muchas gracias, Juan Jesús, presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta; ministra de Sanidad; autoridades; delegado del Gobierno; profesionales sanitarios de este centro de salud.

Para mí es un placer ser bienvenido a esta ciudad autónoma y serlo, por tercera vez, como presidente del Gobierno de España. Es verdad que durante estos más de 40 años de democracia no ha habido la ocasión de tener tan asiduamente al responsable del Ejecutivo en una parte muy querida de España, como son las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, pero creo que, efectivamente, como bien dice el presidente de Ceuta, tiene que ser algo habitual, algo normal; que si demuestra algo es, precisamente, el compromiso del Gobierno de España con esta importante ciudad autónoma.

Y, desde luego, todo aquello que se ha señalado. Y es que hay un Plan Integral que, sobre todo, lo que obedece es a dar perspectiva, dar futuro, dar un horizonte a los ciudadanos y ciudadanas de esta ciudad española.

Para mí, en todo caso, es un verdadero honor estar hoy aquí, porque se trata de algo muy querido y algo muy especial en esta legislatura, marcada aún por, evidentemente, las consecuencias de la peor crisis sanitaria que ha vivido la humanidad en estos últimos 100 años, que es la pandemia de la COVID.

Se trata, en definitiva, con la inauguración de este nuevo Centro de Salud Tarajal, de mejorar la atención sanitaria de los vecinos y vecinas de Ceuta. Se trata de reivindicar la buena política, que es la que mejora la vida de la gente.

Los más de 6 millones de euros invertidos en la reforma y la ampliación en el equipamiento de este centro después de largos años, como hemos visto en algunas de las fotos que están desperdigadas por este centro de salud, forman parte de una iniciativa mucho más amplia, que es el Plan Integral de Desarrollo Socioeconómico de la ciudad de Ceuta, dotado con cerca de 335 millones de euro para dar esa perspectiva, ese horizonte, al conjunto de vecinos y vecinas de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Un buen ejemplo de esta forma de entender el derecho a la asistencia sanitaria como motor de progreso y también de cohesión social, a la cual antes hacía referencia el presidente de Ceuta.

Son más de 21.000 usuarios y usuarias ceutíes los que reciben la atención de los 40 profesionales sanitarios que trabajan aquí, a los cuales quiero de nuevo dar las gracias por todo el trabajo que han venido desarrollando, sobre todo y en particular, por tenerlos detrás durante la emergencia sanitaria. Pero, en realidad, el impacto va mucho más allá porque, como todos sabemos, la sanidad pública es la columna vertebral de nuestro modelo de bienestar.

En consecuencia, visitar estas instalaciones y comprender bien el servicio que prestan a la ciudad de Ceuta es una ocasión inmejorable para reflexionar sobre el papel que tiene que jugar la sanidad pública como elemento de cohesión social y territorial de nuestro país. Más aún cuando acabamos de superar, como he dicho antes, la peor crisis de salud pública en los últimos 100 años. Una pandemia que nos ha hecho redescubrir, si alguien había perdido la confianza y la dimensión de lo que representa la sanidad pública en nuestro país, la importancia de nuestro sistema nacional de salud.

Tomar conciencia de que la seguridad sanitaria es un elemento clave en nuestro estado de bienestar, algo en lo que ningún gobierno, creo, debería escatimar recursos, porque para la gente la salud no tiene precio, pero sí un valor absolutamente incalculable.

En estas últimas décadas, España se ha dotado de un ejemplar Sistema Nacional de Salud. Si hoy contamos con la mayor esperanza de vida de la Unión Europea y la tercera en el mundo es, en buena medida, gracias al éxito de un modelo que nos acerca a los países a los que siempre quisimos parecernos y nos aleja de aquellos otros en los que, por desgracia, el derecho a la salud es un privilegio sujeto a las reglas del mercado, no es un derecho, sino una mercancía: países en los que el coste de un tratamiento puede arruinar a una familia entera de por vida.

Por tanto, proteger nuestra sanidad pública exige algo más que buenas palabras. Exige, por encima de todo, recursos presupuestarios y políticas públicas eficaces y comprometidas con este importante pilar de nuestro estado de bienestar.

Miren, una de las primeras medidas que tomé al llegar al Gobierno hace más de cuatro años, fue restablecer la universalidad del Sistema Nacional de Salud. Fue eliminar los copagos farmacéuticos para los colectivos más vulnerables. Negar la cobertura sanitaria no solo es moralmente inaceptable, es, sobre todo, una decisión poco inteligente porque, como quedó claro durante la pandemia, la salud de toda la sociedad descansa en la de todos sus miembros, sin exclusiones ni, por tanto, zonas de sombra.

Y a esta filosofía le ha acompañado un incremento histórico de la inversión en sanidad en los Presupuestos Generales del Estado. Hoy, aquí en el Tarajal, estamos en este centro de salud del Tarajal viendo la materialización de ese compromiso presupuestario. Pero sí quisiera dar algunas cifras para ver la envergadura de lo que esto representa: un 239% de incremento, repito, un 239% de incremento respecto al ejercicio anterior en el año 2022, que consolidamos en el año 2023 con un aumento del 7,83% adicional. Por tanto, hablamos de un incremento del 239% de 2022 respecto a 2021 y ahora, de 2023 a 2022, un 7,83% adicional.

Estamos destinando buena parte de estos recursos al refuerzo de la plantilla de los profesionales sanitarios. Desde 2018 hemos incrementado un 38,2% el número de plazas ofertadas de formación especializada, con un 20% más de plazas MIR. Y hemos aprobado algo muy importante, muy demandado por los profesionales sanitarios, que era reducir la temporalidad, que hasta incluso era una de las críticas que fundamentalmente nos hacían las instituciones europeas, la Comisión Europea, respecto a nuestro sistema de salud, pero también la función pública en general.

Pero si hablamos de la estabilización laboral de los profesionales sanitarios, estamos hablando de 67.000 profesionales sanitarios que, a lo largo de estos meses, y a lo largo de los próximos años, van a ver estabilizados sus puestos de trabajo.

En este sentido, quiero hacer una mención expresa a, creo, uno de los de las asignaturas pendientes que tiene nuestro Sistema Nacional de Salud, que es el de la atención primaria. Porque durante muchos años hemos prestado atención a la atención hospitalaria, pero no tanto a la atención primaria y, como consecuencia de la pandemia, nos hemos dado cuenta, de manera bastante cruda y real, del valor que tiene la atención primaria y los profesionales sanitarios de la atención primaria; mujeres y hombres cuyo reconocimiento social no exige más homenajes ni grandes palabras, sino medidas concretas que les permitan realizar su trabajo con dignidad, que es algo que también estamos visualizando hoy aquí en el ámbito de nuestra competencia, de la Administración General del Estado, porque saben que el Sistema Nacional de Salud es competencia de las comunidades autónomas, no evidentemente de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Aprobamos el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria, dotado con más de 446 millones de euros. En relación con la convocatoria de 2018, las plazas para médicos de Atención Primaria crecen en más de un 35% y en más de 260 las ofertadas para enfermería. Por eso también quiero hacer esta reflexión para apelar a todas las administraciones, a las comunidades autónomas con competencias en materia sanitaria, para reforzar entre todos la atención primaria, en lugar de debilitarla.

Porque creo que las necesidades de la atención primaria van mucho más allá de las demandas de un colectivo profesional, que son justas y legítimas, porque son, en realidad, un auténtico clamor social. Y si algo debe definir a nuestro sistema sanitario es la búsqueda constante de la calidad. No basta con cubrir las prestaciones básicas desde un sistema de mínimos.

A ese anhelo creo que también responden el Plan, que lidera la ministra de Sanidad, de Inversión en Equipos de Alta Tecnología, la Estrategia de Salud Digital, muy importante también, o la apuesta por ese Proyecto Estratégico financiado con fondos europeos, que es el PERTE de Salud de Vanguardia, con una inversión de casi 1.500 millones de euros que vienen de esos fondos de recuperación.

Ese es nuestro compromiso, mi compromiso personal también: el de la sanidad pública gratuita, universal y de calidad. Porque después de una década de recortes que redujeron, desgraciadamente, medios y profesionales sanitarios en nuestro sistema de salud, estamos haciendo un esfuerzo sin precedentes.

Durante estos últimos años hemos invertido 1.000 millones de euros en Atención Primaria, estamos invirtiendo este año y el anterior 800 millones de euros en un programa muy querido también por la ministra de Sanidad y por el conjunto del Gobierno, que es el Plan de Inversión en Equipamientos de Alta Tecnología y convocando la mayor oferta de MIR de la historia.

Queda muchísimo camino por delante, pero hoy hay en España 90.000 profesionales sanitarios más que cuando llegamos al Gobierno. Y la pregunta, por tanto, que debemos hacernos es si queremos vivir en una España donde se atienden las necesidades sanitarias de nuestras familias, de nuestros vecinos, de nuestros compañeros y compañeras de trabajo, de nuestros seres queridos, en definitiva, de los miles de personas que nos proporcionan servicios a diario y de todas las que comparten el lugar que habitamos. Para la inmensa mayoría de nuestra sociedad la respuesta obvia es que sí. Somos muchísimos más los que queremos ese país.

El Gobierno, por tanto, va a seguir trabajando al servicio de España, impulsando lo que este centro de salud representa, que no es más ni menos, que una sanidad pública moderna, digna, con recursos y presente en todo el territorio nacional, sobre todo en aquellas ciudades donde tenemos esas competencias y que, lógicamente, compartimos con orgullo con sus representantes públicos; en este caso en la Ciudad Autónoma de Ceuta, pero también, lógicamente, en la Ciudad Autónoma de Melilla.

Por lo tanto, presidente, estoy encantado de estar aquí contigo de nuevo, si me permites que te tutee, y desde luego también con todos los profesionales sanitarios que sois, de verdad, los verdaderos protagonistas de este momento tan esperanzador y tan ilusionante. Ya me venían algunos de los profesionales diciendo que este lunes ya se va a abrir este centro de salud. Pues eso, suerte y al tajo.

Gracias.